Presentación
En este artículo encontraréis los siguientes apartados:
1. Introducción
2. Ejemplos de celos o envidia en el trabajo
3. El papel de los directivos y directivas
4. Celos y envidia en la naturaleza humana
5. Abordar estos temas desde el Coaching Teleológico
6. Bibliografía y Links complementarios
1. Introducción
Sed rígidos con vosotros mismos, pero condescendientes con los demás.
De este modo os veréis libres de toda envidia y resentimiento.
Confucio
¿Qué es peor? ¿La envidia o los celos en el trabajo?
¿Te sientes mal cuando felicitan a un compañero?
¿Consideras que a tus compañeros les va mejor que a ti?
¿Crees que los esfuerzos de los demás se valoran más que los tuyos?
¿Piensas que la “nueva” ha ocupado tu lugar?
¿El clima laboral está enrarecido?…
Los celos y la envidia son más comunes y frecuentes de lo que pensamos y aparecen sin que seamos conscientes de ello. Las consecuencias para la organización son nefastas y una de las principales causas de malestar en los entornos laborales, sobre todo, cuando son persistentes y generalizados. Pueden ser la causa de rupturas de relaciones profesionales, dar problemas de concentración, moobing o aislamiento, provocar alteraciones en el desempeño, desmotivación, bloqueos, sabotajes, angustia, absentismo laboral, ansiedad, resentimiento, estrés, falta de compromiso, ambientes tóxicos, rivalidades, más chismes, menos colaboración, menor creatividad y menos tiempo trabajando. Son situaciones muy delicadas e inciden directamente en el clima laboral. Afortunadamente las podemos llegar a identificar y aprovechar como grandes experiencias de vida que nos permitirán crecer a nivel personal y profesional si las personas que lideran el equipo lo afrontan con delicadeza y firmeza, desde la comprensión, el apoyo y el sentido común.
“La envidia de un empleado es una emoción resultante de una pérdida de autoestima cuando otro obtiene lo que este desea. Los celos constituyen un estado emocional, surgido de la amenaza que se percibe en una relación estimada valiosa, que motiva un comportamiento dirigido a luchar contra dicha amenaza.
La envidia involucra a dos personas; los celos, a tres”.
Son afectos que se vivencian siempre en relación a otra persona”.
K.Dogan y R. Vecchio
Un factor determinante en la aparición de estos nocivos sentimientos en los entornos laborales es la gran presión competitiva que sufren algunas organizaciones. Cuando el profesional es una persona segura de sí misma y conoce su propio valor, cierto nivel de competencia es estimulante a nivel personal y profesional, potencia su talento, su creatividad y la calidad en sus resultados (si la presión persiste durante mucho tiempo sus resultados se verán afectados). En el caso de que las personas sean inseguras o desconfiadas, esta presión competitiva bajará su autoestima, sufrirán apatía, bloqueo, acumularán resentimiento o por el contrario pueden mostrarse revestidas de una falsa imagen de “prepotencia”.
Curiosamente los celos y la envidia no se muestran inmediatamente, lo habitual es que se vayan almacenando en forma de rencor. Este resentimiento se nutre de la búsqueda de fallos en el otro para poder hablar mal o justificarse ante sí mismos, lo que los mantiene en un rol de victimas que a su vez genera más resentimiento. El rencor almacenado se puede expresar también boicoteando el trabajo de los compañeros. Lamentablemente la persona que así se expresa, está mostrando al mundo sus propias incapacidades, debilidades, su inmadurez emocional y su falta de capacidad para trabajar en equipo, en definitiva, su falta de liderazgo personal. ¿Quién en alguna ocasión no ha sentido la picazón de los celos o la envidia en su entorno laboral? ¿En quién nos convertimos cuando los sentimos?
Podríamos decir que la envidia es la suma de rabia por no poseer lo que el otro tiene, miedo de que esto disminuya nuestra propia valía ante los demás, tristeza por la pérdida que esto comporte y ansia por desear lo que no se posee. Y añadir que los celos son el sumatorio del miedo a perder lo que creemos poseer, o rabia ante la posibilidad de que alguien disfrute u obtenga algo que creemos nos pertenece, sea importante o no. En casos extremos, las personas celosas no sólo envidian lo que otra ha recibido sino también querrían que se les quitara la recompensa y recibirla ellos. Los celos incitan a la manipulación.
2. Ejemplos de celos o envidia en el trabajo
Se parecen ellos a los exaltados;
pero lo que los exalta no es su corazón, sino la venganza.
Y cuando se vuelven finos y fríos no es su espíritu, sino la envidia.
Friedrich Nietzsche
En mi estancia en Chile he vuelto a visionar un clásico del cine de los años 50: Eva al desnudo. Protagonizada por la extraordinaria Bette Davis, en el papel de actriz consagrada. En este drama, una joven que quiere llegar a triunfar como actriz, se introduce en un grupo de actores de teatro llegando a ser la confidente de una veterana y famosa actriz. A través de los halagos y la seducción logra manipular a todos. Sus ganas de actuar y los terribles celos que siente la llevan a traicionar a todos sus compañeros para alcanzar el éxito en su carrera. Realmente es un clásico de la cinematografía y una de aquellas películas que no dejan indiferente al espectador. La escena casi final en la que Margot (Bette Davis), le dice a Eva, después de que ésta reciba el premio (una estatuilla dorada): “Hablaste bien Eva, pero yo no me preocuparía mucho por el corazón, ya que siempre puedes poner este trofeo en su lugar”.
Un ejemplo de los celos y la envidia llevada al extremo. ¿Has tenido alguna experiencia parecida? ¿Has sufrido las consecuencias de los celos o envidia de alguien de tu entorno laboral?.
En algunos casos los celos y la envidia aparecen por situaciones verdaderamente injustas, como por ejemplo, en las empresas en que la mujer lucha todavía por una posición de igualdad respecto al hombre, surgiendo un sinnúmero de situaciones que provocan graves y a veces sutiles (pero no por eso menos injustos) agravios comparativos.
Otra de las situaciones en las que florecen estos sentimientos es en interacciones entre socios. Lamentablemente los conflictos por celos y envidias entre socios son bastante frecuentes. Por ejemplo, imaginemos el caso en que dos socios crean una sociedad en que el reparto de acciones y por tanto de beneficios no es parejo. Al principio de la relación no era perceptible, pero a medida que la organización crece las desigualdades se hacen más patentes. Produciéndose una fuerte insatisfacción en la relación o desavenencia hasta el punto de que la relación se fractura irremediablemente; sobre todo si las situaciones provocan en alguno de los socios una sensación de insuficiencia, injusticia o atacan al concepto de sí mismo y por lo tanto la autoestima de alguno de ellos. Demasiadas sociedades, antes de los diez años han naufragado o se han desintegrado por motivos de celos o envidias entre sus socios. Sobre todo cuando uno de ellos empieza a erigirse como más competente o exitoso que los demás.
Existe otro tipo de celos o envidias relacionados con las instituciones públicas: Los celos institucionales, que pueden llevar a la duplicación, triplicación o más de departamentos o funciones, con el enorme costo que representa para los contribuyentes. Demasiado a menudo hemos visto como desde las instituciones públicas, los celos y las envidias determinaban la creación de departamentos, consejerías, o ministerios que replicaban funciones para que estos sentimientos quedaran enterrados.
Hay directivos y directivos que no pueden soportar verse rodeados de colaboradores que los superen, que sean más inteligentes o talentosos que ellos. Temen perder su trabajo o verse superados o suplantados por ellos. En estos casos pueden realizar acciones muy deplorables como: apropiarse de los logros de sus colaboradores, apartarlos, denigrarlos, frenar su ascenso, ignorarlos o incluso criticarlos y maltratarlos, llevándolos a situaciones de moobing. Desgraciadamente, este hecho es demasiado frecuente y las consecuencias muy dolorosas para aquellos que sufren los celos y la envidia de sus propios superiores. Cuando hablo con alguien que está siendo victima de los celos y la envidia de otros les recuerdo un cuento muy inspirador:
«Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía. Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía… Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:
– ¿Puedo hacerte tres preguntas?
