COACHING
¿Problema o realidad?
¿Problema o realidad?
¿Quién no tiene problemas? Los problemas son algo que “tenemos” y como todas las cosas que se tienen, son susceptibles de no tenerse. La vida no es un problema, pero a lo largo de nuestra vida solucionaremos muchos problemas que irán apareciendo. Por definición un problema es alguna cosa que se puede solucionar. Hay cosas que no se pueden solucionar porque no son problemas: se llaman realidad, y la realidad la aceptamos.
Hay personas que tienen dificultades para identificar la realidad, la que debemos asumir, aquello que no podemos cambiar. Son personas que confunden la realidad (situaciones que no les gustan) con un problema. Querer solucionar la realidad es bastante infructuoso. La realidad pertenece al círculo de preocupación. Los problemas a resolver pertenecen al círculo de influencia. Yo no puedo cambiar a los demás, pero puedo cambiarme a mi mismo. No puedo cambiar el hecho de que se haya estropeado el coche, pero puedo llamar a las personas que me están esperando.
En los procesos de Coaching acompañamos a nuestros clientes en la toma de consciencia de que elementos de una situación determinada forman parte de la realidad, y por tanto se han de aceptar y cuales forman parte de su círculo de influencia, es decir, problemas que requieren una solución que está en sus manos y sobre la que tienen poder para influir.
Cuando hemos identificado el problema, el Coach a través de sus preguntas nos permitirá convertir los problemas en retos, en desafíos a superar. El Coach nos hará conectar con aquellos talentos y competencias que nos servirán para afrontar exitosamente el reto. El Coach creará las condiciones para que nuestra actitud sea más positiva y podamos confiar en encontrar la mejor solución al fortalecer nuestra autoestima. ¿Cómo fortalecerá nuestra autoestima? Conectándonos con otras situaciones similares de nuestro pasado que ya solucionamos exitosamente.
El secreto del Coaching es transformar los problemas en retos inspiradores, que nos permitan aprender y desarrollarnos plenamenteA continuación os refiero una historia que nos desafía a discernir lo que es un problema a solucionar de lo que es una realidad a asumir. A menudo, dejar reposar un tiempo aquello que nos está preocupando y ocuparnos de otras cosas facilita que aquello que veíamos tan problemático pierda toda su carga emocional (rabía, frustración, desilusión, ansiedad, miedo..) lo que nos permite relativizarlos. Al tomar distancia podemos tomar conciencia de que el problema no estaba fuera, era nuestro y que su abordaje pasaba por nuestra regulación emocional. Que una vez hemos eliminado la carga emocional, lo que nos queda es asumir la realidad, los hechos, a pesar de que no nos gusten. Que algo no nos guste o nos frustre no significa que tengamos un problema, solamente nos está indicando un área de aprendizaje.
El árbol de los problemas
Un leñador que había contratado para ayudarme a talar un bosque, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y después su viejo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, en mi coche, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dió un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el coche.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que le había visto hacer un rato antes.
– «Oh, ese es mi árbol de los problemas», contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez”.
– ”Lo divertido es», dijo sonriendo, «que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior”.
¿Cuál es el problema que quieres resolver? ¿Qué reto implica para ti? ¿Qué podrás aprender de él? Hermínia Gomà 18 octubre 2011 .
59 Comments
Esther Gallego
Me ha encantado el cuento del árbol de los problemas!! gracias Herminia una vez mas por aclararme que la realidad pertenece al circulo de preocupación por lo tanto lo que tenemos que hacer es aceptar, y por otro lado que los problemas a resolver pertenecen al circulo de influencia por lo tanto podemos solucionarlos 🙂
Carlos Bisbal Sanz
Me encantó ese cuento que ejemplifica cómo podemos a veces ayudarnos a relativizar: colgar los problemas durante un rato y después cuando volvemos a recogerlos de repente hay menos.
Cuán importante el quedarse en el círculo de influencia, distinguir entre lo que está en nuestras manos y lo que no, la realidad a aceptar y los «problemas» reales, los ejes de aprendizaje y mejora donde sí podemos dedicar energía para cambiar la situación que vivimos con nosotros mismos.
Davinia Garcia
No confundir problema con realidad.
Un problema es aquel cuya solución se encuentra en nuestro circulo de influencia.
La realidad, nos guste o no, no podemos hace más que aceptarla.
También me ha parecido interesante que ante lo que nos parece un problema, e demo un tiempo para regular las emociones, porque, normalmente después el problema no tiene la misma dimensión.
Christian Zermeño Gallegos
Me encanta la habilidad que tienes de transformar lo complejo en simple y en gran medida creo que es el reto del coaching, cuando mi problema es la realidad, entonces no hay problema, hay una situación que debo aceptar y trabajar para afrontarla de mejor manera, de la misma manera también entiendo que el estado anímico juega un papel muy importante en la dimensión del problema, cuando nuestra energía es baja al igual que nuestra autoestima, no estamos del todo preparados para afrontar un problema, es como presentarnos a una competición que implica un gran reto cuando no hemos descansado y estamos agotados, cuando he descansado y estoy con energía, el problema cobra otra dimensión, esta analogía me permite darme cuenta de lo maravilloso que es que depende de mí en gran medida el tamaño del problema. Me siento bien cuando me responsabilizo, el reto es aprender a dejar de vivir como víctima.
patricia.delgado.p
En matemáticas hay problemas con solución y otros que no la tienen en un conjunto (como la raíz cuadrada de -1 en los números reales), pero sí en otros (los complejos),. Todo se refiere a la interpretación, puesto que si nuestro problema es que no aceptamos la realidad, el problema tiene solución, aceptarla. Si nuestro problema depende de nosotros, está en nuestro círculo de influencia, va a requerir de nuevos aprendizajes, cambios de paradigma, por lo que también tiene solución.
