COACHING, Coaching empresarial, Empresa, VALORES Y COMPETENCIAS
Factores que explican la resistencia al cambio de nuestros clientes
Aprendemos más de los errores que de las intervenciones exitosas que ratifican nuestras teorías
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Cuando el coach censura, enjuicia, niega o niega la realidad de su Cliente, sin darse cuenta de que sus propias emociones o creencias están afectando al resultado del proceso. Para que el cliente avance el coach ha de aceptar el marco de referencia de su cliente como punto de partida para realizar los cambios que precisa y llegar a un resultado satisfactorio.
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Cuando el coach “obliga” a su Cliente a ajustarse a las necesidades del coach, en lugar de responder a las necesidades particulares de su Cliente. Sin ser consciente de ello, el coach puede estar llevando al cliente a su casa, cuando lo que realmente necesita el cliente es llegar a la suya.
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Cuando el Cliente considera que se están pisando, relativizando o desconsiderando sus puntos de vista y que la propuesta puede vulnerar su dignidad personal. Tener en cuenta los valores del cliente será fundamental para conectarlo con aquellas decisiones que le llevarán al cambio que precisa.
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Cuando el Coach persiste en un enfoque o punto de vista que no funciona, sin darse cuenta que es su enfoque el que está equivocado, no su cliente el que se resiste. A veces podemos obcecarnos y estar convencidos de que tenemos la razón, de que nuestra intuición es la correcta y que la experiencia confirma nuestra teoría, estrategia o enfoque, sin tomar conciencia que nuestro empecinamiento puede ser la causa de no seguir avanzando.
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Creer que existen clientes desmotivados. Cuando el Coach en su fuero interno ya ha decidido que su Cliente no está interesado en cambiar. Puede ser que no compartan nuestra motivación, pero sin duda tienen las suyas y si las elicitamos comprobaremos que son tremendamente fuertes y movilizadoras.
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Confundir el rol de coach con el de “aleccionador”, e intentar adaptar al cliente a nuestra teoría, “enseñando” a los clientes para que “aprendan”, dándoles “soluciones” sin recordar, que la solución la posee el cliente y los coachs estamos como facilitadores para que ellos mismos encuentren la solución adecuada para resolver su problema.
Cuando el cliente no ejecuta los cambios, algunos profesionales del coaching pueden considerar que su Cliente no está preparado para el proceso, que no tiene voluntad de cambio y cargar la responsabilidad del fracaso a su Cliente, en lugar de revisar su propia praxis, sus propios prejuicios y limitaciones. La mayoría de nosotros hemos podido en alguna ocasión caer en esta “ceguera egocentrica”, que nos impide avanzar y servir a nuestros clientes. Buenas dosis de humildad y de aceptación de nuestro error nos ayudarán a no apartarnos de nuestra finalidad: creer en el cliente, ser su fan y acompañarlo en el camino de su éxito personal y profesional.
Una de las alternativas que a mi, personalmente me ha ayudado más es la supervisión y desde mi experiencia como formadora de futuros coach teleológicos y supervisora de coachs teleológicos en ejercicio considero que es fundamental para mejorar como profesionales.
Para el éxito del proceso y evitar que el cliente genere “resistencias” será muy importante que el vínculo entre el coach y su cliente sea de confianza, de comprensión, empatia e implicación.
Proceso de coaching teleológico exitoso = coach y cliente trabajando juntos
Como dice un antiguo proverbio africano:
Hasta que los leones no tengan sus propios historiadores, los cuentos sobre caza glorificarán siempre al cazador
Hermínia Gomà
Punta Cana
19 enero 2012
120 Comments
Marta
Siempre he pensado que aprender de los errores es la forma más efectiva de adquirir conocimiento, ya que solemos recordar aquello que hemos hecho mal, pero no pensamos tan a menudo en los aciertos. Me ha gustado mucho que un solo artículo se enfoque en lo que no hay que hacer, reconociendo que los profesionales también són personas que pueden equivocarse y aprender de ello. Además, se destaca nuevamente la importancia del vínculo entre terapeuta y paciente, resaltando la necesidad de depositar confianza en el paciente y en su proceso terapéutico.
Herminia Gomà Quintillà
Gracias Marta por tu comentario, te felicito por tus reflexiones.
Estrella Azagra
Qué acertada la forma con que expones algunos errores o actitudes que un coach puede cometer y que pueden afectar negativamente el proceso de coaching y la relación con el cliente. Se aprende más de nuestros errores que de nuestros aciertos, ¿no es así?
Recalco la actitud humilde del coach que para mí es la más importante de todas. ¿Qué sucedería si un coach no tuviera humildad? Nos encontraríamos con que seguramente tendría dificultades para aceptar críticas o un feedback constructivo, ya que su ego podría ser frágil y se sentiría amenazado por cualquier sugerencia de mejora. Podría verse a sí mismo como superior o más sabio que el cliente, lo que podría generar un ambiente de desigualdad y falta de confianza. En cambio, para mí un buen coach es aquel que tiene humildad, el cual reconocerá siempre que hay más por aprender, adimitirá errores y buscará el desarrollo personal y profesional.
Aleix Concernau
Respectar els valors i les maneres de sentir i de pensar del client, no donar lliçons ni solucions, no jutjar ni censurar, i com a psicòleg estar disposat a escoltar, a acceptar errors, a canviar… tot per poder crear un vincle de confiança, d’empatia, de comprensió amb el client que el facin està implicat i motivat amb el procés. L’objectiu ha de ser poder acompanyar-lo al creixement del seu èxit professional i personal.
Victor Gascon
Muy productiva esta lista de “coses que no hay que hacer”. El terapeuta o coach no es el centro de la intervención, por tanto debe ser capaz de dejar a un lado sus creencias, convicciones, interpretación… para no limitar el crecimiento del paciente/coachee. Ana, una gran profesional de la psicoterapia, dijo un día: “un terapeuta tiene que tener su Trabajo hecho, y pasar revisión para no limitar al paciente”, y con esta lista y reflexión final se ve claramente la necesidad de hacerlo.
Marta F
Una de les coses que m’emporto de l’article i de les pràctiques és la importància de sortir del rol de salvador que el que creiem o deixem de creure no és important per acompanyar a l’altre, aquí hem de tenir en compte excñusivament les creencies, pensaments i valors del pacient, ja que la responsabilitaat del canvi recau en ells. És per això que per no recaure en el rol de salvador, és imprescindible confiar en el pacient i en que pot fer aquest canvi, amb el nostre acompanyament, però sense enssecitat de ser salvat.
Aida Prat
A teràpia és essencial confiar en les capacitats del pacient i de recordar que ell té una organicitat que activa els recursos i eines necessàries per trobar el seu camí. El client és el protagonista del seu procés i, que important és no interferir el seu camí amb intervencions inadequades.
Ariadna
Es crucial ser conscientes de las necesidades y valores de nuestros pacientes. Cada individuo tiene una historia única, experiencias pasadas y creencias arraigadas que pueden influir en su resistencia al cambio.
Es esencial recordar que los pacientes son la prioridad en todo momento. Nuestro papel como coaches o psicólogos es brindarles apoyo y guía a medida que exploran nuevas formas de pensamiento y comportamiento.
Es fundamental intentar nunca cometer el error de invalidar las opiniones o percepciones de los pacientes. Cada persona tiene su propia perspectiva y es importante respetarla, incluso si difiere de la nuestra.
Además, debemos aceptar que como coaches y psicólogos no conocemos todas las respuestas ni tenemos todas las soluciones a los problemas de nuestros pacientes. Reconocer nuestra propia limitación nos permite estar abiertos a nuevos puntos de vista, a nuevas decisiones y a nuevos horizontes. Debemos estar dispuestos a aprender y crecer junto con nuestros pacientes, adaptando nuestras estrategias a medida que avanzamos juntos en el proceso de cambio. Es importante aceptar que no estamos exentos de equivocarnos. Podemos pecar por no tener la mirada más abierta o por cerrar puertas antes de lo que deberíamos. Sin embargo, reconocer nuestras propias limitaciones y errores nos permite corregir el rumbo y aprender de ellos. La humildad y la disposición para rectificar son componentes esenciales en nuestro papel como apoyo para el cambio.
Seguro que, como estudiante de Psicología, hablo en nombre de muchos de nosotros al decir que me siento muy agradecida por haber tenido la oportunidad, de haber tomado el primer contacto con la realidad existente fuera de las aulas de una forma tan cálida, teniendo la suerte de contar con las supervisiones recibidas, siendo estas un largo camino de aprendizaje y crecimiento.
Gracias a ti, Hermínia, y a todo tu equipo, de todo corazón.
Aina Borrell
Volia aprofitar per ensenyar les dues cares de la mateixa moneda. En alguns casos el coach podria assumir que el seu client no està avançant en el procés, ja que potser aquest no està preparat, entre d’altres coses. Això seria responsabilitzar individualment el client, caient potser en aquesta «cegera egocèntrica» que ens dificulta revisar-nos a nosaltres mateixos com a professionals. Així doncs, podria ser també que el procés no estigués avançant perquè nosaltres com a coach estem emprant males praxis o no ens estem adaptant, com hauríem, amb el client.
Per tant, sí, és fonamental revisar la pròpia praxi, perjudicis i limitacions per assegurar un bon servei, però un cop pres en consideració això, crec que tampoc podem valorar-nos com a professionals a través dels resultats del pacient o client. Ja que aquest arribarà on ell estigui disposat a arribar, i això no és en cap cas, responsabilitat del professional.
David Noé
Moltes gràcies Hermínia per una reflexió i una proposta tan clarificadora. Quantes vegades hem volgut que algú proper canviï? I quantes vegades potser ens hem resistit nosaltres a acceptar la realitat de l’altre? Aquest post m’ha ajudat a comprendre que és l’altre qui ens acompanyarà a descobrir quina és la seva realitat, quins són els riscos percebuts davant del canvi, i potser nosaltres podem acompanyar-lo a descobrir-ne els beneficis. És important però, no caure en la trampa de projectar allò que creiem que seria el canvi idoni per a l’altre, quan realment estaríem tractant d’imposar el que sentim que seria millor per a nosaltres, des d’alguna inseguretat, por, o rol que no toca. La importància de cocrear un espai lliure de judici on l’altre pot redescubrir els riscos i els guanys de canviar és essencial.
Guilllem Llort
Puede llegar a ser muy frustrante por parte del profesional, en un inicio, el hecho de observar resistencias al cambio por parte de los clientes. Me gusta personalmente la perspectiva clara y práctica que ofrece el artículo sobre los obstáculos que pueden surgir en el coaching y cómo abordarlos de manera efectiva. Es un recordatorio valioso de que el éxito del proceso depende de la colaboración y confianza mutua entre el coach y el cliente, además de saber y tener claro que no será un proceso lineal sin altibajos.
Gal·la
Creo que esta es una de las tareas más difíciles de nuestra profesión como terapeutas. No tener ningún tipo de prejuicio hacia los pacientes, validar en todos los ámbitos sin sesgar su discurso por creencias personales. Lo complicado es que muchas veces es inconsciente y no te das cuenta de ello; por el contrario, como bien dices, parece que sea el paciente el que no avanza, pero en realidad tú has construido ese muro que cada vez es más grueso y difícil de atravesar. Ese muro, en mi opinión, es fácil de construir, por ejemplo, en un proceso terapéutico que aborda algo que a ti te conmueve. Por eso es tan importante contar con la posibilidad de supervisar con otros profesionales e incluso derivar. La clave del éxito está en conocer nuestros límites y poder aceptar que a veces no podemos llegar a todo.
Sofía
Me gustan estos artículos enfocados a coaching, ya que me acercan mucho a esta rama. Que importante es tomar consciencia de cómo nuestros pequeños desajustes pueden interferir en un proceso de coaching. Muchas veces eso se traduce en resistencia. Gracias a la encarecida recomendación de los profesionales del centro, comencé un gran trabajo personal con el objetivo de limar pequeñas asperezas y aspirar a ser mejor profesional. Utilizando mucho la autocrítica y la introspección, logro posicionarme en otro lugar, adoptar otra perspectiva y centrarme en el paciente. También es importante adoptar una actitud de aprendiz, no castigarnos sino aceptar que nos podemos estar equivocando y que no pasa nada por ello.
Mario
Hola, Herminia. Me gusta mucho este tema y me recuerda a un día de coaching en que nos contaste tu experiencia en una conferencia a la que asististe como oyente. En la conferencia había diferentes psicólogos que hablaban de su experiencia y opinión sobre las resistencias de sus pacientes. Lo cual se convertía cada vez más en un refuerzo de su razón y de su propia falta de apertura hacia el cambio que desmantelaba un distanciamiento de la realidad y del crecimiento del paciente. Por eso, la importancia de humanizar cada vez más la relación terapéutica, para convertirla en relación de personas y no en una relación vertical, entre alguien que sabe y otro que no, por el contrario, se trata de propender por establecer una relación dónde la apertura del terapeuta y el paciente permitan un encuentro genuino (Padilla & Gimeno-Bayón, 2023).