– «No acostumbro a dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar» – contestó la serpiente…
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? -preguntó la luciérnaga.
– «No», -contestestó la serpiente.
– ¿Yo te hice algún mal?» -dijo la luciérnaga.
– «No», -volvió a responder la serpiente.
– «Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
– «¡¡¡ Porque no soporto verte brillar!!!»
3. El papel de los directivos y directivas
El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve;
con lo que se imagina basta.
Jacinto Benavente
¿Existen diferencias en el grado de envidia y celos en función de los directivos?¿Cómo lo manejan los directivos y directivas?
¿Pueden ser los provocadores?
Los directivos y directivas conocedores de esta realidad son muy conscientes de no crear situaciones en las que se produzcan agravios comparativos, al contrario:
- Generan condiciones para que se reconozca el valor y las aportaciones de todos los componentes del equipo.
- Dan apoyo a sus colaboradores conversando con cada uno de ellos y estando atentos a sus contribuciones.
- Propician oportunidades para crear cohesión e integración entre ellos.
- Fomentan o promueven relaciones de colaboración y reconocimiento de la singularidad de cada miembro del equipo.
- Fomentan situaciones de igualdad de oportunidades.
- Inspiran valores como la libertad, el respeto, la generosidad, el compromiso, la responsabilidad.
Hay directivos, sin embargo, que aun creen que fomentar la rivalidad, por ejemplo, entre profesionales o departamentos es una estrategia para incentivar y motivar a su gente. Puede ser que funcione momentáneamente pero a la larga, estas estrategias dejan un regusto desagradable ya que, finalmente, fomentan, la envidia y los celos entre compañeros o entre departamentos que han de colaborar y lograr un objetivo común que favorezca a todos los integrantes de la organización.
Los directivos y directivas no pueden sustraerse a veces de sentir ciertos favoritismos, ya sea por afinidad o por intereses personales. Lamentablemente estos favoritismos pueden acabar reportando diferencias salariales, tiempo de dedicación, refuerzos que se otorgan, objetivos o retos de diferente nivel de desafío o responsabilidad… ¿En algún momento has sido consciente como directivo o directiva de actuar desde el favoritismo? ¿Cómo te sientes cuando el directivo tiene favoritos y tú no te encuentras entre ellos?
Otro párrafo lo podríamos dedicar a los Directores Generales de ciertas organizaciones que sin darse cuenta discriminan a sus directivos por el valor que otorgan al área que dirigen. ¿Fomentas los celos entre tus directivos por considerar, por ejemplo, prioritaria el área de Finanzas sobre la de RRHH? ¿Otorgas más ventajas, tienes un trato discriminatorio en función del área que dirigen?
4. Celos y envidia en la naturaleza humana
La envidia, el más mezquino de los vicios,
se arrastra por el suelo como una serpiente.
Ovidio
Todas las personas, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado estos sentimientos “narcisistas”. Sentimientos que llevados al extremo pueden interferir profundamente en nuestra felicidad y llevarnos a ser “la peor versión de nosotros mismos”. Celos y envidia son sentimientos que forman parte de la naturaleza humana. Ejemplos de ello los encontraremos en relatos míticos, religiosos y artísticos: Caín que mata a Abel, Yago que induce a Otelo al homicidio través de una calumnia porque desea su puesto, o la envidia de la malvada madrastra de Blancanieves que pregunta «espejito, espejito ¿quién es la más linda del reino»? y que al recibir una respuesta que no le place decide envenenar con una manzana a su rival.
Los celos y la envidia aparecen cuando “nos comparamos”.
La comparación es un atentado contra la autoestima.
Cuando tenemos envidia reaccionamos atribuyendo al otro déficits, características negativas, debilidades, etc. En el fondo lo que estamos haciendo es proyectar en el otro las “faltas” que vemos en nosotros mismos. Cuando criticamos al otro desde nuestra envidia en el fondo pretendemos destruir su credibilidad, su valor, el aprecio que por ellos pudieran sentir los demás. ¿Hasta que punto esta necesidad de destruir al otro no es el castigo que creemos merecemos nosotros por “ser insuficientes”? La envidia es un intento de proteger la imagen que tenemos de nosotros mismos y que aparece cuando nos sentimos amenazados al compararnos con lo que el otro posee, sean atributos personales o posesiones materiales, que nosotros desearíamos tener, reduciendo la importancia de los logros de los demás o desvalorizándolos, ridiculizándolos o despreciándolos.
El abordaje de estos sentimientos está vinculado a valores profundamente arraigados en nuestro interior. Presupuestos filosóficos o ideológicos vinculados al concepto de posesión-poder. Si como venimos reflexionando, los celos y la envidia se refieren a “posesiones-poder” que se anhelan o que se temen perder, ¿realmente poseemos a alguien? ¿Qué identificaciones hacemos con lo que “poseemos”? ¿Qué implica poseer? ¿Qué nos da poder? El análisis y reflexión de estos conceptos y valores nos facilitará darnos cuenta de nuestras creencias, las cuales pueden estas incentivando el miedo a perder nuestra identidad, nuestro propio valor y lo que puede ser peor, el respeto y el amor hacia nosotros mismos. El miedo está en la base de los celos y la envidia. La confianza es el antidoto que nos puede ayudar a superar estos sentimientos tan destructivos.
Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible.
Gregorio Marañon
Los celos están especialmente vinculados al amor, aprecio, reconocimiento, agradecimiento, lealtad que sentimos que nos deben y creemos que nos están quitando o estamos en peligro de perder en manos de los que “interpretamos” como nuestros rivales. Los celos se viven como el miedo a la pérdida o posible pérdida del aprecio de algo o alguien que valoramos, ante un rival real o imaginario. El problema es que a veces generamos relaciones en que creemos que poseemos al otro “como una cosa”. Que poseemos sus afectos y somos merecedores de lo que nos dan. Está también, por tanto, relacionado con nuestras expectativas.
Es importante que clarifiquemos el concepto de lo que realmente deseamos, ya que “la cosa” que deseamos puede ser un sentimiento, una persona, una ambición, etc. No somos conscientes de los valores y actitudes que subyacen al verbo “poseer”. Hay personas que desean poseer cosas por su mentalidad de “escasez”. En su interior hay un “niño” que siempre se sintió en falta, ya fuera de afecto, reconocimiento, valor, merecimiento, agradecimiento, consideración…
Joseph Epstein, en su libro Envidia realiza un lúcido y profundo análisis de estas “humanidades”. Según este autor “la envidia nubla el pensamiento, quebranta la generosidad, rompe cualquier vestigio de paz y acaba marchitando el corazón […] Una malevolencia silenciosa, una hostilidad fría y secreta, un deseo impotente, un rencor oculto y mortificante […] De los siete pecados capitales, la envidia es el único que no tiene nada de divertido”. Según Epstein la envidia de Lago es mucho más relevante que los celos de Otelo y señala que la envidia contiene una gran concentración de malevolencia, porque el envidioso quiere destruir la felicidad de los demás.
La aparición de conflictos, conscientes e inconscientes, es inherente a cualquier sistema de interacción humano. Un equipo de trabajo, una organización no se escapa a ello. Causa de estos conflictos tienen su base en la propia inseguridad personal o profesional, falta de empatía, en deficiencias a la hora de comunicarse sus miembros, un exacerbado espíritu competitivo y a una gran inmadurez emocional. Por ese motivo, cada vez más profesionales deciden formarse y desarrollar las competencias propias del Liderazgo Personal.
5. Abordar estos temas desde el Coaching Teleológico
En ciertos entornos donde el directivo no ha sabido manejar estos sentimientos o incluso los ha propiciado, en contextos donde el clima laboral está muy deteriorado por estos motivos y la dirección no se ve capaz de intervenir exitosamente es frecuente contratar a un Coach externo para poder afrontar objetiva y directamente la situación. Tanto para que el directivo desarrolle sus competencias de liderazgo como para que el equipo pueda superar la trágica situación y aprender de ella, aprovechándola como experiencia de crecimiento y maduración personal.