La conclusión es que un problema siempre tiene solución. Si no lo vemos así puede que no estemos aceptando que lo que es, es.
David Lucas
Leyendo este artículo me he vuelto a convencer de que los problemas son menos de los que pensamos y por lo tanto, nuestros pensamientos crean problemas que realmente no lo son. Muchas veces por las creencias limitantes, algunas por los prejuicios, otras por la autoestima, inseguridad o complejos.
Con esto quiero decir que antes que eso que nosotros llamamos problema, existe un paradigma que es el que provoca a esas sensaciones problemáticas. Vayamos a la raíz de la situación y quitemos como se suele decir, toda la paja que no vale.
Estoy seguro que los problemas, como el del cuento, son menos de lo que realmente tenemos.
Un abrazo.
Bianca
Me he encantado la definicion del proceso de coaching: el secreto del coaching es transformar los problemas en retos inspiradores que nos permitan aprender y desarrollarnos plenamente. Esto pasa por diferenciar la realidad, circulo de preocupacion, del problema, circulo de influencia. Es decir, la realidad es la que es y no puede ser cambiada, solo aceptarla. Un problema bien definido supone un cambio interno.
POL SERRATOSA FANDOS
Nos guste o no , la realidad es la que es , y la mejor manera de relacionarse con ella es aceptarla tal cual. ¿Parece fácil verdad? pues puedo asegurar que en mi experiencia personal he chocado numerosas veces con este ¨sencillo¨planteamiento. En cambio , cuando lo he conseguido trascender , y aceptar lo que es , resulta sumamente liberador.
Buscar sistemas o métodos que nos permitan ¨abandonar ¨los problemas por un tiempo (como es el caso del leñador) hará que nuestra relación con dichos problemas se suavice y no nos afecte más de lo necesario.
Si bien entiendo , no resulta fácil aparcar los problemas como lo hacemos con el coche par recogerlos al día siguiente , pero llevarlos a todas partes no nos va a dar la solución ( y además hay problemas que pesan demasiado como para cargar con ellos todo el día!) . Así pues , es lícito permitirse un paréntesis que permita que nuestros problemas no afecten a más áreas de influencia de nuestras vidas de las necesarias(amigos ,familia …).
Cabe decir que el ejemplo del árbol es una manera bella de escenificar el ¨aparcar los problemas por un rato¨para seguir con mi vida , y retomarlos más adelante.
Bonito artículo maestra!
GRACIAS
Jordi Marquillas Rius
Para mi este articulo ha sido muy revelador, pues me estimula a ser más consciente de la importancia en saber distinguir, en una situación determinada, de si esta es una realidad o es un problema, pues en función de ello, respectivamente, o bien deberé saber asumir esa situación o como problema convertirla en un reto superable cuyo éxito depende de mí. No obstante, en ambos casos siempre deberé sacar un aprendizaje. De problemas en un día tenemos muchos y de todo tipo pero, como dice el comentario, en la gran mayoría de ocasiones la respuesta para sus soluciones suele encontrarse dentro de nosotros mismos.
Maribel Bascón Barrera
Cuando empecé en este camino del autoconocimiento me decían: vas a cambiar, y yo pensaba: a estas alturas lo veo muy difícil, pero sí, no solo he cambiado sino que las personas que están más cerca de mí también, no porque yo las haya cambiado, como muy bien se explica en este articulo “no puedes cambiar a los demás”, pero si tu cambias todo cambia a tu alrededor, lo he comprobado.
Me ha encantado la historia del árbol, es una buena práctica a tener en cuenta, cuántas veces nos hemos llevado los problemas del trabajo y los hemos descargado en casa con personas que no tienen porqué aguantarlos. Ya he escogido mi árbol, os animo a escoger el vuestro.
Anna Vicén Renner
Ayer estaba en un taller corporal, nos hicieron cerrar los ojos y describir cómo nos sentíamos, cómo estaba nuestro cuerpo, si había algún dolor… Al principio todos comentamos alguna molestia. Nos fijábamos en esa contractura, en el cansancio, el estrés, el dolor de la rodilla etc… Al percatarnos que nuestro foco se iba a aquello que molestaba, poco a poco, cada uno se fue fijando en lo que sí estaba bien: la temperatura ideal en la sala, el bienestar de estar allí, la agradable música que sonaba, nada dolía, quizá solamente un poco la espalda etc…
Mi experiencia de ayer me recuerda a lo leído en este post. Me doy cuenta de lo mucho que me recreo en esa idea de que tengo problemas. Y últimamente empiezo a aburrirme de mi discurso. En el ejercicio de «El problema» casi bostezo al leerme ya que son las mismas palabras año tras año y así podría seguir muchos años más. Ahora me siento como el leñador de la historia: comenzando a aceptar la realidad, mirando hacia mi pasado con una sonrisa cómplice y no con culpabilidad, y con ganas de retos y disfrutar de lo que ya tengo. Sin duda, como dices, todo problema tiene solución. Y lo que es, es. ¡Gracias Hermínia!