Referencia:
Padilla, A. & Gimeno-Bayón, A. (2023). El queso agujereado. Un caso clínico tratado desde la psicoterapia integradora humanista. Revista de Psicoterapia, Vol. 34, Nº 124, págs. 215-230. Instituto Erich Fromm de Psicoterapia Integradora Humanista. Barcelona, España. https://revistas.uned.es/index.php/rdp/article/view/35664/27329
Irene Lacal
Com a psicòloga en pràctiques, aquest post m’ha proporcionat una valuosa perspectiva sobre la resistència al canvi. M’ha ajudat a ser més conscient dels factors psicològics que poden ser presents en la resistència al canvi i a aplicar estratègies i tècniques terapèutiques adequades per a ajudar els meus futurs pacients a superar-la.
El post destaca la importància de comprendre i abordar les emocions subjacents que sorgeixen durant el canvi, com la por, l’ansietat i la inseguretat. Això m’ha recordat la importància d’oferir un espai segur i de suport perquè els clients expressin i explorin aquestes emocions, promovent així la seva capacitat per a enfrontar i superar la resistència al canvi.
Coincideixo en que és de vital importància la nostra motivació intrínseca i la connexió amb els valors personals com a impulsors del canvi. M’ha portat a reflexionar sobre com puc fomentar i enfortir la meva motivació i la dels meus pacients, treballant en la identificació de valors, per a ajudar-los a superar la resistència i comprometre’s plenament en el seu procés.
Amanda Martín
Este artículo me recuerda a un aprendizaje que obtuve en prácticas, el cual es muy básico, pero no está de más recordarlo: no juzgar al cliente. Como en otros artículos se ha hablado, cada persona tiene su propia verdad y sus valores, por lo tanto, nuestro papel es el de no juzgar ni cuestionar el marco de referencia del cliente ,y partir de él para empezar un proceso terapéutico, ya que, si siente que se lo estamos invalidando, nuestra alianza terapéutica podría verse gravemente afectada. También es muy importante, en el ámbito del coaching y de la psicoterápia, hablar de que muchas veces nos estancamos y no sabemos como avanzar con el cliente, y que las supervisiones son una herramienta de gran ayuda, por lo tanto me ha gustado mucho la mención de la existencia de esta ayuda en el artículo.
Aleix T.
Artículo que pone el dedo directo a la llaga. Lo que aquí se comenta en relación al coach es perfectamente extrapolable a la figura del psicólogo. Durante las sesiones de los jueves he podido ver que uno de los valores que se cultivan en el Coaching Teleológico es la «actitud de aprendiz». El coach debe tener siempre esta actitud para no pecar de soberbio. Lo mismo ocurre en el caso del psicólogo. Es esa actitud curiosa que muchas veces tienen los niños pequeños cuando empiezan a conocer el mundo que les rodea, conocen sin contenidos previos que distorsionen lo que está siendo conocido. Los niños son los aprendices por excelencia, pues todo es nuevo para ellos, luego todo puede ser aprendido. Me encanta esta manera de entender el rol del psicólogo porque estimula tu trabajo, ya que siempre puedes descubrir cosas nuevas. Lo difícil es cuando uno ya tiene una larga trayectoria ejerciendo en su campo profesional. Ahí es cuando uno es más susceptible de dejarse llevar por su «expertise» y dejar de ver al paciente que tiene delante tal y como es. Según tengo entendido, esto sucede bastante a clínicos seniors que llevan muchos años viendo a pacientes. Cuando se llega a este punto, es verdad que tu «ojo clínico» es más afinado, pero también es más fácil dejarse llevar por la vanidad o el ego profesional. Entonces, como todo en la vida, en el punto medio está la virtud.
A día de hoy, a mi no me preocupa mucho ser demasiado arrogante y creerme que soy «la voz de la razón», porque se mire por donde se mire soy un aprendiz, un «novel», un junior absoluto en esta profesión. Pero sí que temo que a la larga me pueda dejar llevar por mi propia arrogancia y deje de ver a la persona que tengo delante como un individuo único e irrepetible con sus circunstancias particularísimas. Tendré que mantener mis ojos bien abiertos para que no me convierta en este tipo de profesional.
Mario
Hola Herminia,
Aprecio el contenido del post y valoro la necesidad de recordar algo tan fundamental y a la vez escurridizo, difuminado y en muchas ocasiones olvidado por nuestro ego. Esta dificultad de integración de la realidad se debe a todo lo que comentas y supone un reto cuando también es un reto confiar en nosotros mismos. Pienso que en el momento en que aceptamos los errores propios de la etapa vital en la que nos encontramos y nos los permitimos, entonces podemos integrar que todos esos juicios que aparecen en el «aquí y el ahora» de la sesión responden a un conflicto interior con la culpa que nos hace valorarnos negativamente. Una culpa que situamos en el otro por el miedo al dolor de asumir nuestra parte de responsabilidad en cualquier tipo de relación de nuestra vida. Esto me hace pensar en el logotipo de tu instituto } { Que ilustra muy bien la esencia y la base de cualquier proceso terapéutico. La relación humana.
Gracias,
Mario
Aloma Alenyà
Hola Hermínia, gràcies altre cop per les teves paraules. Aquest article m’ha recordat al concepte de «prendre la responsabilitat de nosaltres mateixes» i «deixar de prendre les responsabilitats de les altres persones». Com veiem, això també s’aplica quan hi ha un procés de Coaching. El coach no deixa de ser una persona que acompanya, per tant no només és crucial que es situi el millor que pugui en el marc del Coachee, sinó que també cal que hagi treballat en el seu camí personal. I sobretot, el coach ha de ser capaç de qüestionar-se si està fent servir les eines que calen o està enfocant el procés de la millor manera possible. D’aquí la importància de tenir una bona comuniació amb el Coachee i també de veure les supervisions com a moments d’aprenentatge i millora. Cal connectar de forma segura amb nosaltres mateixes per poder connectar el millor possible amb els nostres Coachees.
Adriana Rubí
Em sembla molt útil aquest article per a totes aquelles que ens volem dedicar a aquesta professió, sigui com a coach o com a psicoterapeuta. Crec que en aquesta professió una de les coses més complicada és justament que les teves creences, opinions, judicis, etc. sobre el client/pacient amb qui estàs treballant interfereixin en el procés. Això, per mi, és del complicat perquè estem acostumades a parlar amb gent des del rol d’amigues, família, parella, etc. On el més habitual és donar consells o opinions des de la nostra visió, però en un procés de coach o teràpia és justament tot això el que pot acabar generant resistència cap al canvi o procés.
Han estat bastantes les situacions on m’he trobat amb amigues que m’han expressat la seva frustració o enuig degut justament a això. Amb tot això, estic d’acord (i també gràcies a les pràctiques a l’institut que he pogut realitzar) que les supervisions amb altres professionals són essencials.
Lidia Z.
Podemos creer que los pacientes muestran resistencia por que no quieran trabajarse realmente a ellos mismos o por otras variables que dependan de él cuando es habitual que seamos los profesionales que estamos errando en algo que se está traduciendo en esta resistencia. Por eso es importante trabajar de forma honesta, hacer autocrítica e introspección, marcar los límites de nuestras competencias y poner el foco siempre en el paciente, nunca en nuestras hipótesis o juicios. ¡Muy interesante!
Alicia A.
Me parece muy importante esta cuestión. Como coachs y psicólogos debemos ser humildes y no pensar que nuestros pacientes se resisten al cambio porque si, pues a veces los factores que explican esta resistencia pueden ser consecuencia de una mala praxis por nuestra parte.
Me ha gustado mucho el vídeo propuesto y me ha resonado un poco, puesto que tengo a personas a mi alrededor que proponen cambios en mi o en los demás, y a ojos de ellos nos estamos «resistiendo» a un cambio para bien. Pero realmente, ¿estás valorando las necesidades individuales de las personas? o ¿simplemente te dejas llevar por tus propias necesidades?
Gracias Herminia!
Judit
Considero que la humildad, la revisión y la introspección son aspectos claves para un buen proceso terapéutico.
En primer lugar, es muy importante contemplar que nos podemos estar equivocando en nuestro enfoque o que simplemente hay otras maneras de enfocar el proceso que pueden aportar mucho más a nuestro cliente/paciente.
Para ver de que otras maneras podemos enfocar el proceso es relevante mirar y revisar nuestras intervenciones y perspectivas para poder ver que otras miradas poder tener. Aquí añadiría la gran relevancia de la supervisión, de que otros profesionales que no están “dentro” del proceso aporten su visión desde fuera, ya que su mirada a veces puede aportar mucho más porque su perspectiva es diferente.
Por último, poder hacer introspección y mirar que nos está impidiendo avanzar a nosotros y no al cliente/paciente. Trabajarnos y hacer aquello que necesitamos para salir de un estancamiento también será determinante para el cambio.
Hanna
Una de las primeras cosas que aprendí y me tatué (metafóricamente) al estudiar Psicología, es que como psicoterapeutas no debemos querer llevar a las personas a nuestra verdad, nuestro modus operandi o nuestro parecer. Nada más lejos del objetivo. Para el Coaching no esperaba otra forma de hacer, de hecho, particularmente en el Coaching me parece importante respetar y trabajar con las características, términos y puntos de vista del cliente porque es un proceso de empoderamiento y liderazgo.
Además, como en cualquier ámbito de la vida, en este caso la autocrítica es necesaria y constructiva para aprender profesionalmente, crecer personalmente y no atribuir a causas externas consecuencias de nuestra praxis y que esto pueda perjudicar el proceso del coachee.
Ivan
Una de las razones por las cuales nunca he querido empezar un proceso es por lo que se detalla en este artículo y otras aparte. Me parece relativamente difícil crea un rol de terapeuta o coach, no me da tanto miedo lo que pueda llegar a decir yo a un paciente como terapeuta, más bien mi postura corporal es lo que más me cuesta controlar, me resulta imposible estar nervioso, puedo controlar mi voz para no estarlo, pero no puedo parar de mover la pierna arriba y abajo o sentirme incomodo en la posición en la que estoy sentado. Se por algunas asignaturas de la carrera (optativas) y de las practicas, que la posición corporal es de lo más importante, pero en ningún momento nos enseñan a “saber estar” delante de un paciente o cliente ni la importancia de todo esto. Pero una de las razones por las que como paciente nunca he querido empezar un proceso, es por los roles y sobre todo por ego, siento que no hay nadie que sepa más que yo sobre mí, por tanto, para que iba a ir a un psicólogo, si no va a poder darme nada útil. Todo este razonamiento lo he ido moldeando hasta llegar al punto de ahora, en la que sé que mi perspectiva de ver las cosas no es la misma que la de los demás, por tanto un psicólogo o coach podría hacerme ver las cosas desde una perspectiva la cual no tenía en mente. Todo esto en gran parte ha sido gracias a las clases con Herminia.
Laia Llobet
Este es una de las temáticas que todo profesional en el campo de la psicología debería leer, para tomar consciencia de nuestros propios comportamientos y evitar al máximo cualquier factor (controlable por nosotros mismos) que pueda interferir en el proceso. Para mi, uno de los puntos más importantes es el primero, y no creo que sea casualidad que esté en primer lugar: negar la realidad del cliente. Es importante validar y escuchar sin juicio a nuestro paciente, lo que dice y siente, porque si no lo hacemos y negamos su vivencia, en parte estamos negando su existencia. Es decir, le estamos mandando un mensaje que dice que lo que él piensa/sienta está mal, que él no es válido. ¿Cómo vamos a conseguir que el paciente esté motivado al cambio si no estamos ni considerando su realidad? ¿Qué cambio pretendemos que haga? ¿El suyo? ¿O el que yo considero que es el bueno? Por eso, el vínculo y la alianza terapéutica son claves en los procesos. Importante mantener siempre en mente que no nos posicionamos en superioridad respecto a nuestro paciente, sinó que avanzamos juntos. Y esto es una cosa que es muy complicada de hacer, por eso hay que entrenar y entrenar.
Fatima Z.
¡Muy cierto! A veces nos estancamos con lo que nosotros creemos que es mejor para el otro sin tener en cuenta lo que busca el cliente, que implica para este el cambio, que es lo que tiene ahora, que es lo que quiere conseguir, que es lo que gana y que es lo que pierde. Hay muchas variables que ver, pero sobre todo hay que ser empático, ver la situación de la persona desde fuera, sin meternos nosotros en su posición, porque si no estamos tratando de encajarla en nuestro mundo, un mundo en el que el cliente no pertenece.