El abordaje desde el Coaching Teleológico de los celos y la envidia consiste en afianzar la autoestima del cliente , del equipo. También es fundamental que el cliente o el equipo tome consciencia de que está colocando toda su energía en la otra persona , o departamento (mirar hacia fuera) en lugar de colocarla sobre sí mismo (mirar hacia adentro) como persona o ellos mismos como equipo, para elevarse en lugar de hundirse. Reside también en la profundización del significado que para nuestros clientes o los miembros del equipo, estos sentimientos implican. Desde esta toma de conciencia podrán cambiar su posicionamiento frete a la situación y superar aquellas creencias que les están obstruyendo su visión real de quienes son y hacia donde quieren ir, independientemente de lo que hagan los demás.
En procesos de Coaching Teleológico profundizamos en el liderazgo personal y en el desarrollo de la inteligencia emocional. En este caso concreto nos centraríamos en el entrenamiento de las competencias intrapsíquicas como son: autoconocimiento, autoestima y regulación emocional.
Pero no solamente abordamos las características propias de la inteligencia emocional sino que acompañamos a nuestros clientes para que puedan conectar con valores como: la cooperación, la comprensión, la justicia, la confianza, el espíritu de equipo, la solidaridad, generosidad y sobre todo la sinergia.
El procedimiento avanzará en diferentes fases:
- Evaluar el grado de este malestar en la actualidad y el que desean haber alcanzado al finalizar el proceso.
- Cuestionarse el sentido y finalidad del objetivo a alcanzar
- Definir el objetivo del proceso.
- Describir su vivencia en la actualidad.
- Identificar las creencias que subyacen a estos sentimientos
- Analizar el significado de lo que están sintiendo y experimentando.
- Determinar que valores subyacen a su actitud frente a la situación.
- Tomar conciencia de las consecuencias y resultados desde el rol en que se han posicionado.
- Buscar el cambio de paradigma que le coloque en otro rol distinto al que se está colocando actualmente al interpretar su realidad.
- Ordenar toda la información recogida hasta el momento y devolver un feedback integrativo de todo lo escuchado para que el cliente tome mayor conciencia de su situación actual y futura.
- Acompañar al cliente a diseñar estrategias alternativas a la hora de afrontar estas situaciones.
- Elaborar un plan de acción.
- Reflexionar sobre los cambios que se han producido.
- Tomar conciencia de los logros conseguidos y celebrarlo.
6. Bibliografía y Links complementarios
Reidl Martínez, L. M. Celos y Envidia: Emociones Humanas. (PDF)
Rawls, J. Teoría de la Justicia (Video)
Epstein, J. Envidia. Paidós Ibérica. (reseña)
50 Comments
Mónica Rodríguez DiMartino
El tema ha demostrado por sí y a través de tan minuciosa exposición como la que compartes con nosotros, Herminia, su gran importancia. Así como la fuerza tan tóxica que puede ejercer sobre cualquiera de todos nosotros en diferentes momentos y circunstancias de nuestras vidas. Personalmente, tampoco me he visto eximida de ser víctima de ellos. Y tanto de sido objeto de celos y envidias, como en algunas dolorosas situaciones me he visto a mi misma padecerlos. Hoy vuelvo a alegrarme porque nos encontremos más conscientes y particularmente en nuestro caso, en el camino a desarrollar y aplicar el autoconocimiento y estrategias enriquecedoras para que en tanto seres que somos (en evolución y aprendizaje)encontremos y aprendamos a vernos y aceptarnos tan vulnerables y volubles como podemos llegar a ser. Víctimas muchos de nosotros de reflejos y/o interpretaciones que nos hagan sentirnos menos merecedores del amor, aprecio y valoración que por hijos de la misma vida podríamos reconocernos como «dignos de», y siempre recordando que «el otro», también lo es. Y podrá disfrutar de ello, amando.
ÚRSULA MARTÍNEZ
Gracias Hermínia por compartir tus conocimientos en este artículo.
Siempre había pensado en los celos un nivel más personal. Pero es absolutamente cierto y habitual que los celos y la envidia se den en el ámbito laboral.
Después de reflexionar, para mí también es importante que el líder, a través de su autoconocimiento e inteligencia emocional, sepa crear unos valores y unos objetivos compartidos; de ese modo, si todos sus mimbros sienten esa pertenencia al equipo, generando una identidad común, tanto los fracasos como los éxito seran del equipo.Y en este entono no existe la posibilidad que surjan los celos y la envidia.
Si potenciamos las diferencias individuales de todos, los distintos talentos, y los gestionamos a través de la colaboración y el compromismo, podemos a llegar a obtener resultados extraordinarios.
En el libro «Hacer piña» de Jordi López Daltell, hay un fragmento que explica: «el compromiso de todos y cada uno de nosotros combinado con la complementariedad de los físico, la personalidad y la experiencia, suma ese <> que nos lleva a pasar de la normalidad a la excelencia».
Sandra Macho
Como podemos observar tras la lectura de este artículo una vez más, el miedo vuelve a estar detrás de este tipo de comportamiento «extraño» que provoca la envidia o los celos. Así observamos como el miedo es la base de estos sentimientos tan destructivos, y que una vez más el único antídoto contra él, es la confianza.
Las personas que sienten celos o envidia, son personas dominadas por el miedo, personas que tienen muy poca o ninguna autoestima sobre sí mismos y que presentan una falta total de liderazgo personal. Y encima en muchas ocasiones, estas personas pretenden manipular a los demás, criticarlos, maltratarlos,… En definitiva, lo que hacen expresando este tipo de comportamiento hacia los demás, es mostrar sus propias incapacidades, debilidades y su inmadurez emocional.
«La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino». Cervantes
Saludos,
raul montero
Que gran artículo!!!
El artículo me lleva a la reflexión de lo que está sucediendo actualmente en las redes sociales. Hay personas que publican constantemente fotos de lugares maravillosos donde han estado, sus viajes, el amor que tienen con sus parejas, con sus familias, sus posesiones… Oigo mucha gente hablar sobre el tema, y veo muchos celos y envidias, por no poder hacer esos viajes, por no tener pareja, por no tener esas posesiones…Siempre desde la comparación y desde el paradigma de la pobreza….
¿Cómo vivo yo el éxito de los demás?
Martha Geller
Leyendo el articulo me he dado cuenta que la mayoría de los conflicto internos que tenemos los seres humanos nacen y se crean a raíz del miedo y que su mejor antídoto es la confianza, la confianza en uno mismo, la confianza en la vida y la confianza en los demás. Los celos y la envida, un sumatorio de emociones que emergen a partir del apego, la posesión, la desconfianza o la comparación, son sentimientos nocivos que también se sustentan en el miedo. Caigo a cuenta que realmente confiar es la base fundamental para andar por los senderos de la vida, para estar en paz con uno mismo y con el resto del mundo, para enfrentar los miedos con sus diferentes caras y para lograr lo que más anhelamos, nuestros sueños.
La cita de Jacinto Benavente presentada en el artículo “El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta” me pareció tan cierta, muy buena realmente, es que al final es nuestra mente la que imagina y crea historias, historias que solo están ahí en nuestra cabeza, dando vueltas y más vueltas, generando emociones y sentimientos que pueden llegar incluso a manifestarse de forma física si no los regulamos debidamente. Entonces nuevamente llego a la conclusión que la confianza es un valor esencial para enfrentarnos a la vida.
Isidora López Ugalde
Gracias Herminia por el post!
