COACHING PSYCHOLOGY, General
¿Escuchamos realmente a los demás?
Escuchar no es fácil. Cuesta un esfuerzo. En este artículo me gustaría explorar con todos vosotros un aspecto particular de la escucha. Aquellas ocasiones en que la dificultad proviene de nuestras propias creencias y expectativas preconcebidas. La construcción que hemos hecho de la persona que nos está hablando influye en gran medida en la calidad de nuestra escucha.
Desde que nacemos vamos construyendo vínculos y relaciones con los demás. A la vez que generamos ciertas expectativas. En cada interacción almacenamos recuerdos que van a ir configurando la imagen que tenemos de nosotros mismos, de los demás y de la relación que entre nosotros hemos creado. Según la teoría psicológica de las relaciones de objeto, esta imagen interna que tenemos de nosotros mismos y de los demás afectará a nuestra escucha. Esta teoría, al hablar de “objeto” hace referencia no a la persona que tenemos delante sino a la “imagen mental” que hemos construido del otro como objeto de nuestras acciones. Es decir, cuando me relaciono con alguien no solo me relaciono con la persona sino con la imagen interna que he hecho de esa persona, de mí con esa persona y de nuestra interacción.
En el fondo el mensaje de las relaciones de objeto es que cuando hoy te estoy escuchando, mi escucha se fundamenta en las expectativas que he generado a partir de nuestras experiencias anteriores. No es tarea fácil deshacernos de los “prejuicios” que hemos ido construyendo.
Tenemos la sensación de estar escuchando a la persona que tenemos “delante”, pero filtramos lo que nos está diciendo en función de lo que esperamos de esa persona, de cómo nos fue la última vez que nos relacionamos, etc… Si la última vez que hablamos sentí comodidad, si creo que simpatizamos y tenemos puntos en común, mi escucha será más confiada. Si en nuestros anteriores encuentros me asusté, me sentí amenazado o debilitado, me cerraré y no podré escucharte.
Cuando hemos construido una imagen interna determinada sobre alguien, a pesar de que esa persona haya evolucionado y cambiado, puede que la estemos escuchando, no como la persona que es actualmente sino cómo la persona que recordamos de experiencias pasadas. Por ese motivo, cuando nosotros crecemos y cambiamos positivamente, los demás tardan mucho en ver estos cambios, ya que la imagen que tienen de nosotros aún no ha cambiado y no pueden escuchar a la persona que somos ahora.
Hace un par de semanas una conocida, a la que llamaré Susana, me comentaba una situación que había vivido recientemente. Resulta que su jefe le pidió un cambio que implicaba no tener en cuenta su dedicación, su trabajo y su aportación. Después de meditarlo seriamente y haberse relajado, pidió a su jefe una reunión para hablar de la situación. Quedaron a media tarde y Susana se presentó en su despacho. Cuál no sería su sorpresa cuando le comentaron que se había tenido que ir a una reunión urgente y que la llamaría para una nueva cita. Después de tres semanas por fin se encontraron. De manera tranquila, Susana le expuso que este cambio comportaba un perjuicio para sus clientes. En lugar de escuchar, su jefe, que ya había tomado la decisión se puso a la defensiva y le comentó con ironía si los clientes eran “suyos”. Susana salió de la reunión dolida y decepcionada. Cuando llegó a casa quiso explicarle a su marido lo que había pasado. Mientras lo hacía su pareja la interrumpió: ¿qué dijiste para que tu jefe se pusiera de esa manera? Susana se quedó paralizada, en lugar de recibir apoyo, su pareja la estaba culpando a ella del resultado de la reunión. Susana me comentó que en muchas ocasiones siente que su pareja no sabe escucharla.
Unos días más tarde me encontré con la pareja de Susana. Me comentaba que a veces tiene problemas a la hora de comunicarse con ella. Susana siempre quiere hablar de ella misma pero parece que no esté interesada por los temas que a él le preocupan. Pero lo que más le molesta es que siempre se está quejando. Siempre tiene encontronazos con la gente, la culpa siempre la tienen los demás. Yo siempre la escuchaba, es mi esposa, pero ha llegado un momento que me resulta muy difícil escucharla.
A veces es difícil escuchar a personas cuando nos hemos construido una imagen determinada de ellas. Escuchar a personas que están a la defensiva o que se victimizan continuamente, requiere dosis de madurez, de equilibrio y de serenidad muy grandes. ¿Podemos ir más allá de la imagen que tenemos de las personas y escuchar su dolor, su preocupación, sus miedos, sus necesidades? ¿Podemos ofrecer una escucha auténtica? ¿Una escucha desde el presente sin acumulaciones del pasado?
En mi práctica profesional escucho a menudo la “queja” de los abuelos porque sus hijos no les escuchan. Cuando los abuelos dan consejos, los padres jóvenes sienten que se están entrometiendo en el cuidado de sus hijos. Por las propias inseguridades que les genera su rol de padres, están a la defensiva cuando los abuelos les sugieren o les indican lo que deberían hacer. Los abuelos no son escuchados, no por ser mayores sino porque los hijos interpretan o sienten que si escucharan y se dejaran influir, su rol y autoridad se podrían ver amenazados. Si los abuelos pudiesen comprender las inseguridades de los jóvenes padres y las tuvieran en cuenta serían escuchados. ¡Cuántas veces tratamos a los demás como personas más fuertes y seguras de lo que realmente son y lo que conseguimos es que se sientan amenazados y se cierren a la escucha! ¡Cuántas veces dejamos de escuchar porque interpretamos cómo una amenaza a nuestra identidad los consejos o advertencias de otras personas!
¿Cómo escuchas cuando te señalan un error? Algunas personas son muy sensibles ante la posibilidad de equivocarse, de cometer un error. Por ese motivo pueden reaccionar atacando o inhibiéndose. Es, en sus relaciones familiares, donde podemos encontrar el núcleo de esta reactividad. Todos los bebés necesitan atención. ¿Cómo recibías atención cuando eras pequeño? ¿Recibías atención si te portabas bien, si eras bueno, si te enfadabas, si gritabas, si te callabas? Piénsalo detenidamente y busca qué relación existe entre tu reactividad actual cuando te señalan un error y la manera en que recibías atención cuando eras pequeño.
Podemos presuponer que el otro es más fuerte o débil de lo que realmente es, está preocupado o no, tiene opiniones acertadas o no, tiene ciertas necesidades o va “sobrado”, etc… Desgraciadamente poseemos más “imágenes internas de los demás” de lo que creemos y esto nos impide poderlos legitimar y escuchar verdaderamente. Si yo presupongo que tú eres muy fuerte y no contemplo tu vulnerabilidad puedo dejar de escuchar tu miedo y exigir algo que no puedes ofrecer desde tus inseguridades. Por el contrario puedo presuponer que eres débil y no escuchar tu fortaleza y tratarte de tal manera que te sientas humillado.
En algunas ocasiones nuestras imágenes internas tienen que ver con prejuicios culturales y sociales relacionados con factores externos, que pueden influir sin que seamos conscientes de ellos: la forma en que viste el interlocutor, su sexo, su profesión, su rol, su nivel económico o cultural, su nacionalidad, etc. Todos creemos que no tenemos prejuicios. No siempre es cierto. En el fondo no identificamos al otro desde quien realmente es, lo hacemos partiendo de la imagen que hemos construido de “como son las personas que visten, hacen, son…”
Otra de las “imágenes internas” que nos dificultan escuchar es cuando hemos generado la expectativa de que escuchar a esa persona nos cuesta mucho esfuerzo y ya ni empezaremos a escuchar. Podemos prestar atención pero realmente no estaremos escuchando. Hay personas que hablan dando rodeos, que saltan de un tema a otro, que son oscuras en su forma de hablar, que no concretan, que sacan temas poco pertinentes, etc. En un principio intentamos comprender y seguir escuchando pero puede llegar el momento en que hemos de invertir tanta atención y energía que no lo podemos mantener en el tiempo. Dejamos de escuchar. Nuestra impaciencia puede jugarnos una mala pasada. En el fondo esperamos que el otro llegue a un sitio que conozcamos o vaya por un camino que nos parece el correcto, hemos construido una imagen de “cómo ha de ser una conversación productiva”. Realmente es difícil escuchar conectados con el miedo que subyace a la impaciencia. Anticipamos nuestra impaciencia y nos quedamos pegados a ella lo que nos impide escuchar genuinamente al otro. Escucharlo desde las personas confiadas, empáticas y confiadas que somos es un logro que podemos conseguir si trabajamos en nuestro autoconocimiento y escuchamos desde la generosidad, la equidad y el amor.
¿Desde dónde estás escuchado a tu pareja? ¿Qué imagen has construido que te impide escucharla realmente?
¿Desde dónde estás escuchado a tus hijos? ¿Qué imagen has construido de ellos que te impide escucharlos realmente?
¿Desde dónde estás escuchado a tus colaboradores? ¿Qué imagen has construido que te impide escucharlos realmente?
Y para finalizar, ¿desde dónde te estás escuchado a ti mismo? ¿Qué imagen has construido que te impide escucharte realmente?
Hermínia Gomà
30 enero 2013
Barcelona
95 Comments
Marta
Nunca me había parado a pensar que la imagen que construimos de una persona puede moldear la forma en la que la escuchamos, que la información que nos proporcione pasará por un filtro de prejuicios preestablecidos en base a experiencias anteriores y de nuestras expectativas. ¿Cuántas veces nos hemos sorprendido de escuchar a alguien y descubrir que nuestra interacción con esa persona era completamente diferente a lo que imaginábamos? Sin duda alguna, deshacernos de los prejuicios y practicar una escucha objetiva requiere de un gran trabajo personal, pero puede ser una gran herramienta para fortalecer conexiones y establecer vínculos más auténticos.
Herminia Gomà Quintillà
Gràcies per aportar-nos el teu comentari Marta.
Estrella Azagra
Qué buen punto las relaciones de objeto, ya que si nuestras representaciones internas están cargadas de prejuicios, estereotipos o juicios negativos, es posible que no escuchemos a los demás de manera objetiva. Así claramente podemos filtrar y distorsionar la información que recibimos, interpretando las palabras y acciones del hablante a través de nuestros propios filtros y creencias preexistentes. Por ejemplo, si tenemos una imagen negativa de alguien, es posible que no nos abramos a entender su perspectiva o que no nos conectemos emocionalmente con lo que están expresando. Aquí cobra muchísima importancia la escucha activa, aquella de la que tanto nos han hablado a lo largo de la carrera y de aquello de «dejar la mochila fuera» en caso de hacer sesiones terapéuticas con pacientes.
Al ser conscientes de nuestras representaciones internas y cómo pueden influir en nuestras interacciones, podemos trabajar para desarrollar relaciones más saludables y satisfactorias. Esto implica explorar y comprender nuestras experiencias pasadas y cómo pueden estar influyendo en nuestras relaciones actuales, así como estar abiertos a desafiar y cambiar patrones que puedan ser perjudiciales o limitantes.
Victor Gascon
Me parece sorprendente la relación entre la escucha y la imagen mental formada. Es curioso como las persones, que estamos en constante evolución, nos agarramos a una imagen mental que deja completamente fuera la variable crecimiento y cambio. Sabemos que la incertidumbre es una cuestión complicada de gestionar, y seguramente por eso damos tanto valor y tanta fuerza a estas imágenes mentales estáticas y sin cambio. Pero a la vez, el no contemplar el cambio es muy limitante como comenta este articulo. Dejas de prestarle atención a la persona real para darle mas atención a una imagen construida y sesgada por la falta de representación del cambio dentro de esa imagen. Muy interesante este articulo!
Aleix Concernau
Escoltar als altres. Personalment, crec que és una de les fortaleses més poderoses i admirables que pot tenir una persona, que demostren un exercici d’humilitat, empatia, reconeixement, dubte racional, i tantes altres coses. Té a veure amb acceptar qüestionar-se les pròpies conviccions, acceptar l’error i el fet d’equivocar-se, amb acceptar diferents maneres de pensar i de sentir, amb acceptar que la veritat individual no serà mai la veritat col·lectiva ni la seva. Pot arribar a ser molt enriquidor per tothom, quan es fa, per la persona que escolta i aprèn, i per la persona que és escoltada, sentint-se important i capaç d’aportar coses, les seves.
Marta F
Sovint, em costa escoltar als altes ja que sóc una persona bastant segura de mi mateixa, i bastant desconfiada. Per experiència, sempre he pensat que les meves decisions, poden està equivocades però almenys són meves, i és per això que em costa tant escoltar a la resta de persones.
