COACHING TELEOLÓGICO, General, VALORES Y COMPETENCIAS
El silencio en los procesos de coaching teleológico
Desde una actitud de eternos aprendices, cada día, podemos mejorar nuestra praxis como coachs; con este espíritu de eterna aprendiz, hoy, me gustaría, con la aportación de vuestros comentarios, seguir reflexionando y aprendiendo sobre el “arte del silencio”, fundamental para realizar conversaciones profundas y transformadoras con nuestros clientes. Esta actitud ya la reflejaba en el Siglo XVII una mujer mexicana de gran sabiduría, conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, que escribió: “No estudio por saber más, sino por ignorar menos”. ¡Qué pensamiento tan inspirador!
Para seguir inspirándonos qué mejor que una historia. Cuentan que un día un estudiante se aproximó a su maestro y le preguntó ¿dónde reside la esencia de la sabiduría? El maestro permaneció en silencio. El alumno se lo preguntó de nuevo y el maestro siguió perseverando en su silencio. ¿Qué es lo que no entendía ese alumno? Estaba tan lleno de ruido interior que no sabía escuchar la respuesta del maestro. La esencia de la sabiduría no puede ser explicada, sólo vislumbrada desde el profundo silencio. La esencia de nuestros clientes no puede ser expresada con palabras, sólo intuida desde el silencio.
El no juzgar crea silencio en la mente.
Deepak Chopra
En un proceso de coaching teleológico el silencio es un gesto de respeto y de amor. Cuando somos capaces de ofrecer el espacio de silencio a nuestros clientes, estos pueden escuchar su propia conciencia, meditar sobre quien son y lo que les afecta. Pueden llegar a conectar con su propia sabiduría y así lograr las respuestas que realmente necesitan para ser ellos mismos, lograr sus sueños, resolver sus problemas…
¿Cómo podemos llegar a ofrecer este espacio de silencio a nuestros clientes? No es una empresa sencilla, pero sí posible. Al igual que en otras competencias, si queremos dominarla deberemos practicar, practicar y practicar para desarrollarla. El hábito del silencio no se improvisa, es el resultado de un trabajo serio y profundo realizado precisamente desde este silencio. Cuando podamos otorgarnos a nosotros mismos este espacio de silencio lo podremos ofrecer a nuestros clientes. Cuando aprendamos a escucharnos podremos escuchar a nuestros clientes.
Nos conocemos desde nuestra propia observación, sin juzgarnos, ni corregirnos, solamente observándonos desde la calma del silencio interior. Al observar aprendemos. Si hemos interiorizado el hábito de observarnos respetuosamente lo podremos trasladar a nuestra praxis profesional. ¿Cómo podemos escuchar a nuestros clientes, si entretanto nos estamos juzgando o tenemos miedo a hacerlo mal? Este “ruido” interno no permite el silencio necesario para escuchar el “sonido” de nuestro cliente. Si yo estoy conectando con mi miedo a hacerlo bien, a realizar las mejores preguntas, si estoy juzgando mi intervención mientras converso con mi cliente, este ruido interior me impedirá guardar el silencio que me ayudará a conectar con mi cliente.
Constantemente estamos rodeados de ruidos, el entorno urbano no facilita demasiado conectar con el silencio. Continuamente nos encontramos inmersos en el ruido: conversaciones banales, música sincopada, el tráfico, disputas entre las personas, conflictos y dilemas internos, “mal rollo en la empresa”… Los ruidos nos impiden escuchar los sonidos que fluyen de la esencia de cada ser humano. Estamos sordos a estos sonidos que sólo podremos escuchar si permanecemos en silencio. Saber escuchar este sonido personal e intransferible hace que podamos conectar y sintonizar con los demás.
¿Sabemos escuchar los sonidos del silencio? Al hacerme esta pregunta, cómo no, me viene a la cabeza la mítica canción de los años 60 que escribió, Paul Saimon, The sounds of silence, que interpretaba conjuntamente con Art Garfunkel y que pretendía expresar el sentimiento de dolor y tristeza que provocó el asesinato en 1963 de Jonh F. Kennedy. ¿Sabemos escuchar en el silencio los sentimientos de nuestros clientes para sintonizar con ellos? ¿Rompemos el silencio cómo dice la canción, oyendo sin escuchar? ¿Charlando sin hablar? ¿Podemos compartir la voz del silencio de nuestros clientes? Cuando les damos feedback y les decimos expresiones del tipo: “Me ha llegado…” Lo que nos ha llegado ¿es la letra de la canción o el espíritu que alberga? En los procesos de coaching al escuchar los sonidos del silencio estamos escuchando la “voz” de nuestro cliente.
¿Cómo podríamos definir el silencio?
Para ello voy a utilizar otra historia. Se dice, que cuando Huizhong fué a discutir con otro monje, simplemente se sentó en su silla y se mantuvo largo rato en silencio. Entonces el otro monje le dijo: “Por favor propón tu tesis para que yo pueda argumentar. A lo que Huizhong replicó: “Ya he propuesto mi tesis.” El monje preguntó: “¿Cuál es?” Huizhong dijo: “Sé que está más allá de su comprensión.” Y diciendo esto, se levantó dela silla. Latesis que propuso Huizhong fue la del silencio. Cómo no es algo de lo que pueda hablarse, la mejor forma de exponerlo es mantenerse en silencio.
Para mí el silencio es el espacio de calma entre dos “ruidos”. Y entre estos dos ruidos se da la paz y el sosiego que nos permite oír los sonidos del silencio. ¿Cómo definirías tú el silencio?
Escuchar en silencio
¿Tenemos la capacidad de escuchar sin interrumpir? Pero no desde la contención y haciendo un esfuerzo para permanecer “callados”, sino desde la generosidad de ofrecer a nuestro cliente lo que necesita: silencio para conocerse y reflexionar sobre sí mismo y su realidad; silencio para buscar en su interior la respuesta que precisa, su propia verdad. Este silencio profundo y generoso no crea incomodidad. Cuando amamos este silencio podemos estar presentes y acompañar a nuestro cliente para que abra la puerta al conocimiento, la luz y el discernimiento.
Cuando elegimos el generoso silencio como parte fundamental de la conversación nos abrimos a la posibilidad de acompañar realmente a nuestro cliente para que vaya a “su hogar”. Cuando nos desesperamos por intervenir conectamos con nuestro “ego”, nuestros miedos, nuestro orgullo, impaciencia, nuestro rol salvador y sin ser concientes de ello pretendemos llevarlo a nuestra “casa”. Cuando dejamos que el silencio forme parte de nosotros, cuando eliminamos los “ruidos internos” podemos escuchar y observar, sin perjuicios ni expectativas para conectamos con la verdadera esencia del otro.
El arte de escuchar no implica poder repetir las palabras que nos ha dicho nuestro cliente como si fuéramos loros, tampoco significa interpretar, ni mostrar nuestra simpatía hacia sus opiniones, ni proyectar nuestras teorías, conclusiones, valoraciones o prejuicios, significa vaciarnos y crear un espacio de silencio interno para escuchar desde el respeto a nuestro cliente.
Un factor importante a tener presente como coachs es prevenir situaciones de incomodidad en clientes que no estén habituados a la introspección o a permanecer mucho tiempo en silencio con un interlocutor. En estos casos sería interesante que pudiéramos comentar al inicio del proceso que en algunas ocasiones realizaremos preguntas profundas que van a requerir que guardemos silencio; este tiempo de silencio será el necesario para que pueda reflexionar y llegar a sus propias reflexiones.
En otros casos puede ser que el cliente, no esté habituado a una introspección desde el silencio y que este silencio le incomode, ya que le puede hacer conectar con miedos u otras emociones dolorosas para él y busque una respuesta inmediata, superficial o conocida para evitar conectar consigo mismo. En estos casos vamos a dar un feedback en el que compartimos lo que estamos observando: “Observo que cuando te hago ciertas preguntas tu respuesta es inmediata, ¿qué significado le das a esta manera de hacer?”.
En ambos casos podemos darle un feedback positivo acerca de la oportunidad que este silencio nos ofrece. La conversación será más profunda y facilitará la evolución de su proceso. Este silencio no sólo no nos incomoda sino que será esencial para el proceso. No vamos a pensar que es lento, o que no sabe, o que no está colaborando o comprometido con el proceso. Como dijo Friedrich Nietzsche¡, filósofo alemán del S.XIX: “El camino de todas las cosas grandes pasa por el silencio”.
¿Qué nos puede ayudar a respetar el silencio?
Jiddu Krishnamurti, en su libro recopilatorio Krishnamurti esencial, publicado por Ed. Kairós en el 2010, nos invita a reflexionar sobre el hecho de aprender: “La humildad es necesaria para aprender; la humildad, no la modestia ni el aceptar a medias, porque para aprender hace falta mucha humildad; no se trata de dar algo a alguien que respetamos, eso no es humildad, eso es meramente aceptar la autoridad”. Como otras muchas competencias que los coachs hemos de desarrollar, la de aprender a respetar y fomentar el silencio será fundamental para conectar y sintonizar con nuestros clientes.
Respirar. Cuando respiramos dejamos espacio para focalizar nuestra atención. Ponemos en el centro de la conversación a nuestro cliente y nos liberamos de nuestra memoria, de nuestros presupuestos y afanes. Al entrar en este olvido conectamos con la continuidad, con el fluir y facilitamos una conversación armónica, una danza sensible y hermosa. Cuando aprendemos a acallar nuestra voz interior nos abrimos a todos los sonidos. Desde este silencio incrementamos nuestra capacidad de percepción y nuestra sensibilidad. Una sensibilidad que nos permite darnos cuenta de la verdadera naturaleza del otro, sin conflictos ni internos ni con nuestro cliente. Esta sensibilidad nos permite escuchar lo que dice nuestro cliente. Desde este silencio podemos observar respetuosamente a nuestro cliente: cómo respira, cómo habla, cómo reflexiona, cómo siente, cómo se mueve…
Atender. Estar atentos de tal manera que nosotros desaparezcamos y quede nuestra presencia y el silencio para escuchar a nuestro cliente. Escuchar completamente con todos nuestros sentidos. Para escuchar completamente hemos de oír al otro, verlo y sentirlo, con las orejas, los ojos y el corazón. Escuchar implica poner atención con todos nuestros sentidos bien despiertos de esa manera sólo existirá el sonido que surge del silencio, la voz del cliente.
Visionar. Ahora voy a pedirte que cierres los ojos, respires profundamente y te relajes. Recuerda alguna experiencia dónde tu comunicación con la naturaleza fuera absoluta… por un momento sumérgete en la naturaleza, imagínate rodeado por cumbres escarpadas, en medio de un basto desierto o contemplando el inconmensurable océano… Escucha con tus oídos, con tus ojos, con tu olfato, con tu piel… abre tus sentidos, tu mente y tu espíritu. No hablas, escuchas y percibes ¿Qué sientes? ¿Qué observas en ti? Reflexiona y obsérvate. ¿Cuál es la función del silencio en esa experiencia? El silencio posibilita nuestra comunicación con la naturaleza, no necesitamos palabras para sentirnos conectados íntimamente con ella. Imagínate trasladando esa paz interior, esa ausencia de “ruidos” a tu praxis profesional ¿Eres capaz de comunicarte desde el silencio con tu cliente?
Al finalizar esta reflexión me cuestiono ¿he de aprender a generar más espacios de silencio o he de acabar con los ruidos internos que me impiden vivir en la calma del silencio interior? O, si hacemos caso al célebre dicho hindú, “no hables si tus palabras no han de mejorar el silencio”, ¿lo que me estoy diciendo me está sirviendo para mejorar mi silencio interior, o sólo es ruido?
Sugerencias sobre este tema:
http://academic.uprm.edu/dpesante/docs-apicultura/el_silencio_habla.PDF
132 Comments
gloria
EL SILENCIO EN LOS PROCESOS DE COACHING TELEOLÓGICO
El silencio es el gran arte de la conversación pues para escuchar profundamente hemos de oír al otro, verlo y sentirlo, con las orejas, los ojos y el corazón
Este artículo sobre el silencio tanto a nuestro a nivel personal como durante la sesión de coaching, me parece super importante, casi diría que el silencio es la herramienta mas importante que tenemos para que el cliente llegue a su profundidad, a su ser, que escuchen su propia consciencia y lo que realmente les preocupa y desde allí, encuentre el mismo la respuesta que buscaba. Por que la esencia del cliente se intuye desde el silencio, no con palabras.
Cuando nos demos a nosotros mismo un espacio de silencio, seremos capaces de dárselo también a nuestro cliente. Cuando aprendamos a escucharnos podremos escuchar a nuestros clientes.
El cliente necesita silencio para reflexionar sobre sí mismo y buscar en su interior la respuesta que necesita, nosotros no debemos romper ese silencio y debemos escuchar “vacíos” y sin ruido interno…..mucho para aprender.
Luis Prior
¿Cómo podríamos definir el silencio?
Es lo que subyace en la vida. Si paramos toda acción queda el silencio. Este silencio es ocultado con las acciones físicas y con las acciones mentales (pensamientos). Podríamos decir que la vida descansa en el silencio.
¿Qué nos puede ayudar a respetar el silencio?
Ser más conscientes de nuestro ruido interior y no alimentarlo. Respectar el silencio es respetarnos a nosotros mismos.
La práctica meditativa que aprendí hace ya tiempo se basa en cerrar los ojos y observar el ruido mental. Observar sin dejarse ir tras el. Observar como nace y como se va. Lo que queda es silencio. Y en el silencio quedo yo como conciencia, no como persona. Y más si tengo los ojos cerrados donde no veo un cuerpo que pueda relacionar con un yo, ni hay pensamientos que pueda relacionar con la historia de un yo. Esa conciencia es la que queda y la que atiende lo que sucede. Es el estado de conciencia, presencia y escucha que considero se tendría que dar ante el cliente. O por lo menos tender a ello.
Pauline
Me encanta ver el silencio “desde la generosidad de ofrecer a nuestro cliente lo que necesita: silencio para conocerse y reflexionar sobre sí mismo y su realidad; silencio para buscar en su interior la respuesta que precisa, su propia verdad. Este silencio profundo y generoso no crea incomodidad.”
También me gusta mucho la idea de “comentar al inicio del proceso que en algunas ocasiones realizaremos preguntas profundas que van a requerir que guardemos silencio; este tiempo de silencio será el necesario para que pueda reflexionar y llegar a sus propias reflexiones.”
Roman
Gracias. Es la hora para trabajar con el silencio. Empezando conmigo mismo.
patricia.delgado.p
Sin palabras…
Maribel Bascón Barrera
Muy interesante este articulo sobre el silencio. De un tiempo para aquí estoy poniendo en práctica lo de escuchar a las personas sin interrumpirlas y me doy cuenta que voy mejorando, pero a veces, entro en conversaciones en las que me cuesta y creo que es porque me estoy esforzando en no interrumpir, como muy bien dices en tu articulo es porque mi ego me provoca esa impaciencia por querer contestar ya que no estoy de acuerdo con lo que me están diciendo, no estoy aceptando que la otra persona tenga una opinión distinta a la mía. Yo conecto con el silencio sobre todo cuando estoy rodeada de agua, en el mar, en los embalses o rios, baja el ruido de mi dialogo interno, me siento conectada con la naturaleza, el cielo, las nubes, el sol, el agua y no escucho ni tan solo las paladas de mi remo.
Esther Gallego
El silencio, ese acto incomodo y gran desconocido… Después de leer este articulo y tras el año de Master he entendido que el silencio es importantísimo para poder escucharnos a nosotros mismos y por supuesto es un acto indispensable para poder acompañar como coach.
Gracias Herminia por este articulo, este párrafo me ha hecho consciente 🙂
¿Tenemos la capacidad de escuchar sin interrumpir? Pero no desde la contención y haciendo un esfuerzo para permanecer “callados”, sino desde la generosidad de ofrecer a nuestro cliente lo que necesita: silencio para conocerse y reflexionar sobre sí mismo y su realidad; silencio para buscar en su interior la respuesta que precisa, su propia verdad. Este silencio profundo y generoso no crea incomodidad. Cuando amamos este silencio podemos estar presentes y acompañar a nuestro cliente para que abra la puerta al conocimiento, la luz y el discernimiento.