En las sesiones del Practicum nuestra tutora, Ana González, siempre nos recuerda que debemos de ir al ritmo del paciente, no podemos estar imponiéndonos en el paciente, porque si no le dejamos de ver y nos centramos en lo que nosotros juzgamos que es lo correcto y no en lo que realmente necesita.
Joan Salmerón
Com a estudiant de psicologia trobo molt útils els punts esmentats en aquest article. Una cosa que m’emporto tant de l’article, com d’aquestes pràctiques a l’Institut Gomà, és la idea d’acompanyar al pacient des del respecte. Ells sempre seran responsable dels seus actes i conseqüentment dels seus canvis. Aquest fet crea moltíssima satisfacció personal en la persona, fet que encara fa tenir més ganes de canvi. També un altre punt que m’encanta és el de confiar cegament en que el pacient ja disposa de les eines per al canvi. Em sembla un punt de partida del procés bàsic.
Iris Mulero
Relacionat amb algunes coses que es comenten en aquest article, en psicoteràpia és molt important confiar en el pacient, confiar en que ell mateix té les capacitats que necessita, confiar en que podrà fer el que es porposi, confiar en que podrà fer aquest canvi. Així com també és important començar un procés terapèutic tenint present que hi haurà un final d’aquest procés, que arribarà algun moment en que el pacient haurà aconseguit els seus objectius i podrà finalitzar aquest procés. Són coses que s’han de transmetre d’alguna manera al pacient, encara que no sigui de forma directe.
Ruth
A vegades, com a terapeutes (i com a coaches) costa enfocar el nostre rol des de la perspectiva correcta, i l’autoexigència del voler ajudar ens pot jugar una mala passada (sobre tot a l’inici de la carrera professional). És per això que, tant per al client/pacient com per al coach/terapeuta s’ha de seguir el seu ritme i els seus valors.
Personalment també recomano 100% les supervisions, ja que altres professionals amb més experiència poden donar la seva opinió i punt de vista per guiar-te en el procés. És una manera molt bona de millora com a professionals.
Alba Alcaraz
“Es esencial seguir el ritmo que marque el paciente” es una de las frases que se me grabaron desde una de las primeras sesiones de supervisión y que me he ido aplicando a partir de ese momento. Por mucho que como profesionales creamos tener las respuestas o tengamos muy claro qué es lo que ocurre, el único experto en su vida es el propio paciente/cliente y es él quien tiene las verdades sobre su realidad y sabrá cómo actuar ajustándose a sus valores, ideales y maneras de funcionar. Nuestra postura debe consistir en comprender el recorrido que ha llevado a esa persona a ser quien es, a haber establecido ciertas conexiones entre conceptos y actuar según su propio paradigma mental, todo esto sin forzar las tomas de conciencia y los cambios que se van dando.
Paula Martínez
Estoy totalmente de acuerdo con la afirmación que hace Herminia sobre la importancia de las supervisiones. De hecho, creo que es donde más he aprendido sobre mi misma como profesional. Creo que para que un proceso de coaching (o terapéutico) funcione debe existir una profunda tarea de introspección por parte del coach y del terapeuta. Debe estar atento a cuando está juzgando y para que lo está haciendo. Debemos estar preparados para detectar que factores nos están limitando y como están afectando al proceso de acompañamiento. Es difícil reconocer que a veces eres tu como profesional el que esta frenando el avance del cliente (o paciente), ya que es más «cómodo» pensar que hay factores externos que no puedes controlar que están frenando la terapia.
Me gustaría destacar una frase del articulo que dice » Buenas dosis de humildad y de aceptación de nuestro error nos ayudarán a no apartarnos de nuestra finalidad: creer en el cliente, ser su fan y acompañarlo en el camino de su éxito personal y profesional.».
Si por resistirnos a creer que tenemos carencias (que podemos trabajar), dejamos de confiar en el paciente, el proceso empieza a ir hacia ningún lugar.
Helena Salas Aguilar
En simple apariencia puede ser muy sencillo decir que lo más importante es adaptar-se al paciente. No obstante, llevar-lo a la práctico es otro aspecto. Considero que todo buen profesional puede caer en la trampa de enfocar-se en su hipótesis (todo y que no sea el paciente que lo explicite o le vaya bien), debido a diferentes razones (argumentos que respaldan su teoría, experiencia previa etc. ).
Por ejemplo, un psicólogo puede recomendar a su paciente que haga deporte, ya que la ciencia ha demostrado que tiene muchos beneficios psicológicos y además, actúa como un antidepresivo natural. El terapeuta puede confiar en que esto será bueno para el paciente, sin embargo, el paciente en ese momento puede ser que para el no sea algo significativamente bueno para realizar el cambio y decidir no hacer-lo. En este caso, se podría decir que es culpa del paciente que no quiere cambiar, que no quiere hacer deporte y que no le pone la suficiente voluntad. Pero, creo que esto es quedar-se en la superficie, juzgar al paciente, determinar-lo y no entender su necesidad real. Por esta razón, creo conveniente bien analizar los motivos por los cuáles no lo quiere hacer y si realmente lo necesita, quizás en ese momento no puede, no tiene tiempo o bien, no le apetece. Además, de valorar si esa »formula» dada, viene más del terapeuta que del paciente.
Por otro lado, considero que el encasillar-nos en una opción firmemente sin escuchar la necesidad real del paciente, puede llegar a romper la alianza terapéutica del paciente. El sentir-se juzgado y además, ponerlo otra carga de es tu responsabilidad que no pones las ganas suficientes puede generar otro problema. Así mismo, cada vez veo más la relevancia de las supervisiones, y el ayudarse con otros profesionales, para ver estos aspectos a veces que nos salen de forma inconsciente.
Elena Charle
Hoy en día es muy importante la capacidad de adaptabilidad, sobretodo en nuestra profesión como psicólogos. La capacidad de adaptarte al paciente y a sus necesidades, ya que es clave también para crear un buen vinculo psicólogo-paciente.
Además, de hacer supervisiones con el equipo de profesionales para mejorar errores hechos en durante la terapia, asesorarte sobre cómo avanzar en ciertos temas. Aunque parezca que solo trabajamos con nuestro paciente, es importante saber que tenemos un equipo de profesionales donde podemos buscar apoyo y asesoramiento por su parte.
Belen Granell
Este post me ha recordado la importancia que hay en adaptarse al paciente/cliente. Por mucho que se le intente llevar por el camino que nosotros consideramos “el adecuado”, si no es el camino que quiere recorrer el paciente no lo hará. El terapeuta se ha de adaptar al paciente y no al revés.
Hay veces que podemos llegar a creer que nuestro paciente tiene que cambiar un aspecto de su vida que en verdad no quiere. Nos obcecamos en hacerle ver una realidad que no es la suya, entrando así en una lucha de orgullo personal por querer hacer una cosa que en el fondo sabemos que no va a funcionar.
Por otro lado, el punto 6, me ha hecho recordar que no somos los salvadores de nadie y no les podemos dar respuesta a las problemáticas que nos traen, sino hay que ser suficientemente humildes como para confiar en ellos sabiendo que llegar solos a sus propias conclusiones, ya que solo él se conoce en su totalidad y SOLO el podra llegar a generar un cambio en sí mismo.
Iris caballero
Esta superioridad que podemos sentir con los pacientes puede ser muy peligrosa. Aunque nosotras tengamos un experiencia muy extensa y estemos seguras que eso le ira bien, no conocemos en totalidad su realidad. Por eso, es importante que sea la misma paciente que se de cuenta que es lo que ella necesita. Asi ella estara convenvida del proceso y tendra la motivacion de avanzar. En el caso de nosotras dar consejos y imponer lo que creemos bueno para ti, desmpoderamos la paciente i reducimos la motivacion intrinseca.
I pel que fa el video, molt interessant la idea d’haber de tenir en compte els quatre aspectes per convenser algu, no una simple balança.
Eva Palleiro
Este articulo ha sido una especie de recordatorio sobre la importancia de no proyectarnos en el cliente. Como debemos ser plenamente conscientes de nuestra posición de manera objetiva y poner nuestra intención en entender el marco del cliente. Como muestra en el video, ponernos sus gafas para que la comunicación pueda ser fluida y no haya malos entendidos.
Realmente estos procesos son una práctica de humildad para el coach o la psicóloga, no están para dar soluciones si no para facilitar que el cliente encuentre las suyas propias.
Sara Cano
«A veces la mejor intervención es no intervenir». Al leer el post he recordado esta frase de Ana González, mentora del practicum, donde, en pocas palabras nos describe esta necesidad de parar por un momento y conectar realmente con el paciente y su perspectiva. Es muy interesante que cuando detectemos estas resistencias en los pacientes, las consideremos como una oportunidad de reflexión, de cuestionarse dónde nos encontramos y hacia dónde nos dirigimos escuchando de manera activa y genuina al paciente y cuál es el camino que necesita tomar. Se trata entonces, de dejar los prejuicios y juicios a un lado, que son los que realmente nos causan esa frustración al crear expectativas poco realistas del proceso. Dejar de lado esa «ceguera egocéntrica» que comenta el post. Muchas veces inconsciente y con la mejor de las intenciones por querer «salvar» al cliente. Pero es ahí donde la verdadera resistencia. No se trata de salvar a nadie, sino de confiar en que puede hacerlo por él mismo, siendo nosotrxs su acompañante , sin imposiciones, comprendiendo la realidad del paciente y el significado que le da a esta y permitiendo que se responsabilice de su propio cambio, como nosotros, como coachs, debemos responsabilizarnos del nuestro.
Judith Molinos
Es fácil caer en el intentar llevar a nuestro terreno al cliente, muchas veces sin ser conscientes de ello. Podemos estar convencidos de que nuestra teoria, nuestra intención o nuestra experiencia es suficiente o es lo correcto para ayudar a nuestro paciente. Esto en muchas ocasiones puede hacer que nuestro cliente no mejore o no llegue a los objetivos establecidos en terapia o proceso de coaching.
Por este motivo se dice que aprendemos más de los errores que de los casos que confirman nuestras teorias.
Maria F
Me quedo con la frase: “Buenas dosis de humildad y de aceptación de nuestro error nos ayudarán a no apartarnos de nuestra finalidad: creer en el cliente, ser su fan y acompañarlo en el camino de su éxito personal y profesional.” Creo que como buen profesional, uno debe ser muy honesto consigo mismo y aceptar que se puede equivocar y por ende, aprender de ese error.
Me ha parecido muy interesante este artículo porque pone el foco en el Coach, en lo que depende de él respecto a las resistencias de cambio del cliente. Estoy de acuerdo con Hermínia en que es importante que nos revisemos como profesionales, a partir de supervisiones como haciendo un trabajo personal con otro profesional, para que nuestras “mierditas” no influyan en el proceso que está haciendo nuestro cliente.
Por otro lado, me ha parecido muy interesante el video sobre ¿Las personas se resisten al cambio? Considero que es importante poder exponer los beneficios e inconvenientes de cada oportuna situación; de cambiar y no cambiar. También entender a través del cliente cuáles son sus motivaciones, necesidades, etc., y adaptándonos a estas.
Noelia Mora
Salir de la zona de confort es un paso complicado a la vez que valiente, como todos habremos experimentado en algún momento u otro de nuestra vida. Pasar de lo que ya conozco a lo desconocido es quizás lo verdaderamente complejo del proceso de transición: afrontar el miedo a la incertidumbre.
Múltiples cuestiones suelen aparecer en nuestras mentes en este tipo de momentos… ¿Irá bien? ¿Seré lo suficientemente…? ¿Y si…? ¿Me estaré equivocando?
Nuestra mente es una experta en buscar respuestas a preguntas, pues desde pequeños ya nuestra curiosidad por el mundo que habitamos se encarna en forma de preguntas, a menudo sin una respuesta. Debida la complejidad inherente a todo proceso de cambio, es crucial sentirse acompañado, acogido, comprendido y valorado. El vínculo en terapia o en coaching es esencial para que la persona pueda explotar todo su potencial, de manera que es básico dejar como profesionales nuestras preocupaciones, miedos, inseguridades o conflictos personales fuera de la sesión con el objetivo de no proyectarlos en la persona que está llevando a cabo un proceso de cambio y desarrollo personal.
¡Gracias por compartir esta reflexión tan útil!
Paula Enrich
Este artículo me ha ayudado a tomar consciencia, una vez más, que tenemos un papel muy importante en cuanto a la resistencia al cambio de nuestros clientes, y que importante es, que nos expliquen y enseñen cosas como las que he podido leer en este post. Respetar la perspectiva del cliente, no juzgar, respetar-le en todo momento son bases imprescindibles que damos por supuestas, o por lo menos, yo personalmente, pero leer sobre lo importante que es.
