COACHING, COACHING TELEOLÓGICO, General
15 Ideas para profundizar en tu rol como Coach Teleológico
Los coachs afrontamos cada día y con cada cliente enormes desafíos, lecciones y oportunidades para aprender y desarrollarnos. La proactividad en el aprendizaje es la clave para el éxito profesional y personal. Colocarnos en el paradigma de “eternos aprendices” mejorará nuestro rol y competencias como coachs teleológicos.
Friedrich Nietzsche, en su libro El crepúsculo de los ídolos (1899) escribió: “Hay que aprender a ver, aprender a pensar y aprender a hablar y a escribir. […] Aprender a ver: acostumbrar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar-que-las-cosas-se-nos-acerquen; aprender a aplazar el juicio, a rodear y abarcar el caso particular desde todos los lados”. Añadiría otro aprendizaje: aprender a escuchar: con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma.
Escuchar requiere generosidad, paciencia, tolerancia, considerar al cliente “importante” porque lo es. Nos importa el cliente, lo que nos dice, lo que necesita y el objetivo que quiere conseguir. Nosotros también somos importantes y saber escucharnos será fundamental para que “nuestro ruido interior” no nos perturbe ni enturbie el proceso.
Nuestra praxis se enfoca hacia el cambio de nuestros clientes, pero dado que establecemos con ellos una relación adulto-adulto, no la podríamos entender sin estar nosotros mismos orientados a nuestro propio cambio. Sabemos que no puede darse el cambio sin aprendizaje y que no se produce aprendizaje sin cambiar, modificar o reestructurar lo que sabíamos.
Cuando elegimos esta profesión somos concientes de que nuestra vida va a cambiar ya que se acelerará nuestro crecimiento personal y la comprensión hacia nosotros mismos al acompañar a otras personas en esa dirección. Nos entrenamos para desvelar lo mejor de cada persona/equipo y para que encuentren la inspiración que les llevará a ser la mejor versión de sí mismos y lograr sus sueños.
Nos preparamos para ayudar a las personas a hacer cambios duraderos y positivos. Este aprendizaje obedece a un propósito que nos trasciende, que va más allá de nosotros, significa que queremos acompañar a otra persona en el desarrollo de su liderazgo habiendo aprendido a liderar nuestra vida personal y profesional. Para ello es fundamental que conectemos con nuestros valores y con la pregunta que nos centra ¿para qué estoy aquí?
La pregunta nos despertará, la respuesta nos inspirará.
Somos conscientes de que nuestra función es generar oportunidades de aprendizaje para nuestros clientes. Nuestra praxis y reflexión sobre ella será asimismo una gran oportunidad para aprender de nuestros errores. Cuando una persona adulta se prepara para esta profesión parte, habitualmente, de paradigmas en los que ostentaba un rol de “experto” y en su formación deberá desaprender los “hábitos” de su antigua profesión para adquirir otros de nuevos en los que el experto siempre será el cliente (experto en sus problemas y en la solución que necesita).
Una de las reacciones más inadecuadas sería responder desde este rol de expertos cuando un cliente nos pide que le digamos “lo que ha de hacer”. En estos casos, tendemos a reaccionar desde nuestro ego (Yo sé lo que necesitas o lo que has de hacer), en lugar de responder desde la convicción de quien tiene la solución es el cliente (experto en sí mismo). Cómo escribió Nietzsche en la obra anteriormente citada: “Ésta es la primera enseñanza preliminar […]: no reaccionar en seguida a un estímulo, sino controlar los instintos que ponen obstáculos, que aíslan. […] lo que se denomina voluntad fuerte: lo esencial en esto es, precisamente, el poder no “querer”, el poder diferir la decisión.” Por ese motivo, saber cuál es nuestro rol y permanecer conectados conscientemente con él permitirá que el proceso fluya hacia el objetivo del cliente, no hacía “nuestra casa”.
Otro factor a tener en cuenta y que puede inducirnos a una mala praxis son nuestros propios perjuicios (el autoconocimiento será fundamental en nuestra preparación como profesionales). Cuando nuestros perjuicios nos dominan podemos llegar a descalificar al cliente o creer que sus creencias son irracionales porque no encajan en lo que consideramos “normal” o no concuerdan con nuestros paradigmas.
Para que la conversación con el cliente sea un diálogo que aporte valor deberemos profundizar e ir más allá de la primera respuesta automática que nos ofrezca el cliente. Profundizar para que emerja la propia voz del cliente y al escucharse pueda ser fiel a sí mismo. Para que se dé este diálogo deberemos liberarnos de perjuicios. Desde esta liberación llegaremos a escuchar la voz del cliente para podérsela devolver y que le llegue amplificada.
Quedarnos pegados a la “casuística” sería un error fatal, ya que son aspectos periféricos y superficiales. No indagamos sobre la situación, lo que hacemos es profundizar en cómo el cliente piensa esa situación, cómo la siente, cómo se relaciona con ella y con qué resultados. La casuística es la manera que tiene el cliente de expresar o exponer su malestar, será nuestra habilidad en preguntar desde la comprensión, lo que permitirá al cliente salir de su mirada hacia fuera, “fuera de él” para enfocarse en el “dentro de él”. Por ejemplo: Cuando te pasa esto ¿Cómo te sientes? ¿Qué piensas sobre ti? ¿Qué haces para afrontarlo? ¿Qué dice de ti?
Muchas son las oportunidades para aprender de los procesos con nuestros clientes, sobre nosotros y sobre nuestro rol. A continuación os propongo 15 ideas orientativas:
- Prepárate las sesiones antes de iniciarlas.
- Céntrate en tu rol, conecta con él antes de iniciar una sesión.
- Realiza higiene personal. ¡No entres con tu ego a sesión!
- Se creativo respetando la metodología.
- Escucha tu intuición.
- Sostén los silencios del cliente. ¡Recuerda: está pensando y sintiendo!
- Esfuérzate por aprender y mejorar tu praxis como coach. ¡Supervisa tu praxis!
- Identifica la manera de pensar, sentir y aprender de tu cliente.
- Crea conversaciones donde se desvele el talento y los valores de tu cliente.
- Escucha a tu cliente para entender sus necesidades, emociones y prioridades.
- Respeta a tu cliente (ritmo, estilo, creencias…).
- Céntrate en el cambio de paradigma del cliente, no en la casuística.
- Recuerda que el que sabe es el cliente. ¡No le digas lo que ha de hacer!
- ¡Píllalo haciéndolo bien y felicítalo!
- ¡Pídele feedback a tu cliente!
Hermínia Gomà i Quintillà
20 mayo 2014
Barcelona
126 Comments
Roman
Veo, siento y creo, que el proceso de Autoconocimiento continuo y habilidad de escuchar son los pillares inevitables para ser un buen coach. Limpiando y desvelando nuestras capas aparecen consejos de este articulo para el coach teleológico como algo natural.
Creo, que no necesitamos esperar para estar totalmente listos, es un proceso y aprendizaje continuo e infinito. Cada sesión con el cliente nos llevara nuevos aprendizajes. Hay que ser valiente y “meterse a la piscina” 😉
Con mi miedo todavía presente “no fallar” o mis deseos como “estar importante” o “estar reconocido”, es importante darse de cuenta, que lo más importante es el cliente, no yo. Él es el protagonista
Estoy en la situación para desaprender los “hábitos” (aunque me ayudaron mucho) de mi antigua profesión para adquirir otros de nuevos.
patricia.delgado.p
Creo que nuestra labor para ser buenos coaches es ir haciendo nuestro correspondiente mantenimiento interior, nuestra ITV emocional y de creencias, pero fuera del tiempo del cliente. Cuando estamos con el cliente estamos con el cliente, en cuerpo, mente y alma, y permitimos que esté la otra persona y nosotros desaparecemos, para darle el espacio que necesite. Somos observadores que ofrecemos nuestras herramientas para facilitar la toma de conciencia y la búsqueda de respuestas en su interior. Tener presente nuestro rol, comprenderlo, interiorizarlo, nos ayudará a centrarnos en él, en el proceso y hacer bien nuestra función.
Maribel Bascón Barrera
A punto de comenzar segundo curso, estas 15 ideas que propones antes de empezar nuestras sesiones con los clientes, son muy importantes para que todo fluya. Acompañar a nuestros clientes con la mirada limpia, e ir avanzando hasta que encuentren sus propias soluciones requiere de una gran humildad, saber escuchar, dejar nuestro ego y nuestros prejuicios fuera de la sala y sobre todo aprender de cada una de las personas a las que acompañemos.
Gracias Herminia.
Esther Gallego
Herminia muchas gracias una vez más por este articulo, después de leerlo entiendo que como coach tienes que dejar todos tus ruidos y estar limpio en cuerpo, mente y alma con el cliente para que fluya y puedas acompañarlo sin querer llevártelo a tu casa.
NICOLAU JUAN PUJOL
“Hay que aprender a ver, aprender a pensar y aprender a hablar y a escribir. […] Aprender a ver: acostumbrar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar-que-las-cosas-se-nos-acerquen; aprender a aplazar el juicio, a rodear y abarcar el caso particular desde todos los lados”. Añadiría otro aprendizaje: aprender a escuchar: con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma».
De la mateixa manera que en aquest primer curs, tal com comentava en l’article anterior, he aprés a «respectar» els silencis, també estic aprenent a «respectar» cadascun dels passos del procés de coaching que faran els nostres futurs clients. Per mi el procés de coaching és com una escala. Una escala que cada client ha de pujar per si mateix, on el coach és la barana, una barana que acompanya. El pas de pujar l’esglaó el fa el client, però la barana hi és per si la necessita en un moment puntual. Nosaltres acompanyem a través de preguntes, però cada conclusió la extreu el client.
Sens dubte els 15 punts de l’article, al igual que el codi deontològic, seran la meva pedra filosofal com a professional i sobre ambdós pilars, construiré la meva petita contribució dins l’apassionant món del coaching.
Tot i que alguns dels meus companys ja van comentar l’article a principis de semestre, agraeixo i prefereixo haver-ho fet ara, donat que, havent finalitzat ja el primer any, ara és quan m’he sentit més preparat per fer-ho.
Gràcies de nou Hermínia.
Anna Vicén Renner
Cuando comencé a prepararme para esta profesión detecté todos aquellos hábitos que debía cambiar. Y sigo detectando a medida que avanzo. Me fascina saber que el experto es el cliente. Es una verdad maravillosa. Yo era de las que daban consejos. Y, de la misma manera, era de las que necesitaban consejos continuamente como si los demás supieran más que yo. La gente, buenamente, me los daba. Y yo, ciegamente, los seguía. ¡Qué duro y, a la vez, qué fortalecedor es sentir que la verdad estaba, está y estará siempre en mí, en la del cliente, en todos nosotros. ¡Gracias Hermínia!
Jordi Marquillas Rius
Uno de los temas que entiendo Herminia nos quiere hacer recordar es la importancia del aprendizaje como motor de cambio y la búsqueda de la excelencia, algo valido para nuestros clientes y para los coachs . Por eso su comentario que aparece en el blog «Somos conscientes de que nuestra función es generar oportunidades de aprendizaje para nuestros clientes. Y nuestra praxis y reflexión sobre ella será asimismo una gran oportunidad para aprender de nuestros errores» me encanta pues evoca mucho de lo que supone ser un buen coach. Y es que este comentario me lleva a pensar que los coach acompañamos a generar oportunidades de aprendizajes para nuestros clientes que les llevan a pasar de su zona de confort a la zona de aprendizaje para preparar su cambio y que la clave de estos aprendizajes realmente tiene que ver con el auto conocimiento, la auto gestión emocional (conocimeinto e inteligencia emocional), las experiencias conseguidas con sus fortalezas o del aprendizaje a través de sus errores…. Es decir, algo totalmente aplicable a si mismo en el propio coach en su incansable camino de búsqueda constante de la excelencia en esta profesión y en la aplicación correcta de su rol en los procesos de coaching. Es por esto que de cada proceso deberemos aprender de los errores y las buenas praxis que hemos realizado (las síntesis de cierre serán para ello una gran herramienta de apoyo). Y esas 15 ideas que propone Herminia las cojo como una inmejorable guía de lo que debemos estar atentos cuando evaluemos nuestros procesos a fin de ver hasta que punto los hemos aplicado y a partir de allí ver donde debemos mejorar en esa búsqueda sin final de la excelencia.
CHELO RUESGA SALVA
Conecto mucho con el rol de eterno aprendiz, pues así es como me he sentido toda mi vida y como creo me sentiré toda mi vida. De nuevo no podemos entender el cambio de cliente si nosotros mismos no estamos enfocados hacia el aprendizaje que nos llevará al cambio, primero nosotros para segundo poder acompañar al otro.
¡Gracias por las 15 inspiraciones para nuestro futuro trabajo como coaches teleológicos!
Davinia Garcia
El experto siempre es el cliente. Es el que más sabe sobre sí mismo.
Tenemos que poner mucha humildad y mantener el EGO a ralla en nuestras sesiones como futuros coach. Y después no debemos olvidar que somos eternos aprendices, y que cada cliente nos permitirá crecer y cambiar y evolucionar.
POL SERRATOSA FANDOS
La importancia de darle todo el protagonismo al cliente nos ayudará a desprendernos en gran parte de nuestro ego , de nuestro querer opinar y de nuestros juicios.Debe ser él quien , a través de espacios de reflexión(generados por el coach) encuentre su propia respuesta y su propia verdad.
Resultan muy interesantes lo 15 puntos que nos sugiere Hermínia para un sesión , pero destacaría el primero…una buena ¨limpieza ¨ antes de iniciar cada sesión para dejar el ego a un lado y entregarnos , vaciarnos en lo más importante del momento que acontece, nuestro cliente.
Somos eternos aprendices , y siempre hay algo que nuestro coachee nos puede enseñar , pero para ello debemos estar , estar con la vista , estar con la mirada , en defnitiva , estar con los sentidos abiertos y una escucha plena.
Un post muy interesante Hermínia , muchas gracias!
Carlos Bisbal Sanz
El cliente como «clef de voute» del proceso. Un post super interesante que pone el foco en lo importante: el cliente.
Es clave que como coach nos centremos en él e interioricemos que las respuestas las tiene él y solo él (el cliente es el experto en él mismo) y por lo tanto le demos el respeto que le corresponde.
También esos 15 consejos son muy útiles para tener siempre presente antes durante y después de cada sesión.
Un post súper interesante
Armando Sosa
Que importantes sugerencias y propuestas nacidas de años de experiencia y principalmente de escucha querida Herminia. Me llega profundamente el arquetipo del “eterno aprendiz“conecto mucho con esta idea, con esta actitud no solo ante el cliente sino ante la vida.