Mientras los leía todo el tiempo reflexionaba en la implicación que tienen los celos y la envidia. En ese momento nos estamos centrando en el otro, pero ¿dónde quedamos nosotros? Precisamente esa es la cuestión fundamental que siempre dejamos de lado, es decir a nosotros mismos. ¿Qué estamos ignorando de nosotros mismos?, ¿qué podemos extraer de esto que sentimos en relación al otro? ¿qué está diciendo esto de mí ahora? Centrarnos en nosotros mismos, identificar es el primer paso, para posteriormente trabajar eso que nos está molestando. Nosotros podemos cambiarnos a nosotros mismos, ese es nuestro poder, pero estamos equivocados si pensamos que el cambio debe producirse en los demás.
Nuestro asunto es nuestro, y el asunto del otro es del otro. Es otra salida que le veo a «lo que es, es».
Muchas gracias otra vez Herminia.
Laura Martínez
Los celos se acumulan en forma de rencor y se muestran en la crítica a otros compañeros, en esta conducta la persona está mostrando las que son sus propias incapacidades y su falta de liderazgo.
Las emociones que se desencadenan van de la rabia, tristeza y miedo y en este contexto el ambiente se enrarece y la baja la productividad.
Una de las responsabilidades en este tema es de los líderes que no fomentan diferencias y de la propia persona que tiene seguridad en sí misma, cuando uno está seguro de sí mismo, el reto es estimulante y no amenazador
Raquel Cordoba
Hola Herminia,
Impresionante post, creo que de tu blog, es el mejor que he leído hasta la fecha. Los celos… la posesión… el poder. ¿Por dónde empiezo? Muchas veces en el trabajo he podido sentir envidia, al observar cómo felicitan a una compañera por el trabajo que ha hecho, pero luego realmente pienso: «lo ha hecho muy bien, se merecía ese alago», y lo dejo ahí. Si empezara a pensar, «porqué a mí nunca me han felicitado», «quizá es porque no he hecho nunca nada bien,…» el resultado sería siempre muy negativo, no me sirve. Tiendo a pensar que todavía he de mejorar mucho y que simplemente, no se ha dado la ocasión por algún motivo, que no me preocupa, de que me feliciten. En la vida humana, los celos fuera del trabajo, en la pareja, es donde mayormente los he experimentado. Este artículo me ha dado mucho que reflexionar, pues llevo días con una amiga debatiendo el tema de los celos por otra amiga en común, con problemas con su pareja por este motivo. Le pasé el artículo para que lo leyera y realmente hemos llegado a conclusiones muy buenas. ¿Cuándo una persona es consciente que está celosa? ¿Estar celoso implica ser celoso? ¿Los celos vienen de una desconfianza propia o del otro? ¿O ambas? Hay celos que son piadosos, aunque creo que provienen de «cosificar» al otro del mismo modo. Los celos y la envidia pueden llegar a desquiciarte por completo, son negativísimos, llegados a un punto donde tu cabeza es el mejor elaborador de historias jamás contadas y nunca vistas que retroalimentan esos celos y acaban por volverte completamente loco. ¿El antídoto? La confianza, en uno mismo y en el otro. Me preguntaba mi amiga: «la confianza, vale, ¿pero cómo hacer que confíe?» A lo que yo le respondí: «Mira, a veces con solo ser consciente que no está confiando, ya es mucho. ¿Qué es la confianza para ti? Defíneme una relación actual que tengas que esté basada en la confianza». Es decir, ser consciente que estamos en una relación desde la desconfianza nos abre las puertas a poder rectificar y evolucionar, y saber en qué medida estamos o no confiando. Creo que es un tema muy común pero muy poco tratado en la actualidad.
¡Muchísimas gracias Herminia!
Ester
Un artículo que me ha abierto los ojos! he tenido delante de mis ojos a una persona que sufre celos a nivel laboral y a la cual yo no llegaba a entender, ahora me ha quedado claro. Me ha gustado mucho el artículo porque realmente engloba las conductas más características de la gente que tiene celos o envidia en el trabajo y ayuda a detectarlos para poder buscar alguna solución antes de que la persona llegue a ser tóxica o el problema se extienda inconscientemente dentro del departamento. La experiencia vivida al respecto hace que reflexione sobre cómo enfocar la situación, ya que el ambiente se encuentra contaminado y existe cierta incertidumbre sobre cómo actuar al respecto.
Una lectura muy útil
Gracias por compartir
Cristian Mulero Rierola
L’enveja és la suma de ràbia, por a no posseir el què l’altre té, por que això disminueixi la nostra pròpia valia cap als demés, tristesa per la pèrdua que això comporta i ànsies per desitjar el que no posseeix. Els gelós són el sumatori de la por a perdre el que creiem posseir, o ràbia davant de la possibilitat que algú gaudeixi o obtingui alguna cosa que creiem que ens pertany, sigui important o no.
Quan el professional és una persona segura de sí mateix cert nivell de competència és estimulant, però quan la persona és insegura l’autoestima baixa. També si per part dels directius hi ha una comparació fa baixar l’autoestima, i si no es regulen aquest sentiments de gelós i enveja, es van guardant en forma de rancor.
Fa dies en el seminari de l’autoestima ens va parlar de dos atemptats contra l’autoestima, eren els següents: Comparar i competir. Quan fem servir aquests dos conceptes l’únic que podem aconseguir és ferir l’autoestima d’una persona. L’Herminia en l’article ens anomena que cada dia hi ha més directius que aquests dos aspectes els tenen més clars i no hi ha comparacions ni activitats competitives.
Es diu que es veu el món des dels ulls de l’observador, els gelós que estan especialment vinculats a l’amor, apreci, reconeixement, agraïments, lleialtat que sentim que ens deuen o estem en perill de perdre en mans dels que “interpretem” com a rivals. L’Herminia en la revisió del llibre de Covey anomena un pilar que es troba en tots els hàbits que és el del Cercle de Preocupació i el Cercle d’Influència, la persona gelosa està instal•lada en la queixa, en la zona de preocupació. Per sortir d’aquesta realitat alternativa fruit de la interpretació, ens podem fer una pregunta que ens posa just al mig del cercle d’influència que és: Què és el que només jo puc fer?.
Ahir estava mirant un capítol del Mentalista, on es produïa un crim per enveja de classes socials, al final del capítol quan agafen l’assassina, el protagonista li demana: Et sents millor ara? A lo que l’assassina respon: “No, en absolut, ara em sento pitjor”. Joseph Epstein, citat a l’article de l’Herminia anomena que l’enveja ennuvola el pensament, trenca la generositat, trenca qualsevol vestigi de pau i acaba marcint el cor. Això em fa reflexionar sobre el que hem parlat a classe dels axiomes de la responsabilitat que es troben dins del Primer hàbit de Covey, i més concretament amb un que diu així: “Podem subordinar els nostres sentiments als nostres principis, valors (Respecte,
compromís).
Tots tenim els nostres alts i baixos, tots tenim dies bons i no tant bons, però sigui el dia que sigui, tenim el poder de subordinar els nostres sentiments als nostres principis i aquests, només els trobarem buscant en el nostre interior, coneixent-nos millor i sobretot estimant-nos. Què és el que només tu pots fer?
carmen molo
Para mí son palabras claves en los celos / envidia:
Comparación- Amenaza- Imaginación- Reacción – Miedo a la pérdida.
Ponemos el foco en NUESTRAS CARENCIAS.
Pero.. ¿ Por qué no poner el foco en NUESTRA LUZ ?
Así como dice el poema de Marianne Wiliammson » al permitir que brille nuestra luz estamos dando permiso a los demás para hacer lo mismo »
http://elpais.com/elpais/2013/05/17/eps/1368793042_628150.html
Admirar las cualidades y logros de los otr@s NOS CONSTRUYE…
ISABEL LOPEZ
Los celos y la envida son autodestructivos. Por desgracia me he encontrado con muchas personas celosas que han anulado a sus parejas por esto, excusándose con el mito tonto de»los celos son signo del amor que le tengo». No saben amar y encima se permiten el lujo de ir dando lecciones. el desgaste emocional es brutal cuando hablamos de celos y aunque está oculto bajo cantidad de mitos debemos tener mucho cuidado. Al final es uno mismo quien debe mirarse sus propias inseguridades, sus propias carencias, y no hacerles cargar a los demás con esas mochilas que no les pertenecen. Decía Cicerón: Nadie que confía en sí, envidia la virtud del otro.