Pep
L’acceptació de la realitat és difícil a vegades, però és responsabilitat nostre. Al acceptar la realitat, evitem dedicar forces a evitar la realitat, a preocupar-nos, etc. Això m’allibera i em permet dedicar-me plenament a buscar solucions, a cambiar. Crec que un concepte molt lligat amb l’acceptació de la realitat en el meu cas és el no esperar més dels altres, acceptar-los tal com són m’allibera, i qualsevol ‘canvi a millor’ que succeeixi al meu entorn és com un premi que he deixat que arribi. Els problemes com bé dius no deixen de ser obstacles que poden esdevenir reptes. El poder d’acceptar moltes vegades dissol el problema. També em sembla fantàstica la metàfora de l’història en quan a deixar els problemes en cada entorn, i no ‘endur-se’ls a casa’ com molt bé il.lustra l’història. Seguir resolen problemes és senyal d’avanç, de progrés i d’autoconeixement. Moltes gràcies per un altre gran article!
Armando Sosa
Realmente es un reto emocional dejar los problemas del trabajo en el trabajo, aislandolos de nuestros amigos y familiares. Y de la misma manera, es un desafío emocional muy grande dejar los problemas del hogar en el hogar, sin llevarlos al trabajo.Sin embargo, es una realidad que cargar problemas de uno y otro entorno a nuestros amigos y familiares no soluciona nada. La pregunta que nace entonces es: «Cómo hago para separar los problemas de ambos mundos?» La respuesta de este artículo es que debemos mirar los problemas a través de los lentes del coaching: «El secreto del Coaching es transformar los problemas en retos inspiradores,que nos permitan aprender y desarrollarnos plenamente» Este secreto realmente se encuentra en la base de la actitud tan positiva del leñador del cuento y su árbol de problemas
Roman Mandelik
La realidad la aceptamos, un problema es alguna cosa que se puede solucionar.
La palabra clave para mí: Identificar
Es importante parar, sentir y hacer preguntas a mí mismo para identificar si es un problema o realidad.
Recientemente me ha pasado muchas veces, que dejando a reposar un tiempo aquello que me ha preocupado y ocuparme de otras cosas ha perdido toda su carga y ya no lo he visto como un problema.
Gracias Herminia
NICOLAU JUAN PUJOL
La realidad es la que es. Con eso me quedo. A pesar de que haceptar la realidad no resulta fácil, cuando te decides a hacerlo, la mayoria de tus problemas desaparecen.
Eso no significsa que no hayan nuevos problemas, pero aprendes a relativizarlos y los enfocas de manera diferente.
Cuando te surja un problema: aceptalo, medita como solucionarlo y ya no te parecerá tan grave.
Las respuestas siempre son más fáciles de lo que pensamos.
Maria Jose Dalmau
Distinguir la realidad y el problema. El problema depende de nosotros y lo podeos relativizar y convertirlo en un reto. La realidad no podemos cambiarla, pero si afrontarla de diferentes maneras. Este articulo me hace pensar en como nos podemos hacernos la vida fácil o difícil, al final depende todo de nosotros. Ese es el mensaje que deberíamos transmitir a nuestros clientes.
Sandra Ribé
Jo soc una de tantes persones que no diferenciaven entre problema i realitat, per mi si hi havia alguna cosa al meu dia a dia que em provocava malestar, frustració o no la volia, això, per mi, ja era un problema. Ara entenc que la realitat si no es pot canviar o no te solució s’ha d’acceptar, que el que avui es un problema amb temps i bona gestió emocional potser després ja no ho és i que tot allò que és problema és allòmquenes pot solucionar. I aquí la bona tasca del coach, acompanyar al client a trobar la millor solució per ell potenciant-li l’autoestima, la actitut positiva i la força necesaria per portar-ho a terme.
toni de Gea
Si supiéramos ver que un problema es una situación a solucionar y que únicamente podemos incidir en aquello que está a nuestro alcance, pero en la mayoría de los casos nos centramos justo en lo que no podemos cambiar, porque depende de fuera. Si tomásemos consciencia de la realidad externa podríamos ver que realmente es eso, una realidad ajena a nosotros mismos y que en la mayoría de los casos no podremos hacer nada para cambiarla.
Siguiendo en esta línea, me llama la atención como la presbicia está tan presente en nuestro día a día y hasta en las situaciones más cotidianas no somos conscientes de ella. En la mayoría de las situaciones somos incapaces de mirarnos desde fuera a dentro, o en perspectiva, ya que, es más sencillo incidir en el cambio de los demás esperando que su transformación nos deje transitar en nuestra realidad. Las realidades, en ocasiones, nos generan frustraciones por no disponer de los recursos necesarios para afrontarlas, y ahí es cuando no somos capaces de ver la forma de salir del círculo en el cual nos encontramos.
Si supiéramos tomar distancia y alejarnos de la realidad seguramente tomaríamos otras decisiones que nos acercarían más a nosotros mismos a incidir de dentro a fuera. Desconozco porqué nos cuesta relativizar tanto, sería tan fácil ver la situación desde la distancia…
Gracias Herminia….
