COACHING, inteligencia emocional, VALORES Y COMPETENCIAS
¡Tú eliges!
¡Tú eliges!
Querría compartir una anécdota que le ocurrió hace tiempo a mi amigo Marcos. Cierto día quedó con su amigo Juan para ir a tomar un café y conversar. Al llegar al bar, Juan saludó cordialmente al camarero y le pidió que les trajera dos cafés. El camarero, les trató con brusquedad y malhumor. Cuando les sirvió los cafés los dejó de mala manera en la mesa. Juan, no obstante, sonrió y amablemente le dio las gracias. Después de abonar la consumición, al irse del local Juan le deseó al camarero que pasara un buen día. Al salir, mientras paseaban, Marcos le dijo: – Por cierto… ¿este camarero siempre te trata de esta manera? – Desgraciadamente, así es. – Y tú, ¿siempre te muestras de manera tan cortés con él? – Sí, así es. – Y ¿me quieres decir para qué eres tan amable si él no lo es contigo? – Sencillamente, para que no sea él quien decida como he de comportarme yo.Cuántas veces damos el poder a los demás y nos parece justo. Si tú me tratas de esta manera, yo, a pesar de ser una persona habitualmente amable, renuncio en este momento a mi esencia, a quién más me gusta ser, para hacer algo que me convierte en un desconocido, incluso para mí mismo. Me convierto en alguien que “no es amable”. ¿De dónde nace esa rabia, esa necesidad de devolver la ofensa? De nuestra vulnerabilidad, de nuestro ego. Nuestro “ego” reacciona a lo que percibe como un ataque y contraatacamos o nos defendemos. Le damos el poder al otro para que dicte como hemos de sentirnos, como hemos de actuar, quien hemos de ser.
Las personas tenemos el hábito de otorgar una intencionalidad a las conductas que los demás realizan. A veces el otro nos da pena: “pobre debe encontrarse mal y por eso está malhumorado”. En otros casos nos puede mover el miedo: “nunca más volveré aquí, me da miedo su actitud”. En ciertas ocasiones la conducta del otro la juzgamos como algo personal hacia nosotros: “me ha tratado mal”, donde interpretamos lo que hace el otro como si estuviéramos en su punto de mira y sus conductas fueran “para fastidiarnos”. Nos sentimos agredidos y reaccionamos ante la injusticia que el otro ha cometido “contra” nosotros.
Madurar emocionalmente implica identificar la conducta del “otro” como algo que forma parte del “otro”, de su manera de estar en el mundo, de sus frustraciones, de su dolor, de que no sabe estar de otro modo…y que nuestra respuesta no tiene que depender de lo que el otro haga o deje de hacer. ¡Siempre podemos elegir!
Para elegir es fundamental que seamos concientes de que tenemos más de una opción, como mínimo siempre tenemos dos opciones: puedo imitar la elección del otro o puedo ser original y escoger la mia.
¿Qué quiero elegir?
¿Quién seré si me permito escoger?
¿Para qué elegiré esa respuesta?
¿Quiero seguir dando el poder a los demás para que decidan cómo debo comportarme?
. Hermínia Gomà 23 octubre 2011 .
16 Comments
Laura Bravo
Gracias Herminia por este punto de vista que me ayuda mucho para poder responder desde la persona que soy y que quiero ser, en lugar de reaccionar, y privarme de mi libertad más profunda que es responder como la persona que soy
GRACIAS!
juan re-crivello
Hola Herminia
Pues si dar al otro un lugar que nos corresponde gestionar como propio. No deja de ser difícil, nos dejamos dominar por «la-respuesta-rápida»
un saludo cordial
juan re crivello
Mònica Parejo
Genial! La història és molt gràfica. Moltes vegades busquem el problema en els símptomes, els fets, els les conductes, els pensaments… Quan la clau la trobem, diu el text: «Renuncio en este momento a mi esencia, a quién más me gusta ser». I llavors passo a donar-li un poder a l’altre (persona, situació,…)que realment no té. Moltes gràcies, novament! Mònica
Diana Espinosa Prado
Elegir significa ser libre para ser quién quiero ser y ser auténtica, mi esencia. El tema de que es un hábito otorgar intencionalidad a los actos de los demás lo constato cada día en mi y en la gente que me rodea y cuándo esto sucede reflexiono y entiendo que «habla» el ego y me cuestiono «porque tendemos a creernos tan importantes?!», reacciona quizá el miedo? Entonces llego al entendimiento de que las personas actuamos según nuestra visión y construcción de la vida, de ahí nuestro pocisionamiento, nuestra forma de ser y actuar. Por ello nuestra maduración emocional pasa por responsabilizarnos de nuestras respuestas y entender que lo que hacen los demás está fuera de nuestro círculo de influencia y no tiene por qué condicionar nuestra forma de ser. Gracias!!
santiago roja
como dice nuria das en la diana la vida es como bien dices una eleccion siempre ante cualquier situacion debemos preguntarnos que puedo elegir gracias
Núria Gómez
Hola Herminia,
Como siempre, das en la diana. Me ha gustado mucho la frase final de la historia «…para que no sea él quien decida como he de comportarme yo».