Paula Lucas García
Sin duda un elemento clave para que el cliente se sienta cómodo, es que, tanto profesional como cliente avancen en una misma línia. Una escucha activa es indispensable por parte del profesional para poder flexibilizar y adaptarse a las demandas o necesidades del cliente. Estoy muy de acuerdo con el artículo en ese sentido. Si más no, hay algo que me ha parecido curioso y digno de reflexionar.
Nosotros, como profesionales, podemos sin querer no darnos cuenta que estamos impidiendo o relentizando el desarrollo o avance del cliente. Como psicólogos es normal, las primeras veces, mantener el rol del salvador (algo que gracias al Institut Gomà he aprendido a quitarme poco a poco). Aún así es tarea difícil bajar de esa idea y darnos cuenta que nosotros tenemos la función de acompañar y realzar las cualidades que ya de por si tiene el cliente, a través de la escucha, sabremos que necesita y debemos dejar de lado nuestros criterios para centrarnos en los suyos y poder ayudarle realmente.
Ana Linares Rueda
De este artículo resalto y me llevo una vez más la importancia de no juzgar al cliente para que éste pueda realizar el cambio que quiere conseguir o acercarse a su meta. El protagonista de este proceso, debemos recordar que es el cliente, nosotras lo acompañamos en este proceso de decisiones, cambios y actuaciones pero el foco es la persona, porque es ella quien va realizar estas acciones, no nosotras. No somos salvadoras de nadie, sino que somos facilitadores y acompañamos en un proceso como he comentado anteriormente. Creo que pensar o sentir que somos salvadoras, además de caer en un error y engaño, estamos haciendo un juicio sobre el ola cliente como que por sí sola no podrá hacer, no estamos confiando en sus habilidades, capacidades y herramientas. Por otro lado, un tema que se ha comentado sobre el hecho de pensar que el o la clienta está desmotivada, debemos pensar que si ésta pide ayuda y decide dar ese paso, significa que hay motivación de cambio.
También, teniendo en cuenta lo que se expresa anteriormente, remarcar que el o la cliente es la directora de la obra teatral y por lo tanto debemos ajustarnos a las necesidades de él o ella, no las nuestras o lo que creemos que es mejor sin ver ningún tipo de mejora. Cuando el o la cliente no mejora, en vez de focalizarse en ella, debemos de cuestionarnos a nosotras mismas.
Ana Sánchez
Este artículo me recuerda a que hay que mirar el proceso con las gafas del cliente y no con las nuestras. Dejar a un lado nuestras exigencias, miedos, perspectiva de vida… para centrarnos en qué necesita el cliente, qué le iría bien, cuáles son sus motivaciones y preocupaciones. Se entiende perfectamente en el vídeo, en que se expone que la motivación al cambio depende de diferentes factores según cada persona. Respetar el ritmo y las decisiones del cliente en el proceso para no poner presión, simplemente acompañar y guiar en lo que necesite.
Júlia Sala Caballeria
Considero molt important el fet re relacionar la resistència al canvi amb observar la perspectiva que té cadascú envers aquest canvi. Com a bons professionals, cal acompanyar al client, no jutjant-lo, empatitzant i comprenent la seva situació. Com percep el client la seva situació serà molt diferent de com la percebem nosaltres. L’objectiu no ha de ser portar al client en el nostre «terreny» sinó observar detingudament el seu terreny per poder-lo acompanyar en el seu propi procés de canvi. Només si entenem la seva perspectiva el podrem acompanyar de la millor manera possible.
Mar Canovas
Ver la resistencia como una oportunidad de reflexión, de cuestionarse las intenciones y caminos. El movimiento más eficaz de un atleta o bailarín, por ejemplo, no implica que use su máxima fuerza sino en ser capaz de encontrar la propia fluidez natural del movimiento. Si estamos poniendo mucha fuerza y encontramos mucha resistencia es importante considerar si este es verdaderamente el mejor camino. Y seguro que la respuesta no está solo en nosotros como lo percibimos, sino precisamente en la comunicación con el cliente.
Sara Elizabeth Olivares Puelles
Sácate la viga de tu propio ojo antes de intentar sacar la paja del ojo ajeno. Esta es la frase que ha venido a mi mente al leer este post. Solemos no solo juzgar a los demás, sino que además intentamos que el resto cumpla nuestras expectativas y si no lo hacen tenemos la «misión» de cambiarlos o de echarles la culpa. ¿y si nos centraramos en nosotros? observaramos nuestros errores y los trabajaramos en ellos. ¿Que pasaría así cada uno se preocupara de la viga de su propio ojo? quizas, despues de eso, no quedarian pajas que sacar.
Maria Mercedes Aparicio Romero
La diferencia entre un profesional que está en continuo proceso de desarrollo y uno estancado en sus creencias, es la capacidad de cuestionarse si su “verdad” es la única o si tiene que replantearse sus propias creencias y convicciones. El vídeo expresa muy bien la lucha infructuosa cuando queremos que el otro cambie para acomodarse a lo que nosotros creemos que es lo correcto. Querer que el otro cambie es no responsabilizarnos de nosotros mismos, de nuestro propio cambio, de otra forma entenderíamos que el otro también tiene sus verdades lo que le hace pensar, sentir y actuar de una determinada manera. Como psicólogos tenemos que estar alerta de los “trucos” que nos juega nuestra propia mente para detectarlos antes de condicionen nuestra práctica profesional.
Es importante creer en nuestros clientes y en sus capacidades acompañando que no empujando en su proceso de desarrollo personal.
Adriana Jiménez
Una de las cosas que he ido aprendiendo en las practicas y que una vez mas me lo recuerda este articulo es la importancia de la autonomia en el proceso, de no pecar de salvadores. Hemos de dejar que el cliente haga su propio proceso, haga su poropio camino por si solo y nosotros solo los acompañemos. En las practicas he entendido que la paciente y el tiempo es la mejor alianza no podemos destruir aquello que piensa nuestro paciente – cliente ni podemos sacarle la venda de los ojos se lo ha de sacar el propio paciente- cliente o sino el proceso no tendra sentido.
drwiygni
Al leer este post, me ha venido a la cabeza la palabra «soberbia». Me imagino que en cuanto una persona se pone en el rol de profesional, con ello, tiene que asumir que él es el que guia, el que establece el marco de trabajo, en el que se tiene que confiar. Este estado mental es necesario para ejercer correctamente la profesión y así poder dar lo mejor de uno mismo pero también puede resultar peligroso. ¿Peligroso por qué? Porque todo ser humano es ser humano, y por mucho que se sepa sobre el proceso en concreto necesario para garantizar el éxito, también hay un margen de error al que nos exponemos por el hecho de tener esa condición de humanos. En el caso de que se entre el rol de profesional, es más fácil caer en la soberbia que en la humildad; me imagino que la mente te juega una mala jugada pensándote inseguro o desconfiado si eliges cuestionarte hasta qué punto el trabajo que estás haciendo es el «correcto», o bien, reflexionar sobre qué aspectos en el proceso por parte del profesional hay que mejorar o analizar.
Bien, el otro día estaba mirando un documental muy interesante. Hablaba de presos que habían cumplido a una condena de entre 20-30 años cuando posteriormente se descubrió que eran inocentes. En uno de los casos, el culpable había sido condenando a 25 años de cárcel debido a unas violaciones que se habían producido en su barrio y de los que se le declaró culpable. Tras menos de un mes, se dieron dos violaciones más en las que se había seguido el mismo patrón de violación. ¿Qué pensaron la policía, los jueces y el fiscal ante ello? Pues que era «otro hombre» que había hecho lo mismo que el que ya estaba en prisión. Era más fácil culpar al inocente, a la persona «No profesional» que no cuestionarse hasta qué punto los profesionales habían hecho bien su trabajo y hasta qué punto sabían que era verdad que el segundo hombre no era culpable de los delitos que había tenido que asumir el primero y de los que él mismo defendía y declaraba que NO era culpable.
Ese es el margen de error humano al que todo profesional se expone y debe asumir, tomando las medidas necesarias de reajuste en cuanto sea necesario. «A veces podemos obcecarnos y estar convencidos de que tenemos la razón, de que nuestra intuición es la correcta y que la experiencia confirma nuestra teoría, estrategia o enfoque, sin tomar conciencia que nuestro empecinamiento puede ser la causa de no seguir avanzando»; el no haber dado con el culpable verdadero causó dos violaciones más que podrían haberse evitado si se hubiera buscado al «verdadero» culpable.
Todos los ejemplos que se citan en el artículo (aceptar el marco de referencia del cliente, confiar en su fortaleza, adaptarnos a las necesidades y los valores del cliente, ) se centran en «escuchar» al cliente y ver más allá del rol cliente y del rol profesional. Para trascender desde el rol profesional, se hace necesario conectar con la humildad y ser crítico con uno mismo desde la compasión, para así, poder garantizar esa evolución del cliente con el que se está tratando. «En realidad es el enfoque del coach el que está equivocado no es el cliente que se resiste», el proceso lo gestiona y lo lidera el coach, pero el coach para saber liderar tiene que saber qué necesita el cliente y para ello, necesita conectar con su humildad para entender su realidad, para aceptar que hay otras realidades desde las que se deben partir para así dar con el ‘cambio’.
«Confundir el rol de coach con el de “aleccionador»‘; esta me ha encantado. No hay mejor manera de alejar a alguien que la de dar consejos o lecciones, la de marcar esa relación de poder en la que «tu aprendes de mí, porque yo sé y tu escuchas y aplicas». Desde ese marco no existe inspiración, y si no existe inspiración no hay energía bonita para querer mejorar, no hay combustible para pasar a la acción, no hay motivo. El enfoque debe ser distinto, de nuevo, desde es humildad «yo aprendo de ti y con lo que sé de ti te guío para que tú llegues más a ti». Yo no soy Dios, yo soy el vehículo, el medio, que te facilita ese proceso de transformación hacia tu verdad, hacia tu necesidad, hacia tu deseo. Y qué sorpresa acabar de leer el artículo y que se resuma de la mejor manera lo que llevo un ratín reflexionando «la mayoría de nosotros hemos podido en alguna ocasión caer en esta “ceguera egocéntrica”, que nos impide avanzar y servir a nuestros clientes. Buenas dosis de humildad y de aceptación de nuestro error nos ayudarán a no apartarnos de nuestra finalidad: creer en el cliente, ser su fan y acompañarlo en el camino de su éxito personal y profesional.» Tal cual. Y lección para mí misma cara el futuro.
Hoy también leía un post sobre el Yoga y la Soberbia. El fin del yoga es el «cese del flujo de pensamientos», la «humidad». Muchos se pierden en el camino y se acaban confundiendo, trabajando duro en las Asanas (posturas) motivados por la competición y por la perfección; incluso ya siendo «profesores». Acaban por desconectarse de los valores, de lo que persiguen practicando, de la verdadera esencia: no es demostrar a todos lo bien que lo hago o regocijarme por el bonito cuerpo que tengo- es amar la vida, profundamente, y aceptar la transitoriedad como ley sin resistirse. Nos confundimos y por eso es necesaria esa revisión continua de uno mismo; para ver desde dónde se actúa y si nos hemos alejado de nuestro centro.
Es necesario, una vez más, ese ‘mirar hacia dentro’ para detectar cuando nos confirmamos y nos encasillamos en una postura fácil que no invita a la «reflexión» sino al «conformismo», al «dogmatismo». Siempre se está muriendo y renaciendo; la transformación y el cambio es la única variable constante. Resistirse a ello es estancarse personal y nunca mejor dicho, profesionalmente.
¡Gracias por este rico artículo, Herminia!
Blanca Torre
El video refleja muy bien el debate sobre la «resistencia al cambio». Yo soy de las que opina que salir de la zona de comfort es muchas veces extremadamente difícil, y que para hacerlo efectivamente hay que ver una buena recompensa al esfuerzo que requiere, pero también por otro lado creo que es necesario hacer un ejercicio de reflexión para racionalizar aquello que nos puede aportar un cambio por pequeño que sea y aunque no nos sintamos cómodos con ello desde un principio.
Adriana
“Aprendemos más de los errores que de las intervenciones exitosas que ratifican nuestras teorías”. Me gustaría empezar mi reflexión con esta frase ya considero que posee mucho de verdad. Se prende más del hecho de caerse y tener que volver a levantar que si no es así. No digo que al no equivocarnos no haya aprendizaje pero considero que este posee mucho más valor cuando hay una equivocación detrás.