Mireia Farré i Canela
Em quedo amb la frase de, davant d’un problema, preguntar-se: «Qué reto implica para mí'»… me n’adono que la meva tendència ha estar afrontar-los des de la pèrdua. En canvi, amb aquest plantejament de repte ho veis com a guany i ho relaciono molt més amb l’acció que amb la reacció…WOW
Francesc
Herminia, una historia preciosa y útil. La recordaré.
La vida no es justa, pero a veces nos compensa.
Es por eso que aunque a veces la realidad nos hace pasar momentos terribles; si sabemos aceptarla, nos evitará sentir dolor y estresarnos o caer en una depresión y mejoraremos nuestra auto confianza, la cual nos ayudará a salir de la zona de confort y enfrentarnos con valentía a nuestros problemas y solucionarlos.
Fina Vallejo
Es muy importante identificar la realidad que nos movemos, a partir de esa realidad podremos discernir lo que no podemos cambiar y por tanto debemos aceptar y lo que si podemos cambiar y buscar la solución. Si vemos las dificultades o problemas como retos, nos daremos cuenta de lo que hay detrás de todo eso, del aprendizaje y de que todo problema tiene una solución. Desde el punto de vista del coach, su labor es ayudar a la persona a detectar sus problemas, a aceptar su realidad y a mediante preguntas poderosas y ayudándole a detectar sus puntos fuertes aumentando su autoestima, poder hacer que la persona llegue a encontrar la solución. La fábula me ha gustado mucho, porque ayuda mucho, el poder aparcar el problema, separándose emocionalmente y con esa distancia podemos ser mucho más resolutivos.
ANNA GIRBAU MORENO
No confundir realidad con problema. La realidad se acepta, la realidad es la que es, la que percibimos, y el modo de percibir la realidad se puede cambiar, pero la realidad seguirá siendo la misma. Ésta está en nuestro círculo de preocupación. A veces confundimos la realidad con el modo de percibirla, son dos cosas distintas, aunque nuestra realidad está en función de nuestras “gafas”. Y nuestras gafas son las que mayoritariamente convierten la realidad en un problema.
El problema tiene soluciones, es algo que tienes, y por tanto puedes dejar de tener , ya que forma parte del propio círculo de influencia. Podemos cambiar nuestras gafas, o limpiarlas.
Ante un problema, no es hasta que liberamos la carga emocional del mismo, que no podemos asumir la realidad, ya que estamos demasiado inmersos en ello hasta el punto de convertirlo en “el problema”. Tomar distancia nos permitirá poder formular bien el problema y ver la solución implícita que se encuentra en él. No es hasta que formulamos bien el problema que no hay una sensación de liberación, ya que al menos, vemos que lo podemos solucionar.
Los problemas son de uno, y muchas veces se buscan soluciones, evitando la realidad, evitando lo que me produce malestar, evitando a los demás, en lugar de aceptarla. Y ver que no hay nada que evitar, sino reformular desde el yo.
La solución está implícita en en el problema, y a veces no sabemos como abordar la solución. Es aquí donde el coach orienta y guía a su coachee, potenciando la autoestima del cliente para que lo logre. Con lo cual transformar el problema en un reto, refuerza la autoestima.
Tomar consciencia desde este que soy, qué quiero hacer distinto. Hacer lo que uno quiere hacer, porque uno mismo lo elige, y sin postergarlo. Es así cuando más libre me siento y qué complicado es a veces lo simple!!
gemma bendicho
Tras la sesión del master de Solución de Problemas y el ejercicio de «El problema» haces una profunda reflexión de la facilidad que tenemos las personas de llamar a todo problemas o a diagnosticar los problemas de los demás, cuando a veces ni ellos mismos saben cual es el verdadero problema que tienen. Cuando sentimos una emoción, cuando vemos frustrado un deseo le damos el diagnostico de un problema y de ese modo estamos llenos de problemas que no tienen solución, cuando la realidad es que si un problema esta bien planteado siempre tiene solución y si en vez de un problema es la realidad, la única opción es aceptarla y una vez aceptada el problema desaparecerá como tal. El cuento del Árbol de los Problemas me parece la opción mas inteligente para la resolución de problemas, por un lado dejamos aparcados los problemas cuando estamos con personas o situaciones que nada tengan que ver con los problemas que tengamos y de este modo no hacemos pagar a los demás nuestro mal humor o preocupaciones y por otro lado dejamos que los problemas reposen, dándonos a nosotros también permiso para descansar de quizá un día duro de trabajo o emociones y como dice el cuento al día siguiente hay mucha posibilidades de que los problemas hayan disminuido o estemos más frescos y objetivos para resolverlos con mayor agilidad.
Como dice la canción de La Unión Vivir al Este del Edén: «Que es lo que tiene el aire ne la mañana que limpia los temores de mi corazón las dudas que anoche eran tinieblas son simples tonterías a la luz del sol»
Myriam Aluanlli
Me parece muy importante saber discriminar qué podemos cambiar (problema) y que debemos ver y aceptar como tal sin tener la fantasia de poder cambiarlo (realidad). Me llega mucho la frase: «A menudo, dejar reposar un tiempo aquello que nos está preocupando y ocuparnos de otras cosas facilita que aquello que veíamos tan problemático pierda toda su carga emocional». Creo que es un ejercicio que permite tomar el verdadero peso de las cosas, que ayuda a llevar una vida equilibrada, colocando en su lugar cada cosa… no dejandonos embargar por una emocion descontrolada, sino muy por el contrario liderandonos de verdad.
monica sanhueza
Si tiene solución es porque es un problema y entonces lo convertimos en un reto para seguir aprendiendo y desafiándonos día a día. La realidad es algo que debemos aceptar. «Lo que es..es», una frase que aprendí de Herminia y que me ha ayudado mucho en la aceptación.