También ardo en ansias de aprender a escuchar: con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma. Esta escucha integral es una de mis mayores aspiraciones desde que he tenido sesiones de coaching individual y grupal contigo. En estas sesiones, la escucha activa y empática ha marcado el camino para que me encuentre conmigo mismo.
Pep Muntan Gomà
La veritat és que cada vegada que sento ‘en la conversa, client i coach son iguals’, m’entra un contrasentit emocional. Per una part, em trec una pressió molt gran perquè no he de ser l’expert i per altre banda em les meves ‘antigues’ creences em diuen ¿com l’has d’ajudar si no saps més que ell o ella? Al cap d’una estona entenc que és una oportunitat fantàstica per treballar la meva humiltat i que no hi ha cap dubte que l’expert en la seva vida no és ningú altre que el propi client. El ser coach per mi és un compromís transcendental. És un compromís en que la humiltat, el respecte, la constància i la confiança no només apareixen en la consulta sinó en el dia a dia. Em sembla un camí meravellós que trobo molt difícil però que prové de meravellosos fruits a la vida dels meus futurs clients i també a la meva vida. Endavant. Moltes gràcies per la vostra feina a totes i tots.
Albert Jorge
Gracias Herminia por las ideas.
Tanto el coach como el cliente estarán en sintonía si ambos buscan su mejor versión. El éxito de tantos procesos viene dado por esta actitud optimista de exploración, entrega y superación de ambas partes.
Joan Agustí Ramírez Reverte
Somos expertos en el método, no en el cliente.
Y tenemos el privilegio no sólo de aprender en cada proceso, sinó de crecer en cada proceso.
Yo creo que no es necesario desaprender, sólo tener la humildad de reconocer que lo que aprendemos e incorporamos sirve para nuestro crecimiento como personas y como coach, pero nunca para dar opciones a futuros clientes.
Todo lo que aprendemos pasa a formar parte de lo que somos, incluso los hábitos que dejamos forman parte de nuestro bagaje.
Me ha parecido un articulo muy ilustrativo respecto al rol a desempeñar por el coach.
Elena Sanz
Me ha encantado este artículo! Me ha parecido muy esclarecedor, muy práctico para mejorar nuestro rol de coach. Me en especial con dos frases que me han llegado mucho:
«Aprender a escuchar: con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma.»
«La pregunta nos despertará, la respuesta nos inspirará.»
Carmen Díaz
La clave del éxito es el aprendizaje «aprender a ver,a pensar ,a hablar y a escribir». Aprender a escuchar lo que se dice y lo que no se dice …aprender a estar con el otro en sus silencios.En definitiva,aprender a desaprender.
Solo desde la humildad, podremos mejorar en nuestro camino. Que fácil y qué difícil a vez!!!
Gracias nuevamente, por esta lectura .
Marta Paris
Me doy cuenta, leyendo el articulo, de la responsabilidad que uno tiene al ejercer como coach. Como dices, es importante realizar un trabajo interior con uno mismo antes de convertirse en coach y poder tratar a otras personas con humildad y sin hacer juicios.
Josep Arévalo Oliván
Con este artículo, entiendo un poco más el dinamismo de esta profesión.
Como bien dice el texto, para formarse como Coach, hay que entender que en este oficio el cliente siempre será el experto, algo que en lo que difiere totalmente de la mayoría, si no de todas, del resto de profesiones. Por tanto, siempre estaremos aprendiendo, con cada cliente, con cada sesión, aunque formados y, a medida que pase el tiempo, con experiencia, ya nunca seremos los expertos.
Asimismo, este dinamismo también se puede corroborar en el hecho que debemos ahondar en el autoconocimiento propio para poder acompañar en procesos de cambio de otras personas, y como este proceso, en mi opinión, no es finito, siempre podremos optar a mejorar/cambiar/aprender de nosotros mismos.
Gracias por los 15 consejos del artículo!!!
Sonia Pleguezuelo
Desde el inicio del curso de CT, lo que he vislumbrado como la parte más compleja del mismo para mí, no es el aprendizaje sino el desprendizaje. Desprenderse de esa costumbre de pretender ayudar a los demás diciéndoles siempre lo que tienen que hacer, realizando comparaciones de su situación, actos u opiniones bajo nuestros principios, se me hace a priori harto difícil. De igual manera me sucede cuando soy yo la que explica y pide un consejo sobre alguna situación propia, esperando que me digan que es lo que debería hacer.
Tomar ejemplo y pedir consejos es muy lícito. Siempre hay alguien que nos puede resultar inspirador y un modelo a seguir, pero apelar a nuestra propia visión y valores sobre cualquier asunto acerca de ti mismo es sin duda la mejor de las opciones. Tus propias respuestas serán siempre las más válidas para tus propias preguntas, puesto que así te podrás sentir realmente dueño orgulloso de tus decisiones, así como responsable único de las consecuencias positivas o negativas de las mismas.
¿Para que estoy aquí? Para aprender a liderarme y a acompañar a otros a hacer lo propio.
Ardua tarea por delante, pero de lo más enriquecedora.
paula
Para mi ese artículo me sirve para darme cuenta que por muchos conocimientos que uno tenga, es importante ponerlos en práctica sin que eso nos ponga en el lugar de maestro, sino en el lugar de persona que solamente se empapa de nuevos conceptos y de nuevas personas, sin que esas seas juzgadas. Podemos ayudar sin necesidad de dar una solucion al otro simplemente acompañándole en su búsqueda y que él mismo sepa encontrarse.
Adrià Casanovas Villanova
Este artículo me ha parecido muy adecuado para recordar que papel desempeñaremos como futors profesionales.
Oriol Sánchez
Cada vegada estic més convençut de que la solució als «problemes» es troba a dins d’un mateix…hi ha tantes solucions als «mateixos problemes» com persones hi ha al món.
Abans d’arribar a aquest punt, moltes vegades per no dir sempre, he buscat la solució «fora», solució que ha estat efímera.
Canviant el paradigma, primer m’ajudaré a mi…sumant l’aprenentatge seré capaç d’acompanyar als demés.
Günter Cepek
Reflexionando sobre el rol de coach me vino la idea de ampliar un poco el abanico y mirar lo que tiene que ver este nuevo rol con los demás roles que desempeñamos en el día a día.
Todos tenemos diferentes roles, formas de actuar en el mundo según las circunstancias y sobre la base de nuestros valores, creencias, condicionamientos etc. Somos padres, madres, profesionales, amigos, vecinos y muchas más “personas”, como llamaron los griegos las máscaras en el teatro a través de las cuales se oían las voces de los actores. ¿Es el rol de coach otra máscara más o algo diferente?
Sin duda y mientras no hayamos llegado a transcender del todo nuestro ego, el oficio de coach que estamos aprendiendo será un rol, al principio tal vez incluso retador por lo que conlleva el hecho de experimentarse en situaciones nuevas. También el cliente nos percibirá en el rol de coach, proyectando en nosotros sus propias expectativas. Sin embargo, la práctica de la escucha, tanto la propia como la del otro, la indagación en el ser, la presencia… nos llevará a una mayor consciencia de nosotros mismos, de nuestra esencia, más allá de nuestros roles y máscaras que en gran parte son defensas propias. La elección de esta profesión, tal como dice en el artículo, cambiará nuestra vida y acelerará nuestro crecimiento personal. Al conocerse uno mejor, la autenticidad irá trasluciendo con cada vez mayor fuerza y dejará huella en todos nuestros roles, en la forma en la que nos comunicamos con los demás, en la responsabilidad que asumimos sobre nosotros mismos, en la autoridad personal que adquirimos etc. Las oportunidades para aprender y desarrollarnos son enormes y aventurarnos en la práctica del coaching con la apertura que requiere el paradigma del eterno “aprendiz” será, no me cabe la menor duda, un viaje sumamente enriquecedor y de gran satisfacción.
Montse Codina
Este artículo me parece muy clarificador en cuánto a los puntos clave del rol de Coach Teleológico. Me quedo con lo siguiente:
-«Ser eternos aprendices»
– Debemos dejar nuestro «Rol de Expertos» y debemos de desaprender «los hábitos» de nuestra antigua profesión
– Dejar el «Ego» fuera de la sesión
– Permanecer conectados conscientemente con el cliente para que el proceso fluya hacía el objetivo del cliente y «no hacía nuestra casa»
– Liberarnos de nuestros «Prejuicios» para no incurrir en la mala praxis.
– No quedarnos con la primera respuesta automática del cliente (casuística), deberemos entrenar nuestra habilidad en preguntar desde la comprensión para que el cliente tenga una mirada hacia fuera de él, para enfocarse «dentro de él».
Andrea Corominas Roura
Desaprendre i tornar a començar….el paradigma d’eterns aprenents.
Repte important aprendre a escoltar amb el ulls, les orelles i cor i l’ànima. En definitiva estar presents per acompanyar al nostre client en el seu camí de descoberta.
No faig el màster per dedicar-me a fer de coach però aquesta relació coach-client atrapa i es pot aplicar a qualsevol relació entre persones i sobretot si tens gent a qui co-dirigir o guiar.
Gràcies de nou
Alba Santacreu Martín
El artículo me remueve la importancia del aprendizaje constante muy relacionado con la mejora continua, la escucha activa, la humildad y el émfasis de la creatividad y los prejuicios.
Para llegar a sacar todo el potencial de nuestro cliente, primero tenemos que realizar un viaje de autoconocimiento e introspección personal para podernos situar en el camino correcto de la co-construción en el proceso.
Ana Cristina Asiain
Humildad y más humildad! Desaprender hábitos de tu antigua profesión en la que habías adquirido un rol de experto, para adquirir otros nuevos en los que EL EXPERTO será el CLIENTE. Qué genial este párrafo!!! Tantos años luchando para conseguir ese rol de experto y ahora me despojo de él para ponerme al servicio de los demás. Siento que esto es transcender.
Me sirve mucho el párrafo donde hablas de profundizar en cómo el cliente piensa en esa situación, la siente, cómo se relaciona con ella y con qué resultados… para que el cliente tome perspectiva y luego vuelva a enfocarse en el “dentro de él”.
Gracias Herminia por hacerme reflexionar tanto y compartir tu experiencia con nostros.
Josep Fajarnes
Gracias Herminia por regalarnos otra herramienta para el trabajo y la reflexión, y también gracias a todos los que me han antecedido con sus comentarios tan generosos y llenos de buen contenido.
Nuestra praxis requiere de metodología estricta y para mí, quizás lo más difícil será llegar “limpio nuclear” al inicio de sesión, y totalmente abierto a la nueva conexión que estableceré con el cliente. Es imposible ayudar al cliente si yo mismo puedo llegar “intoxicado” a la sesión, y el “para qué estoy aquí” no soy capaz de contestarlo desde el amor a lo que hago y la generosidad hacia mi cliente.
Aún no estoy ejerciendo, pero creo que ahí radicará una de las grandezas de la profesión: mi transformación personal es condición “sine qua non” para ayudar al cliente, … en definitiva, al final, seremos tanto el cliente como yo mismo quienes aprenderemos el uno del otro.
También me parece exportable y muy transformador, en mis propias relaciones sociales, la posibilidad de substituir la palabra “cliente” por la de otra persona, pongamos por ejemplo “madre/pareja”:
– Realiza” higiene personal” antes de entrar en (su) casa
– Identifica la manera de pensar, sentir, y valorar de tu “madre/pareja”
– Escucha a tu “madre/pareja” para entender sus necesidades, emociones y
prioridades
– Respeta a tu “madre/pareja” ( su ritmo, sus estilo, sus creencias)
– En las conversaciones con tu “madre/pareja “ céntrate en el paradigma y
no en la casuística
Ahí va a estar la ”transformación personal” de verdad, desde la humildad, exportar el modelo a todos los ámbitos posibles de mi vida.
Susanna
Hola, creo que respetar el silencio del cliente va a ser mi piedra filosofal. Me ha gustado mucho, recordar que ante un estímulo, es mejor no responder en automático, dejar reposar la emoción inicial. Por otro lado, y volviendo al cliente, y en la misma línea, no conformarse con el discurso inicial del cliente, e indagar y seguir profundizando hacia otros niveles es fundamental para que emerja la verdad. ¡El arte de la mayéutica es magia blanca!
Elisabet
Un article molt enriquidor! Destacar l’escolta activa i la humiltat, no donar consells, que fàcil de dir i difícil de posar-ho en pràctica…desaprendre també és quelcom que surt sovint i sobretot autoconeixement i treball personal per poder fer de coach. Gràcies per l’article!
Diego Slemenson Fischman
QUE «NUESTRO RUIDO INTERIOR» NO ENTURBIE EL PROCESO:
Eso no parece fácil:
• Entiendo lo de «saber cuál es nuestro rol y permanecer conectados.
• Entiendo que el cliente es el experto sobre su problema y en las soluciones que necesite.
• Entiendo lo de dejar que el cliente siga su propio proceso de aprendizaje, sin forzar ni empujarlo hacia nuestras convicciones.
• Entiendo lo de despegarse de la casuítica y dejar que el cliente piense esa situación desde sus emociones, su forma de relacionarse y los resultados que obtiene.
• Entiendo que los resultados cobran otro sentido cuando se orientan a sus propios fines.
Pero hay una parte que me resulta difícil de comprender:
¿Podemos escuchar sin juzgar, sin aplicar nuestros sistemas de valores, sin dar por supuesto a «qué» se refiere el cliente mientas nos narra su relato? ¿De qué nos vaciamos para poder escuchar sin pre-juicios?
¿Alguna sugerencia al respecto?
¡Un saludo!
Sergi Montells
Humildad, trabajo continuo, disciplina… Son valores que siempre van conmigo, siempre me acompañan. Como profesional, como persona, en todos y cada uno de mis roles. Una frase que me gusta mucho aprendida en clase: “somos eternos aprendices”.
Somos profesionales expertos en unas técnicas, el cliente es experto en su problema, en aquello que trae, en su vida, para que le acompañemos en este momento. Juntos se forma una magia, una sinergia increíble.
Gracias por estas 15 preguntas para profundizar en nuestro rol. Nos tenemos que preparar antes de iniciar un proceso, tenemos que antes de entrar en una sesión pensar en cuál es nuestro sol, posicionarnos y olvidar cualquier otro rol que nos aleje de nuestro objetivo profesional, dejar a un lado el ego, ser creativo, escuchar la intuición y ver qué nos dice para poder utilizarla o no, dejar que los silencios tengan su espacio en la sesión como momentos de conexión del cliente con sus sentimientos y pensamientos, esforzarnos por aprender cada día, aprender del cliente, crear conversaciones potentes para nuestros clientes, escuchar al cliente, respetarlo, centrarnos en el cambio del paradigma, dejando a un lado la casuística, recordar que el experto es el cliente, felicitarle y pedirle feedback.