Aquest article m’ha permès descobrir, que potser no només es tracta de desconfiança cap als altres com pensava, a vegades pot ser que sigui també perquè tenim una imatge interna de com s’ha de produir una conversa, i potser per por a que no es produeixi tal i com jo espero o perquè no em diguin tal qual el que espero que em diguin. Jo doncs per fet que hi ha certes coses que s’han de dur a terme per tenir una conversa adequada i quan no es produeixen responsabilitzo a l’altre.
Aina Borrell
Crec que és força interessant entendre que realment no ens relacionem amb les persones sinó amb la imatge interna que tenim d’elles. Són les nostres creences, pensaments i associacions que atribuïm a certes categories (com ara les dones, els immigrants, etc.) i a persones en particular. Això exposa la rellevància dels esquemes cognitius en les nostres interaccions.
També m’ha cridat l’atenció quan s’explica la resistència al canvi que presenten les imatges internes que ja tenim establertes. Moltes vegades, tot i que la persona evolucioni i canviï la continuem escoltant i percebent de la manera en què era abans. D’alguna manera aquest text ressalta la dificultat que tenim com a individus d’escoltar als demés des del present sense acumulacions del passat. Tot i que aquestes dificultats existeixin en les relacions que mantenim, penso que la figura del psicòleg podria ser interessant justament per aportar-li al pacient una escolta autèntica, sense que vagi lligada amb cap imatge interna.
Guilllem Llort
Yo soy de los que piensa que escuchar, ya sea para ayudarse a uno mismo o ayudar al resto, es de las cosas más importantes de la vida. Y este artículo nos invita a reflexionar sobre cómo estamos escuchando a los demás, incluyendo a nuestra pareja, hijos y colaboradores, y cómo nos escuchamos a nosotros mismos. Personalmente, pienso que la escucha auténtica y activa, no simplemente por el hecho de estar escuchando y que la otra persona se sienta escuchada, sino por qué hay que tener una voluntad de escucha anterior al acto que requiere de madurez, equilibrio y serenidad, y es un proceso en el que podemos trabajar para mejorar nuestras relaciones y comprensión mutua, e incluso, cuando nos escuchamos a nosotros mismos.
Gal·la
¿Podemos ir más allá de la imagen que tenemos de las personas y escuchar su dolor, su preocupación, sus miedos, sus necesidades? ¿Podemos ofrecer una escucha auténtica? ¿Una escucha desde el presente sin acumulaciones del pasado? La respuesta es que sí. Afortunadamente, como psicólogos, esa es nuestra labor. Sin embargo, resulta interesante reflexionar sobre la naturaleza de esta profesión. ¿Por qué existen los psicólogos? Precisamente, para proporcionar esa escucha comprensiva que las personas necesitan. La habilidad de escuchar se enseña de forma deficiente y no se adquiere fácilmente. Es paradójico, pero desearía que cada individuo pudiera ser su propio psicólogo, capaz de ofrecerse a sí mismo esa escucha que tanto anhelamos.
Sofía
Interesantísimo leer sobre las relaciones de objeto, que explican que al relacionarnos con alguien lo hacemos con la imagen mental que tenemos de esa persona. Curioso cuanto menos. ¿Realmente al relacionarme con alguien lo hago a través de mis propias expectativas? Eso nos comenta Herminia. Plagados de prejuicios, está forma de relacionarnos puede acarrear decepciones. Deberíamos aprender a escuchar desde el presente, identificar que patrones y expectativas hemos construído para dejarlos atrás y conectar con la realidad de lo nos muestra la persona. Dejar de proyectar y preguntarnos desde dónde estamos escuchando.
David Noé
Hermínia, moltíssimes gràcies per les teves paraules, havia escoltat a parlar sobre la teoria de les relacions d’objecte, però no m’havia aturat d’aquesta manera tan curosa i delicada a reflexionar sobre l’escolta des d’aquesta mirada. Per a què escoltem a l’altre? Per a què ens escoltem a nosaltres mateixos? A vegades, m’he trobat en situacions on l’escolta va més enfocada a intentar satisfer una necessitat de donar una resposta, d’oferir ajuda o consell, fins i tot de trobar una resposta dins. Però, quan ens enfoquem en la resposta que volem donar o trobar, on queda tot allò nou, tot allò que descobrim, allò que l’altre ens explica, o que nosaltres mateixos reflexionem?
Per a mi, quan la meta té aquest matís, acostuma a venir derivada d’un rol on ens posicionem mentre, més que escoltar a l’altre, fem un recull a mitges del que ens transmet, i ho barregem amb les nostres pors i projeccions, les nostres expectatives, per així, poder donar una resposta.
M’agrada pensar que quan connectem amb la curiositat, ens transformem en exploradors, que per molt que haguem escoltat una història semblant, ens dediquem a trobar els mil matisos que fan que cada discurs sigui infinitament diferent, els detalls que enderroquen a la imatge mental que ens havíem fet de l’altre l’última vegada que va explicar-nos aquesta història. Descobrir i redescobrir cada capítol mentre escoltem, un objectiu ens permetrà gaudir d’aprofundir en cadascun dels contes que ens narrin. I no només en nosaltres, sinó poder també desxifrar, preguntant i escoltant, quines són les expectatives de l’altre.
Ariadna
¿Realmente queremos escuchar a los demás?
Escuchar, comprender e interiorizar es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo consciente y constante.
“La gente no cambia” dicen. ¿Lo creen realmente o simplemente no se permiten a sí mismos ofrecer el espacio para que se les demuestre que sí es posible crecer, evolucionar y madurar?
Es necesario escuchar activamente; tener presente que de la misma manera que no dudamos de nuestro progreso, la persona con la que conversamos también está recorriendo el suyo; romper con las anticuadas imágenes y expectativas de aquellos que nos rodean; aceptar que tenemos que ir actualizándonos. La meta es establecer conexiones significativas y fomentar relaciones saludables, valorar lo que son y no lo que creemos que son.
Mario
Hola, Herminia. Este artículo me hace reforzar algo que he ido desarrollando de forma más presente en estas sesiones de prácticum. Así mismo, también es gratificante ponerlo en práctica con nuestras relaciones del día a día. A veces pensamos que por tener una actitud abierta y afectuosa, nuestras ideas sobre los demás están menos condicionadas por nuestra experiencia. Pero lo están siendo, porque cada acto que hacemos tiene una intención que ya ha sido preconcebida anteriormente. De lo contrario, la incertidumbre a la que nos sometemos nos conmovería en cada paso que damos y acabaríamos exhaustos. Pero algo que podemos aceptar es que la esencia de las personas está en su desarrollo personal y en el cambio. Las personas con las que compartimos la vida son los únicos que pueden llegar a saber lo que es mejor para ellos, ninguna idea nuestra o de otra persona parte de la realidad, solo es una herramienta que nos aporta orden, seguridad y sensación de control sobre nuestro entorno. Un control que ni siquiera nos pertenece. Gracias por estas reflexiones sobre la libertad y el amor maduro.
Irene Lacal
En moltes ocasions creiem que estem escoltant als altres, però en realitat estem més enfocats a preparar la nostra resposta o en les nostres pròpies preocupacions. Aquest article m’ha recordat la importància de donar un espai genuí a les persones per a expressar els seus pensaments, emocions i experiències.
A més, m’ha fet reflexionar sobre els meus propis hàbits d’escolta i com puc millorar-los. M’he adonat que sovint puc estar distreta o impacient en escoltar a algú, la qual cosa pot afectar negativament la qualitat de la comunicació i la connexió emocional. L’article m’ha inspirat a practicar encara més l’escolta activa i empàtica en les meves interaccions diàries, conreant una major connexió amb els altres per construïr relacions més sòlides i significatives.
Amanda Martín
De este artículo, se pueden relacionas varios conceptos con los del artículo de la profecía autocumplidora, donde las expectativas que tenemos de nuestro entorno nos pueden llegar a limitar, y el no escuchar de forma activa y plena a alguien puede ser una de estas limitaciones, donde en base a nuestra experiencia pasada con dicha persona ya esperamos de ella lo mismo, y nuestra conducta realmente va hacía el cumplimiento de estas expectativas. Sin duda, puede ser un círculo vicioso donde nos limitamos a nosotros y a nuestras relaciones e impedimos vínculos gratificantes. Es necesario preguntarnos a nosotros mismos, des de dónde estamos escuchando a las personas de nuestro alrededor.
Aleix T.
Información muy valiosa la que nos compartes en este artículo, Hermínia. Cómo has ido desgranando todos los elementos desde los que se puede escuchar a una persona. Yo creo que cuando recibes información como esta no puedes no sentirte identificado. Las cosas que hablas aquí, tú te piensas que son «muy tuyas» ya que son fenómenos internos que se mueven en tus adentros, hasta que viene alguien a hablarte sobre ellos, y ahí es cuando caes en la cuenta de que efectivamente, todo lo que se ha descrito en este artículo te resulta familiar porque te conoces y te has pillado más de una vez escuchando desde todos estos «filtros distorsionados». Así que, yo creo que lo que conviene es ser honesto conmigo mismo y «declararme culpable».
En fin, cuánto tenemos que aprender aún. Vaya reto que has planteado aquí, Hermínia. Haré lo posible para tratar de ir puliendo mi capacidad de escucha. Más aún, si me quiero dedicar al ámbito de la psicoterapia. Dios me libre de estar escuchando a mis futuros clientes tan descarriladamente. Y a ver si también se me pega un poco de exquisitez profesional en mis relaciones más cercanas. Creo que ahí será incluso más difícil, porque sinceramente, ahí sí que tendré que aplicar estas técnicas de escucha puramente «por amor al arte», a saber, que el elemento económico no será un incentivo. Como siempre, Hermínia, muchas gracias por este artículo y a seguir aprendiendo.
Aida Prat
Aquest article m’ha semblat molt suggerent i estimulador. Realment, comparteixo que escoltar a l’altra vol dir, veure’l/la i acceptar-lo/la tal qual és, ja que sinó l’altra es pot convertir en una projecció nostra i en la construcció que nosaltres n’hem fet. Per tant, poder escoltar, veure i acceptar a l’altra persona, és una riquesa, perquè ens obre les pròpies limitacions i ens amplia els horitzons en els nostres vincles i relacions.
Emilio Ibáñez
Me quedo con 3 conceptos: expectativas e imagen mental, impaciencia y miedo subyacente y desde dónde…
La escucha está condicionada por las expectativas que hemos creado en torno a la otra persona. Unas expectativas basadas en:
– La imagen que tenemos de la otra persona. Construida a partir del recuerdo de las experiencias pasadas con ella y de cómo la percibimos a través de nuestro filtro mental.
– La imagen que tenemos de cómo debería ser esa conversación. Al lugar dónde debería llegar y el camino “correcto” que debería tomar.
– La imagen que tenemos de nosotros mismos. Cómo nos vemos y cómo recordamos que hemos experimentado nuestra relación con esa persona en el pasado.
La impaciencia nos lleva a pensar en la respuesta que vamos a dar, en vez de escuchar a la otra persona.
Reconocer que subyacente a la impaciencia lo que hay es miedo. Miedo a ser atacados por no saber qué responder, o por vergüenza o por sentirnos inferiores…
Y claro, desde dónde… Desde dónde escuchamos, ¿desde el amor o desde el miedo? Siempre podemos elegir, con cada decisión que tomamos, desde dónde actuar. Si entregamos los juicios, opiniones y creencias, seremos capaces de ver al otro tal cual es, como un ser puro e inocente. Si el mundo es una proyección de nosotros mismos y en cada persona se proyecta una parte de aquello que tenemos dentro, cuando nos liberamos de todos los filtros mentales, la imagen que vemos proyectada en el otro de nosotros mismos es pureza, inocencia, amor, bondad. Es nuestra verdadera esencia.
Herminia Gomà Quintillà
Te felicito Emilio por tu comentario y reflexiones personales.
gloria
¿ESCUCHAMOS realmente a los demás?
La verdad es que escuchar es difícil. Tiene toda la razón en que escuchamos a las personas según nuestra relación previa con ellas, según nuestros prejuicios hacia personas similares a ellas. Las escuchamos a través de nuestras propias creencias y expectativas preconcebidas y eso influye en la calidad de nuestra escucha. Deberíamos conseguir hacer una escucha autentica desde el presente exclusivamente, olvidándonos de que hubo un pasado, unos sentimientos con esa persona. Una escucha limpia y vacía de emociones y recuerdos.
¿Desde donde estamos escuchando a los demás y a nosotros mismos? ¿Qué imágenes hemos construido de los demás y de nosotros que nos impide escucharlos realmente? Muy buenas preguntas que deberíamos hacérnoslas antes de empezar cada sesión de coaching o cada vez que escuchamos a alguien.
Herminia Gomà Quintillà
Gracias Gloria por tu comentario!