Por otro lado también me gustaría remarcar la importancia del vinculo terapéutico respecto a la resistencia de un paciente. Hay personas que se resisten al cambio, no quieren cambiar o por el caso contrario quieren hacerlo pero siente miedo por ello. El vinculo terapéutico es una de las mayores herramientas respecto a esta cuestión. Sentir que la gente confía en ti permite armarte de valor e intentar aquello a lo que temes. Creo que el sentir que los demás confían en ti mismo es un refuerzo positivo a la persona y puede generar grandes resultados en ella.
Marina Romero Llovet
Ha sido durante todo el proceso de aprendizaje que he realizado durante el prácticum que me he dado cuenta de que realizaba la mayoría de estos errores. Y, ¿cómo no? No nos han enseñado como evitarlos en ningún momento durante la carrera de psicología. En mi caso, sobre todo, me di cuenta de que confundía el rol de coach con el de “aleccionador”, intentando conducir al paciente hasta donde yo creía que tenía que llegar, “enseñando-le» para que “aprenda”, y me he sorprendido a mí misma intentando dar soluciones al paciente para »salvarlo» de una realidad que le incomoda. Gracias al proceso de prácticum, me he dado cuenta de mi papel como facilitada en vez de salvadora, de que mi trabajo consiste realmente en acompañar al paciente para que ellos mismos encuentren la solución adecuada para resolver su problema.
Olimpia Castro Viu
Una vez leí una frase que decía “el problema de la comunicación es que no escuchamos para entender, sino que escuchamos para contestar”, y esto es justo lo que creo que pasa también en los procesos de coaching. Nos es más fácil actuar desde nuestro marco de creencias que conocer y posicionarnos en el de la otra persona. La segunda opción cuesta más esfuerzo, ya que primero tenemos que conocer su imaginario y después aplicar las técnicas de cambio, pero hay muchas más probabilidades de que el/la cliente mantenga la motivación y el cambio, finalmente, se dé.
Respecto al punto 6, es una posición en la que me instalo fácilmente y creo que en cierta parte responde a la visión que socialmente se tiene de unx psicólogx. A pesar de que este artículo vaya sobre el coaching, pienso que la posición desde la que ambos profesionales acompañan es la misma y que ambas disciplinas comparten un mismo propósito: que el/la cliente/paciente se encuentre a sí mismo/a y desarrolle sus propias estrategias de cambio.
Para mí el “fracaso” de un proceso de coaching (o de psicología) no es solo responsabilidad del pacientx. También lo es del coach o terapeuta, ya que la terapia se realiza entre lxs dos y el pacientx va a donde las intervenciones, propuestas y preguntas del psicologx o coach le llevan.
Por último, el vídeo resume para mí las ideas a las que Hermínia hace referencia de una manera muy visual y entendedora.
Gemma R
Como estudiante de psicología encuentro útiles los puntos mencionados en este artículo. Algo que me llevo de estas prácticas en el Institut Gomà y que estoy segura de que voy a aplicar en mi futuro como psicoterapeuta es la idea de acompañamiento al paciente desde el respeto, siendo así el paciente el responsable de sus propios cambios. Partir de la idea de que el paciente/cliente ya dispone de las herramientas para el cambio me parece un punto de partida del proceso muy enriquecedor tanto para él como para nosotros, los terapeutas.
Mònica Sagnier
La importancia de la aceptación, el adaptarnos a las necesidades del cliente, el respeto, la confianza, el evitar ser directivo… así resumo yo lo expuesto en la primera parte del artículo. Cuestiones muy importantes para crear una buena alianza terapéutica, algo básico para el éxito de nuestras terapias según mi punto de vista. También destaco la gran utilidad que tiene, para los profesionales en psicoterapia, la supervisión. Es una herramienta que nos ayudará muchísimo a ser unos buenos/as profesionales y realizar nuestra labor de una manera mucho más eficaz.
El video que se nos propone ver en este artículo me ha gustado muchísimo, puesto que explica de forma muy clara 2 cosas: por un lado, cómo actúan algunas personas frente a los cambios o, mejor dicho, cómo se quedan en su zona de confort encontrando cientos de excusas… Verlo así de sencillo es muy útil para entender la cuestión y poder tratarla en profundidad como psicólogos/as y/o coaches. Pero también nos planeta que, a menudo, lo que uno percibe como resistencia al cambio realmente no es más de “prioridades distintas”. Esto me recuerda a un artículo anterior de Herminia en el que se hablaba de los distintos puntos de vista, algo que muy a menudo no tenemos en cuenta. ¡Gracias!
Júlia Jané
Este artículo me ha interesado especialmente, ya que durante las prácticas hemos ido comentando todos estos aspectos, que provocan que un paciente se resista al cambio. Realmente puede llegar a ser muy frustrante, porqué no depende de nosotros si aquella persona quiere involucrarse en su proceso. Podemos llegar a motivarlos, pero el cambio final reside en ellos.
Júlia Bartra Pallarès
No he tingut més experiència, que la que em va oferir l’Institut Gomà de viure un procés psicoterapèutic com a professional. Però arran de converses i sensacions generals, em dona l’efecte que sovint quan exercim de psicòlogues o coachs creiem que com la nostra pacient o clienta a vingut per «sanar-se», serà aquesta la que mostrarà impedient per al seu objectiu.
Però hi ha vegades que no tenim en compte que nosaltres mateixes, com a professionals podem ser un impediment per aquest desenvolupament. I la llista de factors principals que podrien impedir el procés són: censurar al client, obligar a seguir una línia d’actuació molt rígida, menysprear punts de vista del client, capficar-se en el mateix punt de vista de la situació, plantejar un procés que no motiva al client i seguir endavant i per últim, ser una coach alliçonadora i aportar situacions al «problema» sense que el client intervingui.
Penso que un professional que treballi amb persones, ha de ser molt flexible i adaptable al seu client, pacient o usuari. Són aquestes que han de generar un desenvolupament cap a un lloc, que solament aquestes coneixen i nosaltres estem per guiar i acompanyar aquest procés. Per això, hem de ser molt humils i acceptar que ens podem equivocar en el nostre enfocament.
Marc Ventosa
Creo que el vídeo refleja muy bien la frustración que suele abundar en la gente que intenta cambiar a los que le rodean, teniendo en cuenta solo sus prioridades. Es muy importante ver qué elementos motivadores hay en cada persona y a partir de aquí gestionar el plan desde el que se trabaja. Institut Gomà me ha proporcionado la visión de que el paciente/cliente es quien posee sus verdades para el cambio y solamente él puede saber cuales son. Intentar imponer nuestras verdades siempre resultará en frustración, y si conseguimos el cambio estaremos promoviendo que el paciente siga unas metas que no son suyas.
Anna Sanz
Como bien comenta el artículo y como hemos podido leer y escuchar en muchas otras ocasiones, la alianza terapéutica es fundamental para que un proceso resulte exitoso y, para ello, como bien se dice en el artículo, es necesario que el cliente y el profesional trabajen juntos.
Como profesionales creo que es muy importante que tengamos esto presente y que durante los procesos terapéuticos o de coaching siempre recordemos los diferentes puntos de los que habla este artículo y que pueden hacer que nuestro paciente o cliente desarrolle una cierta resistencia al cambio. Para ello y para poder evitarlos en sesión creo que el autoconocimiento y el trabajarse a uno mismo son aspectos muy importantes porque nos permitirán observar si estamos trabajando adecuadamente junto con el paciente y fortaleciendo ese vínculo entre los dos, o por el contrario, estamos cometiendo algún error y entorpeciendo el proceso.
Agata Tresserra
Algo que he aprendido durante el prácticum y de este articulo es sobretodo poner consciencia a los posibles errores que podemos cometer como futuros psicólogos. Poner el foco al creer en nuestro paciente, a ser pacientes, a acompañarlos y no salvarlos es lo que más me enriquece como aprendiz de esta profesión.
Janna
Tot i que tots els punts que has mencionat són molt importants i sempre s’han de tenir en compte m’ha agradat molt el segon dient “el coach puede estar llevando al cliente a su casa, cuando lo que realmente necesita el cliente es llegar a la suya”. Aquest paral·lelisme és molt clar i és algo que com a psicòlogues també hem de tenir molt en compte, ja que sense adonar-nos podem estar dirigint al/la pacient allà on ens sembla millor i no deixem que sigui ell/a mateix/a que vagi on vol.
Estic molt d’acord en que les supervisions són molt útils per a millorar com a professionals, i personalment les gaudeixo infinitament.
Aina
Aunque sea estudiante de Psicología, este artículo me parece de gran interés y valor ya que considero que tener estos puntos claros y ser consciente de todo esto me va a permitir ser en un futuro una mejor profesional. Tomar consciencia de estos puntos y ver la aplicación psicológica de ellos me parece clave y fundamental para mi proceso y formación profesional.
La idea de » algunos profesionales del Coaching pueden considerar que su Cliente no está preparado para el proceso, que no tiene voluntad de cambio y cargar la responsabilidad del fracaso a su Cliente, en lugar de revisar su propia praxis, sus propios prejuicios y limitaciones», me parece aplicable al 100% al mundo de la Psicología. Una vez más, reafirmo la importancia que tiene para mi poder estar bien trabajada y revisar mi praxis para poder ejercer de la mejor manera y poder llegar a ser la profesional que quiero ser.
Reflexionar sobre estos puntos me ayuda a cuestionarme y a motivarme para seguir creciendo y evolucionando como persona y profesional.
Irene Gutiérrez Coranti
Muchas gracias Hermínia por este articulo! Tanto en tus sesiones como aquí, me quedo con la importancia tanto de terapeuta como de coach a CREER en tu cliente, a confiar en él y eso implica saber que si el cliente quiere cambiar, lo hará. Nadie se conoce más que uno mismo y creo que la confianza de coach a coachee es primordial. Me ha parecido muy interesante el concepto de ceguera egocéntrica, el cual me parece clave a la hora de llevar cualquier tipo de proceso a cualquier cliente, ya que la importancia total y absoluta del centro del proceso es del cliente, por tanto, el coach simplemente acompaña al cliente ya sea en un proceso de cambio o cualquier otro tipo sin limitar, sin juzgar y sin prejuicios. Nadie es más experto de uno mismo, que uno mismo.
Mar López
Al conocer más el trabajo de coaching una de las cosas importantes que he aprendido es que la confianza en la capacidad de cambio del cliente es uno de los factores más importantes para garantizar el éxito del proceso, otro factor es el respeto hacia sus tiempos es decir, el cliente es el experto en sí mismo, el coach le acompaña en su proceso, atiende y ordena y devuelve sus reflexiones, pero no es su función la de decidir cuándo y como se debe de producir un cambio y eso puede provocar una resistencia. Cuando el cliente puede y desea cambiar, esta listo, lo decide, es el momento adecuado para acompañarle, y solo entonces puede producirse un cambio verdadero con un significado propio no impuesto y con una voluntad genuina.
Maria Jose Dalmau
Me ha encantado este post. Vuelve a recordarnos que debemos ser responsables de nuestros actos y comportamiento. No debemos olvidar que el cliente siempre quiere cambiar, si no cambia no es porque no quiera, es porque no estamos haciendo bien nuestro trabajo. Debemos reflexionar sobre nuestra praxis para si poder aprender.
Irene
Estoy de acuerdo que en un buen proceso de coach como en un proceso terapéutico el éxito de este mismo reside en el vínculo entre coach y cliente, que se base como bien dices en la comprensión, empatía, confianza y implicación.
Sara Pérez Campillo
Siento que al estar empezando, cuando practicamos en clase o particularmente con amigos, tengo que concentrarme mucho para no «aleccionar» al cliente, ni caer en la tentación de dar consejos u opiniones en relación a cómo lo haría yo. Me pongo en la piel de un coachee y a mí no me gustaría que me dijeran lo que debo o no debo hacer, sino que me acompañaran en mis decisiones y me apoyaran con confianza. Creo plenamente en la autonomía, y aunque el coaching es un trabajo de dos, el cliente debe ser autónomo tomando sus decisiones y el coach simplemente debe respetarlas. Si bien es cierto que si la decisión es la equivocada, el coach es quien estará allí para acompañar al cliente a llenarse de confianza y probar otra estrategia. Esto me parece muy vinculado al cuarto punto: a veces nos queremos centrar en algo que realmente no avanza, cuando existen miles de alternativas que pueden funcionar. Opino que una de las funciones del coach es también la creatividad: hacerle ver a nuestro cliente que las cosas no tienen un sólo enfoque. Y escribiendo esto me ha venido en mente una frase que leí en el libro La bibliotecaria de Auschwiz: «Lo que hace la literatura es lo mismo que una cerilla en medio de un campo en mitad de la noche. Una cerilla no ilumina apenas nada, pero nos permite ver cuánta oscuridad hay a su alrededor». Creo que si cambiamos la palabra literatura por coaching, el significado es justo lo que transmite este artículo.