El cuento del árbol es muy cierto, porque cuando logramos regularnos emocionalmente, podemos ver los problemas desde afuera y no desde la rabia, la pena, la frustración etc.
Verónica González
«Por definición un problema es alguna cosa que se puede solucionar. Hay cosas que no se pueden solucionar porque no son problemas: se llaman realidad, y la realidad la aceptamos.»
Esta frase me la dejo, la guardo en lo más profundo de mi camino de aprendiz. Al preguntarme ¿cuál es el problema que quiero resolver?, pues no se me viene nada a la cabeza y ¡lo encuentro genial!. Pero eso pasa luego de muchos meses de cargar los problemas o lo que creía problemas y no tener mi árbol de la vida.
En carne propia he vivido creer tener problemas y solo era la inegable realidad, MI realidad. Cuando la acepté, que alivio tremendo. Tengo la impresión que asi se llama «acceptare arbovitae» la especie que ha ido creciendo de a poco en mi jardín.
Lo que hay que solucionar es tan poco visto así, es una cosa, el ser y que si lo aceptamos como es llegará un momento en que solo lo debamos alimentar.
¡Qué maravilla!
Ester
Me ha encantado la historia del árbol! Es real que muchas de las cosas que nos preocupan y a las que llamamos problemas, vistas con perspectiva dejan de tener la relevancia que creíamos y, muchas otras no forman parte de nuestro círculo de influencia. Gastamos energía y tiempo en lo que creemos que son nuestros problemas y a los que creemos que tenemos el deber de atender para acabar dándonos cuenta de que habíamos dado una importancia que no tenia a determinados temas. Es difícil aprender a separar completamente los problemas que nos influyen de los que no; pero las personas más efectivas son aquellas que saben hasta dónde llega su círculo de influencia y dónde empieza su círculo de preocupación.
Gracias por compartir
Marcela Isabel Uribe Chaves
Al leer este artículo, vino a mi mente situaciones en las que prácticamente me he ahogado en un vaso con agua, bien porque en algún momento me he dejado llevar por la escalada emocional, y después cuando me calmo me doy cuenta que la situación no era tan complicada como yo pensaba, y que tal vez ni siquiera era un problema. Y otras veces porque mi “problema” era que la realidad que estaba viviendo no me gustaba, y a eso yo le llamaba “problema”, después de leer el artículo me quedó claro que los problemas son retos que se afrontan para fortalecernos y hacernos crecer, y la realidad está ahí para que la aceptemos. Gracias por el artículo Herminia.
Cristian Mulero Rierola
El Coach ha de ser una persona capaç de distingir entre la realitat i el problema, ja que, a partir de les seves preguntes el client serà capaç de distingir-ho.
Un cop s’accepta la realitat i es deixa d’estar en la queixa, en el cercle de preocupació, a través d’alguna pregunta com i tu que pots fer? el portem en el cercle d’influència per seguir avançant cap a la resolució del problema.
En els processos de coaching l’aspecte subjacent que es treballa és l’autoestima, recordo que en un procés fent servir una eina en la qual la client recordava que havia fet en un passat per resoldre reptes similars, va sortir molt reforçada de la sessió i em moltes ganes de resoldre el problema que tenia.
Quan ets capaç de distingir el problema de la realitat i centrar-te en el cercle d’influència i no el de preocupació ets capaç de ser el llenyataire del conte i diferenciar sobre el què has de fer amb els problemes de la feina i sobre que has de fer quan estàs a casa.
Núria Mallén
Aceptar la realidad es un reto, pero solo aceptándola podemos diferenciarla del problema. Hay cosas que no podemos solucionar, ya que no forman parte de nuestro círculo de influencia, por lo tanto debemos aceptarlo y mirar hacia adelante, ya que sino eso genera frustración. Gracias por el cuento
Marga Garcia
Si todas las personas conociéramos el “secreto” de que todo problema tiene solución, todo sería más fácil!
Este post me ha hecho pensar en que una de las claves de la efectividad del coaching es que se basa en acompañar al cliente a encontrar el “camino sencillo” (aunque aparentemente no lo parezca) que le permitirá conseguir sus objetivos. Y un primer paso para ello es identificar cuál es el problema, descartando todo aquello que en realidad no lo es. Tomando cierta distancia conseguimos reducir la carga emocional para distinguir cuál es realmente el problema, y descartar todo aquello que sea realidad a asumir.
Laura Ripollès Meix
Al leer este artículo me he acordado del seminario que realizamos en el Máster del problema. En este seminario tome consciencia que muchas veces llamamos problemas a realidades que no queremos aceptar. Si conseguimos discernir entre lo que es un problema a solucionar de lo es una realidad a asumir, lograremos un mayor bienestar y paz interior. Para ello, muchas veces es necesario tomar distancia de lo que nos preocupa y así reducir la carga emocional, para poder asumir la realidad y si es un problema afrontarlo y tomarlo como un aprendizaje. Interesante artículo. Muchas gracias, Herminia!
