Coaching empresarial, General
Aprender a ser feliz, un reto posible
En momentos de estrés, depresión, ansiedad, preocupación, caos, inquietud, soledad o sufrimiento, la posibilidad de ser feliz me parece una quimera.
Prolongar esta situación tendrá graves consecuencias para mí y para mi organización. Cuánto antes pueda superar esta coyuntura antes podré obtener mejores resultados. En estos casos un proceso de Coaching puede ayudarme a ser consciente de quien soy y de los cambios a realizar para retomar el liderazgo de mi vida. ¿Cómo me ayudará el proceso? A través de las preguntas, el Coach me confrontará y me animará a salir de mi zona de confort. Las preguntas me abrirán la puerta a nuevas perspectivas para realizar los cambios precisos para liderar de nuevo mi vida.
¿Qué pensamientos están enturbiando mi mente?
¿De qué estoy huyendo?
¿De qué me estoy defendiendo?
¿Qué me estoy impidiendo sentir?
¿Cuándo escucho mi voz interior, qué me está diciendo?
¿Qué me está preocupando?
¿Dónde me estoy ubicando en esta situación?
¿Qué he perdido?
¿De qué me estoy alejando?
¿Desde que posición estoy observando mi vida?
¿Qué prejuicios me están limitando?
¿En qué excusas me instalo para no cambiar?
¿Qué puedo hacer al respecto?
Preguntas profundas que requerirán de todo mi coraje y valentía. Audacia para enfrentarme a la verdad, para no persistir en el desánimo ni el la queja. Preguntas que me devolverán el protagonismo y me harán consciente de que tengo el poder para cambiar mi manera de interpretar y vivir la situación actual.
Existen muchos y diversos caminos para conseguir experimentar felicidad. La felicidad la entiendo como un estado natural de las personas que disfrutan de una vida plena, buena y significativa.
¿Cómo entiendes tú la felicidad?
¿En qué momentos conectas con la felicidad?
¿Cuál ha sido un momento de especial felicidad para ti?
¿Cómo te sientes cuando eres feliz?
¿Qué llena de significado tu vida?
¿Cuál es el propósito de tu vida?
¿Qué alegra tu espíritu?
¿Qué pensamientos, decisiones o comportamientos te acercan a experimentar felicidad?
¿Qué te impide hacerlo de continuo?
¿Qué contribuciones realizas para generar felicidad en tu entorno personal, familiar y profesional?
Podemos ser felices desarrollando emociones positivas, como por ejemplo el buen humor, la alegría, el entusiasmo, la satisfacción, la serenidad, la paz, la tranquilidad, el optimismo, la esperanza, la confianza o la gratitud.
En estos momentos de tu vida:
¿Qué hay de positivo?
¿Qué es lo que más te satisface?
¿En cuál de tus capacidades confías más?
¿Cuál es tu actitud más atractiva?
¿Cuál es la esperanza que te inspira a seguir adelante?
¿A quien quieres mostrar tu agradecimiento?
¿Qué logro te produce más satisfacción?
¿Qué proyecto despierta tu entusiasmo?
¿Qué pensamientos te relajan?
¿Cómo conectas con tu serenidad?
¿Cómo podrías mantener la conexión con estas emociones positivas?
¿Qué obstáculos te lo pueden impedir?
¿Cómo los superarás?
Cada uno de nosotros tenemos nuestras propias fortalezas, que nos aportarán satisfacción todos los días de nuestra vida, en todos nuestros ámbitos de actuación.
¿Cuál es tu fortaleza?
¿Cuál es la manera más satisfactoria de utilizar esta fortaleza?
¿Qué consigues cuando la esgrimes?
Cuando ponemos nuestras fortalezas personales al servicio de alguna causa que nos transciende cargamos de sentido nuestra vida.
¿De qué manera fomentas tu propio desarrollo?
¿De qué manera fomentas el desarrollo de las personas de tu entorno?
¿Qué contribuciones sociales estás realizando?
¿En que proyectos para hacer un mundo mejor estás cooperando?
¿Qué legado estás dejando a las futuras generaciones?