Aloma Alenyà
Hola Hermínia, gràcies altre cop per les teves paraules. Escoltar és un element essencial de la teràpia i del coaching, però també de la nostra forma de comunicar-nos i d’establir relacions socials. Com bé dius, és important saber que tenim aquesta imatge de nosaltres i de l’altra persona i que això modula les nostres expectatives de la conversa, i per tant, els nostres comportaments.
Una cosa que he après al llarg dels anys és que moltes vegades les persones simplement volen ser escoltades i sentir-se compreses. Una tendència que tenim és analitzar minuciosament la informació que rebem per ser capaces d’aportar una resposta adequada, que pugui ajudar la persona. Però fent això perdem la perspectiva general, i sobretot, deixem realment d’escoltar com està la persona. És per això que a vegades la millor forma d’escoltar és mostrant actitud activa, deixant els silencis pertinents perquè la persona d’expressi i contestant, o bé amb preguntes, o bé amb frases que denotin empatia. D’aquesta manera s’aprèn poc a poc a connectar més amb la conversa i amb la persona, i deixar de banda en la mesura del possible aquestes creences estereotipades.
Finalment volia afegir que això també d’aplica a nosaltres. És important escoltar-nos i sobretot escoltar com ens responem. Ens responem de forma amable? De forma resolutiva? De forma jutjadora? Evitem escoltar-nos? Com ens afecta aquesta manera de comunicar-nos amb nosaltres mateixes?
Judit
A veces es necesario recordar que nos relacionamos con base en lo que hemos experimentado previamente con una persona y que esas experiencias marcaran nuestra manera de ser con esa persona.
Cuando conocemos a alguien hacemos suposiciones y se crea una imagen de como es esa persona para nosotros. Eso es inevitable, lo que pienso que sí que se puede hacer es recordar que existe ese sesgo y cuestionarnos para que interfiera en la menor medida posible.
Me ha sorprendido lo que dice el artículo de que los demás tardan más en darse cuenta de nuestros cambios porque nos siguen viendo con la imagen que tienen construida de nosotros. Esto me ha recordado a las etiquetas y en lo difícil que son de sacar, porque cada uno verá las cosas de manera que confirmen la imagen formada anteriormente.
Alicia A.
No era consciente de la relación entre la percepción y la imagen que creamos y la forma en como escuchamos e interpretamos aquello que nos está diciendo esa persona. Incluso he podido reconocer de qué forma hago una escucha distinta entre personas, por el prejuicio que ya tengo de ellas. Y es que no es lo mismo escuchas las palabras de alguien que no muestra confianza, respeto y cariño hacia a ti, a escucharlas de alguien que te respeta y admira. Me quedo con las preguntas:
¿Desde dónde estás escuchado a X? ¿Qué imagen has construido que te impide escucharlos realmente? y,
¿desde dónde te estás escuchado a ti mismo? ¿Qué imagen has construido que te impide escucharte realmente?
Laia Llobet
Pienso que escuchar es una habilidad importantísima en nuestra profesión y a la que ni se menciona en la carrera. Sí, “la escucha activa es una habilidad del buen psicólogo”, pero, ¿por qué no nos enseñáis? Este año ha sido un reto para mi respecto a esta habilidad. Con las prácticas, he notado un cambio en mi, en un principio escuchaba desde mis expectativas de experiencias anteriores, llevando a la paciente hacia donde yo pensaba que la tenía que llevar, hasta que entendí que no tengo que llevar a nadie. Y empecé a hacer escucha activa, lejos de hacerlo como me gustaría y de cómo lo haré en unos años, pero es un comienzo.
Como profesionales tenemos que preguntarnos siempre donde estoy posicionada al escuchar a mi paciente, para poder acompañarlos adecuadamente y como se merecen.
Fatima Z.
En lo que llevo de tiempo en el Practicum en el Institut Gomà me he estado cuestionando mucho si realmente escucho a los demás o no, y que es lo que interfería en esa escucha, porque notaba que algunas cosas escapaban de mi atención. Con esta reflexión me he dado cuenta de que sí, que tengo muchos prejuicios, sobre todo, prejuicios sobre cómo debería ser una conversación productiva. Sin querer, en esas situaciones mi cabeza desconecta no porque no comprenda lo que estén diciendo – una de las razones a las que atribuía hasta hace poco esta falta de escucha –, sino porque estaba esperando a que la conversación siguiera por donde yo consideraba adecuado.
Es increíble como algo tan simple como la escucha termine, siendo en realidad algo de lo más complejo, el cual requiere de una buena introspección y de trabajo personal.
Ivan
Este artículo me ha hecho reflexionar la manera en la que escucho a la gente e incluso a mí mismo, nunca me había parado a pensarlo. Realmente la gente tiene una imagen de mi que no soy yo y cada persona tiene una distinta dependiendo como me perciben. Escuchar a alguien sin tener en cuenta los prejuicios ya creados, supone un esfuerzo bestial. Concretamente en el coaching creo que se les da genial escuchar, por lo que he podido ir viendo y he formado parte, es donde más escuchado me he sentido y sin miedo a decir lo que pienso sin ser juzgado.
Adriana Rubí
Em sembla molt interessant el concepte de com escoltem als altres a través de la imatge, prejudicis o situacions viscudes amb la persona que tenim «davant». Però, més enllà d’això, aquest article m’ha fet pensar, també, en com ens escoltem a nosaltres mateixes. M’agradaria recollir la idea que planteja l’Herminia sobre que quan intentem fer un canvi personal, creixem, evolucionem, decidim per nosaltres, etc. Moltes vegades ens pot ser complicat materialitzar-ho a causa de la imatge que ens adjudica el nostre entorn. Crec que és complicat trencar amb aquests esquemes mentals que ens fem les persones sobre els altres i poder arribar a aconseguir una «escolta neta de prejudicis» és un gran pas a l’hora de formar relacions basades en la comunicació, confiança i respecte.
Hanna
Como escuchamos influye en como tratamos, y esto está directamente relacionado con como se puede sentir la otra persona y los roles y dinámicas que se establecen en nuestras relaciones. Cogiendo el ejemplo de Herminia, si yo te trato considerando/escuchando que eres débil, te haré sentir humillado. Es como si tuviéramos un filtro construido de experiencias pasadas y prejuicios a través del que miramos a las personas. Uno para cada una de ellas.
Me parece muy interesante el tema de no escuchar a personas que hemos etiquetado como “difíciles de escuchar” o aburridas. Las hemos catalogado así simplemente por nuestras expectativas de lo que debería ser una conversación fluida y de lo que son unos temas interesantes. Si nos despojamos de estos prejuicios o filtros como decía antes, podremos escuchar a cualquiera hablando de cualquier cosa. Sí que hay temas que por intereses personales nos resultarán más atractivos es evidente… pero no desconectaremos por no estar hablando de uno de ellos. Podremos ESCUCHAR.
Por último, la pregunta de “¿desde dónde te estás escuchando a ti mismo? ¿Qué imagen has construido que te impide escucharte realmente?, me ha dado una buena “colleja”. Llevaba todo el artículo pensando en escuchar «para los demás», pero está claro que ahí no acaba la cosa…
Iris Mulero
L’escolta és un component clau en qualsevol tipus de relació, ja sigui de parella, d’amistat, o fins i tot professional, sobretot en la nostra professió que és la psicologia, o en el Coaching, és impensable poder treballar de psicòloga si no saps escoltar. És difícil saber escoltar, però al final és tant important que si no n’aprens i no vols, les teves relacions sempre acabaran. Hem sentit a parlar sempre que la comunicació és la base de la relació, doncs l’escolta va implícita a la comunicació, tu pots expressar els teus desitjos o opinions, però també has de saber escoltar el que l’altra persona desitja o opina, i llavors a partir d’aquí es debat.
Lidia Z.
Considero que no puede haber una escucha real, activa y efectiva sin empatía. Me he encontrado en mi vida personal gente que cree se empática y que no sabe escuchar. Para mí, ser empático pasa por salir de nuestra identidad y nuestros esquemas para pensar y sentir desde un paradigma que no es el nuestro, entendiendo las situaciones en función a lo que esa persona prioriza o a lo que esa persona le da más o menos importancia. Y me parece crucial entender que este ejercicio es súper importante para realmente atender a alguien que se está abriendo con nosotros.
Por otro lado, me parece muy interesante la influencia que tienen la imagen y los prejuicios en la escucha activa. Realmente tiene todo el sentido por lo anteriormente comentado: cada uno tiene una forma de funcionar, y la idea que tenemos sobre el funcionamiento de alguien nos afecta a la hora de darle más o menos importancia a lo que nos dice o juzgar de una manera u otra su relato. Qué importante es trabajar los juicios ajenos, trabajarnos las expectativas y aprende a coger con perspectiva lo que recibimos de los otros (salir de nuestro obligo como centro del mundo).
Pol Querol
La escucha es una habilidad muy importante ya sea en ámbitos de psicoterapia como en el entorno del coaching puesto que saber escuchar a alguien y que este se sienta escuchado es una gran virtud y el paciente realmente lo nota y lo agradece.
En un ambiente con gente conocida estoy de acuerdo que de toda la información que recibimos y que escuchamos, esta se vera influenciada por las expectativas que tenemos de la otra persona. En cambio cuando estas delante de un paciente, se tiene que estar abierto a escuchar sin prejuicios, a demás que no vas a tener unas expectativas depositadas en él/ella cosa que va a facilitar la escucha activa.
Para terminar decir que la comunicación con los demás es muy importante para tener una relación saludable, ya sea a nivel de amistad, de pareja o familiar. Para que una relación sea fructífera se tiene que saber escuchar a la otra persona y que esta este dispuesta a escucharte a ti también.
Helena
La escucha creo que es uno de los componentes más difíciles de adquirir pero a la vez más importantes en las relaciones. He visto como la falta de escucha es uno de los principales problemas en las relaciones, sin embargo, una vez la escucha es verdadera las cosas cambian. El no escuchar va muy ligado a unas expectativas, a una impaciencia quizás de querer hablar o bien, a un prejuicio. El prejuicio hace referencia a la idea mental que tenemos de esa persona. Esto mismo, nos hace ya poner en duda todo lo que está diciendo, estamos esperando a darle una respuesta que va ligada realmente con nuestras prejuicios o esquema mental. Realmente, en ese momento no estamos escuchando, estamos analizando y juzgando lo que dice bajo nuestro filtro mental. Sin embargo, el no escuchar nos hace perder información.
No obstante lo dicho, creo que es difícil aprender a escuchar, a estar totalmente presentes. Ya que, estamos en una sociedad donde lo que está menos presente es la escucha, tanto en nosotros mismos como en los otros. Estamos acostumbrados en el hacer, en el piloto automático. Observo, una carencia fundamental en el sentirse escuchado, en el sentirse aceptado. Esto en parte, en profesiones como la prostitución lo explican, como muchos de sus clientes no desean mantener relaciones sexuales simplemente quieren hablar, sentirse escuchados. Esto mismo refleja la carencia que existe a nivel social. Entonces, la pregunta es como potencio la escucha? Para mi son esenciales dos aspectos. El primero el silencio y el segundo el presente. Podemos practicarlo con técnicas de meditación o bien, en nuestra vida diaria, cuando alguien nos explica alguna cosa, centrar la atención en lo que nos está narrando. Sin el silencio (sin apagar ese ruido mental) y sin ese presente, se nos dificultará. Pero creo esencial antes de todo empezar primero por escucharse a uno mismo mismos, tanto mentalmente, como corporalmente como emocionalmente. Ahí encontraremos la primera escucha. Supongo, que una palabra que para mi define la escucha es el dejarte fluir.
Alba Alcaraz
Me sorprende como no hay nada que esté libre de nuestro propio criterio y percepción, incluida la escucha del otro. He llegado a darme cuenta de las imágenes mentales que he creado de los otros y como a pesar de que pasase el tiempo seguía sin ver la evolución y los cambios que sufrimos las personas con el paso del tiempo, las vivencias y el desarrollo personal, simplemente porque los había encasillado en una imagen determinada.
Soy consciente de que nos creamos imágenes de los demás, pero no de cuanto influía en la escucha de sus discursos pues buscamos constantemente señales que corroboren esa imagen. Sin duda, lo he visto muy reflejado durante el prácticum con el paciente cuando tomé el rol de salvadora, de conocer las respuestas a todo porque me cree la idea mental de que acudía para que yo le salvase y cuando por fin conseguí darme cuenta de este rol fue cuando di ese espacio a que fuese el paciente el protagonista, el que marcase el ritmo y yo me permití escuchar sin impaciencias, sin presiones, simplemente desde la genuinidad.
Una vez mas el proceso de tomar conciencia, de reflexión y autoconocimiento nos beneficia a nosotros mismos librándonos de presiones y prejuicios y beneficia a los demás siendo escuchados activamente y sin juicios.