Ejemplos buenísimos de humildad en nuestra labor como acompañantes de camino de mejora personal y profesional.
¡Gracias de nuevo!
Júlia Coll Pons
La paraula que resum perfectament l’article és Barret Coach. El Barret Coach, per aquells que no han estudiat el Màster, és la idea d’entrar en el rol de Coach just abans d’entrar en una sessió. El Coach és un etern aprenent i acudeix a la cita lliure de sí mateix i amb humilitat. Si el Coach no es sorprèn és que ha portat el client a casa seva o, fent ús de les metàfores, s’ha carregat el cavall.
M’agraden les expressions “relació d’adult a adult”, que “hem d’anar més enllà de la resposta automàtica del Coachee”, que som una gravadora/altaveu i li tornem “la seva veu amplificada” i que no ens centrem en la casuística sinó en com el client “viu la situació: com sent, pensa, com es relaciona…”.
No hi ha aprenentatge sense canvi ni canvi sense aprenentatge i, desaprendre, també suposa canviar. Hem de desaprendre ser uns experts per passar a ser un mirall on l’expert és el client. Qui més que ell sabrà de les seves necessitats? Nosaltres el que hem d’ajudar-lo és a identificar com pensa, com sent… per tal d’acompanyar-lo a aconseguir els seus objectius.
M’apassiona l’aprenentatge. I mai m’oblidaré del Barret Coach, si un dia arribo a exercir. Per la pràctica que hauré de fer per tal d’incorporar totes les competències i per la professionalitat que em professarà el rol. Les 15 idees exposades a l’article en són una ajuda: preparar les sessions en quant a la metodologia, connectar amb el rol (barret), netejar-nos per dins, creativitat i mètode, intuïció, sostenir els silencis del client (incomoditat mentre l’altre pensa? Convé aprendre a escoltar…), supervisar la nostra praxis, identificar el pensar, sentir i aprendre del client, fer brillar talents i valors, escoltar les necessitats, prioritats i emocions (escoltar amb el ulls, orelles, cos i cor), respectar el ritme del client (ballem junts?), centrar-nos amb el canvi de paradigma (és l’objectiu final d’un procés de Coaching Teleològic), client expert, usar el feedback i felicitar el client i, alhora, demanar feedback de la nostra tasca (és fonamental per seguir millorant la nostra praxis). Aquest breu resum és un recordatori per veure tot allò que encara està a l’inici del camí de l’aprenentatge o, com a molt, a mig camí… Tant per fer.
Per acabar, m’agradaria compartir un poema de Jorge Luis Borges:
Y uno aprendre
Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma.
Y uno aprende
que el amor no significa recostarse
y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender…
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno empieza a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que, si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
Y con cada adiós uno aprende.
I un comença a construir tots els camins en l’avui,…
María Boggiero
Tal como muestra la imagen, en nuestro rol de coachs somos como espeleólogos adentrándonos en el espacio íntimo del otro, nos internamos en la cavidad subterránea de nuestro cliente y eso infunde un inmenso respeto por no dañar su ecosistema. Profundizar, escuchar, estar atentos, requiere de entrenamiento, esa clase de entrenamiento que se pone en práctica en el día a día, pues trasladar la capacidad de escucha, la libertad de perjuicios, la comprensión, la espera y atención al otro, al estar en “presencia” con nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo, inevitablemente hace que nuestro rol se acreciente. Permitir que la capacidad de ser aprendiz se extienda hacia otras áreas de la vida, es útil, a sabiendas de que hay momentos de la vida profesional o social (madre/padre), en las que si podemos incidir por conocimiento, el permitir la expresión en libertad de nuestros colegas, clientes, jefes, de nuestros hijos, indudablemente marca una diferencia.
Para amar y conocer la montaña, pasamos por amarnos y conocernos a nosotros mismos, es un acto bidimensional y bidireccional.
Lo hermoso de esta profesión es que con la práctica, crecen las potencialidades propias y ajenas, practicar la desnudez del alma, permitirnos sentir al otro, lograr ser un canal para el otro también es ser un rio limpio hacia nosotros mismos.
Imprimo el texto a modo de “chuleta” y queda pegado a mi agenda. Gracias!!!
Irene Palacios
Este artículo me devuelve a los inicios de este Master en el que reflexioné a cerca del cambio que estaba produciendo en mí. En primer lugar pensé, no sé dónde me llevará este camino a nivel profesional, lo que tenía claro es que a nivel personal no había vuelta atrás. Es un camino sin retorno del autoconocimiento, actitud humilde de aprendiz ante la vida y toda persona que tengo frente a mí. Nos adentramos en una visión holística de las relaciones del ser humano, su forma de pensar y de sentir. De dentro hacia a fuera.
Tomo conciencia de que yo solo me reconozco a partir de la presencia otro y viceversa. Esta es una semilla que a través del modelo del Coaching teleológico toma poder para una transformación profunda.
Y en segundo lugar, pienso que si quiero seguir evolucionando y contribuir para el bien de los demás ésta puede ser una vía que esté alineada con aquello que me hace sentir bien y lo que necesita el mundo. Para así salir de la dinámica de lo que le sobra al mundo 🙂
Me quedo con la frase: “Este aprendizaje obedece a un propósito que nos trasciende ¿para qué de nuestra existencia ?”
Gracias una vez más por invitarnos a reflexionar Herminia.
Ana Sánchez Castillo
Soy una aprendiz de coach y colocarme en el paradigma de “aprendiz” no va a ser difícil para mi, de momento. Cuando tenga muchas horas de vuelo, la humildad, que no la modestia, me conectará con que en esa profesión siempre se es un aprendiz porque el ser humano es sorprendente y maravilloso y cada cliente único.
Me quedo además con que es importante estar centrado en el rol de coach y que lo importante en la sala es el coachee, nuestro ego se queda fuera. No perdernos en la casuística y centrar al cliente en lo esencial que está contando será un reto. Por ello grabar las sesiones será de gran ayuda para poder repasar la sesión y nuestro propio rol, para rescatar lo que se nos haya pasado por alto y mejorar e ir puliendo nuestro rol de coach. Imprescindible también supervisar nuestras sesiones con la mirado de otro coach experto, también cuando ya no seamos principiantes, porque el proceso de aprender siempre se enriquece con la mirada de otros.
Gracias por el artículo Herminia, me recuerda además que quiero leer a Nietzsche.
Joan Ferran
Sin duda que las 15 ideas son la base para llegar a ser buen coach y para alcanzar la excelencia en la profesión, y se tienen que cumplir todas. Pero de este artículo me ha llamado la atención cuando habla de desaprender los ‘hábitos’ de nuestra profesión cuando ostentamos un rol de experto, para aprender de nuevos. Creo que este punto es muy relevante ya que nos enfrentamos a un cambio de posición, debemos ser conscientes que poseemos hábitos, paradigmas e incluso creencias que debemos revisar. Ahí empieza un trabajo adicional de introspección que nos lleve a definir qué es lo que ya no nos sirve y debe ser desaprendido y que es lo que se debe conservar. Asumir que dejo de ser experto para que lo sea el cliente, es una de las afirmaciones que son más retadoras para mí, evitando dar respuesta desde el rol de experto, no reaccionar desde mi ego y dar respuesta desde la generosidad y teniendo en cuenta que el ‘experto’ es el cliente.
Diana Sánchez Casanova
Recuerdo que, cuando todavía estaba en segundo de Psicología, tuve una cierta “crisis de vocación”. Cuando me matriculé inicialmente en aquella carrera, lo hacía con un objetivo en mente: ayudar a los demás. Quería ayudarles a crecer, a ser ellos mismos y disfrutar de la vida. Sin embargo, cuanto más aprendía sobre la Psicología Clínica, más me desencantaba de la idea. Las personas siempre me parecieron tan complejas, tan extrañas y diferentes la una de la otra… ¿quién era yo para decidir lo que le convenía a cada uno? ¿Por qué este énfasis en tratamientos estandarizados, en diagnósticos, en pacientes?
Yo escogí esta profesión precisamente porque no se trata de ser un experto en el otro, sino un experto en la metodología. El otro también es experto en lo suyo y, como experto que es, puedo aprender mucho de él. Me evoca una frase de un artículo anterior, que hacía referencia a que el coach debe esperar ser sorprendido por su cliente. Esa, creo, es la clave del buen coaching. No sabemos qué va a pasar en la sesión, no sabemos nada sobre esta persona más allá de lo quiera compartir con nosotros. Tampoco tenemos por qué saberlo. Lo único que nos importa es que la persona crezca y llegue a dónde quiere llegar.
¡Muchas gracias, Herminia!
RAQUEL GARCÍA
Siento un profundo respeto y admiración por esta bella profesión que otorga tanta reverencia y consideración al ser humano en general. Cada vez que te escucho, Hermínia, o leo algún artículo tuyo siento que los más bellos valores y principios humanos emergen ante mí y me siento privilegiada por tener acceso a todo este conocimiento. Siento una gran motivación para seguir aprendiendo y creciendo, para llevar a la práctica toda esta rica teoría y mejorar cada día un poquito más tanto en mi interior, como en mi interacción con los demás.
Posicionarme en el paradigma del “eterno aprendiz” es un honor para mí, saber que cada día, cada interacción me depara un aprendizaje nuevo. Espero desarrollar la humildad que me permita aprovechar todas las oportunidades que me da la vida. ¡Qué privilegio desempeñar una profesión que te permite crecer y mejorar día a día!
Las 15 ideas orientativas que nos ofreces para ser mejores coaches me parecen de gran ayuda y, de hecho, las voy a imprimir y a poner en un lugar visible para leerlas y recordarlas habitualmente.
Aunque todas son importantísimas, para mí la frase estrella es. “Recuerda que el que sabe es el cliente. No le digas lo que debe hacer”.
Aida
En la vida el cambio es continuo, por lo que nunca vamos a poder tener la verdad absoluta y certeza de las cosas. Somos eternos aprendices, muy especialmente en nuestro rol como coach, habrá tantas verdades como clientes podamos tener. Hemos de saber escuchar y dejarnos sorprender por nuestros coachees.
Es muy importante vaciarnos y dejar nuestro ego a un lado para llegar centrados a la sesión.
Como diría Covey, afilar la sierra!!
Os dejo con una pregunta que me parece muy interesante para reflexionar:
Intentas saber lo que no sabes, pero no sabes lo que sabes, así que no sabes nada ¿cierto?
Sara Berrocal Valenzuela
El rol de coach es un rol apasionante por lo particular que es. Hay que olvidar cualquier rol de experto que traigamos de casa y ser conscientes de que el experto es el cliente. El que tiene las respuestas es el, sus respuestas son las que te inspirarán para poder realizar preguntas que calen en él y sea capaz de focalizar y guiarse así mismo. Nunca debemos forzar la situación y siempre te tienes que adaptar a su forma. Dejando que las cosas fluyan no anticiparnos a lo que nuestra intuición nos dicta. Como coach debemos ser nosotros mismos, únicos e irremplazables. Así tendremos clientes acordes a nosotros con los que la relación será más que fluida y dará sus frutos.
No hay que conformarse con nuestra sensación como coach después de una sesión. Es buenísimo recibir un feedback constructivo de nuestro cliente, ya que al fin y al cabo es el protagonista del cambio.
En mi opinión un proceso fe cambio es una aprendizaje tanto para el coachee como para el coach.
Rosa Mari
Esta lectura ha sido una gran lección de “humildad”, esa humildad que intento conseguir pero, que todavía se queda en un mero disfraz de mi surtido ego. He tomado consciencia que para avanzar en la vida, es imprescindible aprender, como dijo el músico de jazz Wynton Marsalis: «Solo los humildes mejoran», efectivamente personalmente y por supuesto como futura coach no puede abandonar mi espíritu de “eterna aprendiz”.
En un proceso coaching hay “una relación adulto-adulto”, donde ambos realizamos un aprendizaje basado en la humildad, humildad que debe ser el acompañante inseparable del coach, el deporte favorito y obligatorio que jamás debe dejar de practicar si quiere dedicarse a esta profesión. El coach camina humildemente con la presencia plena, atenta, total y sencilla al ritmo de su cliente, con humildad acepta que el cliente sabe a dónde quiere ir, sin intentar entender ni controlar, confiando respetuosamente en sus capacidades, con mucha humildad para aceptar su propia vulnerabilidad, con humildad para aprender del proceso y del coachee, “La humildad no significa no saber. Humildad es estar orgulloso por lo aprendido, pero ubicándonos siempre en la mente, en la actitud o en el alma del aprendiz; de aquél que está abierto al aprendizaje.” Leonardo Wolk
Quiero compartir una cita que me hizo reflexionar cuando leí el libro de “Lecciones sobre la vida” de Robin Sharma:
“ «El árbol que da más fruto es el que se inclina hacia la tierra», solía decirme mi padre cuando yo era niño. Y aunque hay algunas excepciones, he descubierto que eso es cierto por propia experiencia: las personas que saben más, que han conseguido más y que han vivido plenamente son también las personas más cercanas al suelo. En una palabra, son humildes. Hay algo especial en estar en presencia de una persona humilde. Practicar la humildad demuestra que respetas a los demás y te recuerda que todavía queda mucho por aprender. Envías una señal a quienes te rodean que les dice que estás abierto a recibir el regalo de su conocimiento y a escuchar lo que tienen que decir.”
Muchas gracias Herminia, las 15 ideas son un decálogo para integrar y no olvidar!!
FELIPE ATEHORTUA
Mientras leía este post me he sentido como en una de las clases del máster, hay mucha información útil e importante condensada en unas pocas líneas… es un post para releer varias veces…
15 ideas orientativas que será conveniente leerlas de vez en cuando para recordarlas y tenerlas presentes…
Me gustaría aportar una idea número 16 (con permiso de Herminia), sería:
«16. Disponte a aprender, disfrutar y dejarte sorprender desde tu rol de coach con cada cliente»
ANNA GIRBAU MORENO
La buena praxis como coachs teleológicos requiere antes de un trabajo previo, no solo a nivel de conocimientos de la metodología, sino de un trabajo personal donde hayamos podido aprender a escucharnos a nosotros mismos, estar en nuestro propio silencio, respetar nuestros tiempos, y sacarle un aprendizaje a todas las situaciones que podamos extrapolar para otras futuras; de esta manera generaremos cambios en nuestro día a día que facilitarán lograr aquello que queremos de modo perdurable en el tiempo, y sin olvidar la actitud proactiva que es el motor de la generadora de cambios en nosotros y en nuestro entorno inmediato.