Solo me gustaria compartir que esta fué una de la grandes cosas que aprendí en el master de Coaching y Liderazgo personal. Y que realmente me hizo reflexionar sobre nuestro ego y de como decidimos comportarnos en la vida….y lo más importante, siempre podemos elegir, no dejemos que la conducta de otro decida por nosotros.
Lorenzo Villanera
Hola Herminia,
Me confunde el hecho de ser asertivo y ser libre a la vez, sabemos que ser asertivo es decir lo que pienso sin agredir ni violar los derechos de los demas,en el ejemplo que das mi actitud hubiera sido hacerle saber al camarero mi malestar por su atención, eso no implica para nada tener que molestarme , si esta persona es un salvaje no me pondria a su nivel,simplemente ps no vuelvo mas , creo que la comunicacion es muy importante.Me iria tranquilo y sabiendo que le dije lo que talvez nadie se lo dijo, espero puedan respetar mi punto de vista.
Laura
Moltes gràcies Hermínia 😉
David Ruiz
Hola Herminia,
Una manera muy bonita de explicarlo. Tengo una amiga, que una vez me dijo que cuando alguien sea «borde» conmigo, tendría que ser el doble de simpático, y funcionó!
De ahí aprendí que mido 1.73 cm siempre y no me tengo que poner a la altura de nadie.
Gracias por compartir esta experiencia con nosotros.
David Ruiz
Susanna López
Hola Herminia,
Como siempre un redactado para hacer reflexionar. Ya que ¿quien no conoce a alguien cercano, un vecino, un compañero de trabajo, un comerciante…que «no saluda»? al que le atribuimos un montón de cosas…es maleducado, lo hace para fastidiar, etc, etc..Casi siempre en negativo.
La pregunta que yo me hago es ¿si me molesta, encuentro maleducada su respuesta, yo nunca haria eso….? ¿por actúo de la misma manera?
Ahora decido yo, yo soy bieneducada, no me dejo contagiar emocionalmente (por atribuciones que yo misma puedo hacer) y estoy satisfecha por mi respuesta y no mi reacción. Yo siempre, doy los buenos días con una sonrisa, y me siento satisfecha conmigo misma!!
Gracias por esta redacción para la reflexión
Susanna
Sara
Hola Herminia,
como siempre excelente tu blog, creo que mas que liderarse es mas bien ser «asertivo» ¿no? ante una situacion de este tipo lo mas normal seria no ser tu y discutir con el camarero como que trata tan mal al cliente.El cliente tiene otra condicion de trato hacia los demas y por ello no cambia su actitud de educación y respeto hacia los demas.Un saludo
Ares
La cuestión es liderarse a uno mismo y que no sean los demás los que nos lideren. El ser uno mismo, hoy, mañana y en todo momento, dirigir nuestra vida y actuar conectando con nosotros mismos, es decir, liderarse sabiamente. La «mirada» del otro no debe pesar en nuestras propias actuaciones y decisiones…Gracias por el artículo Herminia!
Lara
Gracias Herminia por este articulo que me lleva a reflexionar sobre mi esencia personal, sobre los caminos que elijo y si dicha elección tiene que ver con mi esencia o con el poder que, como bien dices tu, damos al otro.
Al mismo tiempo, me viene la pregunta de ¿ Hasta que punto conocemos nuestra esencia pura? Quizá llevamos tanto tiempo dando el poder a los demás que ya no sabemos como recuperarlo y ni siquiera sabemos como somos. Me viene a la cabeza una frase que les digo a mis pacientes «si cada vez que conoces a alguien vas cambiando tu forma de ser, te acabas convertiendo en mil personas diferentes y te abandonas a ti mismo»
Alex Fiol
El artículo me ha hecho reflexionar sobre el valor de la libertad, ya que si lo que el otro hace condiciona y determina lo que hago yo, no soy lbre de escoger mi propia respuesta. La libertad consiste en la capacidad de elegir la respuesta que quiero dar en un determinado momento y en unas circunstancias dadas.
josep gendra
Gracias Herminia, porque tu blog me ha llevado a pensar en las personas que están instaladas en el Paradigma del Tú y reaccionan -dan una respuesta- a su entorno desde esa posición. No pueden elegir dar otra respuesta diferente -no pueden- hasta que no toman consciencia de que pueden transitar hacia el Paradigma del Yo Responsable, como primer paso para Liderarse a sí mismas. En ese tránsito, creo que el aprendizaje de la Regulación Emocional -que no Autocontrol- es primordial. El Coach puede acompañar a su Coachee en ese camino del Autoconocimiento y de la Regulación Emocional para que el Coachee pueda elegir responsablemente su respuesta y se desinstale de la Dependencia del Otro para autoafirmarse.
Carlos
Muy buen enfoque, Herminia!
No hay nada como que alguien te acompañe a ver las cosas desde un punto de vista distinto para que termines de hacer ese ‘clic’ y ya no vuelvas a entenderlo de la misma manera.
Un saludo,
Carlos.