Alicia Aragón
Gracias Herminia por un artículo tan concreto y alineado con la sabiduría de Covey. Una de los aspectos que más he valorado del 1er año del máster es la capacidad de dar nombre a cualquier estado, proceso o emoción que nos ocupe.
Los problemas son como la ropa frente al armario, cuando para cada prenda hay un cajón o estante hay orden. Si ante un problema descubrimos nuestra influencia hay armonía.
Como bien dices, la realidad se acepta, las emociones se regulan y mirar a la vida de frente y a los ojos, nos concede la libertad de saber que estamos en el aqui y en el ahora, con nuestros retos, nuestros talentos y un basto mundo de aprendizaje por descubrir.
Gracias!
María García
Me parece un aprendizaje de gran interés el discernir los problemas de las realidades ya que en muchas ocasiones nos empeñamos en cambiar ciertos aspectos que no son problemas, si no realidades y esto genera mucha frustración. Pienso que poder reconocer qué situaciones son problemas y cuáles realidades podemos disminuir nuestra frustración ante realidades que no producen cambios y abordar proactivamente los problemas. Me parece un artículo muy interesante también para la toma de conciencia de que no todos los problemas se pueden tratar en caliente y es fundamental el no ser impacientes y dejar reposar las emociones.
Esther
Em quedo amb la metàfora de l’arbre dels problemes, senzillament preciós!, amb saber distinguir el què és realitat i problema, i sobretot el saber llegir aquests darrers des del punt de vista del repte.
També compartir l’impacte del seminari del problema com a eina potent i transformadora. Definir-lo bé reveldor, i el repte de treballar-hi un plaer. Amb això vull dir que és molt important saber acompanyar les persones amb els seus problemes, a fi efecte que puguin ampliar els centres d’influència, reduïnt els de preocupació.
Luis Guilera
Me ha encantado la metáfora del árbol. No la conocía pero hace años que la practico, sobretodo en mi labor como entrenador de fútbol . Partido acabado, disgusto olvidado (cuando perdíamos o no iba el partido como habíamos preparado). También me ha resultado interesante la diferencia entre realidad (relacionada con el CP) y el problema (con el CI). Así como lo importante de afrontar estas situaciones como retos y conectar con nuestras fortalezas. Muchas gracias Herminia!!!
Pablo Bros
Me parece básico como dice el artículo diferenciar entre círculo de influencia y círculo de preocupación. Es frecuente que nos obsesionemos por cosas por las que no podemos hacer nada. Es mucho más inteligente trabajar en nuestro círculo de influencia para irlo haciendo más grande. Una vez tenemos esto claro, es clave regular nuestras emociones que hacen que nos anclemos a esos problemas o realidades no deseadas. Como dice el artículo, el tiempo puede ayudar a rebajar la tensión emocional.
Por último, resulta muy interesante entender que la realidad es la que es y muchas veces un determinado problema se puede solventar si cambiamos nosotros mismos.
Laura Gordo
Este artículo me ha conectado con el seminario del problema, ya que cuando puse el problema a solucionar lo primero que me pusiste Herminia fue que eso era mi realidad, no un problema. En un primer momento no lo entendí pero posteriormente me di cuenta que era verdad, no era un problema sino una realidad que simplemente tenía que aceptar, gracias a eso esa preocupación desapareció.
Por otro lado el recordar que “los problemas siempre tienen solución” y cuando los vemos como retos de la vida a resolver es cuando aprendemos al mismo tiempo. Es fundamental conectar con nuestros talentos y situaciones que han sido exitosas en problemas similares.
De la historia del árbol me quedo con que los problemas son sólo nuestros y de ahí sale la actitud de estar bien con los demás y que nuestros problemas no repercutan.
Mercè Carbonell
A medida que vamos avanzando en el máster, nos va siendo más fácil ir entendiendo ciertos conceptos. Ahora soy capaz de relacionar la realidad con el círculo de preocupación y el resolver el problema con el círculo de influencia. Yo no puedo cambiar a los demás pero puedo cambiarme a mi mismo. Es obvio no? pues muchas veces nos cuesta aceptar esta obviedad.
Me ha gustado mucho el relato, sería estupendo poder dejar los problemas fuera de casa para que nadie sufriera por nuestras preocupaciones.
Aida Moreno
Hace poco hicimos el seminario del problema en el master y no fue hasta ese momento que me di cuenta que problema y realidad no era lo mismo.
Creo que este artículo es muy importante ya que entender bien que es cada cosa, nos va a facilitar el camino hacia el éxito personal y profesional, a ser nuestros propios líderes.
Este artículo ha reafirmado mi creencia que no hay problema sin solución, y entender que si fuera así no hablaríamos de problema sino de realidad y entonces lo único que podemos hacer es aceptarlo, fácil no es pero nadie dijo que lo fuera.
Como coach me llevo la importancia de hacer todo lo posible para que mi coachee vea su problema como un reto desafiante y motivador. Para ello es fundamental conectar con los talentos y competencias que posee el cliente, a la vez que este confíe en sus capacidad para conseguirlo a través del recuerdo de otras situaciones similares resueltas exitosamente.