Gracis Herminia
Alícia Bragulat
Aquí os dejo un buen documental sobre los celos.
http://www.youtube.com/watch?v=Wu62dHb9quA
Los celos, emociones sociales.
Alicia Aragón
Herminia, tu post refleja con claridad algunos cuadros que se encuentran en el mundo de la empresa.
Evidentemente las empresas las constituyen personas y éstas en funcion del grado de inteligencia emocional que poseen tendrán uno u otro comportamiento el cual se verá reflejado en los equipos de trabajo y por ende, en los resultados.
Conidero fundamental que desde RR.HH- Formación se potencien aquellos cursos de desarrollo personal, autoconocimiento, trabajo en equipo… en los cuales se trabaja desde los valores, las creencias, el para qué, y se llega a la confianza, se «otea» el autoconocimiento y permite tener un conocmiento de los compañeros.
Será ideal que el/la líder del grupo sepa crear ese clima de respeto, valor y confianza.
Anna Mollfulleda
Un colaborador que no se valora, el trabajo del cual no es reconocido por su manager, que se siente presionado por lo que le exigen, y que, a raíz de todo esto, se compara con las personas de su alrededor, tiene muchas posibilidades de estar sintiendo celos y envidia en el trabajo.
En mi opinión, es verdad que como personas tenemos la responsabilidad de cuidar nuestra autoestima, pero en el lugar de trabajo, nuestros directivos tienen muchos más recursos para prevenir esta situación y, cuando es inevitable, para diseñar estrategias para paliarla.
En mi empresa, por ejemplo, solemos hacer salidas y cenas para encontrarnos en un ambiente distendido. Este mes de julio hemos hecho un torneo de vóley playa. Es cierto que competiremos, y eso es, tal y como comentas Hermínia, muy negativo para la autoestima de los colaboradores, pero los equipos están mezclados; es decir, que en un equipo puede estar el director general y un becario, por ejemplo. De esta forma la jerarquía desaparece durante unas horas y, cuando volvemos a la oficina, unos días después, la relación con los directivos y con los compañeros mejora enormemente.
Para solventar una situación como las que planteas, creo muy conveniente el hecho de beneficiarse de una persona experta en emociones, y que sepa gestionarlas, como un psicólogo o un coach.
Daniel López Mongay
Herminia, un tema fascinante este de los celos y la envidia. Yo recientemente he podido presenciar la ruptura sentimental de un amigo, donde su ex-pareja era un celoso patológico. Estar en una relación con una persona celosa es una posición muy difícil, donde todos tus movimientos están siendo vigilados y controlados. Puede ser un sin vivir y que afecta a tu salud mental.
Respecto a este tema, he podido encontrar un artículo muy interesante que habla sobre la envidia, los estereotipos que la causan, y el placer que sentimos cuando algo malo le sucede a aquel al cual tenemos envidia.
http://www.psypost.org/2013/11/schadenfreude-feeling-pleasure-over-the-misfortune-of-those-you-envy-is-biological-21125
Anna Garriga
Me he centrado en el apartado 4: La envidía y la naturaleza humana. Me ha gustado el punto sobre las proyecciones, ver la envidia o los celos como una falta o deficid en uno mismo.
En terapia da buenas pistas sobre qué preguntar, hacia donde llevar la sesión, como atribuir responsabilidad a la persona envidiosa y como empezar a hablar de uno y no de los demás.
Supongo que dar un feedback de una proyección que hace el paciente, explicárselo y que él se de cuenta de como funciona el cerebro humano debe ser muy potente, espero poder ponerlo en práctica en un futuro!
gracias
Marcela Isabel Uribe Chaves
Leyendo este artículo acerca de los daños que pueden causar la envidia y los celos en el ámbito organizacional, recordé el seminario en el cual Herminia nos explicaba la ética del carácter, y decíamos que la ética nace de la interacción entre los seres humanos, es cuando tenemos en cuenta al otro, y también decíamos que el carácter eran aquellas virtudes y valores que nos guiaban y nos definían (desde el ser), esto me llevó a pensar que en las organizaciones se necesita vivir más la ética del carácter, y hablo de vivirla porque esta solo se transmite a través del ejemplo, si los líderes de una organización son coherentes, no tienen favoritismos, y valoran los talentos que cada uno de los integrantes de sus equipos de trabajo tienen y que los hacen únicos, estarán propiciando un ambiente laboral sano en el cual las personas quieran aprender de los demás, en vez de sabotear o envidiar al que tienen al lado. Gracias por el artículo.
Laura Gordo
Felicidades por este post Herminia, ¿Quién no ha sufrido estos celos o envidias? Es verdad que depende que organizaciones se manifiesta más pero a nivel personal también, causado por esa comparación con el otro o por desear lo que tienen los demás.
Siempre he pensado que la envidia y los celos son los peores sentimientos que se pueden sentir ya que llevan a la manipulación y querer hacer daño al otro para conseguir lo deseado. Pero por desgracia y tal y como se comenta en el articulo, somos muchas las personas que en algún momento de la vida lo hemos sufrido o hemos sido absorbidos por estos sentimientos.
Otro aspecto que me gustaría comentar es ver como aparece el miedo, la rabia y la tristeza mezclados con la envidia y los celos a perder lo que creemos poseer como si fuera a ser nuestro para siempre; esa manía de adjudicarnos las cosas y lo peor de todo a las “personas”.
Por último comentar el apartado de cómo abordar estos sentimientos desde el coaching teleológico, donde la base reside en “afianzar la autoestima” y dejar de compararnos con los demás o abandonar el rol de víctimas. Confiar y pensar que somos únicos e irrepetibles con nuestros más y menos, nos ayudará a verlo desde otra perspectiva y nos conectará con la aceptación, el aprendizaje y no caer en la tentativa.
“La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come” de Francisco de Quevedo.
Gracias por los comentarios de los compañeros!
Mercè Carbonell
Hi ha molts àmbits de la nostre vida en els que topem amb l’enveja i la gelosia, en la vida personal, profesional etc. Es curiós pensar que pot ser una de les primeres emocions que pot sentir un nen petit, ja que moltes vegades quan arriba un germanet, per be que s’intenti gestionar, el germà gran se sent desplaçat i oblidat. I es simplement perqué ha de compartir, compartir l’habitació, les joguines, pero sobretot l’amor dels pares i aixó es el difícil. Aquest nen petit ja ha contactat amb la por, la por a que ja no es l’ùnic per els seus pares, la por a que el comparin, a no ser el millor. I penso que realment es un sentiment molt arrelat en el ésser humà, ja que aquest nen encara es molt genuí i no ha estat massa influenciat per la societat que l’envolta.
M’ha agradat molt del article el fet de relacionar l’enveja amb l’autoestima, ja que es ben cert que si t’estimes i et valores a tu mateix es més difícil que caiguis en el parany d’envejar a l’altre.
Rosa Pons
Lo más destacado para mi del articulo son las definiciones siguientes:
Definición de envidia: RABIA+MIEDO+TRISTEZA+ANSIA
Definición de celos: MIEDO +RABIA
La definición de envidia como la suma de rabia (por no tener lo que posee otro), miedo ( a la disminuación de nuestra valia antes los demás), tristeza (por la perdida que comporta)y ansia (por desear lo que no se posee).
La definición de celos, miedo (a perder lo que creemos poseer) y rabia (que otro disfrute lo que creemos que es nuestro.
La persona celosa aquella que envidia lo que el otro ha recibido y que deses quitar la recompensa al otro para recibirla el.
En conclusión MANIPULACIÓN.
Però lo más preocupante es la comparación como necesidad de destruir al otro como castigo por sentirnos insuficientes.