Joan Salmerón
Al llegir aquest article, m’he sentit molt identificat. He escoltat moltes vegades que la gent del meu voltant no se sent escoltada i hi ha vegades que sento que quan expliquem alguna cosa, hi ha un filtre per part del receptor cap al missatge, quan es toca un tema que al receptor no li interessa, es pot sentir molt present com pot no estar escoltant.
El dilluns passat, en sessió de supervisió de les pràctiques va sortir aquest mateix tema. Una companya ens explicava que la seva pacient li expressava que sentia que ningú l’escoltava i ningú l’entenia. En aquesta supervisió es va arribar a la conclusió de que el que li podia faltar a aquesta persona era escoltar-se a ella mateixa, o inclús entendre’s. Així doncs, se li havia de confrontar directament amb aquesta pregunta «t’estàs escoltant a tu mateixa?».
Realment penso que com a societat podem fer una feina molt important d’introspecció i començar per escoltar-nos a nosaltres mateixos sense jutjar i sense filtres, per a poder avançar com a persona i en moltes relacions.
Ruth
Em sembla molt curiós el que explica aquest article sobre l’escolta, i que aquesta depèn del vincle que tinguem amb l’interlocutor (o si més no influencia) i de la imatge interna que ens hem creat (les expectatives tant de nosaltres mateixos com cap als altres).
Em ve al cap la relació amb una persona en concret, i com el fet de que m’hagi creat una imatge de que sempre troba malament el que faig, faci que no l’escolti amb la mateixa atenció que per exemple una persona que sí confia en mi. No m’havia parat a pensar la meva manera d’actuar ni del fet en si, però sí es cert que això passa. Pot ser a partir d’ara procuraré detectar aquests “prejudicis” per poder escoltar d’una manera més genuïna i sincera.
Pel que fa a mi mateixa, crec que em queda molt per aprendre. Aprendre a escoltar al cos, a la ment, donar-nos el que necessitem quan ho necessitem, no ignorar el que ens demana… Hauria de centrar-me en mi i sentir-me còmoda escoltant-me.
Elena Charle
Pienso que en la actualidad tan volátil que estamos viviendo actualmente las personas van a lo cómodo, preciso y fácil. Quiero siempre que les hagas un resumen fácil de tu vida y luego se le olvida. Ahora no nos paramos a escuchar, a estar mucho tiempo escuchando a tu amiga, conocida o compañera de trabajo. Hay demasiados estímulos en nuestro entorno que hace que se corten con mucha mas facilidad nuestras conversaciones y nuestra escucha activa. Yo a veces he tenido la sensación de que la personas o personas que tenia al lado mío no me estaban escuchando, porque estaban con el móvil contestando un mail, porque se estaban haciendo un café, o por mil razones más. Al final lo que queremos ahora mismo es optimizar al máximo nuestro tiempo, y si haciéndome un café te puedo escuchar mas o menos, lo haré. Y si puedo contestar un mail a mi jefe mientras te escucho de refilón, lo haré.
Tendríamos que valorar más la escucha de los demás y tu propia capacidad de escuchar a los demás.
Eva Palleiro
Me ha parecido muy interesante este post. Tengo tendencia a llevarme las cosas a mi terreno y a ver en que momentos he personificado lo que menciona Herminia. Realmente es así como cuesta el quitarse las ideas preconcebidas de alguien, en mi caso una pseudoamistad de hace 10 años con la que he visto intermitentemente y no confiaba del todo. Después de los años ambos somos distintos pero seguimos arrastrando esos miedos, prejuicios…y aún no estamos hablando con las personas quienes somos ahora en un 100% por mucho «borrón y cuenta nueva».
También me ha parecido muy interesante cuando habla de presuponer que alguien es fuerte o débil y como es nuestra propia expectativa la que se está comunicando distorsionando de algún modo la interacción y generando una reacción en el otro.
Belen Granell
Recuerdo que cuando era adolescente y mis amigas venían a casa, mi madre nos comentaba constantemente que no nos escuchábamos las unas a las otras. También recuerdo que dentro de mí pensaba que estaba totalmente equivocada. A día de hoy, puedo ver que tenía toda la razón.
Una de las bases de la psicología es la escucha activa, escuchar en toda su totalidad al paciente, sin distracciones, sin juzgar, dirigiendo toda nuestra atención a la otra persona. En muchas ocasiones, las personas simplemente necesitan ser escuchadas, ya que en su día a día sienten que no lo son.
Considero que no todas las personas tienen la capacidad de escuchar, ya sea porque hablan con rodeos y, esto genera impaciencia en nosotros, por lo tanto, dejamos de escuchar o por las expectativas constantes que nos generamos sobre los que nos rodean. Sí que es verdad que, seguramente, estarán oyendo lo que se dice, pero no escuchando con total plenitud.
Es de gran importancia el hecho de aprender a escuchar y a estar presentes en las diferentes situaciones y personas de nuestras vidas, retroalimentarnos de manera positiva y creciendo como personas.
Paula Martínez
Este articulo ha sido uno de los más enriquecedores de todos los que he leído. Básicamente porqué, cuando he leído el titulo, he contestado de inmediato «No, no escuchamos». Y es verdad, no nos escuchamos, nos oímos, pero no profundizamos. Y creo que es porqué nos da miedo escuchar cosas que nos remuevan, que nos pongan en situaciones donde tengamos que actuar y no estemos preparados para ello.
Cuando decidí estudiar Psicología fue porque en cierta parte yo necesitaba ser escuchada. Sentía que contaba ciertas cosas y la gente de mi entorno se quedaba siempre en la superficie. Recuerdo lo frustrante que me sentía esas primeras veces en las que supe que no me estaban escuchando. Por eso pensé, quiero estudiar esta carrera para aprender a escuchar, para poder ayudar a alguien que se sienta en mi situación.
Hoy en día he aprendido a no culpar, más que nada porque yo también lo hago, supongo que por supervivencia. Hay cosas que no quiero escuchar y el pasado que me une a ciertas personas, como dice el articulo, hace que vaya con una serie de prejuicios y mecanismos de defensa que no me permitan estar presente en la conversación.
Hace poco en la clase de New Times, New Paths, con Alba Buenaventura, estuvimos hablando de la comunicación, y hice un profundo ejercicio de reflexión que me gustaría compartir. A mi pareja, muchísimas veces le decía «no me escuchas», yo no paraba de comunicarle cosas que parecía que el no llegaba a comprender, no llegaba a asumir y eso me hacía sentir frustrada y poco querida. Hoy en día, después de todo, entiendo que quizá el no estaba en el mismo punto que yo, tal vez, el no estaba preparado para escuchar la profundidad de mis necesidades y no podía avanzar en ese camino al mismo ritmo en el que lo hacía yo. El no estaba preparado para enfrentar el dolor que yo le estaba transmitiendo, y yo (y mi impaciencia) no estaba respetando sus tiempos, su proceso. La realidad es que no nos estábamos escuchando desde el mismo punto, el lo hacia desde el miedo y yo desde la exigencia o la necesidad.
Así que respondiendo de nuevo a la pregunta del artículo: ¿Escuchamos realmente a los demás? Pues no siempre, pero a veces hacemos lo que podemos y eso también está bien.
Iris caballero
Honestamente este es de los articulos con los que he aprendido mas de toda la coleccion.
Aquest es un tema que em resona molt, ja que tinc una persona molt propera que li consta molt escoltar, en el sentit que es molt rigida amb les seves creencies i no s’obra a escoltar altres possiblitats a la seva raó. Inclòs la imatge que te de tu. Sembla ser que sap mes de tu que tu mateixa, i t’escoltara en funcio d’aquests prejudicis de com ets i com penses.
Crec que aixo tambe es pot relacionar molt estretament amb l’ego i la baixa autoestima. Son persones que es mantindran rigidament a les seves creences i no escoltaran i obriran la possiblitat d’estar equivocats, ja que acceptar que estan equivocats suposa un pes massa gros per al seu prim fil d’autoestima.
Es important que aprenguem a sentir-nos comodes amb el estar equivocades. Aixo ens permetra apropar-nos molt mes a les persones i a escoltar de manera oberta, flexible i empatica.
Begoña Forteza Casas
Herminia, muchas gracias por este artículo, me ha parecido muy interesante y me ha hecho reflexionar sobre cómo escucho a los demás y sobre cómo me siento escuchada. Leyéndote he descubierto que, a pesar de considerarme una persona empática y que sabe escuchar, cometo muchos de los «errores» que describes como causantes de una escucha de baja calidad. Viéndolo con perspectiva, muchas veces cuando estoy hablando con alguien me dejo llevar por mis prejuicios e idealizaciones sin tener en cuenta que ésa es mi visión de esa persona y no quién realmente es. Entiendo que la clave está en autoconocernos, ser muy conscientes de nuestros «tics» comunicativos y estar muy presentes en la conversación para pararlos cada vez que interfieran en nuestra escucha. Escuchar desde el ser y tratando de ver al ser que tenemos delante y no al personaje y a la idea que nos hemos construido basada en nuestro ideario personal y social. Me gusta mucho la propuesta que haces de investigar sobre cómo éramos escuchados durante nuestra infancia, si el motivo de esta escucha era nuestro buen o mal comportamiento, si nuestras necesidades de escucha eran realmente atendidas, si fuimos niños vistos por nuestra familia ya que, desde mi punto de vista, esta es la clave de cómo actuamos hoy durante una conversación. Las preguntas finales me han parecido muy potentes, sobretodo la relativa a ¿cómo nos escuchamos a nosotros mismos? puesto que siempre hablamos de la escucha hacia afuera pero quizás cuando aprendamos a escucharnos a nosotros desde otro punto y sin tanto ruido externo podamos aportar mayor valor y calidad a la escucha hacia los demás.
Sara Cano
La escucha activa, fue uno de los grandes retos a los que me enfrenté por primera vez al tratar con la paciente en prácticum. Pues, creía saber escuchar hasta que llegó el momento en que me topé con mis propios muros para hacerlo de manera honesta y genuina. Aparecieron todas expectativas hacia ella como una persona que necesitaba ser salvada y acudía a mi, y hacia mi misma como la persona que debía salvarle. Por ello, no había atención de calidad, solamente atención selectiva en busca de la respuesta constante a sus preocupaciones o calibrando la mejor pregunta conforme ella hablaba. Suponía un esfuerzo agotador, a lo que se sumaba la impaciencia repercutiendo negativamente al proceso. Y es que, hasta que no tomas conciencia de esa «relación objeto», puede ser muy frustrante e incapacitante el autodesarrollo y aprendizaje como coach. Es por eso, que agradezco este post y sobretodo al prácticum por haberme hecho reflexionar y tomar conciencia de esas expectativas y sobretodo de esos juicios o prejuicios que ponemos en el otro y en uno mismo de forma inconsciente. ¿Que me está impidiendo escuchar activamente, a mi/al otro? me cuestiono ahora siempre que detecto alguna resistencia. Autoconocimiento, responsabilidad y confianza serían los pilares para mi de una escucha activa y genuina. Me gustaría añadir ademas, a nivel de experiencia personal, que cuando se consigue y se conecta de forma genuina, lo que ocurre es mágico. «Un baile entre coach y coachee» como dijo Inés Caralt.
Judith Molinos
Uno de los aspectos más importantes tanto en terapias psicológicas como en procesos de coaching teleológico es la escucha activa, y esto es más dificil de lo que se suele pensar.
Me siento identificada en la explicación del filtro que ponemos a las personas cuando nos explican algo, ya que muchas veces nuestra escucha está sesgada por lo que esperamos de esa persona o por nuestras expectativas establecidas.
Sin darnos cuenta siempre nos hacemos una imagen, sea acertada o errónea de las personas con las que interactuamos, y resulta muy dificil desprendernos de esa imagen, por mucho que la persona que tenemos delante nos demuentre por activa y por pasiva que ha cambiado con el tiempo, o que esa imagen nada tiene que ver con el/ella.
Por este motivo, me parece interesante pararnos a mirar más allá de la imagen que tenemos hecha, tal y como se explica en este artículo, y escuchar de verdad lo que se nos está explicando.
La clave sería «una escucha desde el presente sin acumulaciones del pasado» mencionado en el artículo.
Paula Enrich
Confucio decía “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.” Y, siempre he aspirado a esto. Cuando era pequeña miraba a la gente que se quejaba porque el lunes tenía que ir a trabajar y no lo entendía, pero lo que sí sabía, era, que yo no quería eso para mí. Cuando supe que lo que quería era estudiar psicología, lo decidí des de el querer aprender y porque había algo dentro de mi que me decía que yo quería ayudar a las personas, tampoco sabía muy bien por que pero así me sentía. Recientemente he tomado la decisión de que voy a estudiar astrología, y, personalmente, lo que más me ha ayudado a tomar esta decisión es que juntamente con las inmensas ganas de querer aprender y conocer, es que cuando lo hago, las horas me pasan volando y cuanto más sé más me doy cuenta de que quiero saber más, al igual que me pasa con la psicología. También, considero que la psicología es una profesión que, como dijo una psicóloga del Institut Gomà en una de las charlas que nos hicieron en el prácticum, ser psicóloga es una forma de ser y, no dejas de ser psicóloga cuando sales por la puerta, psicóloga lo eres siempre. Esto, lo relaciono con la frase de Confucio, ya que, cuando te gusta tu profesión es tal la entrega, ilusión, dedicación, pasión, etc, que » no irás a trabajar».