NICOLAU JUAN PUJOL
Mi propósito es único:
yo uso las palabras sólo para crear espacios de silencio.
Osho. Discursos
He inclòs aquesta frase de l’article perquè, sota el meu punt de vista, tot l’article es podria resumir en aquesta frase. Quan has aprés a interpretar-lo de forma correcta, el silenci t’ho diu tot d’una persona. Et permet entendre el seu llenguatge no verbal, el com se sent, t’indica que necessita reflexionar…
Moltes vegades, un silenci, diu molt més que un discurs sencer.
Vaig començar aquest màster sense tenir ni idea de com interpretar un silenci. Ara al final del primer any, tot i tenir encara molt per aprendre’n, com a mínim he aprés a respectar-lo i alguna coseta més.
Gràcies a que he comentat aquest article al final de curs, sé que el curs vinent, caldrà aprendre a interpretar-lo. Gràcies!!
Anna Vicén Renner
¡Me encantaría dar las gracias a la autora de este post en silencio! La miraría a los ojos, sonreiría desde el corazón, y haría un leve «sí» con mi cabeza para decirle sin palabras: «Lo he entendido y me ha llegado. Lo pondré en práctica y recordaré muchas de las frases escritas. Deseo dominar y disfrutar el arte del silencio, tanto en mi profesión como en mi vida privada. Incluso noto algo en el estómago cuando imagino lo bellos que son los momentos en los que reina el silencio. Cuando te besan, por ejemplo. Esos ruidos, las respiraciones, los roces. Qué bonito es poder ser silencioso cuando estás con un cliente. Qué bonito es poder dar silencio para que el otro reflexione. Qué bonito es avanzar en silencio. Gracias, de verdad, por este post».
Jordi Marquillas Rius
Yo distingo los silencios internos y los propios de la sesión de CT. Uno de los aprendizajes que he tenido durante mi curso de CT es la importancia de conseguir mantener de una forma rigurosa los silencios (tanto el silencio interno como aquel que evita que interrumpas a tu coachee). Me he dado cuenta tanto de su utilidad en el proceso como de su dificultad de conseguirlos de forma correcta. Fue increíble confirmar que si como coach consigues mantener tu propio silencio interno ello ya es sinónimo de que muchos de los ruidos internos que a uno le impedían la correcta escucha empática al otro han desaparecido. Y es que cuando desaparecen esos ruidos en el coach (ejemplo, la impaciencia, prejuicios, rol de salvador, ego, tus miedos…) es porque ya esta escuchando en cuerpo y alma a su coachee y se está focalizando en él como si fuese lo mas importante de su vida en esos momentos. Es eso precisamente lo que le facilitirá la escucha empatica y poderse situar en el paradigma del coachee, permitiéndose que pueda comprender de forma plena al coachee en su discurso. Es solo tras ello, a mi entender, como resultado de ello, cuando podrán venirle las preguntas poderosas.
Asimismo, para el coachee el hecho que mantengas un silencio sin interrupciones por tu parte y que sienta que tu Ser solo se focaliza en él y en lo que él dice, le hace sentir especial, muy escuchado, sentir que lo que esta diciendo es importante y que tú le entiendes y lo respetas, por lo que lo estas acompañando en todos los sentidos. Ello hace también que se te abra más y que el coache se escuche interiormente mucho más y con ello de una nueva vuelta a reflexionar sobre sus propias palabras, generando mas posibilidades de abrir el camino de su solución.
Otro silencio importante relacionado con este ultimo comentario es aquel que forma parte de ese momento mágico que sigue tras que el coachee se haya expresado y en donde el coach le deja mas espacio sin mediar palabra alguna a fin de respetar a que el coachee siga pensando o auto reflexionando sobre sus recientes palabras o su tema.
CHELO RUESGA SALVA
Como siempre hemos de empezar por nosotros mismos, no podemos ofrecer algo que no tenemos. Nosotros debemos aprender a estar en silencio de forma cómoda , vaciar nuestros ruidos, observarnos sin juzgar, desde el respeto a nosotros mismos para poder ofrecer todo ello a nuestro cliente. Nos ayudamos para poder acompañar al otro.
¡Gracias Hermínia!
Davinia Garcia
Para poder ofrecer silencio, primero tenemos que conectar con él. Aprender a sentir y vivir en la calma a pesar de los ruidos es lo que nos permitirá poder estar delante de un cliente, vacíos de nosotros mismos para llenarnos de él.
Tenemos que reconciliarnos con el silencio. Al principio puede causar dolor, pero después… es pura esencia.
Carlos Bisbal Sanz
Excelente artículo sobre el silencio y sus beneficios tanto a nivel personal como en un proceso de coaching.
La importancia de dejar ese espacio al cliente para que conecte con su ser, con su esencia y pueda llegar a su propia respuesta.
El coach debe trabajar ese silencio consigo mismo y con los clientes que lo lleve a la ausencia de juicio consigo mismo o con el cliente y llegar así a la escucha real.
Armando Sosa
El silencio de la naturaleza es el silencio vivo, el silencio maestro. El silencio de las estrellas, el silencio de la noche, el silencio del campo. Este es el silencio arquetípico. El silencio de la Vìa Láctea brillando en el medio de la noche. Es uno de los silencios luminosos más llenos de vida y más pedagógicos que me ha regalado la amorosa madre naturaleza. Otro regalo de silencio precioso de la “PachaMama“ (Madre Naturaleza para las culturas andinas) ha sido cuando caminando por un sendero de Montserrat de sorpresa me inundó la sensación de sentirme infinitamente humilde y pequeño a una escala cósmica en la contemplación de una majestuosa formación rocosa de millones de años Y es que la no solo comunica sino que enseña a través del silencio. Por eso no para de darme vueltas en la mente, la frase de que “el silencio de la naturaleza es el silencio vivo, el silencio maestro“. Gracias a la lectura de este artículo me han surgido ideas sobre qué puente arquetípico utilizar, encarnar en mis conversaciones. El silencio de la madre que amamanta a su bebé. El silencio de la naturaleza, el silencio del espacio exterior, el silencio cósmico que permite tanto mi coachee como a mi, conectar con el universo que llevamos en nuestro interior.
Pep Muntan Gomà
El silenci és per a mi un tresor. Un silenci és generositat. Quan algú m’ofereix silenci em mostra respecte, em fa sentir valorat. Donar-me silenci em resulta molt difícil però efectivament trobo que és imprescindible que m’acustumi a fer-ho si vull esdevenir coach. El silenci als altres no només m’ajudarà a ser millor coach, sinó millor company, amic, persona. Efectivamet crec que no n’hi ha prou amb callar sinó que cal també atendre, observar. Per a la consecució del silenci com proposes, és esencial observar i ‘treballar’ els sorolls que un té a la ment. El treball del silenci hauria de ser un camí vital que ens allibera a nosaltres mateixos i al nostre entorn. Per últim, he trobat molt interessant l’apunt a com ens fa sentir estar a la natura, d’on tots i totes venim, el so del vent, de les fulles, del mar, dels ocells, de l’aigua. La observació i la contemplació dels sons de la natura és un dels moments màgics, per això procuro que la meva estona a la natura esdevingui quelcom rutinari. Per estar millor. Gràcies Tieta per un gran article sobre un gran tema.
POL SERRATOSA FANDOS
El silencio ante una conversación puede resultar el acto más generoso que una persona pueda ofrece , una escucha activa y sin juicios permite a la persona que se está desnudando ante nosotros hacerlo sin tapujos , sin límites y sintiendo un abrazo tan profundo como físicamente irreal.
Para conseguir que este silencio sea lo más puro posible requiere de muchísimo entrenamiento aunque pueda parecer de lo más sencillo. Acallar nuestros ruidos internos , nuestras etiquetas , nuestros juicios y nuestras creencias para abrir una hoja en blanco ante aquello que estamos escuchando .
Es en ese silencio donde encontraremos muchas de las respuestas que tal vez estemos buscando , donde escucharemos realmente si nuestra voz interior nos limita en forma de ruidos o nos engrandece en forma de mensajes positivos y de amor hacia nosotros mismos.
Muchas veces convertimos una conversación en dos monólogos ¨yo soy , yo he hecho…¨ , y no conseguimos detectar que lo único que está pidiendo la persona que tenemos delante es ser escuchada , no confrontada con tu versión de hechos parecidos a los suyos que hayas vivido en tu vida.
Es un gran verdad que para poder apreciar y amar los silencios en una conversación , debemos entrenar y abrazar primero los silencios en nuestro foro interno.
Un artículo muy interesante , gracias!!
mejor con salud | MundoSalud.org
Un genial artículo y muy aconsejable. Saludos
AJ
La mejor manera de corresponder al silencio es con silencio.
Joan Agustí Ramírez Reverte
El silencio es un acto de generosidad no sólo hacia el coachee, sinó también hacia nosotros mismos.
Un silencio, no solo de “ruido” exterior, sinó también interior, es una oportunidad de conectarnos verdaderamente con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
En un proceso detanto autoconocimiento y de crecimiento personal, como en un proceso en el que seamos coach, no podemos observar, reconocer, no juzgar,… sin silencio.
En mi faceta de músico aprendí ya desde el principio que los espacios de silencio son tan importantes como los espacios en donde se ejecutan las notes.
En esta linea, el silencio del que hablamos es dar un paso más allá, integrándolo como parte «activa» de nuestra vida.
He oído muchas veces definir el silencio como ausencia de ruido. Yo propongo a partir de ahora definir el ruido como ausencia de silencio.
Elena Sanz
Me ha encantado este artículo Herminia, poder transportarme a un lugar donde poder escuchar el silencio, y empezar en ese silencio como praxis para mi profesión. Creo que el concepto que lo resume todo es poder vaciarse para poder escuchar, observar, entender desde el respeto y la importancia sin nuestro ruido interior.
Marta Paris
Como indicas en el artículo, guardar silencio para que el otro pueda expresar lo que esta sintiendo, no es tarea fácil. Justamente hoy, conversando con mi hermana, he sido consciente de lo difícil que es a veces mantenerse callado mientras la otra persona nos cuenta lo que le está sucediendo; así que he tenido la oportunidad de practicar el silencio. Hace poco leí una entrevista en la Vanguardia que también hablaba de la importancia del silencio, lo comparto pos si os es de interés. http://www.lavanguardia.com/lacontra/20171110/432754474656/cuando-no-hay-palabras-la-realidad-y-la-verdad-afloran.html
paula
Al final para mi este artículo hace darte cuenta de lo mas sencillo de la vida y en el fondo lo mas complicado. Que és estar quieto, sin palabras, sin ninguna voz, solo con el silencilo. Parece sencillo pero no lo és. Parece que ya no sabemos hacer simplemente nada, o simplemente escuchar, siempre hay otras cosas que no rodean. Entonces es un ejercicio a trabajar y a tener en cuenta para avanzar. El silencio, la calma, la escucha. Tres conceptos imprescindibles para avanzar en nuestro camino.
Sonia Pleguezuelo
Creo que quien más o quién menos, todos hemos podido experimentar varias ocasiones en la vida esos momentos de silencio y contemplación que resultan tan placenteros y enriquecedores, y tan necesarios. Admirando un paisaje natural…, u observando unos pájaros volar.., paseando por un bosque…, etc.
Lo curioso es como, a pesar de ser una muy positiva experiencia, nos cuesta tanto incorporarlo a nuestra vida cotidiana, donde los silencios parecen volverse tan incómodos en compañía como en solitario. Es un hablar por no callar y casi una obsesión por llenar con sonidos ese silencio que parece oler a una desdeñada soledad. Con palabras, con música, con gestos ruidosos…
Es cuando dejamos que el silencio nos inunde por dentro, cuando podemos sentir verdadera paz y tranquilidad interior.
El ejercicio diario en la práctica de la meditación me parece casi indispensable para aprender a frenar esa cascada constante de pensamientos consecutivos. Considero que es clave para desacelerar el diálogo interno y el externo, y dejar pasar de largo los pensamientos sin aferrarse a ninguno.
«Soy la consciencia que hay detrás de la voz». Para escuchar activamente y conscientemente primero será necesario acallar nuestra propia voz. La que sale de nuestro ego y pone en juego nuestros prejuicios.
Sí aprendemos a escuchar mejor de lo que hablamos, seguramente tendremos más éxito en nuestro rol de coaches así como en el resto de nuestras relaciones personales.
Ahora todos a practicar. Yo empiezo ya. Shhhhhhhhh… ;-P
Günter Cepek
¡Me ha encantado este artículo! Sí, el silencio es el trasfondo de todo. Todo surge del silencio: los encuentros entre personas, la voz del otro, las preguntas, las respuestas y la toma de consciencia. Y es en el silencio que se origina la propia voz antes de ser pronunciada y escuchada…
Montse Codina
Hace un año realicé una caravana por el desierto junto a un grupo de bereberes. La caravana era de una semana y viviamos como ellos sin los lujos que podemos tener en nuestras casas.
Los bereberes nos contaron que hay 2 tipos de «silencios» cuando haces largo recorridos por el desierto: «un silencio que llena» y «un silencio que vacia». En el primer tipo de silencio se encuentran nuestros sentimientos y emociones en positivo, planes, nuevos retos, etc y el segundo, el que «nos vacia» es el silencio para realizar el «duelo», de llorar una pérdida o una ilusión que no se ha cumplido. Ellos andan varias días y semanas largos trayectos en un sitio absolutamente silencioso. También tienen una canción que cantan cuando caminan que se llama la canción del silencio. Es preciosa.
Puedo dar fe, que durante esa semana y a través del silencio y el paisaje espectacular conecté plenamente con mi esencia.
Dormir fuera de la haima por la noche, bajo un cielo completamente estrellado y con ese silencio sepulcral ha sido lo más marivilloso que he experimentado hasta ahora.
El silencio es muy poderoso.
Andrea Corominas
Molt interessant parlar de silenci.
Necessito conectar amb el meu silenci cada dia, parar la ment i els sorolls externs i interns i conectar amb l’ essència. Entregar-me a silenci per mantenir l’equilibri.
Mentre llegia l’article m’han vingut a la ment diverses idees. Una d’elles m’ha fet especial il.lusió. He recordat que el primer que em va parlar de silenci va ser el meu avi matern quan a la tarda tornant d’escola em feia asseure’m al seu costat, escoltavem música clàssica en silenci i després em deia, ara ja pots fer els deures!
El contacte amb la natura és molt potent i és com una droga que la necessites. Tinc el privilegi de viure en mig del bosc i això ajuda molt a trobar aquesta pau interior que tan busquem. Per malament que hagi anat el dia, arribar a casa i respirar és un bálsam pel cos-ment.
També he recordat moments molt potents en relació natura-silenci-conexió amb el més enllà en llocs privilegiats del món.
En fi, m’he trobat com a CASA, gràcies!
Ana Cristina Asiain
Mientras iba leyendo el artículo iba pensando cómo iba a ser yo capaz de hacer esos silencios conscientemente sin que el cliente los note… en fin, el ruido de si seré capaz o no de acertar con las preguntas abiertas, si seré capaz de dar el espacio al cliente …. No llegaba a ver la manera de conseguir ese silencio de verdad. Este tipo de silencio me estaba pareciendo banal aunque muy difícil de conseguir al mismo tiempo.
Ha sido cuando has hablado de generosidad cuando he sabido de qué silencio se trata y ha sido cuando he conectado con el artículo. Y es que desde el amor, la bondad o la generosidad todo es mucho más fácil.
Mi experiencia brutal con la Naturaleza: durante un retiro espiritual de Mindfulness y ya en el tercer día, en un paseo en silencio observando el paisaje cántabro, comencé a ver sombreros en las copas de los árboles. Me quedé alucinada, y entendí cuando dicen los diseñadores que encuentran inspiración en la Naturaleza para crear.