Gracias Hermínia.
Toni de Gea
Gracias Herminia por hacernos de espejo y transmitirnos tal reflejo.
No debemos censurar ni enjuiciar al cliente, por la complejidad que pueda suponerle el hecho de explicar al Coach, la situación en la que se encuentra.
Cuando enjuiciamos, negamos una realidad al cliente, y podemos caer en el error de hacerle cargar con emociones innecesarias las cuales pueden entorpecer el proceso.
Tampoco sería adecuado, ofrecer al cliente nuestro punto de vista, seguramente no lo necesite, y posiblemente, dificultemos más que facilitemos. Evitaremos caer en el error de hacerle sentir atropellado y le facilitaremos el espacio que requiera para expresarse con naturalidad y comodidad. Nuestro enfoque ha se der constante, pues el cliente no nos ha contratado para confundirle más de lo que probablemente esté. De esta manera, podríamos perder hasta nuestro objetivo. Esto generaría una desgana al cambio, propiciando un distanciamiento sobre su propósito. Sin darnos cuenta, provocaríamos un ataque a sus valores y esto nos podría generar más una resistencia al cambio, pudiendo valorar entonces si le merece la pena el esfuerzo.
Al seguir innovando, nuestra frustración irá creciendo, introducimos un concepto nuevo, aleccionador… Este último, es el que acabaría derrumbando la sesión, perdiendo cualquier oportunidad de generar algún cambio posible para con el cliente…
Aprendamos a generar el espacio necesario para que el cliente sea el protagonista de sus metas.
Ferran Safont
Per a poder acompanyar a un client a fer un canvi, hem d’estar totalment nets i escoltar al nostre client. Cal generar una balança de pro’s i contres, on és importantissim que sigui el client qui l’ompleni i no el coach el que hi volqui les seves inquietuts.
El bon coach:
accepta la realitat del client de forma neutra
escolta les necessitats del client
ajuda al client a conectar amb els seus valors
no força la seva intuició en contra del client
Creu fermament que el client esta motivat
Creu en que el client té la solució.
Mireia Farré Canela
Pel que vaig veient, una de les claus per l’èxit en un procés depèn de l’autenticitat del vincle entre el coach i el client. I per derivacions en l’etimología de la paraula autèntic, trobem el concepte d’authentés que es refereix a aquell que actua per si mateix, que pren la iniciativa i que és amo dels seus actes… es refereix a lideratge!
Així que vetllar per l’autenticitat té a veure amb mi, amb que lideri tot el que de mi depèn, la MEVA responsabilitat en tota la meva interacció,
cris Castañeda
Para mi este punto es uno de los más difíciles de ser un buen Coach. Implica tener una mente abierta y dejar de lado tus propios valores y experiencias.
Alejarnos del rol de «ayudador» o «amig@ que aconseja», al que muchos estamos tan habituados, para convertirse en un «facilitador de conversaciones con uno mismo».
Implica mucha conciencia y control: un talento a desarrollar.
Paula Daniela
Este artículo me hizo pensar en un hexagrama del IChing, un oráculo de guerra chino. No recuerdo el nombre del hexagrama pero recuerdo que su lección es parecida a la información expuesta en al artículo. En el hexagrama se indica que siempre obraremos de forma inadecuada cuando cuidamos en exceso a los demás más de lo necesario porque allí estamos les negamos la capacidad de cambio. Una de las personas que interpreta el hexagrama agrega que cuando le negamos la capacidad de cambio a alguien más nos la estamos negando a nosotros mismos. Como coaches no podemos negarle esta capacidad a las(os) coachees, y menos a nosotros. Para ver estas capacidades sería provechoso hacernos concientes de nuestras resistencias al cambio. Cuando nos encontramos ante otra(o) a quien le negamos la capacidad de cambio debemos saber cuáles son las resistencias que nos han impedido a notosotros transformarnos en la situación y ser la pieza que produce que las demás cambien.
Fina Vallejo
Es muy importante que el coach esté al servicio de su cliente, liberándose de sus creencias, de su ego y de su historia. Y en todo momento mediante las técnicas y herramientas que el coaching nos proporciona y la actitud de servicio y de creer en el cliente. No llevar al cliente a su casa, sino a la casa del cliente. Confiar en que el cliente llegará dónde quiera llegar y no interfiriendo en el proceso ni dándole consejos ni aventuŕandonos en finales que no tienen que ver con el coachee. Tiene que haber una gran complicidad entre ambos y confianza. Se debe disfrutar del tremendo poder de la conversación teleológica y de sus grandes beneficios.
Esther García
Del post me quedo con el vídeo. La creencia que tenemos de que la gente es resistente al cambio cuando en realidad no valoramos qué es importante para cada individuo, cuáles son sus valores que le empujan a ver un beneficio en ese cambio. Damos por hecho que lo que es válido para nosotros lo es también para los demás, cuando en realidad debemos ver a cada persona como un individuo independiente con sus valores y necesidades, distintas a las nuestras.
Sonia Bernad
Interesante post y muy útil en mi práctica profesional diaria. Recordarme que como futura coach he de aprender a centrarme en el cliente, en su cambio, en su historia, sus valores, sus decisiones, su ritmo. NO en los mios. Es super fácil caer en la creencia «yo se que es lo que necesita el cliente», alimentando mi «ego». Y a la vez alejarme del cliente y dificultar el proceso de cambio, posiblemente esto faciliten las resistencias, el no saber hacer el traje a medida del proceso que necesita cada cliente. Grácias.
Miguel de Molina
Un post más que interesante Hermínia, que pone una vez más el acento en nuestra responsabilidad como coaches (y terapeutas) de conservar una posición de neutralidad y despojarnos de nuestras ideas y puntos de vista personales, ya que es únicamente desde el mundo y los parámetros del cliente desde donde debemos trabajar, sólo a través de un acompañamiento auténtico y no manipulador, posibilitaremos que el cliente goce de un espacio adecuado para poder reflexionar libremente y alcanzar distintas tomas de conciencia que le ayuden a conseguir sus objetivos. En resumen, es una llamada a la humildad, a no entender nuestra posición como la de un experto aleccionador, sino más bien, como un acompañante humilde y dispuesto.
VERONICA CABRERA
Para hacer un buen proceso de coaching hemos de ver el mundo tal y como lo ve nuestro cliente. Hemos de ponernos sus gafas y dejar las nuestras en un cajón. Hemos de saber escucharlo y respetarlo. Cada persona es única y tiene diferentes necesidades. Considero que en supervisión podemos detectar los errores que cometemos e ir mejorando poco a poco.
Otro aspecto fundamental es la humildad, el coach no tiene la solución de cliente, es el propio coachee quién tiene la solución.
CHRISTÈLE PIERROT
¡Buenos días Herminia! Tomo consciencia de que si mi cliente no cumple con sus compromisos, antes de concluir que no está preparado para el cambio (o explicaciones semejantes), he de revisar mi praxis yo misma y con supervisión, porque esta misma puede estar al origen de esta resistencia.
¿Cuanto censuro, niego o enjuicio su realidad? ¿Cuanto le «empujo», le obligo? ¿ Cuanto estoy tomando en cuenta sus valores? ¿Cuanto es pertinente mi enfoque? ¿Cuanto creo en su motivación? ¿A caso le estaría dando soluciones mías inconscientemente?
¡Gracias! Pongo esta herramienta en mi bolsillo 🙂
María García
Este artículo me hace reflexionar sobre la apertura a la mirada del otro en cualquier proceso y lo necesario que es dejar fuera nuestra realidad para poder meternos de lleno en la piel del otro y en su forma de ver y entender el mundo. Y qué importante que tengamos en cuenta que, ¡nada de empujones al coachee! Si no imaginemos cómo nos sentimos cuando alguien nos empuja. Esa será su sensación cuando tratemos de llevarle a ese lugar al que creemos que tiene que dirigirse. Además, si estamos empujando al cliente nos estaremos empujando a nosotros mismos a ese camino que creemos que el otro tiene que ir sin saber si quiera si es allí donde al otro le gustaría estar.
Tengamos siempre presente que estamos con nuestros coachees para lo que ellos quieran conseguir y cambiar.
Un artículo para recordar y leer en esas ocasiones en las que veamos que algo no va bien en un proceso y podamos revisar si alguna de estas opciones está ocurriendo.
Víctor Melero
En primer lugar debo reconocer que yo era una de esas personas que pensaba que la gente tiene miedo al cambio ya que supone acercarse a nuevos horizontes que anteriormente desconocen. No obstante, después de ver el vídeo he cambiado mi perspectiva sobre esto, cuestionándome la creencia inicial de la cual partía. Decir, rápidamente, que el vídeo me ha parecido absolutamente sublime.
En cuanto al artículo en sí, decir que me parece interesante y que hace hincapié en diversos aspectos que hemos comentado durante este tiempo en clase. El primero de ellos es la necesidad de que el coach se trabaje a sí mismo antes de cualquier proceso. El segundo, el proceso de acompañamiento desde una posición de igualdad (adulto-adulto) y no desde un rol de aleccionador. Y, por último, la necesidad de revisar nuestras intuiciones, de cuestionárnoslas i pedirle al cliente que nos la valide.
Cumpliendo estos tres apartados básicos, conseguiremos que nuestro cliente esté motivado para el cambio haciéndole responsable del mismo. Debemos ser críticos con nuestro trabajo de coach en lugar de cargarle «la culpa» a nuestro cliente en aquellos procesos que no funcionan. Este artículo es perfecto para hacer reflexionar al coach sobre su praxis y sobre la necesidad de ajustarse al cliente y no al revés.
Sandra Gómez
La lectura de éste artículo me ha hecho reflexionar sobre lo importante y esencial que es nuestro trabao personal cuando nos queremos dedicar a acopañar a las personas en sus procesos evolutivos. El autoconocimiento y la autoreflexión son básicos para poder identificar esos patrones y mapas mentales que surgen de manera inconsciente y que afectan de manera notable al proceso de coaching de nuestros clientes. Para poder identificar estos patrones mentales tenemos que ser muy conscientes de que esto requiere ser muy honestos y humildes con uno mismo.
Cuando estemos delante de una persona y la estemos acompañando es necesario repetar lo que nos dice, sin juicios ni valoraciones personales. Necesitamos flexibilidad y comprender las necesidades del cliente. Esto será más fácil si antes hemos comprendido nuestras propias necesides y la forma que teníamos de satisfacerlas.
Adriana Lau
Hola Hermínia,
este artículo me hace pensar en un espejo. El coach que através del feedback da el reflejo del coachee, en mi rol de aprendíz de coach me hace darme cuenta lo importante que es que nosotros hemos de ‘limpiar nuestras gafas primero’ para no entorpecer esta función.
El respeto hacia la persona es clave para que el proceso pueda llegar a fluir, así como detectar sus motivaciones para no llevarlo a mi casa.
Muchas gracias por compartir con todos nosotros este artículo que seguro mejorará nuestra praxis, personalmente me hará tener en cuenta otros factores.
Manuela Nuñez
Este artículo me ha hecho tomar consciencia de que los profesionales en la teoría del coaching teleológico somos nosotros, pero los profesionales en los casos son los propios clientes. De manera que yo como coach profesional debo, por un lado, ser consciente de que es necesario trabajarme y conocerme a mi misma para poder diferenciar mi proceso del proceso del cliente, evitando «llevármelo a mi casa». Por otro lado, como coach profesional debo confiar plenamente en las capacidades del cliente y no cuestionar lo que el me dice, es decir, confiar plenamente en él en todos los aspectos y ser su fan. La confianza total en el cliente es lo que me permite respetar su ritmo, comprender que es su proceso y que yo lo acompañaré a alcanzar su objetivo.
Comparto un video que expresa con diferentes películas la libertad que tenemos todos como seres humanos al elegir nuestro camino y al tomar nuestras decisiones, de las capacidades que tenemos todos y del alcance que podemos llegar a tener si nos trabajamos y nos conocemos.
https://www.youtube.com/watch?v=nIvhObImH0k
neus salvatella
Ante la resistencia al cambio de nuestros clientes hemos de revisar cual es nuestro rol como coach, generar contexto y escuchar activamente al coachee para entender su resistencia desde la humildad de estar siempre en continuo aprendizaje.
URSULA MARTÍNEZ
Este artículo me hace retornar a la eterna reflexión que el coach debe estar «limpio» para poder llevar a cabo exitosamente un proceso de coaching. puesto que si el coach ejecuta juicios de valor, no entiende al cliente, no empatíza con él, no podrá acompañarlo de la forma más adecuada, porque siempre lo llevara a su propia casa y el cliente se perderá en el camino y nunca llegará a la suya. Donde el coach tenga limitaciones, estará limitando al cliente.
