General, inteligencia emocional
Liderar desde la rebeldía
Del “rebelde sin causa” al “rebelde con causa”
La rebeldía puede ser un síntoma de buena salud física, metal, emocional y social. Pero también puede ser la manifestación de un dolor profundo e inconsciente. Dependerá de la causa que lo inspire.
Hoy me gustaría invitaros a meditar sobre un tema controvertido y polémico: la rebeldía. La rebeldía puede tomar formas diversas y servir para fines muy heterogéneos. La rebeldía está conectada a dos emociones básicas: la rabia que emerge ante lo que percibimos como injusto y el miedo a que la situación se mantenga y las posibles consecuencias que se deriven. Cuando percibimos que una realidad o situación es injusta algo en nuestro interior se agita: nuestra alma rebelde.
La rebeldía forma parte del proceso evolutivo, tanto a nivel individual como de una sociedad. Los cambios personales y sociales emergen de la percepción de situaciones injustas que urgen intervenciones osadas y valientes. Ser rebelde requiere grandes dosis de energía y disciplina.
El conformismo, la sordera o ceguera social, el pasotismo, la desconfianza, el egoísmo, el miedo, la comodidad o la ignorancia pueden eliminar al “rebelde” que hay en nuestro interior, impidiendo seguir evolucionando como personas individuales e impedir nuestra contribución a generar un mundo más justo para todos.
Algunas personas al leer estas líneas quizás se pregunten cuales son las causas que despiertan a su “yo rebelde”. A continuación me gustaría compartir algunos ejemplos que pueden facilitar el autoconocimiento y el despertar de nuestra consciencia.
La rebeldía puede tomar muchas formas. Algunas personas no son conscientes de que su rebeldía puede ser un disfraz de su propia inseguridad. Es el caso de personas “rebeldes por oposición”, que se oponen a cualquier iniciativa o propuesta del exterior. Perciben a los demás como enemigos y a sus propuestas como atentados a su dignidad. Necesitan estar continuamente a la defensiva y demostrando que los demás no se van a aprovechar de ellos. Con su continua oposición quieren dar una imagen de seguridad y confianza en ellas mismas. Son personas que protestan ante cualquier iniciativa, sin aportar propuestas alternativas. Se perciben a si mismas como “inconformistas y rebeldes” pero es una rebeldía que nace de la desconfianza, probablemente de la desconfianza en ellas mismas. Ser consciente de esta desconfianza puede ser el primer paso para un cambio real en nuestras vidas.
Algunas personas muy conformistas, solamente se rebelan en situaciones poco comprometidas, son las personas “rebeldes por eco”. En apariencia parecen personas con ideas claras y transgresoras. Pero en el fondo es una fachada. Repiten aquello que otros dicen o hacen para dar una imagen de “rebeldía”. Sus opiniones o conductas son el resultado de la influencia que otros han ejercido sobre ellos sin ser conscientes de ser manipulados. Seguramente conoces personas que son “la voz” de otros, el “eco” de personas que no dan la cara, agitadores que se esconden detrás de personas débiles, dominantes que utilizan a los demás para sus propios fines. Estas personas son “títeres-rebeldes” de las motivaciones de otros. Ser conscientes de que somos el eco de otras personas puede ser el primer paso para un cambio profundo en nuestras vidas.
Analicemos otra situación, la de aquellas personas que en un momento dado se han marcado objetivos y metas para lograr cosas o conseguir un estatus determinado. Son las personas “rebeldes por tener”. Para tener lo que ansían han conectado con su “espíritu rebelde” y no se han conformado. Han luchado y sus logros les han permitido obtener éxito, fama, logros materiales y llegar a una zona de confort cómoda y “bien ganada”. Han llegado hasta aquí. Lo que al principio les generaba una gran satisfacción, con el tiempo se va diluyendo. Han entrado en una zona de confort que no quieren perder. El miedo a perder lo que han conseguido les impide arriesgarse y se conforman. Sin ser conscientes han renunciado a la fuerza y energía que les movía a superar retos, a rebelarse. Se estancan en un mar de insatisfacción personal y profesional. Ser conscientes de estar instalados en nuestra zona de confort será un paso decisivo para volver a conectar con nuestro “yo rebelde”.