Por último, darte las gracias por compartir este breve pero maravilloso cuento con el que reflexionar.
Rosa Pons
Me parece maravillosa la metáfora del árbol de los problemas. Cuando llego a casa cada día, lo primero que dejo en el recibidor es el bolso y el abrigo, de igual manera puedo dejar los problemas que traigo del trabajo. Ese es un peso que no tienen que sostener las personas que más quiero. Los problemas son una realidad que debemos aceptar, los tenemos casi todos los días y cuando superamos unos, estos son sustituidos por otros y vuelta a empezar.
Sólo si convertimos los problemas en retos podremos tener la fuerza suficiente para dar lo mejor de nosotros mismos, y utilizando todos nuestros talentos y competencias poder afrontarlos. A su vez con esta actitud y desarrollando nuestra capacidad de aprendizaje cada día seremos más fuertes, mejores y más capaces.
Jordi de las Heras
Creo que la frontera entre problema y realidad se difumina más cuanto más emoción añadimos a la cuestión. Es precisamente ese distanciamiento de la emoción (sea ansiedad, frustración, rabia…) los que nos permite relativizar el supuesto problema, y pasado un tiempo, dejar que se revele como realidad, si es el caso.
Es cuando nos libramos del secuestro emocional que somos capaces de discernir realidad y problema, y por tanto de dar el primer paso fundamental para aceptar nuestra realidad, y a partir de ahí aprender y desarrollarnos.
Empar Pérez
Ciertamente, nos cuesta discernir entre problema y realidad.Nos empeñamos en ver un problema en la realidad, lo que genera impotencia, movimientos y acciones que no sirven para nada, sino para complicar las cosas.Pero también vemos personas que presentan un sesgo en el sentido contrario: perciben como realidad los problemas.Eso implicaría una actitud de aceptación , poco empeño en mejorar, pocos retos planteados, es decir constituiria otro tipo de distorsión emocional.
La clave , justamente, queda muy bien reflejada en el artículo: la importancia de saber que es un problema, y cual es la realidad
Pablo Martínez
Este articulo me ha tocado justito en ese lugar que todos tenemos y que al escarbar en él duele, pero que hace falta remover de vez en cuando hasta que «se cure del todo».
Es verdad, en ocasiones ponemos toda nuestra energía en querer cambiar lo que es…la realidad y nos pasamos años y años en una agotadora lucha en vez de aceptar y a partir de allí hacer nuestra parte.
No se trata de dejar de reconocer lo que podemos hacer sino de hacerlo desde el reconocimiento.
Gracias.
Pablo
alejandra paruzzolo
Excelente articulo y bellisimo cuento.
El papel del coach una vez mas cobra un papel fundamental a la hora e acompañar al coachee a centrarlo y situarlo en la realidad, haciéndolo consciente de lo que puede cambiar y lo que no, evitándole sufrimiento y frustración.
gracias.
Tatiana Hutinel
Excelente el articulo, me gusto mucho eso de colgar los problemas en el árbol de problema, para no llevarlo a casa y darnos cuenta a la mañana siguiente que no eran tantos….
Ademas queda claro la diferencia entre realidad y problema.
Gracias Herminia!
Karin Schuster
Lindo cuento! Si todos tuviéramos el árbol de los problemas en la puerta de la casa evitaríamos muchos conflictos interpersonales. Hay un dicho para describir a algunas personas que dice así: «Hay personas que tienen un problema para cada solución». Si miramos el mundo con optimismo y confiamos en nuestras capacidades, los problemas desaparecen y logramos aceptar la realidad. Luchar contra la realidad es un error, aceptarla indica sabiduría y madurez.
Diana Espinosa Prado
Como siempre muy buen artículo!! La historia ejemplifica muy bien cómo mantener en su lugar los problemas, es decir, no mezclar los problemas de un área de nuestra vida con el resto de áreas, ya sea por ejemplo del trabajo a la familia o viceversa, cada asunto en su lugar y en su momento. Gracias a ello tomamos conciencia de nuestra realidad y nos ayuda a centrarnos en lo que realmente es adecuado según la situación y nuestro objetivo. Me quedo con la idea de que en Coaching nos centramos en TRANSFORMAR LOS PROBLEMAS EN RETOS INSPIRADORES, puesto que la idea en sí ya me resulta super inspiradora. Me recuerda a aquella frase de «Haz de tu muro, tu escalón». La evolución humana es el resultado de aprehender de uno mismo y del mundo que nos rodea, por ello descubrir que cuando algo no nos gusta o nos frustra es una oportunidad de aprendizaje y no por ello un problema es también muy revelador. Cada día aprendo y acompaño a mis coachees a su zona de aprendizaje. Me emociona el constatar que estamos en constate crecimiento y así me tomo la vida: aprender disfrutando. Muchas gracias!!
carme torrent
Herminia, només dir-te una vegada més que ets genial,
gràcies per fer-nos reflexionar i saber quant es un problema o una realitat, posaré fil a la agulla
Ares
Efectivamente tendemos a ocuparnos de lo que sí podemos cambiar y de lo que no, de nosotros mismos y de los demás, de nuestra conducta y emoción y la de los demás…si cada uno se centrara en sí mismo e influyera en lo que sí depende de uno, ¿cómo cambiarían las cosas? ¿Cómo nos sentiríamos?