Por otro lado, creo que realizar un cambio en el área de crecimiento personal, significa, en muchos casos, realizar cambios en paradigmas y creencias muy enraizados en el cliente. Si el coach no los entiende y comprende, o los concibe como banales e intenta a través de «consejo» solucionar «el problema» del cliente, este cambio nunca será integrado. El cliente debe hacerlo suyo, el cliente debe comprometerse por el mismo con su propio proceso de cambio y de ese modo, sintiéndose apoyado y acompañado, encontrará por sí mismo su meta.
Encontré un vídeo, con un matiz alegre y divertido, pero creo que ilustra de forma clara y sencilla todo lo que vamos reflexionando gracias a este artículo.
https://www.youtube.com/watch?v=kM2bhuZFCvU
Eli
El artículo me ha hecho ver que no es nada facil enfrentarse a la tarea de ser un buen coach y acompañar a otra persona de manera eficaz en su proceso de cambio. Pero el video todavia me lo ha dejado más claro. Y no solo el hecho de que hay que mantener una buena comunicación con el cliente, para tener claro de que prioridades partimos, y en que podemos poner más enfasis para que el cambio sea bueno (creencias positivas), si no que me he dado cuenta que hay personas que no quieren cambiar porque simplemente estan bien como estan. Su vida esta bien y no aspiran a más…..y por mucho que queramos que mejoren sus condiciones, si no lo quieren ellos, no cambiaran.
Gracias Hermínia por demostrarme de una manera muy gráfica este aprendizaje. Ahora veo claro que saber partir de las prioridades del cliente, entender lo que quieren y hacerselo ver de una manera positiva para ellos, hace que el cambio sea posible.
Marc
Gracias Herminia,
Tan importante es como vital, escuchar con el fin de entender y no preparar la siguiente pregunta. Tener en cuenta los valores del cliente para estar conectado con él desde principio a fin del proceso.
andrea velasco
Muchas gracias por este artículo fue muy enriquecedor y nos acerca al proceso de formación como mejores coaches. De este comprendí que para que se de un buen proceso de Coaching el Coach y el cliente deben trabajar juntos en un ambiente de plena confianza. Muchas veces es muy fácil que como coaches pongamos en el proceso nuestras propias creencias, prejuicios y formas de pensar, cuando en realidad trabajamos con la información que nuestros clientes nos brindan y en ningún momento interviene lo que nosotros pensemos. Al mismo tiempo cuando un proceso no se esta dando, llegamos a pensar que nuestros clientes no se encuentran motivados, sin embargo debemos comprender que cada uno de nosotros tenemos nuestras propias motivaciones y nuestro papel como coach es encontrar cual es la de nuestro cliente y de este modo se dará un proceso exitoso en el que el cliente se encuentre emocionado de comenzar! Muchas Gracias por compartirlo.
Marce
Que aportación mas valiosa de la mano de herminia, trabajar nuestro «ego» y aportar al proceso mas confianza, comprensión empatia e implicación con nuestro coachee dará resultados extraordinarios, donde vamos a realizar un trabajo juntos y romper las barreras donde nosotros como coch no debemos formar parte de esas barreras. Empezar a ir a las supervisiones para mejorarme como profesional. Tomar el camino correcto, dejar que el cliente descubra su camino sus necesidades y a donde quiere ir, sin que lo guiemos. Es una reflexión de resistencia al cambio como excusa para algo, en el caso especifico que nos ocupa como coach no se puede poner como manifiesto ya que el coachee es el que sabe como cuando y para que.
Maria Jose Gaete
Si bien ya lo habíamos conversado en algún momento, me queda aún mas claro! Estoy muy de acuerdo, creo que al comienzo puede ser un poco mas complicado, ya que estamos acostumbrados a dar nuestro punto de vista, dar consejos y querer que los otros vean las cosas desde nuestra perspectiva. Considero fundamental que nuestro ego, prejuicios y puntos de vista cerrados no se apoderen de nosotros, tanto en la vida, como también en este bello proceso que haremos con nuestros futuros clientes.
Gracias una vez mas por continuar aportando a nuestro proceso de aprendizaje.
Ana Bolsa
Entiendo que a menudo en los procesos de coach el cliente muestra resistencia al cambio pero muchas veces puede ser ocasionado por una mala praxis de su coach, quizás estamos empujándolo hacia un cambio que él no quiere, no hemos identificado su “olla de oro” ni hemos analizado desde su perspectiva cuáles son sus motivaciones para ese cambio, las ventajas y las desventajas de salir de su zona de confort.
Cómo coaches debemos ser muy cuidadosos en no imponer, no enjuiciar, no empujar, no aleccionar a nuestros clientes. Debemos comprenderlo, confiar en él, confiar que el cliente sabrá identificar el cambio que debe hacer y que cuándo lo descubra, será capaz de hacerlo, no habrá resistencia y dentro de sí sabrá encontrar la motivación para hacerlo.
Estableciendo con él una relación de adulto-adulto, basada en la confianza, la comprensión, la empatía y la implicación, evitaremos que el cliente genere resistencias y desde esta postura seremos capaces de acompañar al cliente en el proceso de cambio de manera exitosa.
Isidora López Ugalde
Gracias Herminia por el post!
He estado mirando los vídeos relacionados con le que subiste, y encontré este que me pareció muy gracioso, a la vez que ilustrativo.
https://www.youtube.com/watch?v=LAOICItn3MM
Para mi este mostraría como, si ponemos nuestro ego delante, se imposibilita el avance, miestras que si hay un diálogo y se analizan las diferentes posibilidades, se puede llegar a una solución satisfactoria para ambas partes.
Para mí, este vídeo sería un resumen de esos errores típicos, y como podrían solucionarse de la manera más efectiva posible.
Laura Martinez
Es muy importante escuchar el punto de vista del otro, porque como ya se decía en otro post del blog, la situaciones son las mismas, lo que varía son las interpretaciones de ellas y en este caso el objetivo del proceso de cambio es del cliente y el punto de vista es el suyo, sin interferencias del coach. Para eso, hay que trabajar la praxis y creer en el cliente y en su evolución personal, ser su fan como dice el post, para acompañarle en sus avances.
Andrea Huisgen
Muchas veces se nos mete en la cabeza la idea de que es el cliente el que se está resisitiendo al cambio, el que no quiere mejorar y encima somos nosotros los que intentamos darle una solución, cuándo es él mismo el que tiene que encontrar su solución.
He aquí la importancia de las supervisiones, cuando estamos estancados y pensamos que la culpa es de nuestro cliente, cuando lo que tenemos que hacer es ser más humildes y pensar que es nuestro »método» el que no está funcionando.
Me ha encantado el video, je je je
Gracias
Ana Santana
En este artículo destacaría una idea fuerza, la «ceguera egocéntrica». Tener presente que el cliente no es el alumno ni el coach el profesor. Para mi es muy significativo cómo Herminia nos visualiza cómo incidir sobre el cliente, como coachs, generando un espacio de confianza, comprensión, empatía e implicación, para que él pueda desarrollar todo su potencial y sea el protagonista de su propio cambio.
MON
Los errores que señalas Hermínia, podrían aplicarse a tantas profesiones, no sólo a los coachs. Colocarse en el lugar del saber y de la expertise, sin reconocer lo que hay de sabio en el otro. Lo que más me ha gustado de este post es el video, que de una manera muy sencilla explica muy buenas herramientas, en el sentido del post, de no ver las limitaciones en el otro, sino en ti misma, y superarlas.
Gracias
Sandra Macho
Tras la lectura de este artículo queda muy claro que para que un proceso de coaching sea exitoso se ha de trabajar en equipo, coach y cliente trabajando juntos.
Para ello es muy importante que la relación entre ambos esté basada en el respeto, la confianza, comprensión, empatía e implicación.
El papel que cada uno de ellos tiene es muy importante, pero el coach, tiene que tener muy claro sobre todo cual es su papel, para que éste no interfiera de manera negativa en el proceso y así evitar resistencias por parte del cliente.
El coach tiene que actuar bajo el rol de la humildad, dejar de lado sus juicios, opiniones y necesidades. Éste tiene que centrarse en el objetivo del cliente, en sus necesidades y sus valores. Tiene que tener claro, que la solución la tiene el cliente, y que él sólo tiene que facilitar al cliente el camino, acompañándole en su proceso, para que él mismo encuentre la solución adecuada para resolver su problema.
Muchas gracias por estos artículos tan instructivos,
Gemma
Escucha,respeto,no juicio y dejar de lado nuestro ego,para acompañar al cliente en su proceso de cambio , es el único camino que hará que un proceso de coaching pueda resultar exitoso.
Debemos pensar que un cambio siempre presenta su dificultad por mucho afán de cambiar que se tenga,en el momento que uno se plantea cambiar es porque algo que hace no le gusta lo suficiente y en ese momento uno no acaba de ser consciente que solo por pensarlo e intentar pasar a la acción, ya es un acto de valentía, por contra a veces nos sentimos débiles y temerosos de equivocarnos. Es justo en ese momento, que ese temor puede llegar a hacer a la persona vulnerable, que se sienta débil y se bloquee y cualquier muestra de que el coach no cree en el o no lo apoya puede ser negativo para el proceso. Es por ello que el coach debe ser un respetuoso y exquisito acompañante, para que el cliente recorra su camino con paso firme y decidido, hasta alcanzar el anhelado cambio.
Raul montero
¿Quien dijo que cambiar fuera fácil? Recojo la frase con la que termina el video. Obviamente cada uno posee sus motivos para el cambio.
Aunque haciendo referencia al texto resalto el uso de las supervisiones, ya que a veces no es solo cuestión de ego, pero las personas caemos en bucles de los que no logramos salir, o nos empeñamos en que algo es así y es así, y gracias a una supervisión nos pueden ofrecer otra realidad, punto de vista que permita el éxito en ese proceso con nuestro cliente.
Un buen recordatorio, que en lo referente a minimizar el yo y a la humildad siempre viene muy bien.
Mònica Agustí
En este momento que me encuentro, empezando la formación en coaching, tomar conciencia de las dificultades que supone no juzgar y respetar si no es el momento de cambio del cliente, parece una obviedad, pero estoy segura de va a ser muy difícil en el momento de la verdad ante el cliente. Me lleva a pensar que realmente hemos de ser muy generosos en el rol de coach, porque no creo que sea posible trabajar desde el “disimulo” ante mis propias emociones o creencias, sino que tiene que ser “real” y partir del punto de vista del otro, desde la autenticidad y desde la generosidad, porque de algún modo “ lo-mío-no-es-mejor,-es-más-mío-pero-no-te-sirve-a-ti” Creo que el término “ceguera egocéntrica” lo resume bastante bien. Un artículo revelador, trataré de mantenerlo fresco en la praxis. Gracias Herminia.
Mónica Rodríguez DiMartino
Gracias Herminia, yo encuentro que todo el contenido de tu artículo, esclarece magníficamente, cual ha de ser nuestra función como coachs.Asumimos así, que se contará con nosotros para que el cliente encuentre, a través de nuestra participación, el modo ó tipo de cambio que «yá» se plantea ó le mueve realizar. Sin embargo, nuestra función será estrictamente «acompañarle a descubrir» cuál es ó de qué manera está representada su «olla de oro». Comprendo, que la claridad con la que el cliente consiga identificarse con el valor y significado de esos objetivos por alcanzar, serán la energía y el sentido con los que organizará y ejecutará los cambios que desee, habiendo ponderado también los riesgos que acepta como parte del proceso y sintiéndose completamente dueño de sí mismo y de sus logros y merecida satisfacción.
Joan Rullan
Este artículo me recuerda varias situaciones en que he intentado convencer a alguien para algo, pensando en que sería por su bien, y no ha funcionado. Cada persona tiene sus propios valores, intereses, creencias… Y hay que tenerlas en cuenta a la hora de proponer un cambio.
Saber mirar desde la perspectiva del otro, identificando aspectos positivos y negativos del cambio, o de quedarse en la situación actual, será fundamental para poder acompañar al coachee. Imagino que normalmente un cliente acude sabiendo donde quiere llegar y cuales son los efectos positivos de este cambio, o los negativos actuales que le empujan a cambiar, pero a menudo puede ser que los temores a los diferentes «peligros» del cambio, o perder lo positivo actual lo bloquee.