Hasta ahora, solo he comentado mi experiencia, y se, que no todo el mundo se encuentra en la misma situación, ya sea porque cuando tuvieron que elegir que estudiar aun no era su momento, porque se han dado cuenta que realmente aquello no les gusta, porque tienen un jefe que no les permite disfrutar, puede ser también que les prime la estabilidad que les puede otorgar ese puesto a el hecho de si les gusta o no, etc, sea por el motivo que sea, te invito a que te hagas preguntas que propone Herminia.
Paula Enrich
Que importantísimo es aprender a escuchar, pero escuchar como se entiende en el artículo, una escucha activa. Utilizo el verbo aprender porque realmente es algo que se tiene que practicar y ponerle intención. Durante este año, gracias a las transcripciones y a las sesiones con mi paciente he podido ponerla en práctica y realmente he observado una evolución, ya que al principio, cuando transcribía las sesiones sentía que habían algunas cosas que «no había escuchado» o no le había dado la importancia que se merecían en el momento, pero gracias a la práctica y a la intención de escuchar activamente, de estar presente, he logrado progresar y mejorar.
En el ámbito personal, también es muy importante escuchar, a veces estamos tan inmersos en la rutina que no estamos presentes y por lo tanto, no escuchamos activamente.
En general, considero que cuando estamos solos o en compañía, deberíamos de aprender a parar y escuchar. Escucharnos a nosotros mismos, conectar con nosotros, con lo que queremos, con lo que sentimos, pensamos, etc, y aplicando lo mismo cuando estamos con nuestra pareja, amigos, familia, clientes o cualquier persona. Es importante saber estar presente para poder escuchar y no dejarnos llevar por la rutina y estar absortos en el futuro, en lo externo. Por ello, las preguntas que plantea Herminia al final del texto me parecen que te invitan a la reflexión.
Noelia Mora
Un gran aprendizaje que me llevo de la experiencia en el Gomà y que jamás olvidaré es que escuchar es un regalo. Gracias a Inés de Caralt aprendí, entre otras muchas cosas, que ser escuchado activa las mismas áreas cerebrales que comer chocolate. Este dato curioso ya nos está indicando cuan placentero puede llegar a ser sentir que alguien nos escucha y lo hace de forma activa. Sin embargo, más allá del placer que genera el sentirse escuchado, este sentimiento nos conecta con la gratitud, el bienestar y nos facilita la introspección.
Como se comenta en el artículo, escuchar es una actividad que requiere de esfuerzo y que, por consecuente, cansa. Empecé a experimentar la inversión de energía que requiere una buena escucha, cuando aprendí las características que tiene esta forma particular de escuchar y empecé a ponerla a la práctica. La escucha se entrena y requiere eliminar todos aquellos ruidos de nuestro interior que a menudo nos hablan de nuestras propias inseguridades, miedos y presiones auto impuestas, ya que si conectamos con estos, estamos necesariamente desconectando de lo que el otro nos está explicando.
Escuchar implica en muchos casos leer entrelineas lo que la persona nos está diciendo, es decir, ir más allá de las propias palabras: observar microgestos, interpretar toda la esfera no verbal del discurso, integrar el mensaje con la emoción, el tono, la intencionalidad, la actitud… Escuchar es ir más allá de lo meramente verbal e implica un gran ejercicio de empatía ya que implica ponerse en el lugar del otro.
Maria F
En primer lugar, agradecerte que hayas compartido este post. La verdad es que desconocía la teoría psicológica de las relaciones de objeto, pero al leerla me ha resonado un montón. Me ha hecho volver atrás en el tiempo, a los 15 años, cuando me fui a cursar cuarto de la ESO en Estados Unidos. Para mí, esa experiencia me permitió “crear” una imagen nueva de mi misma porque allí nadie me conocía, era un lienzo blanco donde empezar desde cero. Fue muy liberador sentir que te escuchaban abiertamente, sin tener una concepción previa de ti. Me costó volver a Barcelona. Durante mi estancia en los EUA había cambiado, madurado, crecido personalmente. Todo eso pareció no importar al llegar de nuevo a casa. No me sentía escuchada ni percibida por los demás. Sentía que la gente seguía viendo a la Maria de antes de América, y yo ya no era esa persona. Al principio me costó, fue duro. Tuvo que pasar el tiempo para que finalmente la gente se diera cuenta de que había cambiado y me empezaran a escuchar por quién era en ese momento presente. Y es que me parece muy interesante el concepto de escucha des del presente sin acumulaciones del pasado. ¿Es posible? Creo que sí, pero requiero de un gran esfuerzo que no todo el mundo está dispuesto a asumir.
La verdad es que me ha parecido un post interesantísimo. Tengo muchas ganas de revisarme a mi misma y ver en qué situaciones y con que persones las escucho des de quién fueron y no des del presente, des de quienes son.
Paula Lucas
a parecido muy interesante porque es una cosa que me he empezado a plantear hace muy poquito.
Primero quisiera hacer una reflexión y un agradecimiento a mi madre que desde pequeña me ha potenciado que escuche para aprender, que un error no va ligado con un significado malo o negativo y que es una oportunidad de avance y crecer. Gracias a esto y, como bien se comenta en el artículo, a día de hoy escuchar mis errores no me supone un problema, es una oportunidad de aprender y de si no estoy de acuerdo, comunicarlo.
En segundo lugar comentar una experiencia que me dió un lección muy grande sobre las imágenes mentales. Mis compañeros y amigos siempre me han dicho que tengo una gran capacidad de escucha pero hace poco tiempo me dí cuenta que, sobretodo en una de mis relaciones no dejaba expresarse a la persona. Intentaba escucharla pero siempre desdel miedo a que pudiera ser agresiva. Esto se da porque cuando eramos pequeñas esa persona solia contestar a la defensiva y con el tiempo mi imagen mental se ha quedado fija en ese momento sin dar la oportunidad de crecer y evolucionar. Eso me chocó y lo identifico con lo de este artículo. Me ha servido mucho para volver a reflexionar sobre el tema y potenciar el proceso de cambio.
Paula Lucas
Me ha parecido muy interesante porque es una cosa que me he empezado a plantear hace muy poquito.
Primero quisiera hacer una reflexión y un agradecimiento a mi madre que desde pequeña me ha potenciado que escuche para aprender, que un error no va ligado con un significado malo o negativo y que es una oportunidad de avance y crecer. Gracias a esto y, como bien se comenta en el artículo, a día de hoy escuchar mis errores no me supone un problema, es una oportunidad de aprender y de si no estoy de acuerdo, comunicarlo.
En segundo lugar comentar una experiencia que me dió un lección muy grande sobre las imágenes mentales. Mis compañeros y amigos siempre me han dicho que tengo una gran capacidad de escucha pero hace poco tiempo me dí cuenta que, sobretodo en una de mis relaciones no dejaba expresarse a la persona. Intentaba escucharla pero siempre desdel miedo a que pudiera ser agresiva. Esto se da porque cuando eramos pequeñas esa persona solia contestar a la defensiva y con el tiempo mi imagen mental se ha quedado fija en ese momento sin dar la oportunidad de crecer y evolucionar. Eso me chocó y lo identifico con lo de este artículo. Me ha servido mucho para volver a reflexionar sobre el tema y potenciar el proceso de cambio.
Ana Linares Rueda
Este artículo me ha hecho cuestionarme,reflexionar y poner en duda constantemente mi capacidad de escucha a los demás según la persona, relación que tenga con ella, contexto,… Siempre he considerado que soy una persona que sabe escuchar a la otra y de alguna manera se me corroboraba esta idea al ver que estas personas solían acudir a mi porque se sentían apoyadas y escuchadas, pero después del artículo me he cuestionado si realmente les escucho activamente sin ningún juicio o si les hago sentir escuchadas aunque no sea así al 100%.
Tomar consciencia de lo que sujeta la teoría psicológica de las relaciones objeto, donde la imagen mental o interna que tenemos de la otra persona, condicionarán nuestra escucha, me ha parecido muy curiosa e interesante. A su vez, el tener esta imagen construida de experiencias pasadas con esta persona, aprendizajes e interpretaciones, a su vez también modulan la conducta a realizar de escucha activa, es decir, por ejemplo, una amistad que al conocerla sabes que durante tu escucha activa necesita total contacto visual, refuerzos durante su expresión y contacto físico, mientras que otra amistad necesita más distancia física y parafrasear. Estas conductas que refuerzan la escucha activa que estás realizando y afectan positivamente también son debidas a la imagen interna que tenemos. Entonces, ¿hasta qué punto puede afectar negativamente o positivamente?
Por otro lado, me ha parecido superinteresante la relación entre la reactividad cuando nos señalan un error y la manera en que recibías atención cuando eras pequeño.
Además, me gustaría añadir un hecho que considero que ocurre en más de un grupo de personas: Cuando una persona expresa lo que siente o piensa de una vivencia categorizándola como problema y las personas que escuchan acaban dando un consejo. La persona que expresaba acaba realizando lo contrario de lo que le aconsejaron. Las personas que aconsejaban se molestan. Aquí podemos ver o cuestionar “hasta qué punto era un consejo?”.
Por último, comentar que también me ha hecho reflexionar y cuestionármela última pregunta del artículo que, además, considero que es clave: ¿desde dónde te estás escuchando a ti mismo?¿Qué imagen has construido que te impide escucharte realmente? Finalmente, añadir una frase que normalmente tengo en mente sobre la escucha activa: No escuchamos para entender, sino que escuchamos para responder.
Ana Sánchez
No me había parado a pensar en cómo llega a influir la imagen que tenemos de nosotros mismos y de los demás a la hora de escuchar, ya que no nos relacionamos con la persona en sí, sino la imagen que tenemos de esa persona a partir de nuestras experiencias. Me ha parecido muy interesante pensar en la fortaleza de las personas y en como nuestra imagen de ello nos influye a la hora de relacionarnos.
Construimos un filtro que para algunas relaciones llega a ser disfuncional y no nos ayuda a comprender mejor al otro. Entre lo que uno piensa, dice y el otro escucha, interpreta y piensa, la información puede variar mucho.
Considero que hay relaciones que se llegan a estancar porque no se llega a escuchar al otro. Las personas evolucionamos, pero algunas veces no lo hace la imagen interna y llega un punto donde estas personas se relacionan con la imagen “no actualizada” y pueden surgir problemas de escucha y comunicación.
Me he sentido identificada con dejar de escuchar porque se interpreta como una amenaza para mi identidad, me ha pasado y me parecía que escuchaba, pero no lo hacía de verdad. Lo interpretaba como una imposición de opinión y se me olvidaba que era yo quien tomaba las decisiones, y así poder escuchar una opinión y decidir si seguirla o no.
Rosa Garcia
Leyendo el artículo, me llega la importancia de que el coach viva su propio proceso a nivel de autoconocimiento. Que se silencie el ruido interno del profesional y que este tome conciencia de sí mismo como en el caso de las creencias que tiene. Esto podría permitir identificar y hacer consciente la realización de juicios y prejuicios hacia la otra persona, de la imagen mental que se crea, escuchando ya partiendo del silencio interno, des de una neutralidad y siendo capaces de identificar y hacer consciente también, el momento en el que nos desconectamos de la persona que tenemos delante, como por ejemplo, cuando aparece la impaciencia. Escuchando des de una presencia.
Una tarea importante y un camino necesario de recorrer para mí.
Júlia Sala Caballeria
En primer lloc, d’aquest article m’emporto la influència que tenen els prejudicis en l’escolta activa. Aquests impedeixen que ens centrem a escoltar a la persona, ja que de forma inconscient ens centrem en allò que esperem de l’altre, és a dir, les expectatives i no pas en el que realment ens està comunicant.
En segon lloc, he pres consciència que moltes vegades tendim a crear una imatge interna d’una persona i encara que aquesta persona hagi evolucionat i canviat, seguim tenint les mateixes expectatives d’aquesta. Aquest fet pot afectar negativament en l’escolta activa cap a l’altre, ja que de nou, ens centrem en les expectatives que ens fem i aquestes ens impedeixen escoltar sense generar prejudicis.