Una contexto especial es el que se genera cuando las personas desafían el rol que ha definido parte de sus vidas. Son las personas “rebeldes por rol”. Personas que toman decisiones determinadas por su rol y que un buen día deciden dejar de jugarlo: “la hermana pequeña”, “el jefe amable y bonachón”, “la hija perfecta”, “la esposa sumisa”, “el compañero servicial”…No quieren definirse por un rol que está determinando y condicionando su manera de relacionarse con los demás. No es sencillo tomar consciencia del rol que estamos representando y que de alguna manera nos impide desarrollarnos y crecer. Es complejo dejar de satisfacer las expectativas de los demás. Cuando empezamos a distanciarnos del rol generamos estupor, críticas o rechazo a nuestro alrededor, nuestro cambio obliga al otro a cambiar y salir de su zona de confort.
Hay otro tipo de rebeldía que forma parte del desarrollo personal. Las personas “rebeldes por autoconsciencia”. Es una situación personal y nace del inconformismo con uno mismo. Requiere que la persona se enfrente a ella misma y a sus propias limitaciones. Es probable que en estos momentos estés viviendo una situación que requiera que tu “yo rebelde” actúe y que “aquí y ahora” tome el protagonismo en tu vida. Para liderar tu vida será imprescindible que conectes con tu “yo rebelde”.
Laia tenía una situación personal y profesional un tanto particular, no le gustaban los conflictos y siempre decía que sí a todo lo que le pedían para no desagradar y sentirse aceptada y amada por los demás. Su finalidad no era “noble”, no nacía del amor hacia ellos, sino de sus propias inseguridades. Se sentía prisionera de sus propios temores. Cuando inició su proceso de coaching era una persona infeliz. Una de las etapas del proceso la llevó a conectar con “su yo rebelde”. Pudo llegar a decirse a si misma “basta”. Decidió no conformarse. Eligió ser libre para decidir desde donde hacía lo que hacía. Para ello renunció a su “yo conformista” y conectó con su “yo rebelde”. Comprendió que el primer paso era aceptarse y amarse a si misma por difícil o complicado que fuera al principio. Decidió liderar su vida.
Finalmente comentaré otra rebeldía. Las personas “rebeldes por una causa”. Personas que perciben una situación injusta, de opresión, de falta de libertades. Son conscientes de las necesidades del mundo: educación, salud, respeto, justicia, libertad, sostenibilidad, equidad. Conectan con su “yo rebelde” afrontando el compromiso que implica salir de su zona de confort para construir un mundo mejor para todos, ya sea como padres, como amigos, como profesionales, como ciudadanos, como miembros de una comunidad religiosa, etc. En lugar de conectar con el miedo, la pereza o el egoísmo, conectan con el amor, el respeto y la compasión.
Si queremos cambiar el mundo, nuestro liderazgo implicará conectar con nuestra alma rebelde y ponerla al servicio de una causa justa.
¿Cuál es tu causa?
Hermínia Gomà
15 de Agosto 2010
4 Comments
sara
Hola Herminia, me encanta tu articulo muchas personas seguramente nos vemos reflejadas y para eso estas !!tu!! para que nustras almas reveldes siguan siendo reveldes pero en calma con uno mismo
un saludo:
Sara Lopez
araceli
Gràcies per tan bona reflexió.
M.ANGELS MUNTADA
Hola Herminia, moltes gracies per els teus consells, m’ajuden en moltes coses.
M.Àngels Muntada.
Andrea Leciñana
Herminia! Que alegría y que saludable (para nuestra alma rebelde) leerte nuevamente!!! Extrañaba tus artículos!
Me encanta la invitación a conectar con y profundizar con mi yo rebelde. Hacia donde lo estoy dirigiendo? Cual es mi motivación? Que estoy persiguiendo o dejando de perseguir?
Leerte me ha motivado para utilizar mi energía rebelde para conectar con una causa conmigo misma que tengo aun pendiente!
Gracias!