Para vivir una vida plena, buena y significativa no se trata de eludir las frustraciones inevitables a nuestra andadura por el mundo, tampoco se trata de evitar las situaciones complejas. A mi entender, lo importante es aprender a recuperarnos y, ágilmente conectar con lo que realmente logra lo mejor de nosotros mismos.
La felicidad tiene que ver con el dominio personal (dominar nuestro carácter) y con la responsabilidad (hacernos responsables de nuestros propios resultados). Para conseguir conectar con la plenitud, la paz, la alegría i la riqueza interior hay ciertos aspectos que requieren nuestra atención:
¿Qué tipo de pensamientos dominan mi mente?
Cómo sigo el propósito que guía mi vida?
¿De qué manera trabajo en mi mejora constante?
¿Cómo disciplino cada día mi cuerpo, mis emociones y mi espíritu?
¿Qué respeto ejerzo hacia mi tiempo de vida?
¿Qué aportaciones desinteresadas ofrezco a los demás?
¿Cómo conecto con el aquí y el ahora?
Si conseguimos dominar nuestra mente, tener un propósito que llene de significado nuestra vida, si nos hacemos responsables de nuestra mejora constante, si nos comprometemos con nuestro tiempo, si aportamos desinteresadamente nuestro apoyo a los demás significa que estamos invirtiendo en nuestro dominio personal y liderándonos para superar las crisis que aparecerán en nuestro devenir cotidiano.
En nuestro interior hay un gran tesoro, ¡No lo desperdiciemos!
Cómo dice R.S. Sharma en su libro El monje que vendió su ferrari.:
“Si de verdad quieres aprender, es mi deber enseñarte, pero te he de pedir antes una cosa, cuando hayas aprendido las lecciones que precises para ser feliz, compártelas con los otros que las necesiten”
Hermínia Gomà
2 Febrero 2010
4 Comments
Bianca van der Veen
Me ha hecho reflexionar este post en varios temas, si consigo dominar mi mente, tener un propósito que llene de significado en mi vida, si me hago responsable de mi mejora continua, si me comprometo con mi tiempo, si aporto desinteresadamente mi apoyo a los demás significa que estoy invirtiendo en mi dominio personal y liderandome para superar las crisis que aparecerán. ¿Lo estoy haciendo? La respuesta a dia de hoy es que no en todos loa ambitos de mi vida. Pero ganas tengo. Quizas deberia plantearme sesiones de coaching para responder a estas cuestiones.
Josep muntan goma
Qué importante parar! Recapitular, revisar, considerar, planificar y ejecutar. Podemos dejarnos llevar y que la vida nos guíes, pero a mi entender, costará vivir una vida plena, satisfactoria si no somos proactivo. El propósito da sentido a nuestra vida, sin propósito, un para qué, creo que la vida no vale la pena. Viviremos para contentar a los demás, y consciente o inconscientemente seremos esclavos de nuestro entorno. En este post salen muchos puntos super interesantes. Me quedo también con el concepto del servicio a los demás, a nuestro entorno. Dar sin esperar retorno es un acto de generosidad que acostumbra a llenarnos el alma y da sentido a nuestra existencia. Para mí, todo está comunicado, y por consiguiente, cuando sirvo a mi entorno, estoy cuidando mi entorno, por lo tanto mi vida. Es importante el servicio pero sin olvidar nunca que el servicio no puede eliminar o perjudicar nuestras necesidades vitales. Parar y observar son dos acciones que deberían, a mi entender, ejercerse desde los inicios de la escolarización y que debería revisarse constantemente según el individuo va avanzando en las distintas fases de la construcción de su ser.
Gracias Hermínia!
merce
M’està anant molt bé, respondre’m a totes aquestes preguntes. Per què no envies algun altre article semblant? Personalment, m’interessa més que els de lideratge per a empresaris.
Una abraçada. Gràcies per la teva generositat en compartir amb nosaltres el teu saber
Evelyn Pauli
Me encanta el tono optimista con que proyectas algo tan profundo y emergente en estos tiempos.
Exquisito!