Cuando uno es bueno en su trabajo y confia en él mismo, no tiene ni envidia, ni celos ni se compara con el resto de compañeros.
Con la comparación hacemos sentir al otro como un ser inferior, con la comparación hundimos a la persona, es un atentado a la autoestima y lo hacemos en las empresas, però también con nuestras familias, con nuestros hijos. Lo hacemos con personas débiles, que tenemos a nuestro alrededor, con personas que tienen déficits, con personas que tienen areas de su vida sin solidez. Pero debemos vigilar porque cuando llegamos a ciertos extremos, no podemos tratar a la persona con un proceso de coaching, se debe derivar a otros profesionales.
María García Rodríguez
En mi opinión, si las personas tuviésemos claro que al intentar boicotear al otro y sacar toda su parte negativa está expresando su falta de liderazgo, muchas veces se pensaríamos más en nosotros mismos antes antes de hacer nada al otro.
En cuanto a las empresas, creo firmemente que muchas veces tener presentes ciertos valores de las personas o el ofrecer un refuerzo positivo tras un buen trabajo sería muy positivo a todo directivo que no sabe o recuerda que con estos pequeños detalles tan humanos los resultados que esperan a nivel empresarial serán siempre mayores.
En definitiva, sea a nivel personal o empresarial, una vez más compruebo que bajo todas estas emociones tóxicas subyace la tan importante autoestima y que, finalmente, se trata de aceptarse primero a uno mismo para poder relacionarte sanamente con el mundo.
Pablo Bros
Los celos y la envidia son unas emociones totalmente nocivas para el ser humano. A mi modo de ver, se producen por una falta de autoestima de la persona que los sufre, así como por una falta de meta personal hacia dónde quiere ir. Cuando tienes claro dónde quieres llegar y los pasos a seguir, te importa muy poco los demás.
Por otro lado, estoy de acuerdo con que los celos se suelen dar en personas que tienen la noción de propiedad muy acentuada y de forma errónea creen que las cosas o las personas les pertenecen, cuando cada uno es dueño únicamente de uno mismo
Jordi de las Heras
Como seguramente varios de vosotros, en alguna ocasión me he visto envuelto en un entorno personal y laboral de fuertes celos y envidia, y comparto plenamente lo expuesto en este artículo.
Son sentimientos y estados de ánimo sumamente destructivos tanto para la persona que los experimenta como para aquella que los recibe, limitando enormemente su capacidad de disfrute y de ser feliz.
El afán de superación es positivo, el contar con modelos inspiradores también, pero cuando se traspasa el punto de inflexión de la envidia o los celos dejamos de buscar nuestra mejor versión y nos centramos en la excusa, la justificación y por último en la destrucción del otro, sin darnos cuenta de que lo peor de todo cuando recorremos ese camino es que nos destruimos a nosotros mismos.
Pablo martínez
Veo importantísimo identificar el miedo que subyace donde hay envidia y celos.
La falta de seguridad en uno mismo puede ser un potente pero nefasto motor que nos lleve a generar esos deseos de poseer lo del otro o que se convierta «en algo nuestro» utilizando por ejemplo la manipulación.
Quienes son victimas de las consecuencias de envidia – celos de otros, pueden pasarlo muy mal, pero quienes realmente seguro se ven afectados son aquellos que lo experimentan en primera persona, es decir sintiendo celos – envidia ya que ese sentimiento imposibilita que sean felices.
Compañeros, desde la humildad…hay mucho por hacer en ese mundo que esta ahí fuera.
Gracias por vuestra fuerza!!!
Un abrazo,
Pablo
ANNA GIRBAU MORENO
Qué perjudicial puede llegar a ser para los empleados de una organización, que se respire envidia y celos en el entorno laboral. No solo para la persona que los padece, sino para la persona que es víctima de la envidia o los celos de uno de sus compañeros. Incluso cómo le puede llegar a afectar a la persona que es víctima de la envidia de otro en su vida personal.
Siempre he pensado en la parte positiva del querer superarse a uno mismo en el trabajo, el querer ser mejor y proponerse nuevas metas, pero es cierto que cuando lo que mueve a la persona a llegar a eso se convierte en una forma insana para ella misma y para su entorno donde trabaja, deja de convertirse en una motivación para el desarrollo personal.
Y es aquí que me acuerdo de una de las famosas frases de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Cómo ciertas personas llegan a comportarse y qué cosas llegan a hacerles a sus propios compañeros para conseguir su fin, sin importarles todas las consecuencias que les llevan sus actos durante el camino.
Cuán peligroso puede llegar a ser el miedo en estos casos, es por eso que confío en que el coaching teleológico puede ayudar a crear entornos laborales de confianza que ayuden a superar estos problemas, empezando por la confianza en uno mismo.
Laura Ripollès
¡Interesante artículo! Me quedo con que los celos y envidia son sentimientos que forman parte de la naturaleza humana, y aparecen cuando “nos comparamos”. Y esta comparación es un atentando contra la autoestima. Así que vuelve a aparecer la autoestima, el objetivo subyacente de todo proceso de coaching. Contra más autoconocimiento, más autoestima y más regulación emocional más lejos estaremos de sufrir este tipo de sentimientos. ¡Gracias por el artículo!
Marga Garcia
Del interesante artículo planteado me quedo con la idea de que abordar esta situación implica: entrenamiento del autoconocimiento, autoestima y regulación emocional para lograr afianzar la autoestima del cliente y el equipo. En definitiva, afrontar la situación como una oportunidad para el crecimiento y maduración personal.
«En cuanto el hombre abandona la envidia empieza a prepararse para entrar en el camino de la dicha» (Wallace Stevens)
alejandra paruzzolo
Es una lástima que todo lo que nombras en este articulo suene tan familiar, pero es real en las empresas en las que he trabajado, pero me alegro de que la solución este ahí, justo delante de nuestros ojos: «afianzar la autoestima».
Otra oportunidad para preguntar: En que eres único, especial y diferente?
gracias
Esther
Què bo!
El que està clar és que com més autoconeixement, autoestima, confiança en nosaltres mateixos i maduresa personal, més lluny estarem de patir gelosia o enveja de ningú.
Gràcies per aquest article, que em ressona a situacions a la feina on hi ha malestar per aquest fet i que d’una manera o altra s’ha de poder ajudar a treballar i superar des de la presa de consciència, per poder fer un canvi.
Meritxell Marin
Me ha parecido muy interesante el artículo porque es verdad que algunas veces he oído hablar a gente que está trabajando que compiten con otros departamentos, después cuando llega el cliente y se queja porque no funciona lo que le han dado se lanzan la pelota del error entre ellos porque como no estaban atentos a lo que hacía el otro se han equivocado. Si cada uno confiara más en sí mismo y explotara sus recursos (no conformarse) podríamos dejar de lado estos sentimientos tan nocivos para la socialización. La envidia corroe a la persona que la siente, pero se nos ha enseñado a compararnos y esa es la base. Aunque tapemos la envidia con la coletilla de «envidia sana» es envidia, es me da rabia que tu hagas eso o tengas eso que yo no tengo o yo no hago. Yo pienso que nos engañamos diciendo que lo que sentimos es envidia sana porque en el fondo es envidia, igual de nociva sana que no sana.
«Nadie que confía en sí, envidia la virtud del otro.»
Marco Tulio Cicerón
Manuela Núñez
«Con confianza, has ganado antes de haber comenzado», Marcus Garvey.