Muchas gracias Herminia por este artículo. Me ha servido de mucho.
Oriol Sánchez
Quan era petit una persona em va dir: «Escolta la veu del silenci». Em vaig posar a riure perquè em semblava una frase totalment incoherent, però ja fa molts anys d’això i recordo el moment com si fos ara.
Com diu l’article, estem rodejats de soroll, extern i intern, però el que es realment important es l’intern, perquè l’extern el podem silenciar, ja sigui canviant-nos de lloc o posant-nos cascs, però l’intern no, l’intern necessita d’una pràctica…Al silenci, tal i com ho entenc jo, hi ha la reflexió, la consciència, l’autèntica vivència, no hi ha el judici. Degut al soroll, sembla que al silenci hi hagi el buit però realment el que hi ha és la plenitud, la connexió amb el nostre interior, la connexió amb l’amor, ja sigui amb el que veus, amb el que fas o amb el qui escoltes.
Josep Fajarnes
Gracias Herminia, y también a todos l@s compañer@s que anteriormente a mi habeís puesto vuestros también interesantísimos comentarios.
Reflexionado sobre el artículo y opiniones, para mi, como futuro Coach, será importante no creerme que con «callar» y mantener el silencio ya estará todo hecho.
Debo aún ejercitarme en no («ver que sería necesario») intervenir desde mi prepotencia e impulsividad, que para mi son dos factores que «ahí están». Y contra la prepotencia no queda otra que trabajar la humildad, y contra la impulsividad el auto-control.
Pero como decía, callar – guardar silencio no significa nada si este silencio no es un silencio activo que surge de la generosidad, que realmente pretende desde el vacío interior conectar, comprender, y sentir que estoy ahí, acompañando al cliente, confiando plenamente en él, y efectivamente dejándole este espacio temporal en donde él tenga todo el tiempo que necesite para pensar y reflexionar sobre cosas para las que quizás él mismo nunca ha querido darse ni unos minutos a lo largo de toda una vida.
Esto me lo aplico a mi el primero, convencido de que si no paso esta experiencia en toda su intima complejidad, difícilmente sabré ofrecer al cliente este espacio temporal en donde el también pueda sentirse cómodo para tener una introspección profunda y vital.
Así pues, «manos a la obra».
Soy incapaz de hacer dos cosas a la vez, soy por tanto incapaz de tener y escuchar «ruido» interno y al mismo tiempo gestionar un silencio generoso desde el corazón. Lo reconozco, y este es mi punto de partida para aceptar eliminar esos ruidos que de forma tan gratuita tan buenos pensamientos «no nacidos» me han robado a lo largo de toda mi vida.
Gracias a todos.
Elisabet
Interesante reflexionar sobre el silencio y comparto con otros compañeros q para mi hay distintos tipus de silencio en función de la profundidad. Puedo estar callada y en silencio no profundo porque mi mentre está agitada con ruido y dialogo interno. Personalmente necesito espacios de silencio, meditacion, contacto con la naturaleza, andar , nadar, para desconectar del Mundo exterior y conectar conmigo. Con la edad he aprendido a estar cómoda con el silencio con otras personas, no necesito hablar. Sin embargo, confieso que debo practicar el silencio en procesos de CT, motivada estoy!
Diego Slemenson Fischman
EL SILENCIO Y LA AUTO-SANACIÓN:
• Observar desde la calma de nuestro silencio interior.
• Observar liberados de la memoria.
• Observar desde el respeto.
• Observar amorosamente.
• Observar desde la intuición.
• Observar el sonido de las palabras que se nos dicen, el tono, la emoción.
Cuando caminamos por el mundo nos lastimamos, es inevitable no hacerlo. Avanzamos, como perros apaleados, lamíendonos con orgullo nuestras heridas. Y seguimos, con esfuerzo y empeño, de pie caminando. Muchas veces creemos-sentimos que hemos perdido el Norte, que la vida es un sendero sin esperanza ni sentido.
El silencio nos muestra el camino a casa, a un lugar de protección donde el tiempo y la propia escucha nos permite sanarnos.
¿Nuestro trabajo como coachs es convertirnos en guardianes de ese camino?
¡Un cariñoso saludo!
Susanna Clusella
¿Es posible escuchar el silencio? El puente pasado estuve en el apartamento de mis padres de la playa, como mi novio y yo somos freelands, nos quedamos un día más. Al día siguiente, me puse a trabajar en el balcón, y de repente, lo escuché… Había un silencio brutal, me llamó mucho la atención, recuerdo que la primera sensación fue la de inquietud, no sé muy bien porque…, Poco a poco me fui acostumbrando, pero sentía su presencia en todo momento, fue una sensación muy extraña y placentera… La tengo tan presente, que podría invocarla ahora mismo… Creo que una sensación de vacío se apoderó de mi en un primer momento, para luego llenarlo de presencia…
Sergi Montells
El silencio es clave en los procesos de Coaching, sobretodo en el acto comunicativo humano. Los tipos de silencio son clave. Muchas veces tenemos la necesidad de tener que hablar, de tener que dar la respuesta correcta, de no poder permitirnos un silencio.
Un silencio es espacio, es un regalo, hacia los demás o hacia nosotros mismos, una forma de respetar el tiempo de respuesta.
Los silencios dentro de un proceso de Coaching teleológico son muy importantes. Son momentos clave de reflexión, significa que la intervención del profesional, y el transcurso de la conversa han llegado a un punto de inflexión, un momento de pausa. Puede ir acompañado de una toma de conciencia o, también, de un cambio de paradigma.
Respetemos los silencios de los clientes, respetemos también nuestros silencios!
Júlia Coll Pons
Respirar, atendre i veure. Escoltar amb els cinc sentits. Restar en silenci des de l’amor i el respecte, sent generosos amb els nostres clients, oferint-los aquell espai tan necessari per a la reflexió i la introspecció.
El que em quedo de l’article és el següent: no podrem restar en silenci i estar autènticament connectats amb els nostres Coachees si no silenciem abans els sorolls interns de la nostra ment. Un altre cop tornem al de sempre: si volem ser bons Coachs hem de passar per un procés de transformació personal i, a la vegada, aprendre aquelles competències que defineixen un bon exercici professional.
Fluir amb la conversa, ballar amb el client, escoltar l’essència, sentir els silencis. No sentir-nos incòmodes amb el silenci, no interrompre aquests espais tan necessaris. Acompanyar el client a casa seva, abandonar l’ego i no carregar-nos el cavall.
L’últim vídeo m’ha permès connectar amb la natura i amb el silenci i he pres consciència de la quantitat de soroll que hi ha, a dins i a fora i dels pocs moments que realment ens permetem simplement estar, baixar el volum, escoltar aquell espai entre dos sons.
Atès que som grans i eterns aprenents, això també ho podrem aprendre. El requisit imprescindible, com mostra l’article, és la humilitat.
Reconèixer des de la humilitat més profunda que ens cal aprendre a estar en silenci, restar en silenci i viure en silenci per poder acompanyar i oferir al nostre client i als nostres interlocutors, espais de convivència i reflexió profunda.
Silenci.
FABIOLA MARTIN DUQUE
El arte de escuchar está vinculado al arte del silencio.
En los procesos de coaching el valor del silencio es fundamental.
Ofrecer al cliente un espacio conversacional de calidad, de diálogo transformador, donde a través de la escucha, las preguntas, los feedbacks y los silencios pueda ser capaz de acompañarle a encontrar sus propias respuestas.
Ese silencio profundo no es incómodo sino respetuoso y generoso. Ser capaz de estar presente, crear ese clima y esas condiciones favorables para la introspección. Estar en silencio respetando el silencio del otro.
También tiene su nivel de dificultad porque no me refiero solo a la ausencia de palabras, de ruido, que también, sino a mi propio silencio interior como coach. Si dentro de mi hay ruido ¿cómo podré estar presente y escuchar activamente? ¿Cómo puedo dar aquello que no tengo? Creo que como coaches hemos de ofrecer silencio desde el silencio, para que el cliente realmente haga ese viaje a su interior, donde se conozca un poco más, reflexione y se puedan resolver todos los interrogantes. No podemos estar teniendo diálogo interior mientras escuchamos las palabras del cliente y creo que tampoco mientras escuchamos sus silencios ya que éstos, en algunos casos, hablarán casi más que las palabras.
Sin ese espacio las respuestas serán rápidas y superficiales, sin profundidad y entonces las preguntas poderosas tampoco tendrían ese potencial transformador que permite a los clientes conectar con su esencia y con su verdad.
Al igual que la desidia/pereza, el ruido, la verborrea, hablar por hablar, responder sin pensar, también nos desconecta de nosotros mismos, también lo interpreto como una manifestación inconsciente de algún tipo de “miedo” ¿Por qué si me callo….que es lo que me voy a encontrar? Quizás no quiero afrontar alguna circunstancia o huyo de algo que me provoca dolor?
El ruido nos permite estar desconectados de nuestra esencia y muchas veces no somos conscientes de ello hasta que no paramos.
Es como cuando estamos en una habitación con una máquina o un aire acondicionado, al ppio quizás te ha molestado el ruido pero al rato ya te has acostumbrado y realmente hasta que no se para no te das cuenta de cuanto ruido habías estado “soportando”:
Por eso te conectas al parar, respirar profundamente, observando la naturaleza, un paisaje, percibes esa quietud, esa paz, ese “todo es perfecto tal como está” y también te aquietas, conectas con el “todo” con “tu esencia”, aceptas, serena y profunda y estás en paz.
Mark Twain : “La palabra precisa tal vez sea efectiva, pero ninguna palabra jamás ha sido tan efectiva como un silencio preciso”
Ana Sánchez Castillo
Hay que permitirse y concederse a uno mismo espacios de silencio para poder ofrecerlos a nuestros clientes durante nuestras sesiones. Nunca, antes de empezar este master en coaching y liderazgo personal lo habría pensado así, pero ahora lo veo como un pensamiento perfectamente lógico, obvio incluso. Cómo voy a ser capaz de ofrecer a otros lo que no me concedo a mi misma? En algunas ocasiones los silencios me impacientan, me hacen sentir incómoda, en algunas circunstancias me he sentido
“obligada” a hablar porque la persona con la que estaba no lo hacía. Incluso a veces, he respondido a la pregunta que yo misma había planteado a alguien, al no respetar su silencio e interpretar que no podía o sabía responderla!!! Será un reto para mi mantener estos silencios, pero no dudo que lo aprenderé.
El otro aspecto interesante que planteas en este artículo, Herminia, es que estos silencios para que el cliente reflexione los experimente como incómodos o le conecten con sus miedos. Habrá que estar atentos y en caso necesario mencionar el aspecto positivo de estos silencios que como coach favorecemos, para su reflexión, que son necesarios y no incómodos, que tiene la función de que encuentre la respuesta conectando consigo mismo.
Respondiendo a tu pregunta, yo definiría el silencio, como los momentos con ausencia de ruido, interno y externo.
He encontrado un par de frases célebres sobre el silencio: “Para toda clase de males hay dos remedios; el tiempo y el silencio” – Alejandro Dumas.
O esta otra: “Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras” – William Shakespeare
Joan Ferran
Desde el punto de vista de coach, la gestión de los silencios es para mí uno de los aspectos más llamativos, el espacio que da el coach al coachee para la reflexión, los segundos para la meditación, para pensar la respuesta, o simplemente para integrar o tomar consciencia, es de una generosidad y respeto impresionante. En algunos videos de procesos que hemos visto durante el curso, hemos podido ver ejemplos de gestión del silencio por parte del coach magistrales, silencios donde se entendía todo.
Un aspecto que me ha llamado la atención, es ‘la incomodidad de los silencios’, pues da respuesta a una pregunta que me hacía desde hacía ya tiempo, ¿qué ocurre cuando te encuentras a alguien a quién los silencios le incomodan?, si el caso es un proceso de coaching es bastante obvio el advertir de la circunstancia, pero en las relaciones personales o laborales, es distinto. Yo soy bastante reflexivo y en ocasiones cuando hago un silencio noto al interlocutor que siente una incomodidad tremenda, parece que el dar una respuesta rápida, el ‘no callar’ aunque no se diga nada, a veces parece ser el objetivo. La respuesta desde el ‘ego’ nos juega alguna ‘mala pasada’. Durante una conversación si dedicamos unos segundos a la reflexión, conseguiremos captar la atención del interlocutor (‘anzuelo’) y lo que podamos decir tendrá una consistencia y un impacto mucho mayor.
María Boggiero
Desde mi experiencia personal defino al silencio como un espacio y un estado de aceptación e integración, no parte de la desaparición del ruido externo sino más bien de una aparición en el “adentro”. Acepto…inspiro…Integro…expiro… esté donde esté, llevo mi respiración, atenderla, en el sentido de la atención consciente e intencional, me traslada a un punto de conciencia que permite que “las cosas pasen”. El silencio es un espacio de presencia. La meditación me ha ayudado a encontrar intencionalmente el silencio, pero el sonido en forma de mantras o intuitivo, también, tras la emisión del mismo, he viajado con más potencia a ese espacio silencioso, percibiendo una inteligencia subyacente que recoloca y redirige mi sistema.
El reto es llevar este estado presente cada día más, seguir entrenando en él pues es fuente de paz y para mi conecta con la confianza.
Luego existe el silencio regalado, el “presente” que surge como comunión con lo externo, ante otra “presencia”, un amanecer, un bebe en mis brazos, la apertura de una flor, las hormigas buscando el hilo de su camino, el viento moviendo mi cabello, el aspirar del olor a lluvia recién caída…
Creo que en la medida que nos entrenemos en esa capacidad de permitir, provocar y respetar silencios, seremos más eficaces en relación a la sesión con los clientes y en relación a la vida.
Rumí, para mi, desde su experiencia poética sintetiza muy bien el momento de silencio en una sesión de coaching:
“Existe un camino entre la voz y la presencia, por donde fluye la información.
Ante el silencio disciplinado se abre,
Ante el hablar errático se cierra.”
Diana Sánchez Casanova
Yo me considero una persona introvertida, y con el tiempo, he aprendido a ver el silencio no como un enemigo, sino como un aliado con el que sentirme cómoda. Para mí, el silencio va más allá de la “ausencia de ruido”. Un silencio, por sí solo, no vale para nada, es aburrido. El silencio, el verdadero silencio, es aquel que te atrapa, que te absorbe, donde se produce una conexión íntima con tu yo interno.
Este silencio es el que nos lleva a la introspección, y es el silencio que necesitan nuestros clientes. Sin embargo, no es el silencio en el que nosotros, desde nuestro rol de coach, debemos situarnos. A nosotros nos corresponde un silencio distinto, un silencio compartido. Su finalidad no es la de nuestra introspección, sino la de facilitar la del otro. Es un silencio acompañante, un silencio que respeta el silencio del cliente. Este, desde mi punto de vista, es el más difícil de conseguir.
He reflexionado mucho sobre mis silencios en la sesión. Mis dificultades surgen por la impaciencia, derivada del ego, derivado a su vez de mi falta de seguridad. Estas distracciones en mi mente me impiden centrarme plenamente en el cliente, rompiendo el flujo de la conversa. Saber estar en silencio no es lo mismo que saber acompañar desde el silencio, o al menos, así lo veo yo. Y por ello, desde mi propio espíritu de aprendiz, deseo seguir trabajándolo y puliéndolo durante este segundo año, para convertirme en la coach que quiero ser.
¡Muchas gracias, Herminia!
RAQUEL GARCÍA
Reflexionando sobre el tema del silencio, lo que he observado es que paso muchas horas en silencio en el sentido de que mi boca está cerrada y no hablo con nadie, sin embargo el diálogo interno es incesante, de modo que no estoy practicando el verdadero silencio. Debido a mi naturaleza mental, estoy acostumbrada desde que tengo uso de razón a analizarlo todo y juzgar, divagar, suponer y un sinfín de acciones mentales que llenan mi cabeza de ruido. Debo reconocer que he practicado poco la meditación, prácticamente se limita a los momentos en los que estoy conectada con la naturaleza y embelesada por su belleza. Lo que más me hace conectar con ese silencio es observar el mar, es algo que me gusta mucho hacer porque me llena de paz, amor y alegría.