Cuando hablamos de ver y escuchar con todos los sentidos, no sólo nos referimos a la persona que tenemos delante, sino a la situación, a todo lo que ello envuelve incluido nosotros mismos. Eso requiere de aceptación y de aprender que las cosas son perfectas tal y como son, tal y como la vida nos las presenta, simplemente hemos de extraer la parte que nos interesa trabajar para mejorar aquellos aspectos que nos siguen produciendo cierto malestar o queremos potenciar para lograr mejores resultados y satisfacción con uno mismo.
Después de un año de master, se hace muy intensa la autoconciencia del propio cambio personal y la parte más reveladora es que las situaciones externas que se viven, llegan a nuestros sentidos de otro modo y se genera un aprendizaje aun mayor del que se hubiese producido sin un pequeño trabajo previo. Es decir, una vez se empieza con el autoconocimiento y autoconsciencia todas las experiencias de aprendizaje que llegan posteriormente son de un modo exponencial, y creo importante tomar de consciencia de ello, ya que lo mismo le sucederá a nuestro cliente, conforme vaya tomando consciencia de sí mismo, de sus cambios y se vaya conociendo cada vez más, llegará un momento que esos aprendizajes serán exponenciales, y su cambio será más rápido y mayor. Con lo que si hemos realizado ese trabajo previo en nosotros y lo hemos experimentado por nosotros mismos, podremos comprender la evolución a lo largo del proceso de nuestro cliente. Ya que sólo podemos hacer crecer a los demás, hasta donde nosotros hemos crecido; o al menos solo seremos conscientes de su crecimiento hasta donde llegue el nuestro.
Es muy cierta la frase de que la pregunta nos despierta, pero la respuesta nos inspira, y nos inspira de tal modo que puede haber infinitas respuestas a una misma pregunta que nos ha despertado la consciencia y nos ha abierto el corazón. Por tanto, a más respuestas inspiradoras encontremos en nuestro entorno, será más fácil generar preguntas a nuestros clientes que despierten su consciencia, y mantenernos en ese rol de no responder, sino de preguntar para abrir su propio campo de respuestas será clave para el crecimiento personal de nuestro cliente y que logre más de aquello que venía buscando en un principio.
Claudia Zapata Caicedo
Ser coach requiere una gran humildad, ya que siempre estás en constante cambio y aprendizaje. Hay que ser humilde para desprenderse de lo que uno ya sabe y absorber todo el nuevo conocimiento que se pueda adquirir y reconocer que las respuestas no están en nuestras manos, que no somos los que más sabemos ni los perfectos que tienen la fórmula mágica para hacer las cosas.
Reconozco que cuando empecé a estudiar coaching, tuve que hacer un esfuerzo para desligarme de la postura del terapeuta (que cree que tiene todas las respuestas) para tomar la del coach, quien acompaña al otro a encontrarlas mientras él las encuentra en sí mismo. Esta nueva postura me pareció de una enorme grandeza, porque no tienes miedo del otro, no tienes amenaza porque cada uno está en sí mismo y por eso no hay competencia alguna ni miedo a que vean tus flaquezas, porque cada quien tiene su lucha y vive en su proceso.
La filosofía del coaching teleológico me hizo sentir libre, porque me desligó de las máscaras y me hizo darle importancia a mi esencia y a mi verdadera forma de ser y de sentir la vida.
De este artículo saco dos ideas: No hay que apresurarse, hay que tomarse el tiempo suficiente para que la vida te cale dentro y después reaccionar. Y también la pregunta ¿Para qué estoy aquí?…creo que la respuesta va más allá de mi misma, todo y que la que la respuesta sigue en fase de elaboración, lo primero que se me vino a la cabeza fue: para servir a los demás.
Paula Folch
Hace un año y pico comenté este artículo como alumna del Postgrado en Técnicas de Coaching e Inteligencia Emocional y Social. Ahora, como alumna del Máster en Coaching Teleológico, y después de haber recibido la formación en Respiración Integrativa la mirada es muy distinta.
Me llevo, de la frase de Nietzsche, el «dejar que las cosas se nos acerquen». Lo vinculo a aprender a manejarse en el devenir, en la sorpresa, en dejarnos tocar el corazón ante la gracia del momento presente. Sólo así es cuando somos receptivos y abrazamos a nuestro cliente -en el sentido metafórico de la palabra- para que mire en su interior y conecte con su ser.
Procesos transformadores, así me gusta denominar el acompañamiento de coach/coachee, en el que, gracias a la consciencia del Coach y a su conocimiento, «se dá» el aprendizaje que el cliente necesita para conseguir su objetivo. La excelencia en la profesión viene dada con el tiempo desde una actitud de eternos aprendices, cómo siempre dices Herminia, y sólo es posible si uno está verdaderamente vinculado y conectado al para qué de su existencia.
Poder no querer, aplazar nuestro instinto y reacción, conectar con nuestro silencio y ser amigos de lo que hay más allá del ver y escuchar, sintonizar, amar, tocar la esencia, acostumbrándonos previamente a la calma y la paciencia.
Gracias una vez más Herminia!!
Gala Guasch
Como dices Hermínia es importante aprender a saber escuchar con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma empezando por tener la voluntad de querer hacerlo y desde la paciencia ir practicando con el rol de aprendiz e ir tomando consciencia de los pequeños avances. Emprender desde la proactividad, con la confianza, con los recursos internos y externos que tenemos y con nuestra iniciativa para que las cosas pasen.
Como se ha comentado en otros artículos primero nos tenemos que vaciar de nuestro ego y de nuestro ruido interno para no llevarlo hacia nuestro terreno o mapa, para así podernos llenar con la presencia del cliente de manera consciente y fluida, dándole la importancia que se merece para construir una conversación entre dos expertos (nosotros en la metodología y el cliente en sí mismo). Preparar las sesiones antes de iniciarlas nos servirá para tener en cuenta en que etapa del proceso estamos, cuáles son los objetivos de sesiones que se han tratado, qué emociones se han trabajado, qué herramientas le podrían servir, etc. Como también hacer rituales antes de la sesión, dejando las hipótesis, los consejos y las prisas fuera para que fluya mejor el espacio de la sesión. Será importante también visualizar nuestro rol de coach para así pararnos ante el ajetreo diario, respirar y conectar con el para qué de nuestra profesión y motivarnos antes de entrar en sesión.
Respetar la metodología ya que ésta es la base del coaching teleológico, el hecho de seguir las fases para que el embudo se vaya haciendo más pequeño y concreto. Dejar la casuística a un lado para ir en busca de la facilitación del cambio de paradigma y usar variedad de feedbacks, valorando sobre todo el motivacional cuando haga tomas de consciencia.
Escuchar conscientemente al cliente y también a nuestra intuición para así usar la experiencia propia y nuestro hemisferio derecho que parece que a veces nos cueste demasiado, sabiendo sacar los valores que hay detrás del discurso. Abrazar el ritmo del cliente y sostener los silencios (de primeras incómodos para algunos) para conectar con la tranquilidad, la fluidez, la reflexión y el protagonismo del cliente. Saber su estilo de comunicación predominante, su estructura, su mapa, entender cómo piensa y qué emociones asocia a la situación.
Esforzarnos por aprender y mejorar nuestra praxis, de ahí la importancia que en un principio nos grabemos durante la sesión y la podamos transcribir y supervisar, pudiendo aprender y mejorar, trabajando en nuestro potencial y crecimiento profesional.
cristina espallargas hernández
Cuando me decidí a formarme como coach, estaba segura de que mi experiencia de vida me ayudaría a entender y a “encontrar soluciones” a muchas cosas. Pensaba que el coaching se basaba más en aconsejar que en escuchar. Uno de mis más arduos aprendizajes a lo largo del primer año del máster ha sido aprender a escuchar y a no juzgar, no entrometerme. Cuantas veces practicando la conversa, escuchando a mi cliente, he pensado “si está clarísimo lo que le pasa, y la solución”. Sin embargo, me he dado perfecta cuenta de que no es así, nadie tiene la solución para el otro, es cada uno el que la ve, la encuentra y entonces, desde esa toma de conciencia, la puede llevar a la práctica. Practicando el “silencio”, aquietando mi mente cuando pensaba tener una respuesta y continuando con la escucha, me he dado cuenta de cuan diferentes somos en nuestra aparente similitud: cada persona tiene que encontrar sus palabras, ver en su interior su camino, construir su propia narrativa, explicarse a su manera, … poco importa qué sentido tenga para nosotros coach, o cómo lo diríamos nosotros, nuestro rol es sólo, y no es poco, hacer las preguntas adecuadas en el momento justo. Me quedo con tu frase, Herminia, para recordarla siempre: La pregunta nos despertará, la respuesta nos inspirará.
Eliana Valencia
Como coach, no dejaremos de aprender. Cada cliente es un mundo diferente y cada uno nos dejara una enseñanza de lo que debemos aprender, a escuchar, a ser pacientes, a no llevarlos a nuestra casa…
Es importante prepararse para cada sesión, conociendo al cliente podemos ser creativos, fijarnos en cada uno y en lo que necesita, conseguiremos tener las mejores herramientas para ayudarles a encontrar sus soluciones. Ellos son los expertos en sus vidas, nosotros una guía para que descubran sus caminos. Nosotros mismos somos sus herramientas para que ellos encuentren lo que buscan dentro de sí mismos.
Para esto, debemos estar alertas y practicar las competencias que como Coach debemos tener. Estas 15 ideas son fantásticas para tenerlas presentes cada vez que entremos en sesión.
Raquel Gómez
Estoy totalmente de acuerdo, contigo Herminia, cuando dices que cuando elegimos esta profesión somos conscientes de que nuestra vida va a cambiar. Sabía que así sería, puesto que sabía que sumergirse de lleno en el mundo del coaching implicaría un crecimiento personal espectacular. Tengo que confesar que, aun consciente de dicho cambio, jamás de imagine que éste sería tan grande.
Cabe añadir que, aunque el cambio haya sido hermoso, desprenderse o “desaprender” ciertas habilidades profesionales, aprendidas e interiorizadas en el pasado, ha sido difícil. Ahora soy plenamente consciente de que, dejar el ego fuera, dejar de posicionarnos en el rol de experto y no hacer juicios creo que es vital para poder acompañar exitosamente al cliente a alcanzar todos sus objetivos. Sólo así disfrutaremos, ambos, de un proceso lleno de aprendizajes y cambios duraderos.
Andrea Gomes
En este articulo, veo primeramente la importancia de un coach tener humildad, para no ponerse en el rol de experto, de dejar que el coachee sea el protagonista del proceso, de no hacer prejuicios, y enfocar en el cliente siempre.
Además, las 15 ideas orientativas son buenísimas para tenernos siempre en mente como un mantra para que el rol de coach sea ejecutado con mas éxito. Gracias por los aportes, Herminia!
Myriam Aluanlli
Me parece un excelente recordatorio de los principales errores en que puede caer uno como coach. Creo que leer cada una de las 15 ideas antes de iniciar una sesión de coaching puede ayudar a estar atento a no caer en ellos. No puedo dejar de comentar la frase «Sostén los silencios del cliente». A través de las prácticas me di cuenta que es fundamental, casi siempre cuando el coachee se queda callado es cuando se generan los mayores aprendizajes. Como coach, respetar los tiempos, no acelerar los procesos, manejando la propia ansiedad. Un desafio para mi.
veronica gonzalez matus
Estas 15 ideas son como el decálogo del buen coach teleológico. Hace poco tuve la oportunidad de observar la práctica de conversación de varias personas, incluyéndome, y una de las cosas que se aprendieron fue la relevancia de preparar la conversación. Esto ayuda a que sea fluida y eficiente la conversación y que no se llene de datos superficiales sino centrados en el cliente y su problemática. Pero un aspecto que nos hizo eco a todos fue la preparación personal. Esta la estábamos dejando fuera.
Nos preguntábamos que hacía que la mayoría terminara agotado y una de las observaciones nos ayudó a ver lo cargados emocionalmente que comenzamos con nuestros clientes, ya sea cansados, o con una imagen de este, o con nuestros propios juicios y problemas encima. Desde ese momento comenzamos a prepararnos con meditación y cuentos de humor o chistes. Reír es lo mejor. Pero, además, devolver las fortalezas, dijimos 3:1, 3 fortalezas para un desafío, tanto para coachee como para coach. Y por cierto, preguntar al coachee su retroalimentación de la sesión y recibirlo con humildad.
Gracias por sistematizar este proceso tan importante en solo 15 ideas.
VERONICA CABRERA
Como ya ha comentado alguno de mis compañeros, para mi estas 15 ideas me parecen un excelente recordatorio para revisar antes de iniciar una sesión de coaching.
Hay que aprender a ver: acostumbrar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar-que-las cosas-se-nos-acerquen. En un proceso de coaching no debemos forzar ni empujar al coachee. El cliente debe de tomarse su tiempo.
Otro punto que considero que es muy importante es del ego, un coach nunca tiene que decir lo que debe hacer. Hemos de confiar completamente en nuestro cliente y saber que él es el único especialista en sí mismo.
Ana Santana
Creo que es importante que tengamos en cuenta que tal y como dice Herminia, debemos aprender que nuestra actuación como coachs, la realicemos desde una posición de igualdad, de simetría con las personas, lo cual facilitará el que se pueda construir conjuntamente para el futuro.
Para conseguir dicho objetivo, las 15 ideas que propone para aprender en los procesos con los clientes, las veo como una herramienta sobre la cual debemos tener un buen conocimiento y entrenamiento, para obviar los aspectos periféricos de la casuística y profundizar dentro del cliente para desarrollar su autoconocimiento.
URSULA MARTÍNEZ
Hoy por hoy, lo que me llevo de este artículo es «el ruido». En nuestro día a día estamos rodeados de ruido. Ruido que no deja centrarnos en nosotros mismos, y que puede obstaculizar centrarnos en nuestro cliente, pudiendo escuchar más el ruido de la casuística, que es mucho más estridente que el malestar de nuestro cliente. También es ruido nuestro ego cuando entramos en sesión.
Incluso veces, el silencio, se convierte en un ruido incómodo y sentimos que tenemos que parar tal ruido ensordecedor.Como dijo Miles Davis: «El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos.»
Debemos ser conscientes de esta incomodidad que nos genera el ruido, aceptarlo y aprender a escuchar su esencia.