Francesc Calahorro i Gelabert
Hola
Lo que mantiene un problema son las soluciones intentadas para resolverlo, si un problema no se mantiene ya no es un problema. La mala hierba es una planta cuyas virtudes aun no han sido descubiertas.
En cuanto a la realidad estoy deacuerdo con vosotos en es algo que no se puede cambiar, pero si se puede cambiar la forma en que nos enfrentamos a esa realidad.
Como dijo Aristoteles «No es posible enseñar al cangrejo a caminar ergido»
Santiago
Quiero agradecer ha esta maravillosa tribu principalmente a su creadora Hermia goma quien con sus excelentes escritos nos abre espacios genuinos para que podamos intervenir y reflxionar gracias a cada uno de los participantes Ares Nohemi, alex Gendra Remei Montse Esther lara Raquel perdonad si me deje alguno por sus extraordinarias aportaciones que suelo utilizar como antidoto ante la desesperanza,mal humor e incluso estres gracias a todos.
como bien apuntas herminia los problemas son algo que tenemos inherentes en nosotros porque son estos los que nos hacen crecer pero lamentablemente nadie quiere tenerlos pero si podemos distinguir entre problemas y realidad seguramente nos quitariamos un gran peso parafraseando a Epicteto filosofo griego «No son las circunstancias que nos determinan si no mas bien nuestra opinion sobre ellas» si nos damos el permiso de reflxionar podemos darnos cuenta cuando es un problema y cuando es realidad porque son cosas que suceden a veces eso que llamamos problemas son oportunidades que nos brindan la ocasión de demostrar quien quiero ser ante eso que me esta sucediendo. imaginad a david cuando se enfrento a goliat… fue goliat quien le brindo la oportunidad a david de ser recordado como el hombre que vencio al Gigante.En una ocasion escuche a un conferencista que decia que la unica forma para no tener problemas en nuestras vidas era…..desapareciendo de la misma Gracias a todos
josep gendra
Gracias Hermina y permíteme que pueda continuar el artículo, ya que me has inspirado a reflexionar sobre la Formulación del Problema, más allá de distinguirlo de la Realidad, para poder hallar la solución. He aprendido que las personas no sabemos distinguir entre Realidad (aquello que no puedo cambiar ni debo intentar cambiar), el Dilema (aquel problema de difícil solución porque está mal planteado) y el Problema.
Sabemos que Realidad y Problema son dos cosas distintas y que las personas -con el acompañamiento de un Coach- pueden llegar a asumirla (por un lado) y solucionarlo (por el otro) y sabemos también que son ambos ¡grandes regalos para seguir aprendiendo y creciendo¡
Pero, ¿y el Dilema? Lo definimos como Problema mal planteado y lo planteamos mal porque, a menudo, las posibles soluciones que encontramos no nos complacen, y no nos complacen porque tienen Consecuencias, las cuales no estamos dispuestos a asumir. Por ello, si ante un problema, encontramos una solución, el camino de la persona no termina ahí porque debe continuar hasta asumir las consecuencias de esa solución, y creo que a eso se le llama Responsabilidad.
Por todo ello, ciertamente las personas confunden Realidad con Problemas… ¿para qué?, ¿Para no tener que asumir su Responsabilidad?.
Remei
Muchas gracias por el relato y la enseñanza. Yo también me quedo con esa preciosa historia del árbol, pero además con una frase que me ha movido profundamente:
«Hay cosas que no se pueden solucionar porque no son problemas: se llaman realidad, y la realidad la aceptamos».
Montse Rovira
Convertir el problema que nos agobia y preocupa en un reto que nos abre caminos a otras posibilidades, que moviliza nuestra energia para avanzar y crecer y solucionar. Seria como verle la «otra cara al problema» que está oculta pero que existe. El Coaching nos puede ayudar a verle esa otra cara a los problemas y transformarlos en retos.
Gracias por estos articulos y comentarios inspiradores
Pilar García
Fantástico relato. Muchas gracias.
Esther
me parece sencilla y sumamente esclarecedora la distincion entre problema y realidad, y la asociación en la forma de resolverlos. además la metáfora del coche, es la guinda del pastel
convertir el problema en reto, es ver la oportunidad que nos ofrece una situacion no deseada para fortalezernos, para evolucionar y crecer. De nuevo en Coaching y en la Vida «como miro» es clave, «Ver para Ser». muchas Gracias.
Lara Castro
Tal y como destaca Raquel en su comentario, cuando nos encontramos preocupados e interaccionamos con otras personas es importante que nos demos unos segundos para parar y separar nuestros problemas con la finalidad de no salpicar al otro.
Muy al contrario, a veces, nos dejamos llevar por las emociones que estamos sintiendo en esos momentos, dando como resultado, no sólo un problema, sino dos: El que ya traíamos previamente y otro con la persona a quien hemos tratado injustamente.
Ya tenemos otro motivo más para plantar árboles. ¡Gracias!
Raquel
Me ha encantado la historia del árbol, ¡muy cierta!
Es importante no pagar nuestra carga de problemas y estrés con los que más queremos.
Y cuando dejamos un tiempo y lo vemos con más perspectiva nos damos cuenta de que quizá no eran tan graves como parecían.