Estoy convencida de que, precisamente porque mi naturaleza es mental, la meditación es una herramienta que me puede enseñar muchísimo sobre mí misma. Necesito acallar mi mente para conocerme mejor y conectar con mi sabiduría interior. Sólo aprendiendo a acallar mi mente seré capaz de escucharme y escuchar a los demás.
Comparto con vosotros un cuento sufí sobre el silencio, espero que os guste.
El sonido del silencio – cuento Sufi
Un día, mientras permanecía inmóvil como siempre en el mismo sitio, un maestro vio aparecer en el horizonte una especie de bola de polvo. Aquella bola se hizo más y más grande y el sheik pronto reconoció a un hombre que se le acercaba corriendo y levantaba una enorme polvareda.
El hombre, que era joven, llegó hasta el maestro y se postró ante él.
– ¿Qué quieres?
El joven le contestó:
– Maestro, he venido desde lejos a oírte tocar el arpa sin cuerdas.
– Como quieras – le dijo el maestro.
El santo hombre no varió su postura lo más mínimo. No cogió ningún instrumento, no hizo nada. El maestro y el freviente discípulo permanecieron inmóviles. Tras tres días, el joven dejó percibir, quizá por un gesto, una inclinación o un carraspeo, un incipinte cansancio.
– ¿Qué te pasa? – preguntó el maestro.
El joven dudó un poco. Comenzó a balbucear algunas palabras. Para poder ayudarlo, el maestro preguntó:
– ¿No has oído nada?
– No – contestó el joven con voz culpable.
– Entonces, ¿por qué no me has pedido que tocase más fuerte?
Maestro: el sonido está dentro de nosotros, en nuestro corazón. Es cuestión de saber escucharlo.
Cuento del libro “Cuentos Sufis, la filosofía de lo simple” de Omar Kurdi y Pedro Palao Pons.
Aida
El silencio sólo podemos sentirlo, difícilmente vamos a poder expresar lo que significa a través de nuestras palabras.
Para mí el silencio trata de eso, de sentir, de prestar atención a la sensación más sutil que podamos experimentar. Cuando medito trato de sentir ese silencio y es cuando me doy cuenta que escucho más que nunca. Respiro, sí, y conecto con lo más profundo de mi ser, todos queremos volver a casa, a nuestra casa..
Creo que es el mayor de los regalos que podemos hacerle a nuestros clientes, todos queremos volver a casa, a nuestra casa.. ellos también!
Mil gracias Hermínia por enseñarnos a valorar algo tan preciado y escaso en nuestro mundo actual!!
Un fuerte abrazo desde Laos, sentir el silencio en estos parajes es un regalo caído del cielo!
Irene Palacios
El poder del silencio ha tomado para mí una nueva dimensión desde que estoy como aprendiz en este Master. Sabemos que el silencio no es interpretado únicamente como una pausa, y que es una parte importante de la comunicación, lo destacable es que tiene un peso constituyente en el significado de la conversación. Es decir, el silencio es un mensaje más y muy potente. Como tal puede ser interpretado positiva o negativamente.
¿Y de qué depende? De nuestra actitud. Como bien apuntas Herminia, la humildad es una competencia indispensable para aprender a respetar el silencio y ser una buena Coach. La humildad tiene que ser una actitud genuina y transversal durante todo el proceso. Si no así no creo que podamos disfrutar del aprendizaje continuo que nos brindan las sesiones con el Coachee.
Me parece muy acertada tu expresión “Estar atentos de tal manera que nosotros desaparezcamos y quede nuestra presencia y el silencio para escuchar a nuestro cliente”. Generosidad y meditación en estado puro. Donde la respiración es el hilo conductor que nos relaja, ayuda a conectar con el cliente, focus en la atención y acallar la mente para no dejarnos arrastrar por el diálogo interno y el juego de las interpretaciones personales.
Tal como hemos comentado en otras ocasiones, la respiración es una buena herramienta para hacer unos minutos de relajación antes de empezar la sesión para empezar “limpios” la sesión.
Gracias por el artículo Herminia
Sara Berrocal Valenzuela
Simplemente me parece brillante. Me quedo con la frase “el silencio es el gran arte de la conversación” el silencio es lo que más me cuesta mantener en una conversación normal. Sin embargo, en el proceso de coaching fluye, el coach sabe y nota que cuando se hace su silencio pasan en la relación conversacional cosas maravillosas. El coachee se deja llevar, se siente cómodo, tiene su espacio. Aunque el silencio es un hábito que debemos interiorizar puede darse el caso de que empiece a ser posible extrapolarlo a todos los ámbitos de la vida si has experimentado un proceso de coaching. Fue así como me sucedió a mí. Supe la importancia del silencio y los beneficios de este cuando me inicié en el mundo del coaching.
Puede parecer incomodo pero da lugar a conversaciones altamente inspiradoras y potentes. Me parece la gran paradoja de la comunicación.
Todo esto sin mencionar las connotaciones de humildad, respeto y amor que el silencio guarda. Los mejores momentos son en silencio, las miradas que más expresan, cuando nos sentimos más atendidos es cuando el ambiente es de silencio y paz.
¿Quién no se renueva de energía cuando se encuentra sólo en algún lugar, consigo mismo, en silencio, contemplando o sin contemplar nada, oyendo o sin oir nada, centrándose únicamente en su latir, respirar, sentir…?
Rosa Mari
Pertenezco a una sociedad en la que el silencio es considerado como un acto descortés para el que lo recibe. Afortunadamente he tomado conciencia de la importancia que tiene el silencio en nuestras vidas, hecho que ayuda a que progrese en mi actitud al respecto. A lo largo de mi existencia ha sido muy familiar la escena durante una conversación en la que me sintiera muy incómoda frente a los silencios, mis creencias provocaban una situación difícil en la que solo deseaba que el silencio se evaporara, francamente la situación llegaba a agobiarme.
De pequeños aprendemos a hablar y pasamos nuestra vida intentando mejorar el lenguaje y aprendiendo lenguas extranjeras, consideramos que es algo imprescindible para conseguir nuestros retos y sin embargo nos olvidamos de la importancia del SILENCIO que es la forma más universal de comunicarnos y como bien dijo William Hazlitt: «El silencio es una de las grandes artes de la conversación.».
Como futura coach he de aprender a aceptar los silencios del coachee, no sin antes conseguir mi propio silencio. Reflexionando, me doy cuenta que mi vida está llena de ruidos que lo apagan constantemente, me despierto con las noticias de la radio, continuó con el bullicio en el trabajo, de la calle, el zumbido de los ordenadores, etc. Realmente es imprescindible encontrar el espacio para hallar mi silencio, familiarizarme con él y que sea parte de mí. Es un trabajo que requiere voluntad y autocontrol, estar en silencio aunque sólo sea breves períodos necesita voluntad para que mi impulso de hablar lo respete. Cuando hablo demasiado, manifiesto mi falta de disciplina, generosidad y mi abundancia de ego, es necesario aceptar y tolerar el silencio de los otros porque de otra forma no es posible llegar a ser coach, como dice Elbert Hubbard: «El que no entiende tu silencio, probablemente no comprenda tus palabras»
Hay una párrafo de “El monje que vendió su Ferrari” de Robin Sharma que explica la particularidad del silencio:
“-¿Qué tiene de especial el silencio?- Buena pregunta. La soledad y la quietud te conectan con tu fuente creativa y liberan la ilimitada inteligencia del universo. Verás, John, la mente es como un lago. En nuestro caótico mundo, las mentes de la mayoría de las personas no están quietas. Están llenas de turbulencias internas. Sin embargo, simplemente dedicando un rato a estar callados y quietos, el lago de la mente se vuelve tan liso como una luna de cristal. La quietud interior trae consigo muchos beneficios: una intensa sensación de bienestar, paz interior y energía desbordante.”
Muchas gracias por este artículo, su lectura me ha llevado una profunda reflexión sobre el silencio, palabra que en un principio me daba la connotación de espacio vacío y sin embargo está a rebosar de significados.
Termino con una frase de Antoine de Saint-Exupéry del libro “Citadelle”,
«L’espace de l’esprit, là où il peut ouvrir ses ailes, c’est le silence.»
Claudia Zapata Caicedo
Este artículo me ha hecho pensar en las relaciones que mantenemos hoy en día y en el continuo ruido en el que nos movemos y en el que estamos acostumbrados a vivir. No hay silencios ni espacios para que se dé. Si estamos con personas, todo el mundo habla de cosas superficiales, porque hablar de cosas profundas está poco valorado. Siempre hay música, programas vacíos de la TV, la vida de otros en las redes sociales o el móvil que acapara la atención de todo el mundo…y realmente no hay espacio y no hay tiempo para la conexión con nosotros mismos y mucho menos para estar en silencio, para darle paz al alma.
Me parece triste que estar con uno mismo y conocerse sea algo que se tenga que entrenar cuando realmente no debería haber ningún abismo entre mi consciencia de mi misma y mi ser.
La cultura, la educación y el mundo en el que vivimos, nos lleva a vivir con prisas donde el automatismo es la mejor opción, sin cuestionamientos, sin pensamientos que nos lleven a pensar en una realidad más allá de la que tenemos en nuestras narices.
También he pensado en la frase que dice que el camino es hacia dentro, es allí donde encontraremos todas las respuestas.
LUCIA OLAZABAL
Cuando pienso en el silencio, recuerdo a Eckhart Tolle en su libro “El poder del Ahora”, que define al ego, al ruido mental, como algo que vive a destiempo (en el pasado o en el futuro) y llegar a conectarnos con nuestro ser, es simplemente estando presentes, desde el “aquí y ahora”, desde el silencio. Al acallar la mente y conectarnos con un estado de presencia, nuestro cuerpo nos habla. El subconsciente no entiende de razón, por lo tanto desde la mente no llegaremos a “sentir”, simplemente podemos distraernos del lenguaje de lo más profundo de nuestro ser. ¿Cómo bajar a tierra este concepto de cara al coachee?. En el momento que el cliente nos habla, puede que lo haga desde la automatización en sus respuestas. Este silencio le permite conectar con la emoción, esa sensación que le indica que la respuesta no está integrada, un espacio donde el silencio le invita a la inspiración de sus ideas más profundas, desde la oportunidad de escucharse de verdad. Por otro lado, respetar el silencio es acallar nuestro ego, sin interrumpir en ese “su momento”, simplemente desde el acompañamiento en su propia búsqueda en el interior, ese lugar donde residen sus propias respuestas, herramientas, fortalezas; su propia esencia. Nosotros como coaches tenemos que prestar mucha atención a como interactuamos con el silencio. ¿Qué dice de mí el hecho de estar en silencio?, ¿Quién soy yo cuando doy espacios de silencios? ¿Qué miedos afloran el hecho de no querer escuchar el silencio del otro? ¿Qué me dice el silencio?. El respeto pasa por el silencio, el “interés genuino” que tanto hablamos en coaching. Porque nuestro ego está aparte cuando confiamos en que la magia va a ocurrir, es sólo cuestión de conectar con la confianza, el respeto, el amor y la generosidad. Las palabras deben ser precisas y adecuadas dando lugar a la interpretación, el silencio en cambio, habla por si solo.
Mónica Morales
Los efectos del silencio pueden ser innumerables. Nuestra mente se aclara, se armoniza y se ahonda. Nuestra vida es una permanente «centrifugación» hacia nuestro exterior de todas nuestras impresiones, ideas, datos, en una constante mezcla entre sí. En el silencio permitimos que todo esto se pose y se estructure por sí mismo. En el silencio conseguimos que nuestra consciencia capte lo que existe en profundidad detrás de las capas más aparentes de nuestra mente, de nuestra afectividad y de toda nuestra sensibilidad.
En el silencio, por el hecho de ahondar el punto de la consciencia, aumenta la potencia de nuestra mente y de toda nuestra personalidad de un modo extraordinario. Gracias al silencio se desarrolla nuestra sensibilidad interna, es decir, que nos capacitamos para afinar nuestra percepción más sutil. Percibimos, descubrimos, vivenciamos esta unidad profunda que hay detrás de toda la multiplicidad de formas y manifestaciones. Gracias al silencio profundo viene la paz. La auténtica paz, la paz de la que surge luego toda actividad. Nos conduce a la realización de la identidad propia que hay en cada uno de nosotros. Nos lleva a descubrir la persona que se encuentra detrás de todas las manifestaciones personales y a la persona que está detrás de todas la manifestaciones que atribuimos al exterior. Gracias al silencio podemos acumular fuerzas físicas, afectivas, mentales y espirituales para la acción posterior. Es decir, que el silencio es el campo más revolucionario de la vida. Así, nuestra vida, al abrirse al silencio y al vivir desde el silencio es, en sí misma, una creación constante. Todos nuestros actos se convierten en una expresión de este proceso creativo.
El silencio, el reposo de nuestro yo personal, nos debería acompañar, y lo podemos ejercitar, en la vida cotidiana y en todas las prácticas de trabajo interior.
Gracias por invitarme a la reflexión sobre este tema.
Pol Rodríguez i Salvador
Bon dia a totes i tots:
De l’article em quedo amb una frase que em fa reflexionar moltíssim: ‘UTILITZAR LES PARAULES PER CREAR ESPAIS DE SILENCI’.
Des de que vaig iniciar el màster, i gràcies a l’ajuda de n’Àlex Fiol, he pogut anar descobrint com la dualitat del cervell imposa un bo i un dolent, un tot i un res. I com ens va dir l’Àlex en el seu seminari: la vida és unitat. I això vol dir que no hi ha res bo o dolent. El silenci no és l’oposat al soroll. El silenci no és buit. El silenci és una porta d’entrada a l’altre, és un regal que oferim a l’altra persona per a que es trobi amb ella i el món. I és un mitjà que tenim per accedir a la persona que tenim al davant.
Utilitzar les paraules per crear espais de silenci m’ha fet reflexionar en la saviesa que requereix, perque el silenci en una conversa s’aconsegueix a través de preguntes poderoses, i creant una atmòsfera en la que l’altra persona es senti com a casa, confortable i segura. Amb un silenci sincer, oferim a l’altre espai i protagonisme.
Arribar a apreciar i connectar amb el silenci requereix una concentració i una presència reals; estar connectades amb nosaltres mateixes i amb el que ens envolta, i acceptar el moment present. És aleshores quan ens podem deixar abraçar pel silenci.
Per a mi, el silenci és com un estat anímic. És pau, connexió i serenor. El meu silenci té forma de natura, de muntanyes, valls, animals, vegetació, insectes, tots units per un mateix propòsit. El meu silenci és sentir-me acompanyat quan estic sol, i poder-me sentir sol quan estic acompanyat.
Per a mi, el silenci és compendre que he vingut a fer al món, i sentir-me connectat amb tot el que m’envolta, no creure’m més que les coses que tinc al voltant i alhora, sentir-me infinit al formar part d’aquest tot.
Encara em queda molt per aprendre a viure des d’aquesta pau i serenor. Continuem pencant. 😉
Paula Folch
Ayer por la noche leía «el camino del silencio» de Esteve Humet y quiero compartir con vosotr@s algunas reflexiones que hice.
La práctica meditativa es el arte de vivir. Aprender a meditar requiere de mucha disciplina.
Una forma de empezar es cerrando los ojos, tomando consciencia a cada parte del cuerpo de forma separada y después de manera global. Con la sensación de relax, vas inhalando y exhalando profundamente prestando atención a aquellos sitios que más notas y, poco a poco, te centras en el corazón, donde señalamos el «YO».
Aquí, en el centro, residen tres corazones, el físico -más a la izquierda-, el psíquico -en el centro- que sería el afectivo y el espiritual -derecha-. Éste último es el más profundo, el que conecta más con quienes somos, más allá del cuerpo físico.