Raul Montero
El otro día vi este vídeo sobre el ego, me pareció muy divertido y quería compartirlo con vosotros.
https://www.youtube.com/watch?v=T1hWAa_oXk4
Víctor Melero
Más o menos todos estaremos de acuerdo en que estas 15 ideas que comenta Hermínia son claves para realizar un buen trabajo como coach, pero lo que me ha parecido especialmente interesante es cuando nos invita a no quedarnos en nuestro rol de expertos. Situarnos en el rol de aprendices nos hará mejor día a día y nos permitirá aprender de nuestra praxis, así como también abandonar nuestros perjuicios y prejuicios que puedan ser obstáculo para llevar a cabo con éxito el rol de coach. La vida es cambio y el coaching también lo es, así que desde esta perspectiva la posición de aprendiz es sin duda la idónea.
También agradezco, por supuesto, esta entrada de blog ya que las 15 ideas son y serán claves para nuestro futuro como coach.
CHRISTELE PIERROT
Estas 15 ideas me parecen ser una fabulosa y metódica herramienta recordatoria, como para leer antes (prepararme) y después (evaluarme) de cada sesión. Conocerlas y entenderlas es una cosa, integrarlas es otra y merece trabajo y atención conscientes ya que, como se menciona en el articulo, se trata en realidad de un cambio de paradigma que hace del cliente un experto en sí mismo.
Me llevo el «dejar al ego a fuera» para dar espacio a mi intuición y aceptación, así que la idea de que al ejercer esta profesión tengo la maravillosa oportunidad de crecer más y más…es para mí lo que tiene de mágico!
María García
¡Que curioso!
Hace pocos días hablábamos del cambio en clase. Más tarde me planteaba: ¿siempre que se produce un cambio hay aprendizaje? Tuve mi debate interno siendo mi conclusión que si, y hoy encuentro aquí la verificación de mi conclusión.
Al leerlo me llevaba a conectar con una pregunta que suelo hacerme y hoy comparto con vosotros, ¿Qué he aprendido hoy? Casi siempre encuentro respuesta y el día que no me sirve para tomar conciencia de que si enfoco mi manera de ver, hacer, pensar o sentir algo de manera diferente encontraré respuestas y aprendizajes nuevos. Pienso que esta pregunta podría ser muy útil para planteársela al final de una sesión y que ayuda a mantenerse en el paradigma del eterno aprendiz.
Me quedo también con estas 15 ideas ideales para leerlas antes de comenzar una sesión.
Gracias.
Sandra Gómez Valor
El artículo me ha parecido realmente interesante. A medida que leía el artículo también me acordaba, cómo a Isidora, de las metáforas que vimos el primer día, sobretodo la del buda de oro. Para profundizar en nuestro rol como futuros coachs teleológicos, tenemos que pronfundizar en nosotros mismo, encontrar esas grietas (reaccinar desde el ego y con el rol de experto, escuchándonos a nosotros mismos para saber cómo nos comunicamos),esto requiere ese autoconocimiento tan encesario para poder acompañar al cliente con humildad y sabiendo escuchar, siendo asépticos en nuestra relación con el cliente. Es enriquecedor saber que de la relación que establecemos con nuestro nuestro coachee no sólo será él, el que realizará un proceso de aprendizaje, sino nosotros mismos también aprenderemos no sólo sobre nuestra profesión, sino también de nosotros mismos.
Maria Jose Gaete
Que gran trabajo debemos hacer con nuestro ego y prejuicios que nos limitan día a día. Estoy completamente de acuerdo, somos los expertos de nosotros mismos, no en el otro. Serán nuestros clientes los que deberán descubrir la respuesta en su interior, con ayuda de nuestras preguntas que profundizarán mas allá de lo que el cliente tiene claro…Gracias por las 15 ideas! Me gustaron mucho!
Paula Folch
El artículo me ha conectado con lo que Carl Rogers expresa en su libro «El proceso de convertirse en persona»: el cambio terapéutico nace de la relación terapéutica; cuando el terapeuta se acepta y es coherente con su pensar-sentir y lo comunica al cliente, éste empieza a legitimizarse y a romper todas las defensas existentes, empieza a mirarse hacia dentro. Es entonces cuando emerge una relación adulto-adulto al percibirme como una persona imperfecta y falible, de éste modo veo el mundo del cliente desde el mismo prisma y no hay necesidad de juicio.
Destaco el proceso de cambio en el que, como terapeuta, me alejo de la casuística -mirada hacia fuera- para conectar al cliente hacia sí mismo: cómo piensa la situación, qué siente, quién es ante esta, qué resultados obtiene… y este cambio de mirada es posible gracias a la escucha completa: con los ojos, con los oídos, corazón y alma.
Gracias una vez más por compartir, Hermínia!
Andrea Huisgen
Hola a tod@s!!
este artículo es fundamental ir repasandolo muy de vez en cuando para los coaches principiantes. precisamente este semana en los dos seminarios he caido primero en la casuística. Me había sentido como si me encontrara en un círculo del cuál no sabía sali o sentía como si mi feedback era siempre otro objetivo distinto. Gracias a Herminia que me ha guiado y me ha enseñado luego el proceso ha ido especialmente bien y mi coachee ya quería hacer su plan de acción :).
Y en el segundo seminario he caido en la trampa de actuar más como amiga, en vez de haberme centrado 100×100 en mi coachee y haber dejado todo mi ego atrás..
De todo se aprende .
buen finde a tod@s
Andrea Huisgen
neus salvatella
Las 15 ideas orientativas que propones para aprender de los procesos de Coaching con nuestros clientes están pegadas en la puerta de un armario de mi despacho y las leo antes de entrar en una sesión. Practico el hábito de la higiene personal con interés para dejar el ego anoréxico como dice nuestra amiga Carla, ¡qué se muera de hambre!y así fluir con el cliente, sin prejuicios, suposiciones ni consejos.
Gracias
Inês
Hola,
Lo que más me sorprende de muchos de estos posts, son que los «principios» del coaching, se pueden/deben aplicar a muchas otras profesiones. Pienso sobretodo en mi caso, que bueno fuera que yo siempre me preparase para mis pacientes de las consultas (de gastroenterologia), me aliberase de prejuicios, siempre tuviese presente que me importa el paciente y que por ello tuviese paciencia, fuera generosa y tolerante.
Me llevo muchas ideas para mi práctica profesional, pero me resuena sobretodo la de ser una «eterna aprendiz». Creo que será lo que me permitirá tener una constante actitud de humildad y aprendizage y con ello progresar en mi esfera profesional. Gracias.
Isidora López Ugalde
Este post me hace acordarme de unas metáforas que dio Herminia los primeros días de clase.
Estas son la del buda de oro, la del caballo perdido y la del valor del anillo.
La primera, explicaba la historia de un buda de oro macizo que fue cubierto con yeso para así esconder su valor. Tras muchos años, estando en un templo, un investigador se dedicó a observar las grietas, y en una de ellas, la más profunda, pudo ver lo que había debajo. Según lo que entendimos el rol del coach es precisamente eso encontrar la grieta indicada, y con las herramientas adecuadas empezar el trabajo y así poder mostrar lo que se esconde debajo.
La segunda metáfora, cuenta la historia de un joven que va a un sabio maestro para pedirle ser su aprendiz ya que se sentía infravalorado y hacía caso a las cosas negativas que le decían los demás. El maestro le dijo que aceptaba, pero que primero debería de ayudarle con un asunto propio. Esto era vender un anillo, no por menos de una moneda de plata. El muchacho fue al mercado e intentó hacerlo, pero lo único que recibió fue burlas, que lo ignorasen o un precio muy inferior al que el maestro pedía. El aprendiz, abatido, volvió con el maestro y le explicó lo ocurrido. El maestro, muy tranquilamente, le dijo que fuese al día siguiente a tasar el anillo, pero que no lo vendiese por mucho que le ofreciesen. Así hizo obedientemente el aprendiz, para su sorpresa el anillo, tasado por un experto, excedía inclusive con creces lo que había pedido el maestro, y el aprendiz como un bólido le fue a explicar al maestro las buenas nuevas. El maestro cogió el anillo y dijo «tu eres como este anillo, y solo un experto puede decir tu verdadero valor». Esta metáfora me parece interesante a la hora de posicionarnos delante del cliente, ya que tiene que ser desde la humildad, reconocer que no sabemos nada de la persona, y que sólo ella es experta en sí misma.
Por último, la metáfora del caballo cuenta que un granjero se encontró un caballo pastando en un camino abandonado. El granjero decidió llevar al caballo con sus dueños, pero en lugar de forzarlo lo que decidió hacer es acompañar al caballo, dándole su tiempo para que parase y pastase cuando lo necesitase. Así poco a poco se fueron avanzando juntos hasta que finalmente llegaron a la casa del caballo. Esta metáfora me recuerda el «no llevarnos a los clientes a nuestra casa», ya que puede ser muy tentador porque sabemos donde está exactamente, pero eso implica tener que cargarnos el caballo a cuestas.
Estas tres metáforas para mí serían una pincelada desde donde tendría que posicionarse un coach: sí podemos encontrar las grietas e intentar, con las herramientas adecuadas, desvelar lo que hay debajo del yeso, pero solo es el cliente el que es experto en sí mismo, y por muy tentador que sea ir por donde nos parezca adecuado, sólo el cliente sabe donde está realmente su casa, y la labor del coach es acompañarlo, no empujarlo ni cargárselo a cuestas.
Laura Martínez González
La importancia de las competencias del coach, la más importante es escuchar no solamente desde el sentido de la audición, sino desde un plano más emocional; la metáfora que se me ocurre esla de una clase de baile donde te vendas los ojos y has de sentir cómo te indican y bailara este son, dejando de lado tus inquietudes (en este caso, ego y prejucios)
De nuevo una buena lectura para interiorizar estos valores. Gracias!
Mónica Rodríguez DiMartino
Más allá del más mínimo ánimo de juicio, percibo todo el contenido de éste artículo como una síntesis «perfecta»si se me permite expresarlo así, entre una actitud objetiva, conocedora y proactiva respecto de la complejidad del hombre; y subjetivamente una rol (Coach) en el que los mejores matices del Amor quedan expuestos y dispuestos a ser volcados y compartidos en pro de que nuestros clientes encuentren, acompañados por nuestra actitud profesional y feedback el «apoyo» que les facilite alcanzar y desarrollar lo mejor de sí mismos.
gemma
Me resulta difícil intentar aportar algo a este artículo tan enriquecedor, pero ahí van mis comentarios.
Dos palabras me han llamado mucho la atención del mismo: RESPETO Y FELICITACIÓN.
RESPETO, cómo la parte de escucha, observación, etc…porque creo que solo desde el respeto podemos establecer una relación de forma sólida, ya sea con nuestro cliente ya sea en cualquier tipo de relación. Si respetamos escuchamos, somos pacientes, no juzgamos y eso nos da templanza para ser comprensivos y dejar que la otra persona se muestre tal cual y únicamente desde ese estado de respeto sale lo mejor de cada uno y se puede llegar a construir una relación sana y sólida.
FELICITACIÓN: En general el ser humano tiende a la crítica a hablar de lo negativo, cuantas veces al día decimos que algo está mal hecho que algo ha salido mal?? y cuantas veces al día decimos todo lo que ha salido bien??que seguro que son muchas cosas. Lo negativo nos merma, lo positivo nos hace crecer, sentirnos mejor, nos reconforta y saca lo mejor de nosotros.
Cómo COACH, debemos trabajar con paciencia, humildad suficiente para saber que cada día podemos aprender algo, que hay muchas cosas que nuestro paciente hace bien y que si nadie lo hace, nosotros lo haremos y le felicitaremos porque es nuestra creencia.Que de todo lo que nos cuente, no juzgaremos ni realizaremos intervención y cómo dice el artículo, que me ha encantado la expresión!, actuaremos SIN NUESTRO EGO!!!!
La sesión con nuestro cliente con una preparación nuestra personal bajo las pautas indicadas en el artículo nos garantiza seguro una gran parte del éxito, tanto nuestro cómo de nuestro cliente, FUNDAMENTAL HABER SIDO NOSOTROS MISMOS «EL PRIMER CLIENTE»
Martha Geller
Considero estas 15 ideas presentadas muy enriquecedoras, siento que, efectivamente, en el proceso de Coaching aparecen oportunidades para aprender sobre nosotros y sobre nuestro rol como Coachs, es un proceso de cambio profundo en el que ambas partes se benefician.
Particularmente, en este proceso de cambio que estoy viviendo como futura Coach, noto como se abren nuevas maneras de vincularme con los demás, como escucho, observo y percibo a las personas de forma más receptiva y abierta, tomo más conciencia sobre si hago un juicio hacia alguien, realmente mi forma de relacionarme con los demás, e incluso conmigo misma están cambiado muy positivamente. Esta reflexión me recuerda a lo que Einstein una vez cito; “Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su capacidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil”.
Escucha a tu cliente para entender sus necesidades, emociones y prioridades, es una oportunidad con la que me identifico y por eso me gustaría indagar un poco mas en ella. Entendiendo y conociendo cada día más el mundo del Coaching, me atrevo a sostener que un capacidad primordial que le da sentido a un proceso de Coaching exitoso, es la escucha activa. Esta capacidad va un paso más allá de simplemente escuchar, requiere tu atención al 100%, no solo basta con entender las palabras que dice el otro, si no también captar las distintas manifestaciones que expresa la persona de manera no verbal, de dónde puedes obtener mucha información valiosa cuando tu atención está plenamente sumergida en ella. Si nos ponemos a pensar tenemos dos oídos y una sola boca, porque oír es el doble de necesario y dos veces más difícil que hablar. Cuando entramos a un proceso de Coaching es esencial olvidarnos de nosotros mismos y de nuestros propios pensamientos para preocuparnos absolutamente por la otra persona y los pensamientos del otro, es entonces tener la capacidad de dejar de oír nuestras propias palabras internas para escuchar las del otro, porque debajo de cada palabra hay otra palabra más.
Mon
Un proceso de coach es un proceso de aprendizaja para el Coach y para el Coachee. Herminia propone:
Aprender de nuestros clientes, que son expertos en ellos mismos. Abandonar la posición de expert@s y los hábitos de nuestra profesión actual para pasar a ser aprendices de todo aquello que nos tiene que mostrar nuestros clientes.
Conectar con el cliente, dejando nuestro Ego en casa, liberándonos de nuestros prejuicios que nos llevan a juzgar todo aquello que no se adecua a nuestras creencias.
Centranos en la cambio de paradigma y no en el caso en si que nos explica, la casuística.
Las 15 ideas finales, resumen todo aquello que esperopoder tener en cuenta -¡y no olvidarme de nada!!- en cualquier proceso de coach que lleve a cabo.