Manuela Núñez
La lectura del artículo me permitió comprender la diferencia entre celos y envidia. Pienso que los celos y la envidia pueden presentarse más de lo que se cree en diferentes ámbitos, pueden ser laborales, personales, profesionales o incluso familiares. El artículo permitió que yo me diera cuenta que los celos y la envidia surgen de la comparación con otros, desde niños nos han comparado «mira como ella hace de bien sus tareas y tu en cambio…» y en la vida adulta seguimos siendo estos niños que tienen miedo de perder su valía por las cosas que hacemos mejor o peor que otros. Pienso que si realmente logramos conectar con nuestro ser y nuestra esencia no hay punto de comparación con nadie, por que todos somos únicos a nuestra manera y así sería entonces imposible comparar. Claro, como se menciona en el artículo, para poder llegar a esta conexión con sigo mismo y perder este miedo se debe encontrar la confianza interior. Gracias a este artículo me es posible tener claros los aspectos que quiero trabajar para conectar completamente con la confianza en mi misma y deja a un lado todos los miedos, estos son el autoconocimiento, la autoestima y la regulación emocional.
Aida Moreno
Vaya artículo! Me ha parecido muy interesante y completísimo! La verdad es que al principio he pensado que no seria mucho de mi interés por estar enfocado al ámbito laboral, pero me ha encantado, sobretodo porque puedo generalizarlo a otro contextos. No expondré todos los puntos que me llevo, porque són muchísimos! Leer este artículo ha sido toda una masterclass sobre celos y envidia. Me parece un tema muy importante ha tener en cuenta ya que puede ser un punto de inflexión en el proceso. Aunque ya has expuesto cómo abordar estos temas, me gustaría saber un poco más cómo abordarlos en procesos individuales, creo que son sentimientos que pueden surgir con bastante frecuencia, teniendo en cuenta su relación con la autoestima y que esta suele ser el interés subyacente de todo proceso. Muchas grácias Herminia!
Luis Guilera
Me ha parecido muy triste aunque real el relato de cómo y cuándo se producen estas situaciones de celos y envidias, que por desgracia son frecuentes en diferentes ámbitos. Tras esta detallada descripción, me quedo con la forma de abordarlo desde el coaching teleológico y con la idea de centrarnos primero en nosotros (en nuestro círculo de influencia) y no en los demás, y cómo posteriormente colaborar y contribuir a mejorar el trabajo en equipo.
Empar Pérez
Interesante, desde muchas organizaciones se ha fomentado la competitividad, siendo un tema muy delicado.La envidia y los celos son una fuente de estres importante y en una organización en que esto se fomenta, los problemas derivados de enfermedades y bajas laborales aumentan.Asímismo, cuando el clima laboral se ve afectado por este tipo de problemas, es fácil que cada vez más miembros caigan en él, con una expansión de tipo «viral».El problema debe ser abordado, y todavía mejor, prevenido, por lo que es fundamental que los lideres sean conscientes de que su actuación es crucial
David Ugalde
Somos lo que somos y desde ahí nos enfrentamos a nuestra realidad.
Como la misma dosis de presión (sin exagerar ni prolongar en el tiempo) puede resultar positiva o negativa dependiendo de la autoestima de las personas que la reciben, en personas con elevada autoestima puede resultar estimulante y motivadora y, en cambio, para personas con baja autoestima puede conducirlas a la apatía o el bloqueo.
Estas exigencias que en todas las organizaciones existen y son necesarias dentro del proceso lógico de desarrollo de las mismas, pueden dan lugar a fenómenos de envidia y celos entre las personas que la forman, en el articulo se pone de manifiesto la relación que existe en estas personas con el resentimiento y como detrás del mismo solo queda el miedo.
He podido pasar a lo largo de mi experiencia profesional por distintas organizaciones y en más de una de ellas he encontrado algún directivo (puesto de poder) que encajaría perfectamente en la descripción, gentes que no soportan que sus colaboradores sean mejores que ellos, situaciones que con el tiempo llevan a que estos se rodeen de personas con capacidades menores que ellos mismos (no les vayan a hacer sombra) teniendo como consecuencia inevitable una dirección y organización mediocre, limitada y con serias dificultades de alcanzar el éxito. Se aparta a quien destaca positivamente.
Esta situación me recuerda un articulo que leí hace tiempo, habla del síndrome de Hubris o Hibris, que en el entorno político (lamentablemente) viene a decir:
“Una persona más o menos normal de repente alcanza el poder y al principio le asalta la duda de si será capaz de desarrollar esa actividad engrandecida de la política. Pero pronto sale de la duda porque empiezan a merodearle una legión de incondicionales que no cesan de felicitarle, darle palmaditas en la espalda y halagos, reconociéndole su valía. Y si al principio dudaba de su capacidad se transforma y comienza a pensar que está ahí por méritos propios. Y como no cesan los piropos y las palabras huecas ya se cree el rey del mambo y de él arriba, ninguno.
Es esta una primera fase pero pasa a la siguiente en que cree totalmente en todo lo que hace y dice, y piensa, en su narcisismo calenturiento, que menos mal que estaba ahí para solucionarlo. Si no es por él, todo se iría al garete. El iluminismo se apodera de él y su mundo se hace amplio y el de los demás “estrecho; el suyo ilimitado y el de los demás, casi inexistente. Se convierte en infalible y se cree insustituible”
Afortunadamente, cada vez más, hay lideres capaces y con voluntad de hacer las cosas diferente, siendo conscientes de las personas que les rodean y apoyando y propiciando los valores indicados en el articulo.
La cooperación, la comprensión, la justicia, la confianza, el espíritu de equipo, la solidaridad, generosidad y sobre todo la sinergia.
Finalmente destaco el guión que nos ofreces para aplicar el Coaching teleológico en personas y dentro de organizaciones donde estos temas aparezcan, aunque también creo que seguramente en cualquier organización, en mayor o menor medida, será de aplicación.
Verena Bigurra
«La comparación es un atentando en contra del autoestima.» Que frase tan fuerte Herminia, pero tan cierta. Creo que los celos y la envidia vienen en cuanto no estamos seguros de nosotros mismos. Los celos, a lo largo de la historia, han tenido como consecuencias muertes, como el caso de Helena de Troya o como dices tu el ejemplo de la Biblia de Cain y Abel. Y es muy interesante ver que los celos son de tres. Yo nunca lo habia pensando como algo asi, pero si, en efecto, los celos se conforman por tres partes. La envidia tambien puede ser un factor muy venenoso en cualquier ambito de nuestra vida. Es dificil, ya que creo que es algo que aprendemos dentro de nuestra sociedad. Hace poco lei que en una tribu en Àfrica, cuando alguien dice o hace algo perjudicial para los demas, lo llevan al centro de la aldea y durante dos dias, todas las personas de la aldea le dicen cosas buenas a esta persona. Se me hizo una costumbre tan hermosa. Y creo que si nosotros hicieramos algo parecido, y mas que nada comprender a la otra persona y no tomarnos las cosas tan personales, habria mejores resultados.
MAR EXTREMERA
Considero que la envidia es mucho más destructiva en una empresa que los celos. La primera es destrucción potencial y los segundos son deseo destructivo. Desgraciadamente tanto la envidia como los celos están muy presentes en todo tipo de empresas creando un clima de tensión y desintegración del equipo.* Los directivos no siempre son conscientes de lo que sucede en sus equipos, pero cuando lo son tampoco son muy capaces de controlarlo; pienso que es mucho más eficaz la prevención por parte del directivo que la intervención cuando el problema de celos o envidia ya se ha gestado.
*Ciertas instituciones reconocen la existencia de celos y envidias en sus filas: http://elcomercio.pe/mundo/europa/papa-francisco-celos-y-envidia-dividen-iglesia-noticia-1704621
Claudia Moya Casaus
Este artículo, aunque los celos y la envidia no los haya experimentado aún en un clima laboral formal, si que los he experimentado en pareja. He relacionado mucho lo que se comenta en este post con lo que es estar en pareja y el saber convivir conjuntamente sin celos ni envidias, ya que éstas son tóxicas para las relaciones. Me gustaría compartir con ustedes un artículo del periódico MUNDO ya que me ha resultado interesante su contenido: http://www.elmundo.es/salud/2014/02/14/52fd2044e2704e3e2e8b457a.html
Nadie dijo que estar en pareja fuera fácil pues comienzan a aparecer nuestros propios miedos e inseguridades manifestándose en celos o envidias hacia el otro.