Una práctica que a partir de hoy empiezo a incorporar es centrarme en la luz del corazón espiritual porque a través de aquí, es dónde podemos darnos y dar a luz; ponernos al servicio de los demás implica no sólo aquietar nuestros ruidos sino conectar con nuestra verdadera luz para permitir más conexión entre intuición y emoción.
Mis años de experiencia en la práctica meditativa me han ayudado a conectar con el presente, dando importancia al aquí y ahora; la pregunta de ¿dónde estoy? ¿dónde está mi yo? me ayuda a volver al presente y apartar mi ego de en medio para no interferir en el proceso de mis clientes.
Y continúo el viaje, aprendiendo, cómo no!
Gracias Herminia por el artículo.
Gala Guasch
Hace tres años estuve viviendo en pleno centro de Barcelona, con un ajetreo en las calles impresionante mañana, tarde y noche, sobre todo de mayo a septiembre con los extranjeros que venían. Había ruido fuera y dentro de mi casa al vivir en un principal por lo que mi día a día echaba en falta la tranquilidad y el silencio hasta que probé mi primera clase yoga en esa época. Lo que me aportó fue brutal, silencio en el ambiente para conectar conmigo misma y a la vez silencio en mi mente sin ninguna preocupación, simplemente disfrutar del aquí y ahora. El cambio de lo que había en las calles a lo que había en la clase de yoga eran mundos opuestos y sí me enganché mucho al hecho de estar en silencio. A partir de ahí mis contactos con la naturaleza han ido aumentando considerablemente hasta encontrar una rutina semanal de pasear a mi perro por la montaña, hacer yoga y escalar de manera regular para vivenciar la tranquilidad, el silencio, la energía de la naturaleza, la respiración y la conexión conmigo misma; dejando las prisas, el ahogo y la impaciencia de lado (algo a lo que estaba muy acostumbrada).
Estos cambios naturales que he hecho con el tiempo me han permitido pasar de la hipercomunicación a darle mucho valor al silencio, ya que me permite aprender mucho, como dice Juan Carlos Cubeiro en “Sensación de Fluidez” ¿quién crees que aprende más, el que habla o el que escucha? Cuando callamos nuestro ruido interno y desde el silencio escuchamos al otro le estamos reconociendo y transmitiendo que para nosotros es importante lo que nos dice, estamos dejando el juicio y el ego a un lado para fluir con el cliente desde el amor y escuchar su esencia desde el respeto y desde una mayor apertura de percepción al ser nosotros un espacio, pudiendo captar mayor información a nivel verbal y no verbal. Como dices Hermínia, escuchar de manera consciente es todo un arte y requiere mucha práctica.
Durante el máster hemos hecho varias actividades relacionadas con la conexión en silencio con Alex Fiol y el seminario de Vivation pudiendo centrarnos primeramente en la respiración circular de manera individual, después en parejas y luego en grupo, el seminario del problema contigo Hermínia o el ejercicio del Collage/Mandala, todos ellos muy provechosos. Os dejo un escrito de Edith Sánchez https://lamenteesmaravillosa.com/los-enigmas-del-silencio/
Eliana Valencia
Reflexionando en el artículo, el silencio es lo esencial que permite ver con el corazón, así como lo dijo El Principito. Cuando conectas contigo mismo a través del silencio, es donde miras a través del corazón.
Debe ser fundamental primero como personas, no podemos hacer nada con el ruido externo, pero debemos ser conscientes con el ruido que generamos nosotros y hacia nosotros mismos. ¿Qué no estamos diciendo?
Luego, si generamos ruido en los demás, ¿Qué les estamos contribuyendo a ellos? Como Coach, la mejor herramienta que podemos tener es el silencio, la presencia como tal a veces puede ser suficiente acompañamiento para que el cliente camine en su dirección. Para esto es importante practicar esta competencia, encontrar esta armonía con nosotros mismos para poderla ofrecer a los demás.
cristina espallargas
El silencio… desde pequeños nos enseñan a responder rápido, a saltar, a replicar… el que no habla y no se expresa en nuestra sociedad es como si no contase para nada, no se le tiene en cuenta. Nuestra cultura se basa en el ruido, en quien habla más alto y más rato, no hay más que oir algunas tertulias radiofónicas o televisivas para ver como no hay diálogo ni comprensión, sólo ver quien chilla más fuerte para hacerse oir… Parar todo esto, generar y ampliar espacios de silencio en nuestro interior, en nuestras relaciones, en nuestro día a día, resulta para mí tremendamente beneficioso para la salud. Generar esos espacios en una relación de tú a tú permite observar desde la calma y el no juicio, sin prisa, sin querer llegar a ningún sitio ni demostrar nada, dejando y permitiéndose sentir la naturaleza del otro, abriéndonos a una conexión con su ser y con el mismo universo.
FELIPE ATEHORTUA
Quiero resaltar el concepto de silencio interno del coach, ¿cómo vamos a respetar el silencio de nuestros clientes si no somos capaces de respetar el propio nuestro? Es un punto que aún debo desarrollar y mejorar una infinidad.
Curiosa la posible incomodidad que puede generar en según qué personas estar un rato sin decir nada… creo que es muy frecuente hoy en día con desconocidos (por ejemplo, un clásico, en el ascensor con algún vecino), no me había parado a pensar en ello…
En la primer parte del post habla del “arte del silencio”, efectivamente consiste en un arte que algunas personas pueden expresar en una performance de manera espectacular, comparto una historia con vosotros:
La artista Marina Abramovic fue pareja del también artista Uwe Laysiepen (Ulay). Después de 12 años de relación, en 1988 se acaba la relación por diversos motivos y deciden crear una bella performance en la Gran Muralla China, la llaman “the lovers” cada uno en dos extremos de la Gran Muralla, él desde el desierto de Gobi, ella desde el Mar Amarillo hicieron una larga caminata de 2500 km de recorrido para encontrarse justo en el centro de la muralla, despedirse dándose un último abrazo y no volverse a ver.
23 años después, en Marzo 2010, se inaugura en el MoMA una retrospectiva del trabajo de Marina Abramovic, “The Artist is Present” es la principal obra y consiste en que durante 716 horas con 30 minutos sentada en silencio, una mesa de por medio cada uno de los espectadores quienes hicieron filas y filas podrán sentarse frente a la propia Marina y sostenerle la mirada por unos minutos en completo silencio… Podéis imaginar quien acudió después de 23 años y participó en la obra… Os dejo en video en cuestión con ese momento, vale la pena observar como hablan, siente, piensan y actúan desde el silencio… Que poderoso puede llegar a ser ese silencio!
https://youtu.be/OS0Tg0IjCp4
Raquel Gómez
Estoy totalmente de acuerdo contigo Herminia cuando comentas que el silencio, al igual que las demás competencias del coach, se domina con práctica, práctica y más práctica. Aún recuerdo como me costaba, cuando al inicio del master realizábamos pequeños procesos, respetar los silencios del coachee. Pensaba, muy erróneamente desde el ego, que, quizás, éste no había entendido la pregunta, así que, ante mi incomodidad, mi impaciencia y mis juicios, reformulaba otra vez la misma pregunta con otras palabras. Cambié totalmente de pensamiento cuando en un seminario revelaste que, los silencios en una conversación de coaching teleológico con buenos, puesto que significan que el coachee está pensando y buscando la respuesta correcta desde su interior. Aquel día, aquellas palabras marcaron un antes y un después en mi rol de coach; si antes huía de los silencios intentando rellenarlos con “ruido” ahora disfruto de cada uno de ellos puesto que, en ellos, se puede percibir la esencia del coachee. Así que una vez más, gracias Herminia por tus esclarecedoras palabras!
ANNA GIRBAU MORENO
Qué rápido olvidamos a veces la importancia del silencio. Estamos acostumbrados a dejarnos llevar por el ruido externo y eso no aquieta el ruido interior, lo mantiene despierto, y sólo nosotros mismos a través de un ejercicio de disciplina podemos ser capaces de empezara apagar ese ruido que perturba el silencio. Me encanta la definición del silencio como el espacio de calma entre dos “ruidos”, ya que siempre nos perdemos con el ruido tanto externo como interno, y sólo el silencio es que lo hay entre esos momentos. El silencio verdadero, aquieta, calma, y permite percibir la esencia de aquello que vemos y oímos. Sin dejarnos llevar por nuestro propio ruido interior, nuestro ego, nuestros miedos, el ruido con el que nos encontramos cómodos a pesar de ser molesto.
Sólo si somos capaces de escuchar nuestro propio silencio y apagar nuestro ruido interior, podremos conectar con el otro, con nuestros clientes, y poderles ofrecer mejores espacios de reflexión donde pueden mirarse a sí mismos y encontrar sus propias respuestas. Difícilmente lograremos que se escuchen si nosotros como coach no los escuchamos, ni nos escuchamos de un modo sincero y respetuoso.
El silencio requiere de práctica constante, ya que cuando se deja de practicar, vuelve el ruido y si no somos conscientes de ello, nos podemos dejar llevar por ese ruido y tener la sensación de estar escuchando cuando no lo hacemos.
El artículo me ha permitido tomar consciencia de ello, de que es un hábito que requiere mucha práctica, y que debemos escucharnos más a nosotros mismos, permitiendo conectar con nuestros silencios, y sólo así podremos conocernos y conocer al otro.
Me he dado cuenta de que mis respuestas inmediatas y superficiales son fruto de evitar escucharme a mí misma, ya sea por miedo a conectar con algo que me produce dolor o no quiero enfrentar.
Gracias al artículo he podido conectar con ese ruido imparable de los últimos días, para poder tomar distancia de ellos y acallarlos un poco, y llevar a la práctica el hábito del silencio, primeramente conmigo misma, para después poder llevarlo a las sesiones con los coachees.
Me quedo sobretodo con escuchar más el espíritu de las canciones y no tanto su letra, y las sabias palabras de “no hables si tus palabras no han de mejorar el silencio”. Me parecen dos reflexiones muy profundas que me las guardo para reflexionar y como aprendizaje del artículo de hoy.
Y sobretodo, practicar, practicar y practicar el hábito del silencio, ya que este es parte de los procesos de coaching, sin el cual los cambios que desea el cliente no serían posibles.
Muchas gracias por el artículo, por silenciarme más a mi misma.
Andrea Gomes
Respetar el silencio es un gran desafío para mi, pues creo que en nuestra sociedad, estamos acostumbrados a evitarlo. Cuando estamos con una persona que no tenemos intimidad, por ejemplo, el silencio puede generar situaciones que consideramos “embarazosas”, intentamos mantener conversas de cualquier tema solo para no quedarnos en silencio.
En todas las sesiones de mentoring que he podido atender, yo he presenciado la importancia de respetar el silencio, como una forma de respeto, y también la importancia de la introspección para que el coachee pueda conectarse son si mismo, sin interrupciones, para reflexionar, sentir, y, al final, para que la sesión sea la mas eficiente.
Silvia Quirós
«Gente que habla sin charlar, gente que oye sin escuchar, gente que escribe canciones y nunca comparte su voz, y nadie se atreve a perturbar el silencio» En pocas palabras todo es ruido. No nos escuchamos, llenamos el silencio de palabras o nos escudamos en el mismo silencio de todo lo que ocultamos, ignoramos silenciando nuestras voces internas. Pero si lo vemos así esto no es silencio sabio que nos conecta con nuestra verdad interior y es el propósito del silencio en el Coaching. Son silencios opuestos. Uno es el silencio como arma para intimidar y encerrarnos en nuestras limitaciones, otro como herramienta para encontrar las respuestas que buscamos y tomar el valor para afrontar la realidad,muy silencio hecho para comprender, para envolver amorosamente a los demás, y a nosotros mismos. ¡Cuántas situaciones difíciles en las que por querer solucionar los abismos llenamos de ruido todo y construimos un caos sin pies ni cabeza, y nos herimos más, cuando con el silencio pudimos haber obtenido una respuesta y camino más acertados¡
Ricardo J. Rincón
El arte del silencio permite en la conversación teológica que el cliente logre el proceso de la auto reflexión y encontrar sus propias respuestas.
Para lograr esto necesitamos «vaciarnos», para acompañar a el cliente donde quiere estar.
Esto proceso se logra con práctica y humildad para conocer a nuestro cliente. Cuando logramos la conexión interna aprendemos a escuchar lo que nos dicen y lo que no nos dicen, (respiración, gestos, y visión para percibir).
Sonia Bernad
Hola, importante y reflexivo post sobre el Silencio. Estoy tomando consciencia de lo importante que es la escucha activa però de verdad, en la cual la cosecha pròpia de mi pensamento interior no ha entorpecer el proceso natural de un proceso de coaching llevandolo a la excelencia.
A su vez el Silencio nos ayuda ha dar un espacio para la reflexión tranquila, sin presiones, sin sentirse juzgado que facilite la sabíduria innata del coachee.
Gracias por compartir, todavia queda por aprender…
Víctor Melero
Leyendo este artículo me he dado cuenta de lo muchísimo que debo trabajar mi escucha sin interrumpir. Cuando trato de hacerlo, lo hago desde la contención que comentas y sé que eso debo trabajarlo.
No obstante,me gustaría puntualizar algún aspecto. Es obvio que hay diferentes tipos de silencios. Para poder aprender de ellos, creo necesario y básico la confianza. Si dos personas no se tienen confianza, los silencios pueden llegar a ser molestos o incómodos (me recuerda algún episodio de mi vida).
Otra cosa que quería comentar y que me ha servido mucho es leer acerca del silencio interior, visto como la ausencia de pensamiento. Ese momento en el que eres capaz de conectar realmente con aquello que te está diciendo la otra persona. Sé que como coach es muy importante que sepamos escuchar desde el silencio y aprender a convivir con él y a disfrutarlo.
URSULA MARTÍNEZ
Gracias Hermínia una vez más por tus artículos inspiradores.
Como estudiante del Máster de Coaching y Liderazgo enel Institut Gomà, ya me había dado cuenta de la importancia de los silencios en una conversación de coaching para permitir al cliente su propio espacio y que él mismo sea capaz de ensordecer el ruido del día a día, escuchar el silencio y encontrar en el las soluciones a sus problemas para poder llegar a su meta.
Pero no había reflexionado en el significado del propio silencio. Para mi descubrir el silencio como una señal de respeto y amor ha sido muy revelador. Puesto que es un gesto de respeto y amor hacia uno mismo y hacia el otro. Cuando nosotros nos permitimos el silencio, nos estamos permitiendo escucharnos a nosotros mismos y nuestras necesidades legítimas más allá de las demandas que nos exigen los demás y el entorno, en este sentido nos respetamos y nos queremos por un instante. Por otro lado, ofrecer este silencio a otro, es una muestra de que lo estamos escuchando, en ese momento, para nosotros esa persona es la más importante, la respetamos y la queremos.
Eli Lozano
M’ha agradat el post, en quant m’ha aportat coneixement i reflexió sobre el silenci. No acostumo a estar gairebé mai en silenci, ni a escoltar el silenci, ni a valorar el silenci. Ja ho se que és molt important i considero que no faig bé no deixant que el silenci formi part del meu dia dia. Articles com aquest em fan veure la seva necessitat i prendre consciència de la seva importància.
Sobretot si és una de les qualitats que ha de tenir un bon coach, saber valorar el silenci per oferir-lo al client-pacient.
En prenc nota i em comprometo a donar-li més importància a partir d’ara.
Necessitaré rellegir l’article varies vegades per impregnar-me de la saviesa del silenci i dels seus beneficis.
Inês de Lemos
Hola,
Un cop més, aquest post m’ha fet recordar la importància de ser coerent i de que el canvi comenci en mi mateixa. És a dir, la importància de que davant el client jo estigui conectada amb mi mateixa, havent’hi callat els sorolls interns, per donar-hi espai a l’altre.
La meva experiència del silenci, en comptades ocasions, ha estat un preciós regal, on afloren emocions, pensaments però sobretot les respostes que porto dins!