Joan Rullan
Para ser un buen coach es fundamental trabajar los egos y la humildad de uno mismo. Tal y como dices en los procesos se crea una relación adulto-adulto de aprendizaje que «no la podríamos entender sin estar nosotros mismos orientados a nuestro propio cambio». Por lo tanto, a diferencia de la mayoría de psicoterapias por ejemplo, no se puede tener una actitud de «yo te voy a ayudar a tí», sino que hay que partir de la base de que el coach también puede aprender del coachee.
Al mismo tiempo entender que nosotros tenemos una manera de ver las cosas, igual de respetable, legítima, válida… que la de la otra persona y en ningún momento podemos tener prejuicios o creer que el coachee está equivocado sobre un tema, por ejemplo. De este modo, si igual que la humildad es muy necesaria también la curiosidad, tener interés, apertura mental, ante el coachee y su manera de entender, sentir, pensar, actuar, en la vida.
Esta parte me recuerda mucho a las nuevas tendencias dentro de la psicología social, concretamente en intervención comunitaria y la multiculturalidad. Si bien antes estos procesos se daban en términos de que un proyecto social es asistencialista y viene a «darle» a unos «necesitados» lo que los diseñadores del proyecto «saben» que les hace falta, ahora se promueve realizar proyectos participativos en que los propios miembros de la comunidad, entidades, etc., contribuyen a la elaboración del proyecto, definen las necesidades percibidas, y participan en las siguientes fases del proceso.
En este sentido, creo que el coaching al igual que estas ciencias sociales comparten un cambio de paradigma, dejando de considerar al otro como «incapaz, necesitado de ayuda» a personas competentes, expertas en su vida y capaces de liderar el cambio.
David Arias
Hola,
Muy destacable el aprender a escuchar en todos los aspectos, base para poder aprender de nuestros errores y que nuestros clientes aprenden, así como el enfoque de las 15 ideas. De ellas, destacaria:
Recuerda que el que sabe es el cliente. ¡No le digas lo que ha de hacer! y el ultimo ¡Pídele feedback a tu cliente! que hace que el cliente pueda evolucionar y crecer por si mismo.
Saludos
andrea velasco
Este articulo me recuerda que el proceso de aprendizaje es continuo y jamas termina, día a día tenemos nuevos conocimientos, empezando por nuestra propia persona y debido a esto nos encontramos en constante cambio. Al mismo tiempo son los demás y en este caso los propios clientes los que nos brindan un nuevo aprendizaje del que mejoraremos como personas y mejores coaches, para esto es necesario tratar al cliente con todo el respeto y la importancia que se merece y creer plenamente en su potencial, saber que es capar de lograr todo lo que se propone. Nunca debemos olvidar que el experto en el tema siempre será el cliente ya que «nadie sabe más de si mismo que la propia persona». Nuestro rol como coach es profundizar en lo que el cliente nos quiere transmitir y no quedarnos envueltos en los prejuicios que nosotros mismos creamos. Estas 15 ideas me han dado una visión personal de lo que necesito recordar cada sesión para brindarle mi mayor potencial al cliente. Muchas Gracias!!
Sandra Macho
Actualmente como estudiante del Máster en Coaching y Liderazgo, aún veo muy lejano el día en el que ejerza mi rol como coach, pero aún así creo que hay muchas cosas que se dicen en este artículo que también podemos aplicar en otros roles de nuestra vida.
«Aprender a escuchar, con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma».
Si consiguiésemos hacer esto, independientemente de cual fuese nuestra profesión, creo que todas las relaciones que tuviésemos con los demás serían más enriquecedoras por ambas partes. Creo que la mayoría estamos demasiado centrados en nosotros mismos, en nuestra propia «casuística», que somos incapaces de ver más allá de las palabras de los otros. Y si además a todo esto le añadimos nuestros prejuicios, al final, acabo por darme cuenta de cuántas conversaciones al cabo del día carecen de valor alguno, y no sólo me refiero a las conversaciones sobre el tiempo con el vecino en el ascensor 🙁
Bueno, en definitiva, cada día tengo más claro cuánto camino queda por delante, y ganas tengo de seguir aprendiendo, y de seguir dándome cuenta de las cosas que no hago bien y poder cambiarlas para ser mejor persona, y por qué no, también una mejor futura coach.
Muchas gracias!
Ana Bolsa
Entiendo que la mejor manera de aprender es desde la humildad, situándonos ante la vida como eternos aprendices tanto en nuestra vida personal como profesional/coach. No olvidemos que nosotros también estamos en proceso de cambio y sólo entendiendo nuestro mundo interior podremos acompañar a otro en su proceso de cambio.
Dejar de lado el ego y situarnos en el rol de aprendices nos ayudará aprender de nuestros clientes y de nosotros mismos.
El autoconocimiento, liberarnos de los perjuicios que nos acompañan, desaprender los hábitos e incorporar nuevos, alejarnos del ego, nos conectará con nosotros mismos y estando conectados podremos hacer que el proceso fluya.
Estas 15 ideas para profundizar en el rol de coach teleológico que algunas pueden parecer, a priori sencillas, requieren en mi opinión, de alto grado de madurez personal y profesional.
Estoy, estamos en ello. Gracias.
Raquel Cordoba
Hola Herminia,
Más que 15 consejos yo lo nombraría como los 15 mandamientos, porque son esenciales para que un proceso de coaching sea bueno, sin ellos, no llegaremos a ninguna parte. Me encanta cuando dices: «ver con los ojos, los oídos, el corazón y el alma». Es lo que me llevo del artículo que más me mueve por dentro, porque creo que eso, lo es todo. Tus palabras, me conectan con una clase del máster de Coaching y Liderazgo Personal con Cristina Freixa, donde aprendimos a explorar el cómo llegamos, es decir, a aprender a detectar cómo estamos, qué sentimos, qué pensamos, y en definitiva, conocer nuestra situación, en aquel día, en aquel preciso momento. Esto es necesario para saber de qué punto partimos, porque debemos conscientes de que podemos contaminar la sesión muy fácilmente y entorpecer el avance de nuestro cliente, y de nuestro aprendizaje como coachs, del mismo modo. Si no hemos hecho higiene personal, podemos realizar una muy mala praxis, y no olvidemos que estamos jugando con la salud de las personas, tanto mental como emocional y espiritual. No podemos pasarlo por alto. Ver en el otro lo mejor de él, ver más allá,… si no somos capaces de hacerlo, tampoco lo seremos de hacer un proceso de coaching. La importancia de eliminar los prejuicios, no solo como coachs, sino ya en nuestra vida diaria, no nos sirven para hacer bien, sino para entorpecer nuestros pasos. La intuición es sabia, y todo aquel que la posee, tiene un don. Debe por ellok, ser consciente de que es una persona intuitiva, para no dejarse llevar demasiado y detectar cuándo deberá ser objetivo y tocar con los pies en el suelo. A veces, es bueno dejarse llevar por la intuición, pero en un proceso de coaching, debemos controlar lo que decimos y cómo lo decimos, para no elaborar teorías que puedan ser falsas, basadas solo en nuestras creencias, porque podemos equivocarnos y hacer sentir a nuestro cliente como atacado, consiguiendo su rechazo, y pudiéndole hacer mucho daño.
¡Muchas gracias!
Adrian Olivas
Para mí este post me ha servido para conocer que los procesos de coaching deben ajustarse a las posibilidades y limitaciones de cada situación o persona, y para ello es absolutamente necesario el principio de individualización. Por otro lado creo que en un proceso de coaching no debo/debemos asumir que se conoce una determinada situación (ni tan siquiera porque se tengan muchos indicadores o características comunes a otros procesos emprendidos anteriormente) por lo que un aspecto fundamental es el vínculo de escucha, consciencia y el clima relacional: empatía, confianza y feedback. Para mí se trata de una característica que impregna todo proceso de “confianza” entre las partes.
Adriana Lau
Me quedo con la idea del inicio del artículo, con nuestro rol de eternos aprendices.
Aprender a ser la mejor versión de nosotros mismos para que podamos ayudar a nuestros futuros clientes a ser la mejor versión de ellos mismos.
Cada vez estoy más convencida de que mi crecimiento personal va ayudar mucho en la relación con mi entorno. Cuanto más practico en escucharme, me doy cuenta que estoy más atenta a las conversaciones.
Manuela Nuñez
Pienso que el trabajo personal y el autocnocimiento han sido fundamentales para mi aprendizaje y formación como coach. Para mi, el proceso personal que he hecho en el ultimo año ha sido el que me ha permitido dejar a un lado mi ego y mi «experticia» como psicóloga para darle paso al experto real, el cliente. Entender al cliente como experto y tener real interés hacia el como persona me permite acompañarlo para que encuentre su camino, no el mio. Me he dado cuenta que el escucharme a mi misma desde el amor y sin prejuicios es lo que me permite escuchar al otro con el corazón y el alma.
Marcel Chacon
Como hemos conversado la ley de las 10.000 horas, para ser un buen coach, y como dice el dicho en la practica se hace al maestro, me encuentro con estas 15 ideas para profundizar mi rol como coach teleologico. El escuchar no solo implica usar los oídos, implica usar todos los sentidos para entender el lenguaje no verbal que seguramente nos habla mas que el lenguaje verbal. En un proceso siempre saco conclusiones que me lleven a trabajar para la próxima sesión. Leyendo el articulo en efecto es importante hacerme esta pregunta ¿Para que estoy aquí?, de aquí se desprenden quien es el verdadero protagonista del proceso y no soy yo, es el coachee quien es el único que sabe lo mejor para el, que se conoce mejor que nadie, continuando con esta linea en el proceso los 15 pasos nos llevaran a un proceso limpio cargado de muchas emociones y en la que se lograra el pase a la acción del cliente.
Como punto final me siento identificado al 100×100 en este articulo mas que cultivarme me ayuda a seguir en la pasión del coaching.
Eli Lozano
Que interesante y a la vez necesario pensar que somos aprendices de las personas a las que queremos guiar y acompañar en su proceso hacia el éxito.
Me gusta saber que cada caso será un nuevo aprendizaje para mi, y que puedo aprender a la vez que mi cliente de su propio proceso.
Me quedo con el hecho de aprender a escuchar: con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma.
Encuentro tambien interesante y a la vez novedoso para mi el hecho de no ahondar en la casuística y si afrontar un cambio de paradigma en nuestro cliente, aunque reconozco que de momento lo veo difícil para mi, debido a mi poca experiencia como coach.
Y por supuesto tomo nota de las quince ideas para profundizar en el papel coach.
Mònica Agustí
Brillante reflexión sobre el rol de coach y cómo prepararnos para ello, si queremos preparamos para ayudar a las personas a hacer cambios duraderos y positivos, si queremos acompañar a otra persona en el desarrollo de su liderazgo está claro que debemos aprender primero a liderar nuestra vida personal y profesional. Hablamos pues de un compromiso con la profesión que trasciende a la misma y se halla en la esencia de la persona que creo que es lo más potente de este “nuevo mundo” del coaching en el que estoy entrando a través de la formación. Si cualquier cambio supone salir de la zona de confort, éste que supone entrar en el rol de coach es extraordinariamente potente, pues pasar del rol de experto que menciona Hermínia el post, desde la madurez, para quedarse en el desaprender y en una constante actitud de aprendiz es uno de los mayores retos,… Gracias Hermínia una vez más por tus reflexiones inteligentes y honestas.
carmen molo
HÁBITO: definición ( habitus ): vestido o traje.
No es algo que uno hace sino algo que uno tiene o posee.
ARISTÓTELES: carácter o modo de ser derivado de la costumbre
( creación genuina del hombre y necesaria cuando se organiza en sociedad )
STEPHEN R. COVEY en su libro » Los siete hábitos de la gente altamente efectiva» ya nos define hábito como » una intersección de conocimiento ( qué y por qué ), capacidad ( cómo hacer ) y deseo
( querer hacer ) para romper viejos paradigmas que pueden haber sido una pseudo-seguridad en nuestra vida. Este proceso a veces es doloroso y el cambio tiene que estar motivado por un propósito superior.
El primer hábito es el de la PROACTIVIDAD que nos da la libertad de poder escoger nuestra respuesta a los estímulos del medio ambiente; nos faculta a responder de acuerdo a nuestros principios y valores. Es la cualidad esencial que nos diferencia de los demás miembros del reino animal».
Responder, no reaccionar
Somos aprendices, no expertos ( el ego se queda fuera )
Creatividad, intuición… al fin y al cabo escucharnos a nosotros mismos.
Y trabajarnos en la transformación, en el «CAMBIO» del que habla Wayne Dyer en su película ( https://www.youtube.com/watch?v=KggO6yJ75yA)
A.EINSTEIN: » Todo conocimiento que no se incorpora al comportamiento es mera información»
Shenyin Loo
Efectivamente el trabajo como coach implica además un proceso de autoconocimiento personal super relevante. Estamos trabajando con personas y eso es algo que conlleva mucha responsabilidad personal en el propio proceso. Por ello, reconocer que tenemos dominios de aprendizajes significativos y trascendentes, junto con una praxis habitual la que debe ser revisada frecuentemente es un acto de responsabilidad con nosotros pero sobre todo con nuestros coachees. Estos 15 ideas para profundizar apuntan desde el acto de cuidad nuestro ego que no interfiera en el proceso hasta la acción misma de centrarnos antes de iniciar una conversación de coaching. El coaching es un proceso de alianza entre un profesional y un cliente, donde cada uno tiene su propio trabajo, ellos toman su propia vida y generan cambios, los coach los acompañamos centrados en sesión en ellos, pero sin dejar de reconocer que seguimos aprendiendo fuera de sesión. Acompañar para que nuestro coachee pueda aprender, desarrollarse y atreverse a hacer cambios que lo conecten consigo mismo, su finalidad y su propio destino son las conclusiones que tomo del artículo. Gracias.
Isidora López Ugalde
Todavia me soprende el poder de la escucha total como herramienta/habilidad básica. Damos por sentado que podemos utilizarla sin más cuando en realidad es nuestra postura como profesional que realmente está interesado por la persona que tenemos delante que hace de punto de partida para poder desarrollarla bien.
Además al estar escuchando de verdad al cliente, nos ayuda a conectar con su capacidad de cambio, su madurez y su estado de mayor experto en sí mismo, que lo convierte en el poseedor de las respuestas a sus preguntas, de solucionador de sus problemas, de persona capaz de aceptar su realidad y ver que puede hacer diferente para cambiar su manera de estar en el mundo.
