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Cuando los «jefes» frustran el desarrollo de su gente
Cuando los «jefes» frustran el desarrollo de su gente
La inspiración para escribir el presente artículo me la ha proporcionado la experiencia que ha relatado una de las alumnas del Master de Coaching y Liderazgo Personal, que hemos iniciado este fin de semana. ¡Gracias Isabel, por compartir tu experiencia con todos nosotros!.
Hay una historia que a mi entender refleja esta experiencia:
Cierto día, una luciérnaga paseaba por el bosque y tropezó con una serpiente. La serpiente le anunció a la luciérnaga que iba a matarla. Ante este anuncio la luciérnaga le dijo:
– Antes de matarme, ¿podría hacerte tres preguntas?
La serpiente algo sorprendida le respondió:
– No acostumbro a conceder últimas voluntades a mis víctimas pero, como no tengo nada que perder, puedes preguntar lo que quieras.
– La luciérnaga preguntó:
– Dime, serpiente, ¿pertenezco yo a tu cadena alimenticia?
– No, respondió la serpiente.
– Dime, serpiente, ¿Soy un peligro para tu existencia?
– No, respondió la serpiente.
– Dime, serpiente, si no pertenezco a tu cadena alimenticia, si no soy un peligro para tu existencia, ¿por qué quieres matarme?
– Porque…porque no soporto verte brillar.
Cuentan que la luciérnaga, haciendo un gran esfuerzo, brilló tanto que deslumbró a la serpiente. Y voló alto, muy alto.
Tú eres como esa luciérnaga. Brilla con luz propia, aunque a otros no les guste tu resplandor.
La situación que ha planteado Isabel, lamentablemente es bastante frecuente. Isabel compartía con nosotros la frustración que ha experimentado a lo largo de su vida profesional.
Imaginaros la situación. Isabel tiene una idea genial, un proyecto que puede llenar de orgullo a su organización, la posibilidad de aportar su talento, sus ideas y su experiencia. Cuando comunica sus intenciones a sus “superiores”, estos le niegan la posibilidad de llevar a cabo su proyecto. Esto no sucede una, ni dos veces. Cada vez que ella hace una propuesta, ésta es rechazada.
¿Cuál creéis que es el motivo?
La justificación que le dan es la siguiente: las demás personas del equipo se podrían sentir mal si le permitían destacar. Es mejor que no hagas algo demasiado exitoso y de esta manera no crearás envidia ni celos en tus compañeros.
¿La decisión que han tomado sus “superiores” está basada en el “bien” del resto del equipo, o quizás su decisión se sustenta en el miedo a ser desbancados por personas que están bajo su “mando”?
Algunas personas utilizan el poder que les otorga su cargo formal para limitar el desarrollo de sus colaboradores. Comentarios como: “por tu bien te lo impido”, “ya decidiré yo cuando es el momento apropiado para ti”, que quieren ser bienintencionados pueden estar ocultando un abuso de poder, el miedo a perder estatus o poner en evidenciar las propias inseguridades. Lo que no saben estas personas es que su miedo a perder, las lleva a tomar decisiones donde van a perder mucho más, perderán la confianza de la persona a la que pretendían ayudar.
Son acciones como estas las frustran las expectativas de las personas con iniciativa. Son las que impiden el crecimiento de las organizaciones. Son que mantienen la mediocridad de los resultados y la poca implicación de los buenos profesionales.
Pero cuando el profesional tiene talento, creatividad, ilusión, y un sueño que construir, buscará otro lugar más apropiado para su realización. Otro espacio donde sabrán valorar y apreciar este talento. Es una lástima que la ceguera de ciertos “mandos”, el miedo al éxito ajeno o el desconocimiento a la hora de aprovechar el talento de las personas del equipo prive a las organizaciones de profesionales inspirados e inspiradores.
Demasiadas veces el miedo, la envidia o los celos pueden negar el crecimiento y las aportaciones de los demás, sin comprender que cuando nuestros compañeros o colaboradores crecen, crecemos todos.
Cuándo te encuentras con serpientes, ¿cómo afrontas la situación?
Hermínia Gomà
17 octubre 2010
5 Comments
Isabel
Gracias Herminia. Preciosa metáfora. Por suerte nunca me he dejado vencer por esas negaciones. Siempre he ido aprendiendo donde la vida me ha llevado. Sí, he tenido momentos débiles y tristes, que a veces me han parado temporalmente pero me han ayudado a acercarme y sentirme a mí, a coger nuevas fuezas para seguir . Nunca he dejado de ser, porque he podido mantener la distancia. Mis sueños personales han estado al margen. De todas formas el sentir de esos momentos lo reviví este fin de semana al no estar como mero oyente. He tomado conciencia que todavía me duele. Trabajaré en ello. Y en muchas cosas más que ….
Un abrazo y Gracias a todos.
Lola
Gràcies per compartir l’experiència, Isabel! Ja coneixia aquesta metàfora i em sembla brillant! Malhauradament som molts els que ens trobem en aquesta situació… I estic totalment d’acord amb el que comenta en Josep Gendra, poc a poc i bona lletra, sense destacar gaire, anar fent i seguint el ritme de l’organtizació. Gràcies per ser-hi!
josep gendra
Ante la Metáfora de la Luciérnaga, me gusta añadir que «no por mucho madrugar amanece más temprano». Quiero decir que casos como los de Isabel, desafrotunadamente, son muy comunes. Yo me aplico lo del refrán: ante casos así, sigo «madrugando» y brillando pero sin grandes ideas rompedoras, poco a poco, a pequeñas dosis, escalonándolas en el tiempo. En la misma Organización puedo y debo seguir brillando. Mis superiores no podrán decirme «no» una y otra vez… Con pequeñas ideas también se brilla, y si son a nivel «local», con mi propio Equipo, mejor que mejor.
Montse Martín
No podem i no volem renunciar a brillar, és clar que no!
I, com molt bé sap í diu l’Hermínia, cada dia som més els que ho tenim clar.
Aquesta és l’autèntica revolució: la de la mediocritat a l’excel·lència.
Gràcies novament, Hermínia. Una metàfora preciosa!
Evelyn
La metáfora de la luciérnaga es excelente!
Que bien Isabel, te felicito por haber compartido tu experiencia con Hermínia, ya que ella seguro te ayudará a superar ese obstáculo. A mi, una vez un gran mentor me dijo: Evelyn, el ser una «campeona», incluye, que deberás pasar y superar algunos baches, unos muy duros y agotadores, pero al final te harán más «fuertes»…
Por tanto, no dejes de brillar 😉
Hermínia! Un gran abrazo y thanks.