Moltes gràcies per recordar-nos-ho.
Sandra Macho
Soy una persona que adora el silencio, en ocasiones, me encanta llegar a casa y saber que cuando llegue voy a estar sola, que simplemente podré sentarme en el sillón y permanecer en silencio con mis pensamientos, desconectando de todo y conectando conmigo.
Curiosamente muchas veces me he sentido algo rara cuando he comentado con algunos amigos que me gusta está sensación de soledad y silencio, me miran extrañados, e incluso alguna vez me he sentido juzgada, como si fuese una especie de bicho raro. Ahora después de leer este artículo me quedo más tranquila 😉
También he dado siempre mucho valor a los silencios en las relaciones con los demás, es decir, considero que, si realmente hay confianza y estás a gusto con alguien, los silencios no son incómodos, sino que éstos son igual de importantes que cualquier otra conversación.
Realmente comparto lo que se expone en este artículo, creo que conectar con tu silencio interior y vaciarte, es un trabajo muy importante que debe desarrollar el coach, para así poder estar frente al cliente y escucharle con claridad, incluso en sus momentos de silencio.
CHRISTELE PIERROT
Cómo lo experimenté yo misma, en el silencio y en la quietud tengo acceso a todos mis recursos, y en este espacio me llegan las respuestas creativas que necesito, si dejo que suceda. El silencio es una puerta de acceso a mi yo profundo, a mi esencia, y, como lo dices Herminia, ¡qué mejor regalo como Coach que de ofrecérselo a mis clientes! El silencio es la excepción, y tal vez aquí reside una clave del bienestar: cambiando paradigma siendo capaz de poner el silencio como regla me abro a nuevas posibilidades. Me llevo «No hables si tus palabras no mejoran el silencio», pensamiento-recordatorio muy útil a la hora de escuchar al otro, a mi dialogo interno, y antes de tomar la palabra en general…todo esto desde la humildad.
Sandra Gómez
Me ha encatado el artículo! desde hace ya algún tiempo que el silencio y lo que este significa acompaña mi vida, y sobretodo cuando mi madre me regalo el libro «El silencio habla» de Eckhart Tolle, justo en un momento de mi vida donde era de extrema urgencia acallar mi ruido interior. Este me acompañó cuando realicé el Camino de Santiago llegando hasta fisterra, ya que sentía y tenía la convicción de que tenía que finalizar en este mágico lugar. El silencio me acompañó durante muchas etapas y tramos muy difíciles y complicados, y también cenando o disfrutando de donde estaba. Cuando llegué a Fisterra después de 20 días andando, sabía que tenía que ir al faro y buscar un sitio alejado un poco de donde todo el mundo hace su pequeño ritual. Allí tube una de las experiencias más maravillosa y plena de mi vida: conectada conmigo misma, desde el silencio y la quietud, y a la vez con toda la magestuosa naturaleza que me rodeaba: sentia el viento en mi cuerpo, el mar, su fuerza y fluidez, las olas golpeando con fuerza el acantilado donde me encontraba, y yo formaba parte de todo aquello. Es una sensación de completa común unión con uno mismo y con todo.
El silencio nos permite acallar nuestra mente, este discurso interno para poder conectar con uno mismo y por ende con el cliente. Este silencio favorece un espacio de reflexión interna, dando al cliente la posibilidad de encontrar sus propias respuestas haciendo un ejercicio de reflexión.
Este espacio donde el silencio nos habla, nos abre la posibilidad de conectar con uno mismo y con el cliente y con lo que nos dice. Este espacio de silencio como coachs es esencial ya que nos permite ver cómo se manifiesta nuestro Ego (que me digo, cómo me lo digo y cómo actuo cuando oigo esto)ya que al ser una parte de nuestro ser, impera por ser la protagonista de una forma u otra. Es primordial ver qué papel asume en este nuevo rol que estamos aprendiendo y formando.
Para finalizar, quiero compartir la parte de la letra de una canción del grupo El último de la Fila:
«Si lo que vas a decir
no es más bello que el silencio
no lo vayas a decir»
Canción: Cuando el mar te tenga.
https://www.youtube.com/watch?v=HpbFkfQ8Z1U
María García
Cuando se preguntaba en el artículo qué es para ti el silencio me han venido a la mente aquellos paisajes que he podido disfrutar, esos que me dejan sin habla y conectan con lo más profundo de mí. Esos que me permiten conectar, recordar, unir, reflexionar o tomar conciencia. Eso es para mí el silencio, ese paisaje que conecta con uno mismo. Y qué incómodo me parecía cuando ocurría con alguien. Ahora gracias todos los aprendizajes y vivencias que he tenido desde que comencé este máster he aprendido a entender el silencio con el coachee o con otra persona como ese espacio de tiempo y conexión en el que la persona reflexiona e incluso toma decisiones. En el rol de coach también valoro mucho el facilitar estos espacios donde nace esta generosidad y humildad de dar ese tiempo al coachee. Se hace difícil al principio cuando se te ocurre una pregunta que te encantaría hacerle o algo que devolverle, pero estoy de acuerdo en que requiere práctica y que es fundamental haberlo experimentado antes en primera persona.
Me llevo también de este artículo las paremiologías que me han encantado, y que decir de preguntas tan ideales e inspiradoras que Herminia nos brinda para momentos específicos como la de, ¿que significa esta manera de hacer?
Mónica Rodríguez DiMartino
Gracias Herminia! Encuentro maravillosos tus comentarios y reflexiones sobre el valor del silencio.Personalmente, practico el silencio a diario y desde hace años… y me gusta hoy compartir, humildemente con vosotros, en cuanto a tanto que es posible aprender de uno mismo desde ese silencio, capaz de conectarnos con lo más puro y esencial de lo que somos. Si deseamos encontrarnos con nuestras verdades, las mejores ó más difíciles de afrontar, las más íntimas; allí las encontraremos.Conocer el enorme valor y con ello el enorme respeto que merece el conectar con ese Ser que vive en nosotros, reconocer su unicidad, su libertad y para muchos su divinidad, nos enriquece, nos responsabiliza y nos completa como personas. Pero además, nos compromete por conocer su valor, a brindarlo generosa y oportunamente a nuestros clientes, como «el espacio en el tiempo» que dará lugar a que broten expresiones e información como si de corrientes de agua se tratara, brotando alegremente ó no de entre sus razones, posturas ó gestos, como si desde algún profundo lugar de la tierra brotara…Si sabemos crear oportunos espacios de silencio, «veremos» brotar diferentes «flujos de agua» siempre con respuestas que nos ayudarán a acompañar al cliente a su casa.
Adriana Lau
Hola Hermínia,
muchas gracias por compartir con todos nosotros tus reflexiones acerca de un tema tan importante como es el silencio.
Después de leer este artículo que yo antes trataba a los silencio como algo que hay que respetar. Ahora veo clarísima la importancia que hay en saber leer esos silencios, ¿se estará dando cuenta de algo? ¿estará buscando una respuesta menos superficial? ¿se siente cómodo con el silencio? ¿necesita más tiempo para pensar? ¿nunca se habrá preguntado esto?
También estoy contenta por darme cuenta que cada vez lo hago un poco mejor, al principio en los ejercicios en clase, cuando había algun silencio no podía evitar pensar ¿lo estaré haciendo bien? últimamente cuando practico y se dan silencios me dedico a observar a la persona que tengo delante, cómo respira, cómo se mueve, dónde mira… Quizás tenga que ver también que un par de veces por semana me pongo a meditar, para respetar mi silencio y así poder respetar el de los demás.
Martha Geller
Muchas gracias por este artículo y por los inspiradores videos compartidos. Sostener los silencios del cliente es una capacidad esencial que debemos desarrollar como Coachs, así como mantener en silencio nuestro interior para escuchar activamente y como se merece a nuestro cliente. Conseguir el silencio es como una conquista, pues es aquietar todo ruido interno que nos aturda, es aquietar nuestro mundo interior y salir de la prisión de nuestros pensamientos. Pero el silencio no es un don, es un resultado difícil de conseguir y la forma de lograrlo es puliendo y dando cera. Hay que escuchar al silencio cuando lo busquemos, darnos cuenta de él, prestarle atención, de esa manera despertara en nosotros, esa quietud interior que buscamos para poder acompañar a nuestro cliente a su casa.
La sabia naturaleza es un recurso y un regalo que puede mostrarnos el camino para conseguir ese silencio y esa quietud interior que necesitamos. Cuando concentramos toda nuestra atención en la naturaleza, en las plantas, los animales, nos damos cuenta del estado de conexión con el ser que poseen y entonces nos llega algo de su esencia, y entonces surge en nosotros esa misma quietud.
Gemma
Habiltualmente estamos sometidos a ruido,conversaciones,sonidos de teléfonos,timbre,pitidos,gritos,llegamos a casa y ponemos la tele,en comidas familires quien no recuerda la tele de fondo,nadie al escucha pero ahí esta como ruido de fondo, crecemos así, es como si el silencio fuera malo,triste, es lo,que hemos vivido siempre, por tanto seria compresible que el silencio nos incomode. Quien no se ha sentido incomodo alguna vez por estar en un ascensor y tener que compartir un minuto sin saber que decir, quien no se ha senrtido incomodo por compartir una mesa con otras personas y la conversación no fluya y nos incomoden esos silencios? Porque no somos capaces de compartir presencia y aceptar que hay espacios en los que el silencio también es una manera de estar?
Me vienen recuerdos de algún momento que tienes el privilegio de estar en una playa sin mas sonidos que los de las olas del mar acariciando la orilla del mar, en ese momento notas como todo tu interior se relaja, los latidos del corazón siguen el ritmo suave del oleaje y cualquier amago de pensamiento estrésante se dispersa hasta desaparecer por completo y dar paso a la mas absoluta calma, es en ese momento en el que conectas con tu yo bajo la quietud y tienes la sensación que eres afortundado por vivir lo que estas viviendo, los problemas desaparecen y te sientes ligero para continuar el camino de tu vida. Y que has tenido en ese momento para llegar a esa calma y estado de presencia? Pues simplemente silencio.
También recuerdo momentos compartidos con algunos amigos que nos tomamos algún rato de permanecer juntos sin hablar y si eso lo consigues la intensidad que alcanza la amistad es especial porque sabes que tienes muchas cosas por conversar y compartir, pero hay momentos que a uno no le puede apetecer charlar que quiere permanecer a tu lado pero sin hablar. Ambas personas saben que no hay incomodidad,no piensan que ya no tienen nada que contarse, simplemente hay respeto por esos momentos de silencio y eso une y hace mas fuerte el vinculo entre las personas, da presencia y seguridad en uno mismo y en lo que aporta a la otra persona.
Pienso que Si somos capaces de sentirnos cómodos en el silencio, al escuchar a nuestro paciente podremos trasmitirle nuestra quietud interior y ese clima relajado, le ayudara a poder conectar mas fácilmente con su propio silencio.
Laura Martinez
Leo este post y me recuerda al silencio que se practica en meditación, salvando las distancias que tiene esta práctica con nuestra praxis, pero entendiendo el destinar todos nuestros recursos a lo que hacemos en cada momento presente; en este caso cuando escuchamos estamos escuchando al otro, no a nosotros y entonces el silencio exterior y sobre todo interior son imprescindibles para poder captar el mensaje del otro plenamente con todos los sentidos.
El silencio sin duda es arte y hay que practicarlo para que la radio esté bien sintonizada y no tengamos interferencias sobre la melodía de nuestro cliente.
Y para ello, es muy importante ser capaz de darnos a nosotros mismos nuestro espacio de silencios para escucharnos y poder vaciarnos del ruido interior que alterará nuestra escucha sincera, respetuosa y generosa del otro. Además el ruido solo facilitará los juicios, proyecciones valoraciones y así dejaremos de estar escuchando al otro y lo mezclaremos con nuestro yo.
El silencio también demuestra seguridad personal, la capacidad de contener algo que decir, muestra que no hay necesidad de demostrar que somos capaces de hacer algo; la seguridad personal y la humildad son las responsables de “silenciar al ego” que tiene que decir algo para hacer notar que sabe.
Entiendo perfectamente que el silencio pueda incomodar porque a mi me pasaba en ciertos momentos y creo muy importante estar cerca del cliente para animarlo a cultivar su silencio interior.
Y más allá de todo ello, a mí el silencio me aporta mucha paz interior y exterior, me hace más sosegada.
Maria Jose Gaete
Escuchar el silencio… que importante!. Tal como dices es conectar con nosotros mismos, darle espacio a la tranquilidad, a la calma, sentir nuestra respiración. Y luego podremos hacerlo con los demás… es parte de la comunicación, si dejamos que el otro pueda conectar consigo mismo, seguramente la calidad de las respuestas será mayor, desde esa verdad interior que queremos escuchar para obtener un proceso fructífero de cambios.
Me ha gustado mucho la observación de clientes que le incomoda el silencio o bien, no quieren conectar con si mismos…ha sido un buen aporte de que hacer en esos casos.
Muchas gracias, un placer ir aprendiendo cada día mas.
Laura Martínez González
Leo este post y me recuerda al silencio que se practica en meditación, salvando las distancias que tiene esta práctica con nuestra praxis, pero entendiendo el destinar todos nuestros recursos a lo que hacemos en cada momento presente; en este caso cuando escuchamos estamos escuchando al otro, no a nosotros y entonces el silencio exterior y sobre todo interior son imprescindibles para poder captar el mensaje del otro plenamente con todos los sentidos.
El silencio sin duda es arte y hay que practicarlo para que la radio esté bien sintonizada y no tengamos interferencias sobre la melodía de nuestro cliente.
Y para ello, es muy importante ser capaz de darnos a nosotros mismos nuestro espacio de silencios para escucharnos y poder vaciarnos del ruido interior que alterará nuestra escucha sincera, respetuosa y generosa del otro. Además el ruido solo facilitará los juicios, proyecciones valoraciones y así dejaremos de estar escuchando al otro y lo mezclaremos con nuestro yo.
El silencio también demuestra seguridad personal, la capacidad de contener algo que decir, muestra que no hay necesidad de demostrar que somos capaces de hacer algo; la seguridad personal y la humildad son las responsables de “silenciar al ego” que tiene que decir algo para hacer notar que sabe.
Entiendo perfectamente que el silencio pueda incomodar porque a mi me pasaba en ciertos momentos y creo muy importante estar cerca del cliente para animarlo a cultivar su silencio interior.
Y más allá de todo ello, a mí el silencio me aporta mucha paz interior y exterior, me hace más sosegada.
andrea velasco
No siempre que se habla se esta transmitiendo algo, dentro del silencio también se esta expresando la persona y logra conectar con su ser interior, para nosotros como Coaches es muy importante respetar estos silencios en nuestro cliente, al igual que poner atención a los nuestros, debido a que una ves que nos encontremos en paz con nuestro ser interior y logremos vaciar todos los ruidos perturbadores que se nos presentan día a día, lograremos colocar toda nuestra atención en nuestro cliente, conectar con el y darle nuestro mejor desempeño sin que nada nos distraiga. Las acciones que podemos realizar para respetar este silencio me parecen excelentes y considero que podemos ponerlas en practica todos los días. Excelente articulo! Muchas Gracias por compartirlo.
Cenk
One of my main challenges in the area of becoming a coach is listening. Probably the most important component of listening is diving the client space to express his message and explain his intentions. However, it is been a while I have been struggling with listening and giving silence to my counterparts.
In the past I acquired the habit to listen in order to respond and not to understand. It’s been a while since I am working on this skill of listening and giving people the space to talk, but honestly it much harder than I thought.
I personally believe that listening silence is the keyword that bring our hearts together. For instance, when I would like to connect with my own inner voice than I prefer to be alone in a quiet place without noise such as in a church. In these quiet moments I am able to quickly connect to myself and so it is with our hearts, silence brings love and closeness into the relation.
My goal for the future is the following, I want to listen to understand and NOT to respond. It’s going to be a hard way, but I know I can do it. Thanks for sharing.