Al leer este listado me abruma la cantidad de cosas que tenemos que tener en cuenta para poder llevar a cabo un proceso, pero creo que es consecuencia de mi ego que aun se pone por delante de mi rol profesional. Como eternos aprendices que somos seguiré poniendo en práctica, no sólo en mi rol profesional, sino también en mi área personal la escucha global, de manera que pueda realmente comprender lo que me dice la persona con la que hablo, para así poder brindar todas mis capacidades para ayudarla en la medida que me sea posible.
Daniela Escobar Tamayo
Al iniciar la lectura del artículo pienso en que para poder ser la psicóloga que quiero ser necesité empezar a derrumbar algunos pilares mal construidos.. y empezar hacer unos nuevos. Es como una de-construcción para hacer una buena construcción. El cambio que quiero transmitir, entonces, empezó por mi. Siento que no puedo prometer un cambio al cliente, por el que yo no he pasado. Así, lo constate cuando asistí a clases del master.. los alumnos que empezaban el segundo curso, que ya habían empezado su cambio personal, fluían en su sesiones, es como un chef que prueba su menú y se enamora de su creación.
En ese fluir entre cliente terapeuta o coach, empieza a florecer la creatividad. Por la experiencia que pude vivir en el Institut Gomà, a medida que pasa el tiempo, las conversaciones con el cliente empiezan a orientarte hacia un camino que surgen ideas, propuestas e innovaciones, que sin duda, cuenta la guía del client.
Que sabio pensar que el cliente es el experto. Y que pretensiosos fuimos al pensar que podemos conocer más al otro de lo que él ya se conoce.. (aún cuando no se ha descubierto). Es una postura respetuosa y sincera con cada uno, porque un coach /un terapeuta puede orientar, pero no podrá liderar la vida del coachi o del cliente. Aunque a veces nos gusta decir al otro consejos «milagrosos», será desde la aceptación y desde la responsabilidad que los cambios llegarán a ser más duraderos, autenticos y satisfactorios.
Patricio Molina
Este post me ha evocado una reflexión atribuida a Confucio «Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz». Así, sin vaciarnos de nuestro ego, sin olvidar nuestros prejuicios y sin llegar a ese estado de paz (mental y espiritual) que nos permita centranos en el cliente, oír su voz sin que se contamine con nuestros propios ecos, difícilmente podremos centrarnos en su sendero y acompañarlo con una luz para facilitarle el camino, por expresarlo de un modo metafórico.
Ese vaciarse de uno mismo para llenarse del cliente, como dice Maite Granell un poco más arriba, requiere sin duda de cierta preparación por parte del coach. Por supuesto, son importantes también la actitud y la habilidad, como bien dice el post, pero en este comentario me centro en esa limpieza, ese abandono del ego y las propias convicciones, que es a mi juicio lo más difícil. En este sentido, el coach debe trabajarse a sí mismo, tener muy claro su papel y entregarse a él de manera disciplinada y sin reservas.
Isaias Ortiz
Leer artículos como este te hacen recordar aspectos que jamas deberiamos olvidar tanto coach como psicólogos. Uno es el rol de aprendiz, siempre tenemos que esta ren ese rol para poder mejorar y dar lo mejor a nuestros clientes/pacientes y para mejorar uno mismo como persona.
Otro punto importante es dejar de un lado el rol de experto, ya que el que mejores conocimientos posee del cliente/paciente es el mismo, por eso nuestro rol es el de acompañar realizar buenas preguntas o aplicar buenas técnicas para que el mismo conecte con esos conocimientos.
Roser Figueroa
De este artículo me gustaría destacar la siguiente frase: Aprender a escuchar: “con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma”.
Como alumna de prácticas, durante las sesiones de supervisión y mentoring, he podido profundizar en este aspecto.
No solo el entender, a uno mismo o a otro, sino el llegar a comprender. Alcanzar este nivel superior, desde el rol de profesional, es uno de los elementos que nos va a permitir acompañar a nuestro cliente en su desarrollo. Del mismo modo que comprendernos a nosotros mismos nos va a llevar a estar más próximos a ser nuestra mejor versión. Este viaje “hacia dentro” es imprescindible si queremos alcanzar un estado donde no haya elementos perturbadores que nos puedan influir negativamente a nivel personal o profesional. Para ello, será totalmente necesario iniciar un proceso de autoconocimiento donde la reflexión nos acerque cada vez más a un estado de consciencia de nuestro yo, de nuestras cualidades y características para conocer los objetivos que tenemos y las herramientas para conseguirlos. Este es el primer paso para lograr lo que nos propongamos.
Pilar Ayneto
Després de llegir el teu article, veig la importància que en el rol de coach té poder desprendre’s del propi ego, dels propis prejudicis, de les idees preconcebudes, és a dir, buidar-se d’un mateix per poder mantenir un diàleg d’adult a adult amb el client, on ell és l’autèntic protagonista, l’expert en sí mateix i només ell pot trobar la solució als seus problemes. Hem d’aprendre a escoltar al client, no només estar atens al que diu, sinó “escoltar” el que ens diu amb el llenguatge no verbal, saber “escoltar” amb el cor i l’ànima, perquè només així podrem entendre com pensa i sent i quines són les seves necessitats i emocions.
Gràcies Hermina per aquests articles que ens fan reflexionar.
Sandra Garcia
Gràcies Herminia per aquesta reflexió tan important. No és un text llarg, però el seu contingut es nota que amaga anys d’experiència, esforç i creixement, escrit d’una manera resumida, senzilla i didàctica per tal d’ajudar-nos en el nostre creixement, tant personal com professional. Aquests escrits, actes de solidaritat i compromís vers les persones que llegim els teus articles, fan que al acabar de llegir-los ens sentim motivats i ens fem reflexions que ens ajuden a ser cada dia una mica més conscients del perquè estem aquí, i que cal que (re)aprenguem per liderar-nos cap allà on volem anar i per ser qui volem ser.
D’aquest article, especialment «m’emporto» les 15 orientacions (totes) per a millorar els processos i el meu rol professional.
Moltíssimes gràcies!!!
Anna Caballero Martinez
El coaching, a diferència d’altres professions primer requereix d’un treball intern del coach; no tothom d’entrada pot dedicar-s’hi sense haver-se dedicat un temps a ell mateix. Has de trencar amb aspectes passats teus i tornar-te a reescriure, escriure la millor versió de tu. Si vols acompanyar a una persona en un moment de la seva vida, hauràs d’ampliar horitzons i eliminar la paraula «límits» del teu vocabulari, trencar amb tots els teus estereotips i potenciar habilitats que seran claus per tirar endavant els processos, com siguin la proactivitat i l’aprendre a escoltar. Un altre aspecte molt important i que s’ha anat repetint de manera continuada al llarg de les pràctiques és el fet de creure incondicionalment en el client, en els seus defectes i les seves virtuds, però en definitiva, creure en la seva capacitat per tal que junts pugueu arribar a la meta.
No només el coachee recullirà els fruits al final del procés, sinó que el propi coach haurà crescut com a professional i com a persona, perquè per comprendre als demés, primer t’has de comprendre a tu mateix i coneixe’t.
Andrea Soto Ginesta
Fins fa uns mesos… no tenia una idea clara de què era el Coaching. Ha estat sorprenent i agradable descobrir, sense prejudicis, de què es tracta i veure la positivitat que pot aportar a través d’una conversa, amb les preguntes i l’actitud adequades, per part del coach. Hi ha vegades on rebem consells que ens poden ser més o menys útils; però si tenim la sort de rebre el suport que necessitem, en forma de preguntes que ens conviden a reflexionar i revisar què és allò que sentim, pensem, fem… pot ser que afavorim l’autoconeixement i explorem opcions diferents, les quals poden portar-nos a bon port: «La pregunta nos despertará, la respuesta nos inspirará.»
monica sanhueza
Que clariicador este blog. Gracias por ordenarnos en esos cientos de términos que en clase vemos, pero que a veces no sabemos cómo internalizarlos en su conjunto.
Muy provechoso.
andrea
“saber cuál es nuestro rol y permanecer conectados conscientemente con él permitirá que el proceso fluya hacia el objetivo del cliente, no hacía “nuestra casa”. Parece fácil hacerse consciente que para trabajar debemos dejar de lado el rol de “experto”, debemos acompañar al cliente no decirle lo que debe hacer. La teoría está clara sí, pero desprender los “hábitos” no se hace de un día para el otro. Todo lo que he aprendido, hemos aprendido, durante la vida, la práctica diaria de dar consejos y soluciones a los amigos, a la familia, en definitiva a todos los que algún día nos han pedido una opinión o nos han explicado un problema, debemos “borrarlo”, desaprenderlo… Y esto como se hace? Como nos explicaron en el congreso nacional de coaching y liderazgo, entendiendo que nos pasamos la vida aprendiendo, que debemos rodearnos de gente “experta”, en este caso nuestros clientes, que debemos delegar trabajo. Así que, en nuestro rol como coach es entender que el cliente es “experto” de su vida y debemos delegar en él el trabajo de cambiar, decidir y actuar. Como coach, “líder”, debemos conocernos a nosotros mismos, y tenemos que aprender a dejar que el cliente lidere su vida.
ANNA GIRBAU MORENO
Fantástico post para no dejar de tener presente dónde debemos de situarnos siempre en el rol de futuros coachs. Este artículo permite ser consciente de que siempre estamos aprendiendo, y es ésta una de las cosas que se destacan del mismo. Colocarnos como eternos aprendices, me parece una postura que desde la humildad nos ayuda a no estancarnos como profesionales y poder seguir avanzando y mejorando.
El hecho de estar siempre conectados con nosotros mismos y nuestro rol, ayuda a que la conversación fluya, y para que emerjan las preguntas es muy importante saber hacia dónde vamos con el cliente cuando estamos en la conversación, para no perdernos y poder escuchar más allá de lo que dice.
Cada vez más, me doy cuenta de la importancia que como personas que hemos elegido esta profesión, tiene el autoconocimiento. Sobretodo el ser conscientes que para poder ayudar al otro, primero hemos de conocernos muy bien a nosotros mismos, haber podido resolver ciertos temas que no nos dejaban avanzar a nosotros mismos, permitirá también que nuestros clientes puedan avanzar. Y que por supuesto, creo que el aprendizaje sobre uno mismo en toda su plenitud es largo, pero es un trabajo constante del que cada día me siento más orgullosa.
Muchísimas gracias Herminia por este artículo tan “profundo” 😉
IRENE GIMENEZ
Nuestras preguntas serán respuestas para el cliente. Convertir la pregunta en respuesta puede ser muy útil para nosotros mismos en nuestro rol de coach, entendiendo que siempre habrá algo que aprender de lo que hacemos, pero también sobre nosotros mismos, nuestra forma de ser y nuestras oportunidades de cambio y mejora. Escuchar al cliente con «todo» es abrazar a nuestro cliente con la escucha, transmitiéndole que nos importa y merece toda nuestra atención. De todas formas, fuera de las sesiones, nos lo podemos aplicar a nosotros mismos porque, si nos escuchamos con todos nuestros sentidos, veremos nuestras fortalezas y nuestras oportunidades de mejora. Cuando sabemos profundizar en nosotros mismos, podemos aplicarlo al cliente y dirigir su mirada hacia su interior (sin que nuestro interior interfiera!).
Claudia Larson Abulias
No es fácil la tarea de ser buen coach. El trabajo personal es fundamental para lograr limpiarnos de prejuicios, impresiones, interpretaciones. Sólo bajo estas condiciones se podrá escuchar verdaderamente la voz del cliente, esa que surge de su interior, del “fondo del iceberg”. Movilizarlo con preguntas que lo despierten para que su propia respuesta lo inspire, esa que viene de su voz interior, la que tantas veces no escuchamos tal como ocurre a aquel caballero que llevaba puesta una armadura oxidada.
Para mí el desafío se centra en separar la intuición de la interpretación. Por eso es clave practicar la pregunta como herramienta fundamental para promover procesos de aprendizaje y cambio en las personas que nos busquen como coach.
alejandra paruzzolo
Interesante articulo! Me quedo con la parte que dice que «debemos desaprender los hábitos de nuestra antigua profesión para adquirir otros nuevos en el que el experto será el cliente», considero que ahí reside la clave, en dejar nuestro ego fuera de la sesión (junto con nuestros perjuicios).
Gracias Herminia por este articulo!!
Anna Meda
Un article que invita enormement a la reflexió: com modelar el nostre caràcter, i d’aquesta manera, arribar a ser qui volem ser. Com deixar de pensar i parlar dels altres i pensar amb aquella persona amb qui convivim cada dia: nosaltres mateixos. És un treball que requereix continuïtat i possiblement molt d’esforç, però que comporta una gran recompensa: liderar les nostres vides, deixar de ser ignorants, ignorants de nosaltres mateixos, i ignorants del món que ens envolta. Que senzill que sembla i, a la vegada, que complicat que és: s’agraeix, doncs, un article que ens recordi que no abandonem la nostra lluita per ser millors.
Ursula Martínez
En tots aquests anys de carrera, sempre ens han inculcat des de la teoria el concepte d’escolta activa, Però no he conegut l’essencia del seu significat fins que vaig arribar al Gomà. Aqui he après que significa escoltar més enllà del que entra als nostres oïdes, escoltar amb cos i ànima, escoltar des de la tolerància i la generositat.
També he après que tenim el client que necessitem, que cada client és un repte com a professionals, cada client ens ajuda a aprendre i a créixer.
Només em queda dir, des de el meu rol d’etern aprenent: pràctica, pràctica i més pràctica.
Moltes gràcies!!
Rosa P.
El proceso más dificil y que necesita de mas esfuerzo, es el que debemos hacer nosotros mismos. Si queremos ser un verdadero coach, cada dia debemos seguir nuestro aprendizaje, un aprendizaje que durará toda nuestra vida, y además con los procesos de los diferentes coachees también aprenderemos. !Es algo maravilloso! Durante nuestra formación cuando somos niños aprendemos de nuestros maestros, cuando somos adultos de nuestros maestros de vida, y ejerciendo esta profesion podremos aprender de nuestros clientes. Es increible que podamos aprender tanto ayudando a otro.!Es fantastico!
Tere Casas
Gràcies pel post! Aquestes 15 idees m’han servit per reflexionar sobretot en el rol de coach i en la ‘posada a punt’ abans de començar una sessió. Tot i que l’ideal del coach és mantenir una conversa adult-adult amb el coachee, en els processos també m’agrada tenir present el meu estat nen que per mi simbolitza: l’aprenent, el creatiu, l’entusiasta, el que no dóna res per sabut, el curiós, l’intuïtiu, el que no té prejudicis… L’estat adult és per mi el gran mediador entre els dos estats (nen i pare) que facilita que sorgeixi la pregunta conscient i intuïtiva alhora i que permet que el procés flueixi cap a la solució. En aquesta ‘higiene personal’ o aquesta connexió amb el rol que s’exposa, considero que és vital ‘buidar-se’ i re-equilibrar-nos abans d’iniciar la sessió.