De nuevo, muchas gracias por el artículo!
Mª del Carmen Pérez Fuente
A parte de las causas de los celos y la envidia que se exponen en este artículo, tengo otra que añadir: por la autenticidad de las personas. Hay personas que han llegado a tal nivel de desmotivación y burnout en su trabajo, que pasan por él haciendo lo justo y necesario. Cuando estas personas ven a un recién llegado: con su energía, su motivación, sus ganas de hacer su faena lo mejor posible y su autenticidad (mostrándose tal como es), las otras, pueden tener envidia del trabajo de esa otra persona y ganas de que se le baje un poco la alegría a la recién llegada.
Ahí lo dejo…
Gracias.
Gemma
Aquest article he representat una nova visió per mi, moltissimes gràcies per compartir-ho!
Juan
Herminia:
Al leer tu artículo relatas muchas las situaciones que pueden generar envidia o celos en el trabajo.
Yo voy a añadir otra y es la que se genera cuando el directivo o mando no proporciona casi nunca feedback. Esta falta de realimentación hace que sus colaboradores ignoren como son valorados, así que cada uno cree que su aportación es superior. El problema aparece en el momento en que se dan recompensas diferenciales. Los que no las obtienen quedan decepcionados y, a continuación, comienzan a envidiar a los que las han recibido.
Creo que un feedback sano y justo previene el nacimiento de estos sentimientos.
Quisiera aportar un par de citas que me parecen apropiadas al tema
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual. (Miguel de Unamuno)
Conoceremos el estado del amor solo cuando los celos, la envidia, la posesión y el dominio terminen. Mientras haya posesividad, no hay amor. (Jiddu Krishnamurti)
Laura López
Muy buenas Hermínia,interesante artículo.
Estoy de acuerdo que para no “sufrir” las consecuencias de celos y/o envidias es fundamental poseer un alto nivel de seguridad y autoestima (valorarnos y respetarnos a nosotros mismos). Hemos de aceptar que todas las personas somos diferentes y podemos aprender, y enriquecernos, con todo aquello que admiramos de los demás. No obstante, es obvio que cada uno debe mantener su propia vida estableciendo sus propios objetivos, basándose en lo que uno quiere y no en lo que los demás han podido lograr.
Me gustaría compartir una cita de Nido Qubein que me ha parecido interesante, dice así: “La gente exitosa compara sus logros con sus metas, mientras que los perdedores comparan sus logros con los de otras personas”.
Muchas gracias y saludos!
Alicia García Lucas
Me ha agradado mucho que escribas sobre este tema Hermínia porque en lo más profundo de ambos sentimientos se halla el miedo, tal y como comentas, y la confianza es el antídoto para ambos.
Para mí todo radica en el error de mirarse frente a los demás, en COMPARARNOS. Creo que es lo más pernicioso que hemos aprendido a hacer. Si nos comparamos siempre habrán terrenos en los que no seamos tan buenos como otras personas, pero para mí ahí está la gracia de la complementariedad, del trabajo en equipo: hasta donde no llega uno llega el otro. La mejor fórmula es la suma, no la resta ni las diferencias. Si existe una buena base de autoconfianza y autoconocimiento, además de aceptación y amor, no habría tierra que cultivase la envidia y los celos.
La posesión que creemos existe, no es más que una creencia errónea. Por no poseer no poseemos ni la vida, es un préstamo con fecha de caducidad, porque lo material es intrascendente, se marchita. Lo verdaderamente importante a desarrollar y que se puede poseer es intangible y escaso; VALORES. Ésos mismo que podemos dejar como legado y que se mantendrán imperdurables si se cultivan generación tras generación. En el libro de Jordi López, «Fer Pinya», se ejemplifica de manera muy clara la ausencia de esa envidia y celos cuando las collas se ayudan mútuamente para hacer piña, colaboran entre «rivales». Los Patrones de Comunicación, Estados Emocionales, Convicciones y la Comunicación Interior de los que habla Raúl Ortega en su libro «Resultados Extraordinarios» son elementos que intuyo básicos para un buen autoliderazgo, punto de partida para el reconocimiento de dichos sentimientos si apareciesen y su correcta gestión emocional.
Al final no somos más que creencias, hábitos, experiencias, emociones y valores que intentar dar forma a un ser humano. ¿Cuanto de lo que creemos ser somos y existe en la realidad?
Laura Bravo
Gracias Herminia por este artículo, personalmente mis experiencias con los celos han sido bastante traumáticas, he visto como las personas ciertamente se convierten en su peor versión, y sin constatar lo que sienten o piensan, o como dices perfectamente imagina, es una enfermedad que en mi humilde opinión adquiere una escala de gran importancia actualmente. El bajo conocimiento que tenemos de nosotros mismos, el constante pensar en el que pasará,y no en lo que esta pasando, en vivir la vida paso a paso,bajo el manto de la confianza y no del miedo, nos está llevando a un incremento de estos sentimientos nocivos de celo y envidia.
Bajo mi opinión ambos son potenciados por el apego enfermizo que tenemos por las cosas.. es muy importante ser autónomo, tener confianza en si mismo para poder confiar en el resto, entender que hay gente peor,igual o mejor que , pero que tu tienes mucho que ofrecer, a ti mismo y a los que te rodean.
En al ámbito de las organizaciones , es vital logra la EQUIDAD como directivos, fijar unos valores que la promuevan y que premien el esfuerzo, el compromiso,y todos los que has comentado en tu artículo , Herminia, que fomenten la relaciones de equipo igualitarias , sin «preferitis» dentro de un equipo.
Creo firmemente que como líder es interesante crear un vinculo con cada miembro de tu equipo, a nivel personal , es posible que encajes por perfil mas con unos que con otros, pero aunque es complicado, aquí en donde entra tener habilidades de Inteligencia emocional,ya que es cada vez mas importante que los líderes ( y las personas en general) seamos capaces de gestionar nuestras emociones, conocer que sentimos y como afecta a nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás
Sobre todo conocerse bien, y a través del coaching no ver al resto como competencia sino personas que nos aportan cosas y nosotros a ellos ( tus bien denominadas sinergias ).
Así conseguiremos minorar los celos y las envidias
Evelyn Pauli
Un tema complejo y lamentablemente más frecuente de lo que creemos o pensamos.
La cuestión radica en aceptar la envidia y los celos como un problema y cuando se traspasan los límites, hasta que punto estas personas son conscientes del daño que generan en un compañer@ de trabajo?
Seria diferente si una persona que genera sufrimiento o malestar en otra persona nos consultara…ya que quienes nos consultan son aquell@s trabajadores que se han convertido en el punto de mira de alguien que inclusive produce un plan pre-meditado y perverso en su contra como los que nos podemos encontrar en el mobbing o acoso laboral.
Es una pena (si lo podemos llamar así) que los directivos, sabiendo de alguna situación de acoso laboral, no tomen cartas sobre el asunto ¿Qué pasa entonces con las emociones de los directivos que hacen la vista gorda delante de estos casos?
Muy buenas herramientas para abordar este tema a través del Coaching.
Gracias y saludos!
sara
Hola querida herminia,
Hoy al ver este post, me he quedado perpleja, por que este tema es un tabu nadie reconoce que es celoso o envidioso (excepto mi hija raquel cuando tenia 8 años que me decia que tenia celos de su hermana) jajajajjaja, bromas aparte la envidia Metaforicamente es la potencia de una luz,hay quien tiene 100 watios,60,40,25. Todos damos luz pero con diferente intensidada. lo importante es saber que cada uno ilumina.
La envidia es no aceptar la intensidad de los demas.y cuando intentas apagar esa luz sin darnos cuenta apagamos la nuestra haciendonos daño. Con daños colaterales
Recibe un cordial saludo. Sara
Gemma
Gràcies!
Noemi
Ole Hermina! Qué grande eres! Gracias por compartir tu saber: Maestra!
Un abrazo