En tercer lloc, considero que de tots els tipus d’escolta que hi ha, l’escolta activa és la més completa i important de totes, però a la vegada és aquella que implica un esforç físic i mental més complet, ja que requereix una atenció totalment centrada a la persona que estem escoltant. A més per tal que aquesta escolta sigui completa, també cal posar atenció en la comunicació no verbal, la veu, entre d’altres.
Per últim, crec que és molt important preguntar-nos des d’on estem escoltant a l’altre i quina imatge ens hem creat de la persona que estem escoltant i que ens impedeix escoltar-la de forma activa.
Sandra Bofill
Me ha resultado un post fascinante, una luz mas en el camino hacia la escucha… Es fantástico hacer consciente esto ya que le pones foco para poderlo mejorar, increíble darse cuenta de como generamos una idea de alguien y la escuchamos desde ese filtro, gran camino y trabajo por hacer… Mil gracias Herminia. 🙂
Alejandra Fossas
Me parece increíblemente acertado hablar de que no nos relacionamos con la persona en sí, sino con la imagen mental que hemos creado de la persona.
Si que es cierto que la experiencia me permite confirmar este fenómeno. Recuerdo claramente no haberme sentido cómoda hablando con alguien en, una cita, por ejemplo y, posterior a esa cita todo lo que me dice la persona ya me suena diferente. No la escucho con los mismos oídos. No creo que sea justo, pero quizás es una especie de memoria emocional. Lo que no sería justo es que sesgase el mensaje que recibimos.
A los jóvenes quizás nos pasa eso con nuestros padres… a veces van a abrir la boca y ya nos olemos el “consejito” que será evidente o será “exagerado” y ya no lo escuchamos con los mismos oídos. Sentimos eso como una ofensa a nuestro propio criterio y a nuestra independencia e incluso a veces, omitimos el consejo y lo ignoramos y, luego tenían razón. La tenían y lo hubiéramos visto si hubiéramos realmente escuchado sus palabras antes de sentirnos ofendidos.
De la misma forma e incluso más fuerte diría, pasa al revés. Un adulto no creo que contemple, cuando va a tener un bebé que este le de consejos y le enseñe a él o ella cosas sobre la vida. Podrá parecer evidente que cualquiera puede enseñar a cualquiera, pero muchos padres, madres, tutores, figuras de autoridad etc. cuando detectan el tono moral dejan de escuchar porque ven su autoridad amenazada.
Me sorprende qué hasta leer el final del artículo, la última frase, no había caído en… ¿y con qué barreras nos escuchamos a nosotrxs mismxs? También tenemos creencias sobre nosotrxs mismxs que pueden hacer que nos tratemos de forma limitante para nuestras fortalezas o inseguridades. Es aquí cuando se hace evidente la necesidad de conocernos para saber escucharnos sin juicios ni prejuicios y tener una conversación productiva y desde el amor.
Mar Canovas
Este post me ha encantado. Sobretodo porqué me ha sorprendido. Al leer el título pensaba que se trataría de un post sobre cómo nos comunicamos, a nivel verbal y no verbal o sobre la atención banal que le ponemos a una persona cuando habla.
Me ha parecido muy interesante el enfoque de que cuando nos comunicamos con otra persona, todo aquello que nos dice lo pasamos por el filtro de la imagen que nos hemos hecho de esa persona. Es algo que nunca me había parado a pensar de esta manera. Y con ello, puedo darme cuenta que una misma frase, incluso dicha con la misma entonación, no la recibiré de la misma manera si me la dice mi padre, que si me la dice mi hermana. Simplemente por el imaginario que tengo de estas personas, por lo que espero de ellos, por experiencias pasadas con ellos
Me resulta algo revolucionario trabajar con esto, con una apertura para no determinar una persona, ni lo que dice, por como creemos que es o por cómo fue.
Trabajar en la escucha plena, consciente y sin filtro. Poder ver con exactitud a quien tengo delante. En el presente. Y escuchar con atención y sinceridad.
Sara Elizabeth Olivares Puelles
Este articulo es realmente interesante. Serví como voluntaria en Chile y uno de los primeros principios que nos enseñaban al ayudar a la gente era escucharlos, dejar de pensar que le diremos después y escuchar lo que diga. Reconozco que al principio es difícil, estamos acostumbrados a querer responder cosas correctas, elocuentes y inteligentes, pero al practicar y prestar atención una y otra vez a lo que la otra persona decía me di cuenta de que es una forma de valorar a la otra personas, de entender lo que dicen.
Debemos escuchar, es la única forma de ser mas empáticos.
Maria Mercedes Aparicio Romero
Este artículo me ha hecho reflexionar sobre la influencia de mis expectativas y creencias cuando escucho a los otros. Esta influencia se hace más clara en mi trabajo como psicóloga, no sólo influyen mis imágenes sobre cómo tendría que ser una conversación productiva en terapia, sino mis propias expectativas sobre cómo tendría que ir, los avances que se deberían estar produciendo, los cambios que se deberían estar produciendo en el paciente, etc.
Creo que es muy importante ser consciente de estas expectativas para dejarlas a un lado y escuchar de una manera lo más sincera posible. Entiendo la importancia de aplicar la empatía, la confianza, la generosidad y el amor a la escucha. Y creo que en el caso de los terapeutas se ha de practicar la humildad para entender que nuestras imágenes sobre lo que «debería» ser son sólo imágenes y no la verdad.
drwiygni
Una persona muy cercana a mí no se valora lo suficiente como para sentir que merece ser escuchada. En consecuencia, acaba por proyectar esta imagen de sí misma en los demás; quienes perciben esta imagen y acaban por creerse que es «la real». Cada vez que esta persona habla, los demás parecen no mostrar mucho interés o parecen juzgarla más rápido/mostrarse más escépticos. Este ejemplo apoya la afirmación que se hace en el artículo que dice, «La construcción que hemos hecho de la persona que nos está hablando influye en gran medida en la calidad de nuestra escucha».
Hace poco me pasó algo relacionado con esta temática: vínculos – imagen mental – recuerdos – expectativas. La cuestión es que yo soy una persona que normalmente tiendo a preocuparme por las personas que quiero y demuestro con facilidad este afecto. Un día de entre los muchos de esta cuarentena, yo me sentía algo irascible, emocional e introspectiva; al mismo tiempo que alterada. Ese mismo día tenía muchos mensajes que provenían tanto de WhatsApp como de Instagram. Dos de ellos eran muy largos; uno era de una muy buena amiga mía y el otro de mi compañero sentimental.
Anteriormente, ambos, me habían enviado mensajes largos de una elevada intensidad emocional a los que contestaba con relativa rapidez. El caso es que aquel día en concreto, no tenía la motivación ni las ganas de «preocuparme» excesivamente de nada ni de nadie. Necesitaba espacio y desconexión. Por ello no les contesté hasta el día siguiente por la noche.
¿Cómo reaccionaron? Mal, muy mal. El recuerdo que tenían tanto de mí, como de nuestra relación habían configurado aquella imagen de mí de «amiga/novia que está siempre, independientemente de cómo se encuentre emocionalmente ella misma». Las expectativas que tenían puestas en mi, no se cumplieron, la cual cosa, les decepcionó a ambos. Debido a la imagen mental que tenían de mí de «siempre estar bien» o «preocuparme» eludieron mi estado emocional directamente justificaron mi comportamiento como «Pasotismo o despreocupación». No supieron leerme o «realmente escucharme» e interesarse por qué actuando de esta manera. La imagen mental les impidió preguntarme si estaba bien o simplemente, preguntarme si no estaba respondiendo por algún motivo. (Les comenté que contestaría más tarde sin más, por mi parte también podría haber habido una mejor comunicación, jeje!).
Pero en conclusión, vengo a decir que muchas veces una vez creada una relación, aplicamos filtros para juzgar tanto declaraciones, hechos y comportamientos con facilitad, y a veces nos cuesta salir de ese «rol de experto» en relación a lo que «yo sé de ti y de tu esencia».
Aún recuerdo cuando mi mejor amiga de la adolescencia cambió por completo de un año a otro. Su identidad se había modificado, debido a un cambio de ciclo vital así como la influencia de su pareja en aquél momento. Recuerdo que me costó mucho «aceptar» que la imagen que había creado de ella ya no era real; que ya no podía esperar de ella lo que el año anterior sí: Las personas somos cambiantes y complejas; cambiamos por dentro y entre nosotros. Y esto al corte prefrontal, a quien le gusta organizar y planificar, pues le cuesta comprender. Pero en realidad, la vida sin evolución y cambio, no es vida. Tanto mi comportamiento lunático de un día, como la necesidad de mi amiga de cambiar de identidad forman parte del caos que implica ser Humano; si habláramos de imágenes mentales estáticas hablaríamos de perfección donde no existiría el juego, ni el margen de ser en todas sus formas.
Con esto no quiero decir que las imágenes mentales no sean necesarias; al contrario, las necesitamos para simplificarnos la vida, para poder prever y podernos proteger, para gestionar mejor el tiempo y la inversión de energía; pero tampoco podemos apegarnos a ellas. Esto es algo que me ha costado mucho aprender, pero que la vida me lo ha puesto en bandeja continuamente para que lo asimile y con ello, aprenda a aceptar la vida tal y como es y no como me gustaría. Es nuestra labor reconocer cuando las imágenes mentales que hemos creado se han modificado y ya no son lo que eran. Por mucho daño que haga o por poco que nos gusten, es nuestra responsabilidad ser honestos y reconocer ese cambio para poder tratarlo desde lo sano, desde la aceptación. Al mismo tiempo, también reconocer las imágenes mentales que hacemos de nosotros mismos; ser conscientes de con qué nos identificamos y con qué no; qué proyectamos y qué potestad les damos a los demás para que puedan apropiarse de esa imagen mental y hacerte esclavo de ella.
Trascender siempre es necesario. Desde ese no juicio, desde ese «ver» vemos realmente qué hay delante de nosotros y no qué nos imaginamos que hay delante de nosotros. Ying Yang. El débil también es fuerte. El feliz también es triste. El carismático también es aburrido. Y así infinitamente. Solo depende de en qué momento le pillemos y desde qué punto observemos (..)
«Realmente es difícil escuchar conectados con el miedo que subyace a la impaciencia. Anticipamos nuestra impaciencia y nos quedamos pegados a ella lo que nos impide escuchar genuinamente al otro. Escucharlo desde las personas confiadas, empáticas y confiadas que somos es un logro que podemos conseguir si trabajamos en nuestro autoconocimiento y escuchamos desde la generosidad, la equidad y el amor»– Gracias por el artículo, una vez mas reflexioné sobre temas importantes como el Trascender y la Escucha!
Adriana
Me parece muy interesante la relación existente entre la escucha activa hacia el otro y los prejuicios elaborados respecto a este. Verdaderamente, cuando hablamos con una persona es imposible no realizar suposiciones y juicios de cómo es esta a partir de lo que escuchamos. Considero que los seres humanos somos así, forma parte de una característica la cual poseemos, realizamos juicios de manera constante en referencia a los demás. Estos pueden llegar a condicionar nuestra futura relación con una persona además de influir en la escucha respecto a ella. No escuchamos de la misma forma a alguien el cual poseemos una imagen positiva que, por el caso contrario, alguien que no es así. Pero, ¿y cuando no conocemos a la persona? En este articulo se ha hablado de los juicios una vez ya hemos mantenido una mínima relación con una persona pero también es muy común realizar juicios sin conocer a alguien, sin tan siquiera haber hablado con este.
Marina Romero Llovet
Éste articulo me ha hecho realmente el gran reto que es escuchar. Pues cuando escuchamos, nuestra escucha se fundamenta en las expectativas que hemos generado a partir de nuestras experiencias anteriores, y estos prejuicios son muy difíciles de ignorar. Y es que, como profesionales de la psicología o el coaching, tenemos que ser profesionales de la escucha.
Con mi poca experiencia, ya me he dado cuenta de lo difícil que es la tarea de escuchar un paciente. Es muy fácil cegarnos con lo que nosotros creemos que le pasa al paciente, y con dónde creemos que debemos conducir al paciente. La cosa es, que eso solo lo sabe el paciente. Si no escuchamos activamente, nunca podremos hacer un acompañamiento de calidad. Es por eso por lo que es clave preguntarnos des de dónde estamos escuchando a nuestros pacientes y clientes.
Gemma R
Este artículo me ha parecido de gran utilidad, ya no solo como futura psicoterapeuta, sino también para aplicarlo en nuestro día a día.
Me quedo mucho con la parte donde se comenta ‘’Cuando me relaciono con alguien no solo me relaciono con la persona sino con la imagen interna que he hecho de esa persona, de mí con esa persona y de nuestra interacción’’. Nunca me lo había planteado de esta forma y viéndolo entiendo la importancia que tiene ser consciente de ello ya que puede condicionar el cómo es nuestra escucha.