Monica Agustí
Impresionante artículo sobre el silencio, por su profundidad. Ya no se trata sólo de aprender a callar y escuchar, se trata de ver que hay detrás de cada silencio: el respeto y la entrega del coach, que debe vaciarse y abandonar su ego, sin estar pendiente del ruido interno, sin conectar el miedo, el orgullo o el rol salvador. Y el silencio del coachee, que pese a la incomodidad en algunos casos, es el camino para conectar con su propia sabiduría. En definitiva hablamos del silencio como un acto de respeto y generosidad, de escuchar también con el corazón. Veo claro que es un camino a practicar, porque el silencio nos resulta incómodo a todos, pues y cada vez más, hay más ruido en la sociedad que vivimos, al tiempo que hay más información. Gracias Herminia una vez más por tu luz.
Raul montero
Antes de leer pensaba que El artículo hablaría de darle espacio Al cliente, PERO ha aparecido el silencio interior, Mi silencio interior, El que me conecta con el cliente. Mucho por trabajar.
Siempre me llamó la atención la incomodidad del silencio cuando estas con personas con las que no sientes confianza, por ejemplo en el ascensor de tu edificio Cuando coincides con un vecino y bus as cualquier tema para dialogar ya que me incomoda el silencio. En cambio, Cuando vas con tu pareja en el coche, podéis ir en silencio sin que eso resulte incómodo en absoluto.
Así que resalto la importancia de seguir generando esa confianza con mi cliente para poder utilizar Los espacio de silencio de forma tranquila y cómoda.
neus salvatella
El silencio es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el coach y es también uno de los elementos de la comunicación que mayores frutos proporciona.
Dejar de ser tu, situarte en el presente sin juzgar, sin el molesto ego que constantemente reivindica un papel, escuchar con todos los sentidos, fluir con el pensamiento del coachee es elevar el proceso de Coaching al nivel de la excelencia.
MON
La lectura del post, como siempre me aclapara y emociona por todo lo que me queda por aprender y conocer.
El silencio interno que me conecta com mi esencia, y el silencio que me conecta con mi cliente. El miedo al silencio. Me ha gustado mucho la aportación sobre las personas que se incomodan ante el silencio. De nuevo las palabras «mágicas», humildad, respeto,amor, y silencio.
Me guardo la lectura propuesta.
Grècies Hermínia.
Ana Bolsa
Dice una estrofa de la canción de Simon and Garfunkel que has citado, The sounds of silence:
Diez mil personas, quizás más.
Gente hablando sin conversar,
Gente oyendo sin escuchar.
Gente escribiendo canciones que las voces jamás compartirán
Y nadie osó molestar a los sonidos del silencio.
El silencio es muy poderoso. El silencio es a veces, una respuesta que habla más que las palabras. Pero nos incomoda, y rápidamente tendemos a llenarlo con cualquier cosa, la TV de fondo, música, la radio, o hablando del tiempo con el vecino en el ascensor…
El contacto con la naturaleza nos ayuda a encontrar esa quietud necesaria para hallar el silencio y escucharnos, conectar con nuestro yo interior alejarnos de los ruidos, del hablar sin conversar, del oír sin escuchar….
Yo personalmente he tenido alguna experiencia muy gratificante en ese sentido. Recuerdo una en concreto, hace unos 4 años, cuando hice un tramo del Camino de Santiago, era la primera etapa, de Saint Jean Pied de Port a Roncesvalles. Una etapa muy dura, todo el rato subiendo y con mucho desnivel. Cuando estábamos a 1900 m de altura hubo un momento en que me quedé sola, seguí caminando pero no veía a nadie a mí alrededor, el paisaje me invitó a pararme, a tumbarme en la hierba fresca y a buscar los sonidos del silencio y sentí la conexión con la naturaleza, sentí que era parte de ella, me olvidé de todo lo demás, centrándome sólo en esa fusión. Fue maravilloso. Creo que si hay un Dios, ese día estuve cerca de él. Fue un momento muy espiritual. Al recordarlo, aún puedo sentir esa sensación…
Respetar el silencio del cliente en un proceso de coaching es importante para dejarle el espacio que necesita para encontrar las respuestas. No debemos impacientarnos, y juzgar ese silencio como ignorancia, falta de respuestas…. Las encontrará hay que darle el tiempo y el espacio necesario, ese espacio es el silencio.
Desde la humildad, con atención, escucha, respeto y confianza conseguiremos que el silencio sea un elemento para ayudarnos a que el proceso de coaching fluya. Y eso es lo q
Paula Folch
Em disposo a llegir l’article. Començo i m’aturo a reflexionar el pensament de Sor Juana Inés de la Cruz. L’anoto al meu quadern de Vitàcora no sigui cas que la inspiració es perdi. Continuo llegint, continuo parant, continuo anotant. Cada vegada m’aturo més per a reflexionar, hi ha molt per a integrar. La música clàssica m’acompanya en la lectura i a l’hora en el meu viatge interior.
Vaig reflexionant sobre la manera en que utilitzo el silenci amb els pacients, amb la gent que m’envolta, amb mi mateixa; penso en aquelles situacions en les que més he connectat amb ell i el que m’ha aportat, ha aportat a la relació terapèutica o bé al meu cercle d’influència.
Em ve el cap el Desert del Sàhara, els moments en que connecto amb mi quan medito, quan observo sutileses que desperten en mi un «no sé qué» interior que m’ompla completament…
Acabo l’article i sento que no puc escriure, les paraules que trobaré serviran per afegir de més però no podran transmetre l’essència que he integrat.
Em quedo amb l’amor i el respecte cap als clients/pacients al generar l’espai de silenci per a acompanyar-los a casa seva.
Hi ha acte més profund d’amor que l’acompanyar a algú cap a la seva essència/consciència?
GRÀCIES.
Isidora López Ugalde
Gràcies pel post Herminia!!!
Des de que vaig començar el meu viatge a l’institut, he sentit que el silenci és molt important a l’hora de dur a terme una sessió, per no parlar d’un procés. Vaig creure en aixó, però només veia aquesta part, d’escoltar a l’altre.
Gràcies a aquest post he començat a reflexionar, que si vull fer coses pels altres, com per exemple escoltar-los, primer he de començar per fer-ho amb mi mateixa.
Si bé quan em poso davant d’una persona puc sentir el que diu, és aixó, sentir, no escoltar. No tinc el silenci interior, encara tinc el soroll intern que he de silenciar. I per poder-ho fer he de començar a escoltar-me. Gràcies al post tinc una tasca més a fer, un altre exercici per a «dar cera y pulir cera»
Manuela Núñez
Pienso que el silencio sólo es posible ofrecerlo y darlo cuando tienes silencio interior. Este artículo me ha permitido recordar la importancia de trabajarme a mi misma para poder acompañar de manera profesional a los clientes. Tal como se menciona en el artículo, si yo no estoy cómoda con mi silencio es porque tengo ruido interior y si no se escuchar mi propio ruido para alcanzar el silencio, no podré estar presente en el proceso del cliente. Todo empieza por mi misma, no puedo ofrecer algo que no me brindo a mi misma. Para poder respetar a mi cliente debo respetarme a mi, para poder escuchar a mi cliente debo escucharme a mi, para confiar en mi cliente debo confiar en mi. En el momento en que puedo aprender de mi silencio, de la conexión con mi interior y mi exterior es el momento en el que puedo estar al servicio del otro, ya que el objetivo es acompañarlo a «su casa» para que alcance su objetivo, no el mío. Pienso que al permitir los silencios y comunicarnos con ellos es lo que permite una conexión más allá, es lo que permite una conexión con el ser.
Joan Rullan
Es muy importante hacerse «amigos» del silencio. Este artículo me ha hecho pensar en varias cosas que tienen el silencio en común. Desde que empecé el máster me estoy dando cuenta de que muchas veces al escuchar a alguien por dentro empiezo a pensar «esto me pasó cuando…» o «esto me recuerda a…» y suelo perder la plena atención en lo que me están diciendo pensando ya en la respuesta que le voy a dar a la persona, debido a un rol salvador que pretende dar una solución o una perspectiva o experiencia conocida que puedan aportarle algo a la otra persona. De este modo más de la mitad del tiempo de escucha estoy conectando conmigo más que con el otro.
Por otra parte he recordado momentos en que he podido disfrutar de este silencio y lo confortable que resulta. Sin embargo me veo también en otras ocasiones evitándolo pro miedo a que en él pueda encontrar cosas que me hagan sentir mal. Supongo que la clave está en entender que emociones sentimientos y pensamientos no son lo que yo soy, si no que en cierto modo pasan por mi en un momento determinado, y debo aprender a aceptarlos y no engancharme a ellos para poder disfrutar más del silencio.
He recordado también situaciones en que me han hecho preguntas que me afectaban emocionalmente y como en un principio he dado una respuesta bastante automatizada y en forma de defensa para salir al paso. Sin embargo, cuando en el otro lado había silencio y escucha, tras esta primera respuesta he seguido indagando y he llegado a cosas mucho más profundas.
Por último, la humildad es clave para todo aprendizaje y muchas veces veo que sin darme cuenta el miedo o el orgullo impiden reconocer que hay cosas que no sé o que no tengo bien interiorizadas dificultando esta actitud que pueda conseguir lo que realmente necesito que sería aprender/interiorizarlas.
Marc
Gracias Herminia,
El silencio para mí, es el resultado de estar en paz conmigo mismo, no tener la necesidad de explicar con palabras al mundo las cosas que no controlas, te dominan y necesitas buscar excusas para compartirlas con los demás, es decir, si no las entiendes tu, ¿como vas a explicarlas pretendiendo que las entiendan los demás? Cuando invitas al silencio que forme parte de tu vida, entiendes mejor las cosas que te suceden, las valoras, y las que no te favorecen las dejas ir… Es entonces cuando te permites escuchar y te das cuenta que empiezas a percibir cosas y situaciones que nunca antes habías percibido; desde el silencio veo los colores diferentes, vivo la música a parte de escucharla, y me doy cuenta que las personas en la mayoría de veces, hablan mas cuando se callan.
Raquel Cordoba
Hola Herminia,
Buscando en la RAE, la definición de «silencio» viene dada por la «ausencia de ruido». Aunque tu definición como «la pausa entre dos ruidos» me parece mucho más inspiradora. En muchas ocasiones, en sesiones coaching, hemos podido observar estas pausas de silencio, e incluso las hemos podido experimentar. Podríamos pensar que ese silencio significa que el cliente no sabe hallar la respuesta, pero es totalmente falso. El silencio es necesario, es el camino hacia la luz, la sabiduría, la toma de conciencia. Sin el silencio, no podríamos llegar a una solución. En esos momentos, por experiencia propia, nuestra mente empieza a viajar a una velocidad insospechada, buscando y buscando alternativas, «algo» que nos alumbre y que nos haga despertar. Hay silencios más largos que otros, que se viven mejor o peor, dependiendo de lo acostumbrado que esté el cliente a la introspección. ¿Qué pasa si interrumpimos el proceso de silencio de nuestro cliente por nuestro egocentrismo? Que rompemos todo su proceso, todo su avance… Interrumpimos el ciclo que había comenzado en su mente, la investigación de la fuente de su problema, interrumpimos su autoconocimiento, no le dejamos crecer, por culpa de nuestro ruido interno, que nos dice que debemos intervenir, haciendo caso omiso del silencio, sin dejarnos llevar por él, sin fluir,… sin respetar al otro. Vaciarnos antes de entrar en una sesión es importantísimo, dejar todos nuestros pensamientos, expectativas y miedos «colgados en el perchero» como digo yo. Si no lo hacemos, no podremos escuchar activamente a nuestro cliente, y por lo tanto, no podremos transmitirle correctamente «lo que nos llega» de lo que nos explica y transmite. En consecuencia, la sesión no irá bien, y tampoco el proceso. Respirar antes de entrar en sesión, conectar con nuestros pensamientos, oír nuestra voz interior, conocer qué nos pasa, qué nos está pasando, cómo nos sentimos y hacernos conscientes de ello. Tomarnos unos 5 minutos antes para paliar nuestro ego y luego, no plasmarlo durante la sesión. Si me paro a pensar en el momento en que conecté con la naturaleza, me llegan los Jardines de Versalles en París, respirando el aire puro, cerrando los ojos y escuchando cada uno de los ruidos de la madre naturaleza, a través del silencio. No hay nada más maravilloso en este planeta que saborear y disfrutar del silencio, es lo más bello que nos pudo entregar la vida.
¡Gracias Herminia!
Ester
En primer lugar, dar las gracias por este artículo tan bonito! la reflexión que me ha venido leyéndolo es, todos sabemos la importancia del silencio pero ¿cuantas veces lo practicamos? se hace difícil incluso encontrar un momento de nuestro día a día para permanecer en silencio con nosotros mismos. Si aprendemos a disfrutar del silencio y a valorarlo, podremos observar como aparecen muchas de las respuestas a nuestras preguntas. Particularmente, he aprendido a valorar el silencio a raíz del máster y debo decir que aunque al principio me resultaba incluso incómodo porque no estaba acostumbrada, actualmente me proporciona tranquilidad y disfruto de los momentos en silencio.
Ester Callado
Alicia Aragón
Gracias por un artículo tan impactante, no sólo por su contenido si no también por la invitación a la práctica en su lectura.
Para mi el silencio es la antesala de la preencia. Desde el silencio asistimos al ser y a la forma de estar, desde la sencillez, desde la calma, desde la esencia.
Gracias!
Alicia Aragón.
Jorge Rodriguez Codina
Hace ya tiempo que conocí de la importancia del silencio para poder escucharse a uno mismo. Rehuir la «necesidad» de siempre tener estímulos externos. Darse el tiempo para observar y dejar pasar los primeros y superficiales pensamientos (ruido) que a menudo son generados desde el ego «categorizador», para luego sumergirte en la sensación de simplemente existir.
Nunca me había parado a pensar que si funciona para escucharse a uno mismo, también funciona hacia los demás! Ver, escuchar y sentir a la otra persona, eso lo proporciona el silencio del que hablamos y que va más allá de la simple ausencia de ruido.
Además, la práctica del «silencio» poco a poco irá desarrollando nuestra intuición, nuestra capacidad de conectarnos y sentir las energías a nuestro alrededor.
Rosa P.
Crec que en alguns moments, la millor manera de expresar-nos potser el silenci. Com a forma de respecte a l’altre i a un mateix.
Per descontat, si un vol arribar al seu JO més intern, es fantàstic tancar els ulls i escoltar-nos a nosaltres mateixos, sentir la nostra respiració, els batecs del cor, el sorolls dels nostres budells. Tot això diu molt de nosaltres.
Respecte a la escolta als altres, a vegades es millor no dir res, escoltar a la persona que ens parla, sense jutjar ni interpretar, només escoltar. Potser si ho fessim més sovint ens aniria millor.
Mercè Carbonell
Hola a tots i gràcies per les vostres aportacions, tan interesants.
Jo de l’article, que és boníssim, em quedo amb la relació del silenci amb la humilitat. Crec que és imprescindible ser humil i gernerós amb la persona que estàs escoltant per poder «escoltar» realment el que intenta explicar. Moltes vegades estem molt més pendents de les nostres propies respostes, intentant que tinguin un contingut profund i interessant quan realment l’únic que ens demana el nostre interlocutor és que estiguem allà i siguem capaços d’acompanyar-lo.
Jo quan necessito conectar amb el meu jo interior, m’en vaig a navegar, enlloc com al mar aconsegueixo aquesta pau interior, que no exterior, perque encara que sembla mentida al mar hi ha molts sorolls, però que t’acompanyen i t’ajuden a sentir el teu silenci.
De totes maneres si vull ser un bon coach no m’en podré anar a navegar cada vegada que tingui d’ecoltar un client, hauré de practicar molt per ser un bon «escoltador»i crec que estem en el lloc adequat per aconsseguir-ho.