Jesica Martínez
Gracias por las ideas Herminia y como futura terapeuta me quedo con el aprendizaje comentado de «aprender a escuchar: con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma» porque en el fondo en cualquier proceso, sea de coaching o de psicoterapia, se trata de esa calidez humana que transmite al Otro que le estamos escuchando con todos los sentidos y es la mejor manera de poder llegar a lo profundo de nuestro cliente y/o paciente, permitir su confianza y obertura y juntos llegar a la meta!!!!
Añadiría que cuando se escucha con el corazón nuestras palabras emergen con dulzura y se puede notar esa sinceridad y transparencia que siempre facilitará nuestra interacción con el Otro.
Un saludo
Kiku Garcia Pitarcch
Hola a tod@s!!!
Me parece muy, muy muy acertada la cita de Nietzshe, cuando hablamos de un proceso, especialmente el nuestro, hay grandes virtudes de las que nos ayudará a sacar nuestro mejor yo y a aprehender, debemos tomar consciencia y saborear nuestra condición de aprendices, activar nuestra grandísima capacidad de absorción, sacar nuestro mejor esfuerzo, que no sacrifio y sobre todo, sobre todo tomar el tiempo como un paciente compañero de viaje que estará a nuestro lado en todo el proceso de aprendizaje y que su transcurso tranquilo y sereno serán los cimientos de ese aprendizaje que buscamos, por lo que seamos pacientes en nuestro proceso de cambio y crecimiento, de ello dependerá su fortaleza.
Mooooltes gràcies Herminia!!!
Kiku Garcia Pitarch
maria jose allende
Gracias por este artículo, sin duda la proactividad y la disciplina marcan la diferencia en nuestro proceso de aprendizaje… dejar que las cosas se nos acerquen, aplazar el juicio.. abarcar el caso particular desde todos lados, aprender a escuchar con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma.
Todas estas reflexiones tienen mucho que ver con aprender a desaprender desde un estudio en primera persona unido al estudio en tercera persona, es decir, volver a conectar con el acto puro del aprendizaje desde una práctica que nos lleve al autoconocimiento (primera persona – proactividad) unido al aprendizaje de lecciones y desafíos del coaching teleológico (tercera persona- disciplina)
Benjamin
Gracias Herminia, me identifico totalmente en las ideas. En lo que ya entiendo y hago, y en lo que todavia me queda para aprender. Es una sintesis para toda la vida.
Gracias
Benjamin
filipo
Gracias Herminia
Me alegro y agradezco tu infinita vitalidad e inspiración.
Un abrazo
Jimena
Imprimo, aprendo e internalizo, metodología que sirve en muchos momentos, no juzgar, creer en las personas, ser escucha, no dar consejos, etc. Como mediadora lo hago cada vez más propio, como coach la experiencia me lo va a reafirmar! Gracias por compartirlo así, las personas buscamos constantemente recetas y esto aunque no es tal, clarifica y concretiza aspectos fundamentales de una buena conversación, también genera conversaciones màs sanas, lo compartiré como eso, como bases de una comunicación sana, las relaciones interpersonales serían más saludables desde esta mirada. Un abrazo grande y mucha luz!
MAR
Continuamente hemos de revisar nuestro rol como terapeutas. La reflexión que aquí se hace sobre la escucha al paciente es importante, dejaríamos de hacerlo si consideramos que ya sabemos lo que le sucede porque la experiencia nos aporta unos datos que no nos aporta el paciente. Es fundamental entonces no solo actitud de ayuda sino la capacidad de entender a cada paciente desde su propia realidad y desde su unicidad. El entender y atender al paciente con esta actitud nos sitúa en un aprendizaje continuo de cómo cada cual percibe el mundo y cómo hemos de aprender de cada caso, revisar nuestros conocimientos, añadir información, no conformarnos con la experiencia, limpiarnos de prejuicios, dar margen al paciente para que nos presente el problema en distintos momentos… El espacio que ocupamos en la sesión hablará cuánto queremos ayudar al paciente y cuánto queremos dominar la terapia.
Empar Pérez
El post sintetiza muy bien la función del coach ,así como la actitud y predisposición que debe guiarlo.El cliente es sabio, dentro suyo estan los recursos y la función del coach es acompañar, permitir y generar un espacio en que salga «lo mejor» del cliente, sin prisas,fluyendo
Ana Ballesteros Fernandez
Estos 15 pasos que has explicado me han servido para ordenar las ideas que veo en cada una de las sesiones de supervisión y de mentoring. Recuerdo un artículo ya publicado en el que hablabas que para ser creativo hacía falta tener unos hábitos y trabajarlo, que la auténtica genialidad viene cuando nos lo «curramos», y ésto es lo que me ha inspirado también el artículo de hoy.
Por mucho que cada proceso sea un mundo, necesitamos un hilo conductor que una todos los puntos posibles igual que en un dibujo. Solo con ese punto de rigidez y la capacidad de flexibilizar a la vez, conseguiremos resultados maravillosos.
Muchas gracias por este artículo, me ha resultado muy inspirador y fácilmente generable a cualquier tipo de psicoterapia.
Cesar Hernández Grbic
Hola, Para mi este articulo me llego cuando tenia que llegarme. Los caminos son arduos o fáciles dependiendo del animo y de trabajar nuestros fantasmas pero a veces hay que viajar a los mas profundo para emerger. Escucharme primero como un coachee me hace replantearme muchas cosas que me estan pasando pero no me nos importante dejar salir y esperar, como así buscar instancias de crecer y de caminar.
gracias por lo que hoy me entrego este articulo.
Myriam Aluanlli
Estas 15 ideas me parecen un excelente recordatorio para a revisar cada vez que realicemos una sesión de conversa teleológica. La que me llega más desafiante es «Sostén los silencios del cliente. ¡Recuerda: está pensando y sintiendo!». Totalmente de acuerdo y lejos una de las competencias que más debo desarrollar… El silencio es una oportunidad enorme de toma de conciencia y reflexion profunda.
Como dice Pitágoras «El silencio es la primera piedra del
templo de la filosofía».
cristina saiz
Hola Herminia,
Está genial el artículo, es un refuerzo a todo lo trabajado ayer en clase. Tus palabras siempre me ayudan a afianzar el conocimiento.
Me ha encantado el parágrafo donde explicas que es súper importante APRENDER A VER, A PENSAR , A HABLAR Y A ESCUCHAR. Yo añadiría a la secuencia, que también en necesario APRENDER A DISFRUTAR. Tal y como pudimos observar ayer en mentoring, en ocasiones nuestro nivel de exigencia es tan alto que nos bloqueamos y nos olvidamos de fluir.
Cada día tenemos la oportunidad de aprender, de hacer pequeños cambios y de dejarnos sorprender por la vida. Todo ello ¿Para qué?, para llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos, para brillar y para alcanzar nuestro sueños.
Carl G. Yung decía «Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana». A veces, es mucho más sencillo de lo que creemos, se trata de que ambas almas se escuchen y se comprendan. La diferencia ente el Coach y el Coachee, es que nosotros seguiremos una metodología. Nuestras almas no entienden de ello y nada más necesitan comunicarse
Tus palabras siempre invitan a la reflexión Herminia.
Gracias,
Un abrazote,
Cristina
MAITE GRANELL TRIAS
Muchas gracias Herminia por tus aportaciones a la profesión, siempre tan útiles.
Yo incidiría en lo de prepararnos nosotros antes de comenzar una sesión.
Conectar con tu rol, sí…con una frase que para mi ayuda a clarificar:
«Vaciarme de mi para poderme llenar de mi cliente»; y hacer un centramiento dónde identifique mi misión como coach. Para esto hay técnicas de PNL que funcionan muy bien.
Un abrazo.
Mercè Carbonell
Profundizar para que emerja la voz del cliente y así pueda escucharse el mismo. Que fácil parece pero que difícil es realmente. Quizá por mi profesión yo estoy acostumbrada a dar consejos y mi opinión a los pacientes, y creo que por esta misma razón me es tan difícil dejar que sea el propio cliente el que llegue a sus conclusiones sin darle una receta, pero precisamente por esto creo que debo seguir en mi aprendizaje y autoconocimiento ya que este es básico para poder escuchar realmente al cliente y dejar todo lo propio fuera del proceso.
Estas 15 ideas son muy útiles para aplicarlas en nuestras sesiones. Gracias
CLAUDIA CORBERÓ MOLINA
De estas 15 ideas he estado pensando en hay una que me cuesta más durante una sesión con mi paciente como psicóloga en prácticas. Ésta es que a veces necesito unos 5 minutos para dejar de pensar en lo que he preparado para la sesión y centrarme exclusivamente en lo que está pasando desde el momento en que la paciente empieza a hablar. Esto quizás tiene que ver con mi ego, con mis ganas de hacerlo bien, de poner en práctica lo que puedo aportar y necesito esos 5 minutos no para olvidarlo, sino para tenerlo presente pero de manera más inconsciente y confiar en mi intuición y en que lo que saldrá en el momento adecuado de la conversación.
Al leer esto me he dado cuenta de un truco que me sirve para crear una conversación donde se desvele el talento y los valores de mi paciente, así como para entender sus necesidades, emociones y prioridades. Es muy sencillo y consiste en pensar “vamos a conocer a”… Me quita del rol de experta o de protagonista y centra mi atención en que la persona que tengo delante aflore y pueda conocerse a ella misma. Según lo que vea que necesito para recordarme cuál es mi rol ese día, me digo una frase sencilla, de algo que forma parte de las interacciones habituales que puedo con cualquier persona, que me permite estar presente en la sesión, con un objetivo claro, dejándome llevar por la intuición y reaccionar en cada momento desde el rol de terapeuta.
juan re crivello
Hola Herminia
Aunque no soy coach, es un interesante aspecto. Podríamos agregar que Nietzsche nos habla siempre de la perspectiva, algo que en nuestras sociedades modernas olvidamos por el día a día
un saludo cordial ¡Y buen Congreso!
juan re
David Ugalde
En una ocasión dije que siento que cuanto más estudio más me doy cuenta de lo poco que sé. Cada vez que inicio un nuevo aspecto de aprendizaje se abren ante mi numerosos caminos y posibilidades a explorar para buscar nuevos conocimientos y experiencias. Siempre a sido así, esto me hace conectar con la manera de ser siempre un aprendiz en el camino de la vida.
“Eso es el aprendizaje. Usted entiende algo de repente y entiende toda su vida pero de una forma nueva.” Doris Lessing
Hoy, después de meses de autoconocimiento, en el camino del aprendizaje de Coach destaco la frase sobre escuchar, escuchar hacia fuera y también hacia dentro, escuchar a los otros sin dejar de escucharnos a nosotros mismos, escuchar desde el ser, con todo.
Este crecimiento personal en la integración de las habilidades de Coach, interiorizadas y, con la practica, automatizadas las entiendo como una manera de ser ante la vida, como conectando con los valores más profundos puedo llegar a ser “la mejor versión de mi mismo”. Y es desde aquí, desde este trabajo personal, desde este lugar que podré acompañar de la mejor manera a mis clientes en su proceso de cambio para que lleguen a ser su mejor versión, sin lugar a dudas desde el rol de Coach y teniendomuy presentes estos 15 aspectos prácticos.
Tan solo añadiría aquí la autenticidad, entiendo que no debe ser un papel ni una impostura. Ser Coach y no hacer de Coach.
Gracias por el articulo.
Elena R. Laguna
Buen trabajo Herminia, es un artículo genial. Precisamente estaba dando vueltas a cómo enfocar un proceso y lo que expones aquí me ha inspirado y me ha ayudado a ordenar las ideas. Muchas gracias! Un abrazo
Paula Folch
De una asignatura de la carrera me quedé con que las personas creativas no lo son por qué sí. Para desarrollar la creatividad es necesario el hábito, la preparación (ahora recuerdo que hay un artículo en este blog que habla de ésto). Un experto no lo es si previamente no ha tenido un exhaustivo estudio de la materia, una planificación. No es tanto el conocimiento sino cómo éste está organizado en nuestra memoria.
A partir de esta aportación, me gustaría relacionarla con el artículo. Podemos estar focalizados en querer ser buenos profesionales teniendo la mirada en el futuro, pero de nada sirve si los pies no están en el presente, ya que quién actuará será la ambición, el ego y la ansiedad. En este sentido, podemos cambiar la mirada para establecer una visión presente-futuro. Lo que hago hoy me ayudará a ser mejor profesional mañana, por tanto, ¿Para qué hago lo que hago? ¿Me acerca a mi sueño? ¿Cómo me quiero ver dentro de unos años? ¿Cuál es el primer paso que puedo hacer desde hoy para empezar a andar hacia mi meta?
El proceso terapéutico es conjunto profesional y cliente/paciente; cada uno tiene su trabajo: mientras ellos hacen el principal trabajo, las tomas de consciencia, nosotros nos conectamos con ellos para ayudarles en su proceso sin desconectamos de nosotros mismos: qué me resuena, qué es lo que tengo que trabajar. Para ser un buen terapeuta creo esencial una planificación previa más allá del conocimiento: un trabajo psicológico propio para no proyectar con la persona y para desarrollar competencias y habilidades que nos pueda acercar a nuestro objetivo: ser buenos profesionales.
Si como psicólogos o coachs no damos el verdadero valor que necesita la paciencia en nuestra profesión -eso es dejar de lado nuestra sed y el querer salvar el paciente o cliente de su malestar priorizando su rol activo en el proceso-, estaremos actuando desde un rol de expertos dando prioridad a nuestra «necesidad no sanada» y dejando de lado lo importante: el paciente o cliente y la finalidad que nos mueve al trabajar con las personas: que lideren su vida.
Gracias Herminia por contribuir con las reflexiones que inspiran tus artículos a evolucionar para ser mejores personas y profesionales!!!
Feliz día de martes!
estela
“Hay que aprender a ver, aprender a pensar y aprender a hablar y a escribir. […] Aprender a ver: acostumbrar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar-que-las-cosas-se-nos-acerquen; aprender a aplazar el juicio, a rodear y abarcar el caso particular desde todos los lados”. Añadiría otro aprendizaje: aprender a escuchar: con los ojos, con los oídos, con el corazón y con el alma.
me ha encantado
Un abrazo Herminia