A la vez, este articulo me ha hecho cuestionarme qué prejuicios pueden estar influyendo en mi escucha, ya que estos pueden llegar a limitarme.
Júlia Bartra Pallarès
Sempre he pensat que les persones sentim i no escoltem. I m’ha semblat molt interessant l’explicació que escoltem la imatge mental que ens construïm i no a la persona que s’està expressant. Això molt sovint provoca que malgrat que una persona s’hagi esforçat per a canviar la seva actitud o pensament, no ho puguem apreciar perquè estem cegats amb l’expectativa que tenim fet sobra aquella persona. Fet que acaba generant frustració en l’altre.
Per tant, és molt important que intentem ser conscient de la construcció de prejudicis i que tinguem voluntat de voler-los deconstruir. Ja no parlo des del punt de vista de futura psicòloga, sinó com a persona que s’haurà de relacionar durant tota la seva vida amb altres persones. Crec que així arribaríem a generar relacions molt més sanes i reals.
Julia Jane
La mayoría de las personas cree que escuchan realmente a los demás, pero en el fondo creo que en nuestros diálogos sigue habiendo mucho egocentrismo. Es decir que creo que muchas veces las personas escuchan, pero que a la vez están pensando en sus cosas o en lo que responderán a continuación. Por lo tanto, creo que la sociedad, en general, debe trabajar en la escucha activa y en elaborar conversaciones de calidad donde la escucha sea uno de los protagonistas.
Mònica Sagnier
Efectivamente, la calidad de nuestra escucha vendrá muy determinada por la gestión que hagamos “del juicio al otro/a”. Y ya no el juzgamiento sólo, sino, cómo se dice en el artículo, la expectativas que tenemos debido a acontecimientos pasados… En mi proceso de aprendizaje, de crecimiento personal, de interesarme por lograr un mejor bienestar emocional para mi y para los demás… me doy cuenta, cada día más, de la importancia de vivir cada momento con la máxima “neutralidad” posible. Esto permite estar atento a “lo que es” y no “a lo que creo que es, será o era”…
Las expectativas que ponemos al exterior nos afectan, pero también nos afectan las expectativas que, creemos, ponen en nosotros… Falta autenticidad y confianza en nuestras comunicaciones… llego a esa conclusión. Me ha parecido muy interesante también el que se haga referencia a la impaciencia, me he identificado. Este aspecto también puede ser un obstáculo para una escucha efectiva. Como futura psicóloga, es determinante entrenar mi escucha, por ello, tomo nota de muchas de las reflexiones que nos deja este artículo.
Anna Sanz
Este artículo me ha parecido muy interesante e importante, ya que vivimos en una sociedad en la cual estamos acostumbrados a hablar antes de escuchar, o a interpretar antes de escuchar al completo. La mayoría de veces no somos conscientes que cuando una persona nos habla y nos explica cualquier cosa, nosotros inconscientemente ya empezamos a interpretar esa información, darle un sentido en nuestra cabeza, pensar qué vamos a contestar, etc. Muchas veces no escuchamos realmente al otro porque ya tenemos una imagen interna formada sobre esa persona que hace que filtremos lo que nos está diciendo según nuestras experiencias anteriores junto a ella, lo que esperamos…
Como psicólogos creo que es fundamental ser conscientes de la importancia de aprender a escuchar bien y desarrollar una escucha de calidad para poder conectar mejor con nuestros pacientes y comprenderlos en su totalidad, y saber diferenciar una escucha empática de una escucha activa (que todavía va más allá y requiere que estemos presentes con todos los sentidos).
Marc Ventosa
En el ámbito político se puede ver claramente la influencia que tiene la persona que tenemos delante a la hora de escucharla. Ya sea entre políticos o incluso cuando la población escucha a cierto político hablando. Si nos paramos a pensar, es muy probable que estemos de acuerdo con algunas medidas o discursos que hacen los partidos políticos que no nos representan, pero aún así, ni nos dignamos a escucharlos porque son quién son. También explicaría la influencia que tiene lo que esa persona ha hecho o dicho anteriormente en mi capacidad para escucharla en el presente. Eso, sinceramente me entristece un poco, porque nos limita bastante a la hora de crearnos una opinión propia, estar atentos a lo que nos rodea e incluso analizar críticamente… todo esto, siendo esclavos de nuestros propios prejuicios.
Hay mucha verdad en este artículo y creo que todos nos hemos visto envueltos en alguna situación donde el rol que hemos cogido en esa relación, nos ha llevado a ser más o menos escuchados. Puede ser que nos tachen de «somos demasiado pequeños» o cualquier otra etiqueta que influya en la predisposición del receptor a escucharnos más o menos, de hecho, el mero factor de estudiar psicología ya nos hace susceptibles de recibir actitudes poco receptivas o de cansancio, ya que se nos toma por «limpiamentes» o «charlatanes». Muy interesante lo que se dice en este artículo.
Agata Tresserra
Qué importante el saber escuchar! Y que difícil resulta a veces… como bien expone el articulo, las imágenes internas que hemos construido sobre la persona que tenemos delante pueden hacer que inconscientemente dejemos de escucharla…
Una vez más se ve reflejada la importancia de poner consciencia e intentar dejar de lado los prejuicios que vamos construyendo a través de experiencias pasadas para así poder y saber escuchar.
Pauline
Me ha gustado tomar conciencia desde el punto de vista «por no contemplar tu vulnerabilidad puedo dejar de escuchar tu miedo y exigir algo que no puedes ofrecer desde tus inseguridades.» Me he dado cuenta que atribuyo fortaleza a la gente como regla general. Es decir que estoy escuchando desde una determinada visión en este aspecto. Me lo apunto para trabajarmelo. Gracias!
Blanca Torre
Creo que este artículo invita a reflexionar más allá de lo profesional, a la práctica de escucha diaria que hacemos con aquellos que nos rodean. Aquellos de los que ya tenemos una imagen: los que son victimistas, los que presumen demasiado, los que te atacan, los que no valoran tu trabajo u opinión… y muchas veces, deberíamos hacer el esfuerzo de olvidar todo aquello que sabemos o creemos conocer de esa persona y escuchar de cero. Seguramente muchas cosas cambiarían y quizás la relación que tenemos con ellos mejoraría. Al final escuchar es una parte esencial de la comunicación con el otro.
Janna
Sempre m’ha agradat molt escoltar, ja des de petita escoltava més que parlava. Però estava realment escoltant a tothom per igual? Em deixava portar per les expectatives que m’havia fet de cada persona? No es pot demostrar, però seria una mentida dir que sí que els/les escoltava a tots/es per igual sempre. Escoltar em sembla un art que s’ha d’anar treballant, un art que s’ha de polir, i no deixar-se portar per les expectatives que t’has fet de l’interlocutor em sembla de les parts més difícils.
M’ha sorprès la idea de que fins i tot tenim expectatives de com anirà la quedada amb tal persona, perquè tens tota la raó! És algo que jo mateixa feia molt i que vaig anar treballant amb el temps, tot i que a vegades el pensament em va més ràpid que la raó i encara ho faci.
He gaudit molt d’aquest article i crec que tot professional (i persona del carrer) hauria de tenir en compte el seu contingut per reflexionar al respecte.
Olimpia Castro Viu
Personalmente opino que en general no escuchamos realmente a lxs demás, que tendemos a estar nuestro mundo cuando nos hablan y, en consecuencia, contestamos desde ahí, desde nosotrxs, desde lo que a nosotrxs creemos que nos funcionaría, sin ver realmente las necesidades de la otra persona.
Creo que del discurso de otra persona, oímos mucho, pero escuchamos (bien por elección consciente o inconsciente) aquella información que pasa los filtros de nuestras creencias, experiencia y, como dice Hermínia, de la construcción mental que nos hemos hecho de esa persona, puesto que “ha de cuadrar” lo que nos está diciendo con la imagen que nos hemos construido.
Nunca me había parado a pensar la idea de que lxs demás tardan en darse cuenta de nuestros cambios, igual que nosotrxs de los suyos, porque proyectan en ti la idea que tenían anterior, la cual no deja ver la “nueva”, la actual. Quizá la clave está en hacernos a la idea de que la imagen que nos hemos construido de otra persona puede ser dinámica (si no lo es directamente), ya que estamos en constante interacción con nuestro entorno y de ahí devienen cambios constantemente.
En mi opinión sí es posible ir más allá y escuchar a la persona sin que tal imagen nos limite. Todo es hacerlo consciente y trabajar cada unx consigo mismx para detectar las limitaciones que proyectamos y estar en el momento presente.
Por último, como respuesta a las preguntas del final del artículo, en mi caso son los juicios sobre otras personas y sobre mis acciones lo que me dificulta escuchar y escucharme.
¡Muchas gracias por el artículo!
Eva Esteve
Están importante saver escuchar y a la vez tan difícil . Por mi profesión e tenido que escuchar a mucha gente, pero realmente les escuchaba ? Para mi es todo un reto que me trabajo todos los días, para poder llegar a ser una buena coach . Grscia Herminia
Aina
L’escolta és un element clau en la nostra pràctica professional i en el nostre dia a dia com a persones. Aprendre i conèixer des d’on escoltem ens ajudarà a posar consciència i trobar estratègies i eines per poder – ho fer des d’un altre lloc si és necessari.
Les preguntes plantejades al final de l’article em semblen molt poderoses i que conviden a la reflexió i poden ajudar a tenir un millor autoconeixement i gestió del que ens passa. A més a més, conèixer els nostres límits i saber identificar quines expectatives tenim amb relació als altres també ens ajudarà aquesta presa de consciència i a saber des d’on escoltem i per què estem escoltant d’aquesta manera.
Considero que aprendre a escoltar és molt important en qualsevol feina que impliqui relació, tot i això, es cert que en la nostra futura feina l’escolta serà un element clau, essencial i necessari per poder fer un bon acompanyament. Escoltar a l’altre i escoltar que ens passa a nosaltres ajudarà a no limitar i poder acompanyar des d’un lloc molt més professional.
L’escolta és una feina que requereix entreno i consciència per poder realitzar – la cada vegada millor.
Irene Gutiérrez Coranti
Me he sentido muy identificada en muchos de los aspectos que se han mencionado en este artículo. Muchas veces no me siento escuchada y hay veces en las que siento que al contar algo, existe un filtro por parte del receptor de mi mensaje. Creo que debemos hacer un trabajo muy importante de introspección y empezar por escucharnos a nosotros mismos sin juzgar, sin filtros, sin presuponer ya que esto último tenemos mucha tendencia a hacerlo.
Creo que la escucha activa es un factor verdaderamente importante tanto para conocer a nuestro entorno como para conocernos a nosotros mismos. A esta escucha activa debemos sumarle tiempo y no de cantidad, sino de calidad, ya que es esencial para establecer un buen vínculo y por tanto, una buena comunicación. Escuchar al otro es tan importante como escucharse a uno mismo y debemos dedicar y dedicarnos tiempo para ello y quitarle todos los prejuicios, filtros y dejar de presuponer aquello que nos quieren decir, porque cada persona es un mundo y cada voz tiene un mensaje distinto.
Mar López
En muchísimas ocasiones me ha ocurrido con personas de mucha confianza que ellas o yo, nos hemos interrumpido para terminar la frase o bien, hemos contestado como si ya supiéramos como iba a concluir el discurso del otro, y nos hemos equivocado. Es como si tuviéramos más interés por lo que opinamos nosotros mismos de ese tema que por lo que nos esta contando la persona, es una escucha de bajo nivel, desde nuestra perspectiva personal no empatica para con el interlocutor. De alguna manera sigue siendo una conversación con uno mismo, porque es con esa imagen interna ( creencias, expectativas) del otro y no con el otro y con el momento presente.
Es todo un proceso aprender a escuchar de verdad, saber distinguir entre lo que dice esa persona y que parte añade uno a su interpretación personal de lo que dice, y saber ver como el proceso que nos enriquece es esa escucha activa de la cual podemos aprender siempre algo nuevo sobre nosotros y el mundo y sobre los demás.
Irene
Gracias por este artículo muy interesante. Leyendo este artículo me planteo, que es lo que realmente escuchamos y a quién escuchamos? Me ha venido a la mente leyendo este artículo una típica situación en nuestras vidas diarias, por ejemplo “estás hablando con una amiga, pero lo que te está diciendo te resulta repetitivo o aburrió, haciendo que inconscientemente desconectes de la conversación y no le escuches nada de lo que te dice, pero en un momento vuelves a conectar cuando te dice, me estas escuchando? Y tu sorprendido dices sisi, pero realmente no has escuchado nada de lo que te ha explicado, y como te sabe mal, intentas prestar más atención a lo que te dice, intentando hacer una escucha más activa”.