Por otra parte, los mensajes que se dan al principio del artículo son, como gran parte de los ejemplos que he visto hasta ahora en clientes, erróneos, al poner el foco en los otros y no en uno mismo. Pensar que el problema está en el exterior es principalmente improductivo pues más allá de justificarse individualmente no permite actuar para desatascar la situación. Por lo tanto creo que debe ser una idea básica para los coachs, así como a transmitir a los coachees, de centrarse en aquello que afecta a uno y que está en su mano poder cambiarlo.
De nuevo surge la necesidad también de ser siempre conscientes de qué nos pasa y como nos sentimos, respondemos… ante cada coachee para evitar poner cosas nuestras en él, o «cargarlo a nuestra casa».
Raquel Cordoba
Hola Herminia,
Me encantó tu artículo, y muchísimo el video que compartiste con nosotros. A veces olvidamos que los 4 elementos deben ser enfocados en el otro, no en nosotros (lo que gano con el cambio, lo que pierdo, lo que gano si no cambio y lo que pierdo). Lo que para mi supone subir una montaña, supondrá diferente para el otro. El beneficio que encontrará el cliente arriba en la cima, será del tamaño que él quiera, de la índole que él necesite, de acuerdo a su estilo de vida y sus valores. Que las consecuencias que puede acarrear ese nuevo camino enfocado al cambio, debo plantearlas como algo necesario y describirlas como algo insignificante, comparándolo con los beneficios que la persona podrá obtener. La gente no se resiste al cambio, quizá lo que está ocurriendo es que no necesita «ese» cambio, porque lo que estamos enfocando, es un cambio de acuerdo a nuestras necesidades, no a las suyas. No quiere decir que el cliente esté poco motivado, es que quizá nuestro punto de vista está equivocado. Estará motivado cuando realmente el cliente vea que ese cambio le traerá consecuencias muy positivas en todos sus ámbitos tanto personales como profesionales, y que las consecuencias negativas, vale la pena afrontarlas, porque al final, no serán negativas, serán obstáculos necesarios que sobrepasar para llegar a su meta. Des de la humildad, cada proceso que creamos como Coachs que no está funcionando, es porque algo no estamos haciendo bien, o porque se nos ha pasado por alto algo relevante, importante y clave en el proceso. Echar las culpas al otro es el camino fácil, que no nos llevará nunca a buen puerto. La introspección en nuestra ejecución nos hará crecer como coachs pero también como seres humanos, sólo de esa manera conseguiremos ser unos buenos entrenadores de mentes, des del paradigma de ser unos «eternos aprendices».
¡Muchas gracais Herminia!
Patricia Boquete
En estas ocasiones, pienso incluso que debemos olvidarnos de que el coach forma parte de nuestro trabajo. Una vez te formas, es algo que difícilmente olvidas en algún momento del día y que, por alguna extraña razón… te acompañará siempre. Por ello debemos empezar con buen pie, comprendiendo que, somos guías de nuestro cliente y deberá ser siempre él quien lleve el timón. Respeto, flexibilidad hacia el otro…. Me suena a código deontológico.
Un saludo,
Inês de Lemos
Muy interesante y esclarecedor el esquema de las ventajas y desventajas de cambiar o seguir igual. Me permitió entender que en un proceso de cambio hay algo que me mueve (allí donde quiero ir) y/o me empuja (salir de una situación actual incómoda) pero también algo que frena (la zona de confort de la situación actual/conocida y el miedo al camino desconocido).
Me llevo sobretodo de este artículo la idea de que para poder acompañar a mi cliente de forma exitosa, debo creerlo y querer conocerlo; descubrir donde quiere ir, que le mueve, de que huye, que teme perder … «¿Qué quiere cambiar? ¿Donde le llevará? ¿Para qué? ¿Qué opciones tiene?»
Paula Folch
Me ha sido muy esclarecedor leer el artículo y después ver el vídeo. La motivación para el cambio reside en lo que el cliente valora como importante, que será el motor para empezar a dar los primeros pasos. Como profesionales es esencial tener una mirada discernida y enfocarnos en lo verdaderamente importante para el proceso: comprender con qué perspectiva ve el cliente su propio mundo para acompañarle en el cambio que ÉL quiere realizar y nosotros nos encargamos de ayudar a hacerlo de modo que le sea más atractivo.
El mundo del coach se aparta para dar espacio al del coachee, este es nuestro compromiso y si alguna cosa está enturbiando, sea un juicio, una interpretación hacia su manera de hacer camino, etc., supervisémonos con un profesional, seguro que de alguna manera estaremos poniendo algo nuestro en el cliente…
Un abrazo!
Lara Borrell
Gracias Herminia por este articulo que lleva a la reflexión tanto a coachs como a psicoterapeutas. A veces, tenemos muy claro en nuestra cabeza que cambios queremos conseguir en nuestro cliente y nutrimos constantemente nuestro ego profesional intentando conseguir dichos cambios. El problema aparece cuando ni siquiera sabemos que cambios quiere conseguir la persona que viene a pedirnos ayuda. Es necesario que dejemos de lado nuestra «exigencia laboral» y tengamos las orejas bien abiertas para escuchar y comprender lo que nuestro cliente nos pide, que es que le ayudemos en su proceso no a construir nuestro proceso profesional.
Gracias de nuevo
anamaría
Si Herminia una de las cosas mas difíciles es conectar y escuchar y es cierto que la supervisión es una actividad de mejora continua que te hace conectar y escuchar con el rol de coach.
Es el miedo que nos hace permanecer quietos sin movernos ni avanzar en el proceso pero lo que nos mueve y hace crecer es el proceso en sí y a veces lo intelectualizas, pero no eso no evita que escuches y transites situaciones dolorosas que nos sacan de la zona de confort y nos resuenan y a menudo nos ayudan a escuchar nuestra propia pregunta que aun esta sin contestar .
Pero como el cliente me importa entonces escucho y transito sin prejuicios y crezco con mi cliente porque su crecimiento también es mi crecimiento.
un abrazo
anamaría
Montse Rovira
Gràcies per l’article ! Per a mi significa a grans trets que quan tenim un client davant ens hem de deixar nosaltres en segon terme i fer-lo passar a ell davant. Obrir els cinc sentits i caminar al seu ritme i pel cami on ell vol anar. Des que he començat aquesta aventura apasionant tinc la sensació de cada vegada més descobreixo coses noves, coses que vull aprendre…el cami es fa cada cop mes ample. Per a mi la supervisió es bàsica, m’ajuda a centrar-me , a veure altres punts de vista. Trobo vital que una persona amb més experiencia i que veu amb més distància i objectivitat el cas que estem portant sigui al nostre costat en aquest cami que iniciem i en el que hi ensopeguem vàries vegades. GRÀCIES MIL
Diana Espinosa Prado
Muchas gracias Hermínia!!! Siempre es reconfortante leer tus artículos porque reflexiono acerca de esta maravillosa profesión y me encanta. En la praxis he comprobado cómo algunos de estos factores pueden entorpecer el avance del proceso. Por el ejemplo esa tonta manía que tenemos de enjuiciar, además de forma casi inconsciente, de ahí mi propósito de limpiar y abrir la mente recurriendo a la creatividad para generar las condiciones que el coachee necesita, cuando hay conexión hay avance! Ser fan del cliente es fundamental para acompañarlo y entusiasmarse con el proceso pienso que también es vital, así como seguir su agenda dentro de su contexto y conocer sus necesidades y sus valores, que entiendo son los pilares en los que se sustenta para su desarrollo. El vínculo entre coach y coachee necesita del compromiso, el respeto, la tolerancia, la humildad y las ganas de aprender de ambos. Vivo cada proceso como un fascinante viaje, todo un placer! Un abrazo.
Mònica Parejo
Suerte para los leones que no todos somos cazadores! Algunos somos viajeros que disfrutamos de la bellesa de la naturaleza! Aunque ciertamente, es importante estar connectados con esa esencia y tomarla en nuestra consciencia, porque el viaje no es fácil y el león debe encontrar su propio sino, sin ataduras. Ciertamente, agradezco poder contar con las supervisiones de Hermínia. Verdaderamente ayudan a que el cazador no asome la cabeza.
Conécta cómo quieres ser tratado como león y dejarás en la distancia al posible cazador. Mònica
Sergio Balderas
Herminia, siempre tu lectura es nutritiva, en el caso de este artículo me hace reflexionar sobre un renciente caso de aprendizaje con un coachee.
Gracias
Alex Fiol
El artículo nos ayuda a reflexionar sobre las resistencias al cambio. Creo sinceramente que la resistencia al cambio es un mito y que lo único que pone de manifiesto es la incapacidad del Coach para ayudar al cliente a realizar el cambio que necesita y no el que nosotros creemos que necesita. Cuando cambiar se convierte en algo atractivo, divertido y motivador y nos permite conseguir el resultado que queremos no oponemos ninguna resistencia. Muchas veces la resistencia del cliente lo que nos está diciendo es: quiero cambiar; pero no así, no tan rápido, no de esta manera …
Un abrazo a todos
Beatriu
Muchas gracias Hermínia¡¡ Siempre va bien recordar todo esto que nos explicas, pues a veces caemos en el error de dar por hecho lo que nuestro cliente quiere, y lo tomamos como si fuera nuestro propio objetivo que él lo consiga. La mayoria de veces, no sólo hay que escuchar a nuestro cliente, si no también escuchar lo que no nos dice y hacer las intervenciones pertinentes a lo que suponemos y/o creemos. Nunca podemos dar por válido algo que no nos haya dicho el cliente y que sólo sean suposiciones nuestras. El cliente es capaz de buscar y encontrar su propio objetivo así como de llegar a él. Como coachs sólo hay que acompañarlo no decidir por él a donde tiene que llegar. Para esto y como bien dices es indespensable ser humildes, confiar y escuchar, escuchar y escuchar.
A seguir disfrutando ¡¡
Ingrid
Gràcies Hermínia! Me encanta el resumen tan claro de los errores más típicos que cometemos a la hora de llevar procesos de coaching. Ciertamente, sin supervisión es muy complicado entender los errores que estamos cometiendo en los procesos que no acaban de funcionar. Para mi la supervisión, que la entiendo como el acompañamiento de un coach experimentado, es fundamental poder entender qué errores estamos cometiendo. Si somos lo suficientemente humildes para escuchar con atención plena al coach que nos supervisa, tal vez, podamos empezar a corregir las trampas que nuestro ego nos pone siempre para protegernos en los procesos de coaching.
Esther
Gracias Herminia por esta reflexión, en especial en este momento, en que como coach en prácticas del Máster, empiezo a dar los primeros pasos en la práctica del Coaching.
Este artículo me ayuda a tener presentes cuatro aspectos con los que conecto:
– la importancia de pasar por esta supervisión de casos, que es una guia inestimable
– la alta responsabilidad que supone acompañar a otra persona que nos abre su Alma y le acompañamos en su proceso de cambio
– la necesidad de trabajarnos como personas si queremos SER coach, ya que donde estemos limitados, limitaremos al coachee
– descubrir lo Fascinantes que somos las Personas, y que Aprender sobre nosotros mismos nos llevará toda la Vida
¡¡¡ Es una suerte poder Disfrutar esta Supervisión y del Crecimiento Personal que nos proporciona empezar a SER COACH ¡¡¡¡
de nuevo, HERMINIA GRACIAS
Sara
En lo poco que he experimentado el proceso de coaching ya me doy cuenta de lo dificil que es dejar el ego a un lado, ese rol salvador que nos hace buscar soluciones rapidas y eficaces para nuestro coachee, sin darnos cuenta que nuestra solucion nunca sera la correcta, ya que es nuestra y no de ellos mismos.
Pero…para los que venimos del mundo de la pedagogia, es tan dificil dejar a un lado al maestro que llevamos dentro! ¿Como hacer que nuestro rol de enseñar para aprender? La unica manera posible que veo es acompañar para aprender…tarea dificil, pero creo que si algo he aprendido de herminia es que no debemos temer los nuevos retos.
Gracias por el articulo, muy apto para la reflexion!
josep gendra
Muchas gracias Herminia. Esclarecedor. Se puede decir más alto pero no más claro. Sólo con la mirada desde la humildad para con nuestro Cliente somos capaces de acompañarle a su casa. Y le podemos acompañar si hemos realizado el propio camino, como Coachs, del Liderazgo Personal. Y sólo con «horas de vuelo»: Horas de Prácticas y Horas de Supervisión seremos los Coachs que nuestros Clientes necesitan. ¿Cuándo? ¡qui lo sa! Y ahí reside la grandeza y trascendencia del Coaching y del SER Coach… Herminia, tú siempre dices que cada Coach tiene el Cliente que necesita, tanto si el Proceso llega a buen puerto como si no, para el Cliente. Una verdad como un templo. Eso significa que como Coachs no paramos de aprender y crecer, y debemos agradecerlo a nuestros Clientes, siempre. ¡Gracias por Supervisarme!