Cristina
Gran artículo, muy certero. Escuchar realmente a la persona sin poner por delante ningún filtro, ningún prejuicio es, no quisiera decir imposible, pero sí muy difícil, tanto más cuanto más creemos conocer a la persona. Y sin embargo, cuando se consigue, ni siquiera un poco, mi experiencia es que siempre hay nuevas percepciones, nuevos matices, nuevas comprensiones que enriquecen la persona que tenemos delante, y nuestra relación. Requiere tiempo, paciencia y presencia. Creo que cuesta más entre los adultos, como si pensásemos que por el hecho de serlo tenemos que dar cosas ya por sabidas. A mí personalmente me resulta más fácil con mi hija, con los jóvenes en general, quizás porque interiormente les doy más espacio para sorprenderme, para el cambio, para que hagan las cosas de forma diferente porque están en proceso natural de evolución. Quizás nos hace falta rejuvenecer nuestra mirada para mejorar nuestra escucha.
Gracias por tu mirada Herminia.
Mª del Carmen Pérez Fuente
Coincido totalmente con el mensaje principal de este artículo: «escuchamos a las personas e función de la imagen que nos hemos hecho de ellos». Eso, es algo de lo que fui consciente al poco de empezar el Máster, pero cuando me di cuenta que en el tiempo que hacia que no había visto a la persona x, esta podría haber cambiado de alguna manera, mi forma de escuchar cambió. Empecé practicando con una persona algo allegada a mi, situándome en una posición en la que daba el beneficio de la duda (en cuanto al cambio), vi que no había cambiado (seguía con sus indirectas negativas de siempre), pero eso no era lo que a mí me importó: lo que de verdad me importó y me sorprendió es que habiéndole dado el beneficio de la duda, la escuché de otra manera y desde esa calma y tranquilidad, supe responderla sin caer en la provocación de sus indirectas. De este modo, la calma a mi también me ayudó a no sentirme culpable, como me sentía otras veces que empezaba con sus indirectas. Ese día hice 2 grandes aprendizajes.
Gracias.
Ana Isabel Núñez
Estoy totalmente de acuerdo con la afirmación de que la escucha no es fácil. Diría que es más difícil que hablar. Aunque ambas varíen en su calidad.
Como todo en la vida el cambio está continuamente presente, en las relaciones interpersonales también. Después de una conversación, por ejemplo, somos diferentes, hemos ganado o perdido. Ganado en conceptos, emociones o perdido, independientemente de si son negativos o positivos.
A veces, ganas en realidad y otras en todo lo contrario. Depende del interlocutor o de uno mismo.
Los filtros son inevitables y cuanto más “espeso” sea éste menos calidad habrá en la comunicación.
El caso de Susana y su pareja es, lamentablemente, de lo más habitual. No solo en parejas sino entre padres e hijos, hermanos, jefes y subordinados, amigos y hasta hay gente que lo repite con D ios, en este caso no se sabe que opina Él o Ella (me refiero a Dios/a)
Lo cierto es que esa madurez necesaria conlleva humildad, paciencia y dosis de sentido común; bienes escasos hoy en día. Esta es mi percepción que viene desde cierta dosis de pesimismo y frustración; al observar la sociedad en la actualidad percibo un individualismo excesivo que conduce al exceso de egoísmo y la falta de valores. Todo ello favorece a la no comunicación de los “altamente comunicados” del Connecting new World”
Estoy de acuerdo en que todos tenemos prejuicios pero la decisión de obviarlos es nuestra y solo nuestra. Por ello la buena escucha también parte de una decisión muy clara y seria de nosotros con nosotros mismos.
Para terminar, decir que escuchar se escucha poco y se oye mucho. Es más, seguramente esta fase de la humanidad es en la que más palabras se dicen y la que menos se escucha que nunca en nuestra historia.
xavier Aparicio
Hola Herminia, gran artículo sobre la escucha. Y ciertamente, nos vemos reflejados en los diferentes aspectos-conceptos del mismo. Si tenemos una “etiqueta” (prejuicio) validada en el tiempo sobre una persona es difícil realizar una escucha atenta sabiendo que esta dedicación va a caer en “saco roto”. Necesitamos de unos segundos de reflexión y posicionarnos otra vez en “modo” escucha empática para que la comunicación pueda fluir. También es importante focalizar aspectos cotidianos de la persona que merman la capacidad de escucha; horarios de trabajo, estrés, exceso de compromisos, pérdida de energía, todo ello conlleva a un aplazamiento del momento de escucha para que éste sea de calidad. Las situaciones íntimas sin bullicio, sin estrés, en las que los interlocutores están con sus capacidades intactas son “ideales” para que la escucha sea total. Gracias por el aprendizaje…………..
Laura Ponce
Que cierto es tu artículo. Nuestra manera de escuchar evidencia lo subjetivo que es el ser humano, lo que me plantea ¿cómo la psicología pretende hacer ciencia objetivable con un objeto de estudio tan subjetivo?
Un saludo
Santiago
Extraordinario Herminia yo que cada día me estoy convirtiendo en un aceptologo que acepta que todo lo que ocurre ocurre por una razón que muchas veces escapa a mi visión condicionada acepto que los demás tienen derecho a opinar discernir y equivocarse con lo que yo pienso digo o hago pero se me había escapado eso de la imagen asociada y muchas veces sin darme cuenta me he resignado a deshacer esas imágenes que tenemos de los demás …… Gracias y una y mil gracias por contribuir a la expansión de nuestras consciencias
Noemi
Gracias Herminia,
Por tan valiosa información. Por eso es necesario, como bien mencionas en supervisión, que para un Coach, es necesario «vaciarse» cada vez que entra en sesión con un cliente, pues como seres humanos que somos, nos formamos nuestra imagen del cliente o interpretamos…pero no va un cliente a un coach para ser interpretado a la imagen del coach, si no…para ser escuchado…REALMENTE…
Gracias por tu post Herminia!
Vanessa Teixidor
Gràcies Herminia! Prenc nota…em quedo amb la següent reflexió: «Escucharlo desde las personas confiadas, empáticas y confiadas que somos es un logro que podemos conseguir si trabajamos en nuestro autoconocimiento y escuchamos desde la generosidad, la equidad y el amor».
Vanessa
josep gendra
Molt interessant Hermínia!
Quisiera identificar dos aspectos diferenciados: la Escucha como Coach con tu Coachee y la Escucha como padre, pareja, amigo, hijo, jefe, compañero… etc. En ambas situaciones debe prevalecer el hecho de Escuchar desde las personas confiadas y confiables que somos, con empatía, generosidad, justicia, honestidad y amorosidad. La Conciencia de esa diferenciación se sitúa no al nivel del «Tipo de Escucha» (activa, completa) sino en el Nivel del Feeb-back. Desde la generosidad, pero también desde la humildad, entiendo que somos responsables del crecimiento de las personas en la segunda situación (la de no-Coaching). La devolución, por lo tanto, adecuada a la persona creo que puede y debe realizarse desde la contribución al Crecimiento Personal y Profesional de nuestro interlocutor. En este sentido, si nuestro hijo nos conecta con nuestra «paciencia», creo que debemos devolvérselo para que su comunicación mejore. Si nuestro colaborador nos conecta con nuestros «prejuicios», creo que debemos devolvérselo, como función de Liderazgo. Haciéndolo de la mejor manera posible, lo agradecerá y pienso que, en muchos casos, es nuestra responsabilidad. Repito, siempre fuera del ámbito Coach-Coachee. Porque no somos responsables de lo que sentimos, síno de nuestra respuesta a lo que sentimos, pienso que tenemos esa responsabilidad como personas y profesionales expertos en el crecimiento personal y profesional de las personas.
Alicia García Lucas
Me ha venido a la cabeza un pasaje del libro «La sensación de fluidez» en que Leopoldo invita a Jesús a degustar una cena con los cinco sentidos, uno a uno, haciéndole que redescubra cómo es una naranja, un trozo de pan, etc. Le anima a percibirlo de un modo diferente, tomándose su tiempo, abriendo todos los sentidos despojándose de los prejuicios. Me parecería una forma estupenda de hacerlo para con nosotros mismo, los demás y, en el futuro, con nuestros clientes.
Las inseguridades, los miedos, el confort, todo ello nos lleva a los prejuicios, a etiquetar a las personas. Sería el atreverse a ser, a saber, a descubrir lo que nos podría animar a «saborear» a las personas y al mundo como si fuese algo recién descubierto, la propia curiosidad nos llevaría a escuchar libremente, sin ataduras al pasado ni a los prejuicios mentales que tenemos. Redescubrira los demás. ¡Me gusta!
Roser
Quanta raó! ja no només és l’escolta activa sino el escoltar a l’altre desde el seu jo, no desde el nostre. De vegades em passa que quan parlo amb segons qui penso que ja se per on va la conversa o que no m’aportarà res de nou perque sempre hem diu el mateix, pero quin gran error estic cometent! des de l’amor i la humilitat farè l’esforç de buidarme abans d’escoltar els altres tal i com es mereixen perque tots som persones i ens ho mereixem.
Gràcies com sempre Herminia!
Carlos A.
Como nos cuesta dejar de querer cambiar la realidad … es tan sencillo y nos lo hacemos tan complicado que nos cuesta creer que sea realmente tan sencillo.
El otro, la circunstancia o tu mismo simplemente son como son, no como creemos que debería ser. Y en cuanto dejas de querer que cambien, pluf! … aparece la magia de aceptar la realidad tal y como es.
Un saludo,
Carlos.
Laura Bravo
Me ha encantado este post Herminia.
Que gran verdad es que estamos día a día a aportando pequeños granitos de arena a la montaña que vemos de cada persona. Pequeños granitos de arena de » cosecha propia», con todos nuestros prejuicios, muchos de ellos, desgraciadamente culturales , tan arraigados en nuestra personalidad.
Por mi parte es una lucha que llevo desde hace un tiempo, humildemente, lo he hecho con mucha gente, y también lo he sufrido, y sufro , y realmente estoy sensibilizada porque estoy viviendo un gran cambio.
Esto me esta ayudando a dejar a un lado » las etiquetas sociales» que no conducen a nada, nos quedamos con unas ideas e información que no corresponden , en muchas ocasiones, con la realidad, y es una verdadera pérdida de valor en nuestras relaciones personales.
Como futura Coach, saber escuchar es fundamental, como hemos hablado ya en muchas ocasiones, es una competencia clave , que afortunadamente, ya hasta los conocedores de la materia, nos han dado la alegría de que se trata de una COMPETENCIA DESARROLLABLE. Así que trabajemos el autoconocimiento, dejemos a un lado la impaciencia y escuchemos a los que queremos ( y a los quelo necesiten ).
Gracias Herminia!
ROSER CIVIT
Hahahahaha… M’has tornat a enganxar!!!
Sabia que tinc dificultats per escoltar perquè tinc prejudicis i etiqueto a la gent (tot i concentrar-me per no fer-ho…), però m’has sorprès quan has plantejat que també tenim la imatge interna de com s’ha de desenvolupar una conversa. I, sí! Aquesta també la tinc i no n’era conscient! I és un aspecte que em fa enfadar, doncs jo pressuposo quines normes s’han de reunir per tenir una conversa de qualitat, prescindint de les de l’altra persona… i quan no se’m compleixen, responsabilitzo a l’altre de no seguir un protocol (per a mi) universal!! Recoi!!!
Gràcies, Hermínia… m’ha sortit la targeta «sigue jugando»!!!
😉
PD: No cal comentar des d’on m’escolto a mi mateixa! Això ho deixen per quan passi de curs!!!
Elena R. Laguna
Creo que falta un fragmento de mi comentario, quería decir que es como si mi cabeza me dijera: «Uff, quizá diga algo interesante, pero tarda tanto en llegar al meollo…» o «No merece la pena escuchar, no va a decir nada interesante…»
Edita Olaizola
Me ha encantado, Herminia. Acabo de suscribirme a tu blog 🙂
Gracias por compartir
Elena R. Laguna
Gracias, Hermínia. Me ha gustado mucho el análisis tan detallado que haces de las dificultades que podemos encontrarnos para ofrecer una escucha de auténtica calidad.
Haces referencia a muchas situaciones en las que realmente me siento reflejada y te lo agradezco porque me resulta muy útil tenerlas tan claramente descritas para trabajarlas.
Por ejemplo, me siento identificada en lo que dices respecto a la dificultad de escuchar a personas de las que pienso que me cuesta mucho esfuerzo escuchar. Por su tono de voz, por su ritmo, por la forma en que parece dar rodeos sin llegar a ningún sitio… Realmente me incomoda, es como si mi cabeza me dijera: <> o <>.
Me parece muy importante ser consciente de ello y en el momento que lo detecte poder conectar con algo más poderoso que me permita mantener la escucha. Este algo más poderoso puede ser, como dices, la empatía, la confianza, el amor o la generosidad.
A seguir practicando! 🙂