PABLO BROS
Nuestras vidas avanzan deprisa. El trabajo nos ocupa buena parte del día y por ello muchos tenemos la necesidad de llenar el resto del tiempo de actividades a las que llamamos ocio, para sentir que así hemos hecho algo más que trabajar. EL resultado es que día tras día la mayoría de nosotros no pasamos ni 5 minutos en silencio con nosotros mismos, sino que encadenamos actividades de forma frenética . En nuestra vida no hay momento para el sosiego y la reflexión y por tanto, en general, nos cuesta conectar con nuestro mundo interior.
Aprender a estar en silencio con nosotros mismos es necesario para aprender a escuchar. Creo como decía Herminia que si no somos capaces de tener nuestra mente en silencio no vamos a escuchar realmente al cliente. Debemos fomentar por tanto esa capacidad para reducir el ruido interior para ser capaces de prestar la debida atención al otro. Y ahora mismo, creo que el único camino que hay es la meditación, además de intentar cambias ciertos hábitos nocivos que tenemos muy asimilados como comentaba al inicio.
Jordi Fabregat
Hola a tod@s.
Durante años tuve la suerte de trabajar en un entorno espectacular, un lugar remoto del pirineo catalán, ahí aprendí a sentir el silencio, formaba parte de mi vida y de mi trabajo.
Lo tenia fácil para encontrarme en plena naturaleza sin escuchar ruidos, en muchas ocasiones observaba, por ejemplo el vuelo de un águila, etc.
Pero «the boy is back in town», y con esto os digo que volver a la ciudad aveces no me resulta fácil, estoy en ello, tal vez me comí demasiados plátanos solo, ahora quiero y debo compartir lo que aprendí, y necesito al mismo tiempo entrar en una nueva etapa urbana, que la encuentro interesante e inteligente.
Estoy de de acuerdo que crear un silencio no es fácil, pero básico para nuestro trabajo.
Aprender a escuchar, a observar, o simplemente ha saber estar ahí, con nuestra presencia y con nuestro cliente es, sin duda, mi objetivo.
Un abrazo
Aida Moreno
Ha sigut tot un plaer llegir aquest article i els comentaris tant savis de tots els companys. Mentre llegia els comentaris m’ha vingut una imatge molt graciosa, la discoteca del silenci. Ho deixo anar sense dir res més com reflexió de la societat en que vivim. A partir d’ara el silenci tindrà un paper més protagonista en la meva vida. Us deixo un àudio del programa L’ofici de viure de Radio Catalunya que em va semblar molt interessant i en general el programa en sí val la pena! http://www.catradio.cat/audio/431172/La-meditacio-des-duna-perspectiva-cientifica
Un cop més mil gracies per ajudar-me a ser menys ignorant.
David Ugalde
Muchos y acertados comentarios al articulo. En primer lugar dar las gracias, gracias por opiniones tan diversas que abren el punto de vista que puedo tener ya preconcebido.
He ido viendo a lo largo de los pocos seminarios que llevamos la gran importancia que tiene el silencio para “mover” interiormente a nuestro Coachee, el uso del mismo desde la sinceridad y humildad puede hacernos superar obstáculos en el proceso.
Quisiera compartir con vosotros la imagen que a mi me permite conectarme con el silencio, y conmigo mismo.
Habitualmente practico trekking, que no es más que caminar por la montaña; siempre aún yendo acompañado hay momentos en que no se habla, se camina en silencio cada uno con sus reflexiones. Pero, siempre, al llegar a una cima, todos seguimos callados, mirando el horizonte y sintiendo el viento en la cara; ese es el momento en que siento que realmente estoy en silencio.
Es quizás un minuto, o unos segundos, donde recuperamos el ritmo de la respiración, donde nos sonreímos, donde estamos conectados por lo logrado.
Después, hablamos.
Nuria
Este post me ha hecho acordar un programa que de últimas tendencias llamado “Silenci?”, en el canal 33. Al finalizar cada programa preguntaban a uno de los entrevistados del día que significaba para ellos el silencio. Las respuestas eran de lo más diversas, des de imaginarte el espacio, un bebé dentro del vientre materno, o un bosque después de una tormenta. Tras cada programa creo que todos los espectadores nos quedábamos un rato pensativos, pensando en que es para nosotros el silencio. El silencio nos invita tanto a encontrar nuestra paz interior como a la reflexión.
Pau Hernàndez Torns
Hola a todos!!
Que difícil respetar el silencio. Cuando respete mi silencio podré respetar el silencio de los otros!!
Grácias Herminia por recordarme esta preciosa canción. Os recomiendo que os mireis la letra al mismo tiempo que escuchais la canción.
http://www.youtube.com/watch?v=4zLfCnGVeL4
The Sound of Silence
Hola oscuridad, mi vieja amiga,
He venido a hablar contigo otra vez.
Porque una visión arrastrándose suavemente
Dejó sus semillas mientras estaba durmiendo.
Y la visión que fue plantada en mi cerebro
Todavía permanece dentro de los sonidos del silencio.
En sueños sin descanso caminé solo
Por estrechas calles de empedrado,
Debajo del halo de una luminaria
Me levanté el cuello (de la prenda de vestir) al frío y la humedad
Cuando mis ojos fueron apuñalados
Por el flash de la luz de neón, que resquebraja la noche
Y acaricia los sonidos del silencio.
Y en la luz desnuda ví
Diez mil personas, quizás más.
Gente hablando sin conversar,
Gente oyendo sin escuchar.
Gente escribiendo canciones que las voces jamás compartirán
Y nadie osó molestar a los sonidos del silencio.
‘Tontos,’ dije, ‘no saben
Que el silencio es como el crecimiento de un cáncer.
Escuchen mis palabras que podría enseñarles,
Tomen mis brazos que podría alcanzarlos.’
Pero mis palabras como silenciosas gotas de lluvia cayeron,
E hicieron eco en los pozos del silencio.
Y la gente se inclinó y rezó
Al dios de neón que crearon.
Y el cartel encendió su advertencia
Con las palabras que estaba formando.
Y los carteles decían que las palabras de los profetas
Están escritas en las paredes del subterráneo y en los conventillos.
Y murmuradas en los sonidos del silencio.
Sònia García
Acabo de coneixer al «silenci», escoltar-lo d’aprop , mesurar-lo , veure d’on ve…vull saber més d’ell. Mai havía estat tant aprop d’ell com fins ara, encara no l hi he agafat confiança , encara sento el rum rum constant en el meu cap, en el meu interior …poc a poc i gràcies a tota aquesta impregnació constant de coneixements podré habilitar un registre especial per ELL, desde l ‘humilitat i el rol d’aprenent en tot moment, apassionant !!
Marcela Isabel Uribe Chaves
De este artículo me llevo la frase “cuando podamos otorgarnos a nosotros mismos este espacio de silencio lo podemos ofrecer a nuestros clientes” Para mí ha sido completamente fascinante entender que para ser coach y realmente sintonizar con mi cliente requiero vivir un proceso de crecimiento interior y que es necesario primero cultivar en mí, para después dar de lo que tengo a los demás. Cuando leí el artículo llego a mi mente el ejercicio de visualización que realizamos en clase, donde un sabio nos daba un regalo, y en ese ejercicio estuve impaciente porque no pude comprender el significado del regalo que me había dado el sabio, hoy leyendo este artículo entiendo la razón por la cual no logré entender al sabio que hay en mi interior, hay cosas que están haciendo ruido en mí, y que están interfiriendo en la verdadera conexión conmigo misma y con los demás. Ahora seré yo la que de hoy en adelante me regale a mi misma los espacios de silencio amoroso y respetuoso que necesite para observarme y escucharme, sabiendo que en la misma medida en que logre conectarme conmigo también lograré conectarme con el cliente.
Alejandra Paruzzolo
el silencio es una de nuestras herramientas, quizas una de las mas poderosas, aplicable en todos los ambitos, propicia el pensamiento, la formacion de frases coherentes y muchas veces, tan solo eso, paz…
Luis Guilera
Hola!! hace unas semanas pensaba que el saber hacer del coach residía principalmente en la habilidad para realizar buenas preguntas. Tras estos primeros seminarios creo que son importantes (las preguntas), pero es más importante crear un contexto adecuado para la reflexión del cliente. El silencio, es uno de estos importantes elementos, junto con la conexión y la presencia (supongo que de aquí un tiempo tendremos presentes más)que favorecen este clima de reflexión y de toma de conciencia. Además le ofrece la oportunidad y responsabilidad de ser el gran protagonista.
Me sabe mal reconocerlo, o bien por haberme dado cuenta, de los años que llevo desaprovechando este «sencillo» elemento para mejorar la comunicación…
Jordi de las Heras
Si me permitís empezar de una manera tangencial, como aficionado a la música y tocando con un amigo batería, durante un ensayo en que íntentábamos llenar de música todos los espacios de una canción, él hubo un momento que se paró y dijo: «El silencio también es una nota».
Es decir que el silencio forma parte de la armonía, el silencio ayuda a fluir la música, enfatiza algunos momentos, ayuda a «respirar» al músico y al oyente…
Creo que los paralelismos con una sesión de coaching son claros: Un espacio para la reflexión, para el respeto mutuo, para la toma de conciencia, para captar más allá de lo pronunciado con las palabras…
Un espacio que en nuestro día a día tendemos a olvidar, pero que ante nuestro cliente siempre hemos de recordar.
Estupendo artículo.
Marga Garcia
La lectura de este artículo me ha hecho darme cuenta de una contradicción en mí:
Por un lado: el silencio a solas me hace sentir tranquila, auténtica, conectada con mi “yo” más íntimo; me hace crecer. Y por otro, el silencio acompañada me incomoda, me provoca tener que romperlo rápidamente aunque aquello que diga sea banal y de poca importancia.
Gracias a mi “visión de silencio” descubierta durante la lectura de este artículo (os la comparto: escuchar el silencio acercando mi oído a una caracola a orillas del mar) creo haber encontrado la solución a mi incomodidad ante los silencios compartidos con otros: conectar con “mi escena de silencio”. Lo probaré en cuanto tenga ocasión!
Y para acabar, comparto una interesante cita sobre el tema:
“El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes “
(Thomas Carlyle Historiador, pensador y ensayista inglés)
Laura Gordo
El silencio que gran palabra y que poco conscientes somos de ella. Con el ritmo de vida que llevamos nos invaden diariamente ruidos internos, externos…y que poco valor se le da a parar, tomar algo de aire y quedarnos en silencio por unos minutos. Soy conciente de que personalmente me comportará mucha practica, ya que siempre esta esa voz interior hablando por si sola, analizándolo todo y que tanto cuesta hacerla callar en algunos momentos. No obstante, cuando me veo rodeada de naturaleza o en la playa sobretodo, ahí es donde soy capaz de disfrutar de este silencio y ser capaz de disfrutar de las cosas sin decir palabra y agudizando todos mis sentidos.
En referencia la coaching me quedo pensando en las preguntas: ¿Cómo podemos llegar a ofrecer este espacio de silencio a nuestros clientes? ¿Cómo podemos escuchar a nuestros clientes, si entretanto nos estamos juzgando o tenemos miedo a hacerlo mal? ¿Tenemos la capacidad de escuchar sin interrumpir? Ya que lo fundamental seria que nos saliera de forma natural sin tener que forzarnos a establecer este silencio.
Muchas veces tenemos la costumbre de hablar por hablar ya que el silencio nos produce incomodidad o nos conecta con nuestros miedos como se comenta en el articulo, pero a partir de hoy me quedo con empezar a practicar este silencio y así poder aplicarlo en las sesiones de coaching, ya que a través del silencio escuchamos, observamos, sentimos, apreciamos desde lo más profundo de nuestro ser.
“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras” de William Shakespeare.
Gracias por el artículo Herminia y los comentarios de los compañeros.
Cristian Mulero Rierola
Silenci és un gest de respecte i amor. Quan som capaços de donar l’espai del silenci als nostres clients, aquests poden escoltar la seva consciència, meditar sobre qui són i el que els afecta.
No és senzill donar aquest silenci als clients, si el volem dominar, s’ha de practicar, practicar i practicar. Quan puguem atorgar aquest silenci a nosaltres mateixos després el podrem oferir als nostres clients. Oferir als clients aquest silenci els hi dóna temps per reflexionar i evocar més en el tema que s’està parlant, ja que com cita Tolle (2003) la verdadera intel•ligència és la que actua silenciosament. És la quietud on trobem la creativitat i la solució als problemes. Per tant, en els processos de coaching, es tant important el silenci per al client com per el coach que no ha d’estar sentint sorolls interns ni de l’exterior, sinó que ha de tenir l’atenció centrada en aquest silenci esperant al client, com anomena Tulle (2003), pren atenció a la pausa: la pausa entre dos pensaments, al breu silenci i espai entre les paraules d’una conversa, entre dues notes d’un instrument de música o el breu descans entre inspiració i expiració. Quan dones l’atenció a aquestes pauses, la consciència d’alguna cosa es converteix simplement en consciència.
Seguint amb la mateixa línia que Tolle (2003) l’Herminia defineix el silenci com l’espai de calma entre dos “sorolls” i entre aquests dos es dóna la pau i l’assossec que ens permet sentir els sons del silenci. Veient aquestes dues definicions dels autors estic totalment d’acord amb ells.
L’art d’escoltar en silenci neix del nostre amor i generositat, aquests dos sentiments són necessaris per a donar al client el silenci que servirà per a poder reflexionar i coneixes a sí mateix i la seva realitat. Quan estimem aquest silenci podem estar presents i acompanyar al nostre client per què obri la porta al coneixement, la llum i al discerniment. Però s’ha d’anar en compte per prevenir situacions incòmodes, ja que, pot ser que els clients no estiguin acostumats a la introspecció o a estar molt temps en silenci. Fisher (1997) ens exposa un cas en el qual aquest client no està acostumat a la introspecció i ens el cita de la següent manera: estar en silenci és alguna cosa més que no parlar. Quan estàs amb algú, es mostra la teva millor imatge. No es deixen caure les barreres de manera que ni jo ni l’altra persona podem veure lo que s’intenta amagar. Quan estàs sol un temps en silenci descobreixes la porta per anar-te saltant barreres fins que trobes la teva veu interior.
El respecte al silenci com moltes altres competències del coach l’hem de desenvolupar, la d’aprendre a respectar i fomentar el silenci, serà fonamental per connectar i sincronitzar amb els clients.
Quan respirem deixem espai per focalitzar la nostra atenció. Posem en el centre de la conversa el nostre client i ens alliberem de la memòria dels nostres prejudicis i afanys. Tolle (2003) cita que posant l’atenció en la teva respiració et torna a connectar amb la naturalesa i produeix un canvi de consciència que et permet passar del món conceptual del pensament, al ram de la consciència incondicionada.
Estant atents nosaltres desapareixem i només deixem la presència i el silenci per el client. Posant tots els sentits sobre el client, entenen per tots els sentits la definició de Daniel J. Siegel dels 8 sentits, és a dir, els 5 sentits convencionals més el sisè sentit, la relació entre tu i el client i l’activitat mental, podem veure amb claredat lo obvi i deixar de banda prejudicis i interpretacions.
Crec que el silenci és una eina molt i potent per què el nostre client reflexioni i trobi les solucions per ell mateix. A partir d’ara els silencis han de ser tractats amb la importància que es mereixen en les meves converses.
• Fisher, R. (1997). El caballero de la armadura oxidada. Obelisco.
• Tolle, E., & Iribarren, M. (2003). El silencio habla. DeBolsillo.[recurs online] .
Carla
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Carla
Cuando empecé la carera uno de los primeros ejercicios que tuve que hacer era un corto de un mintuo que hablara sobre el tiempo y su pertinente presentación en clase…. Mi presentación consistió en plantarme delante de toda la clase con el reloj de la cocina de mi madre y esperar a que pasara un minuto, (que se me hizo largo, largo…), para luego poner el corto. Mientras iba leyendo el artículo es el primer recuerdo que ha venido a mi mente. También nos explicaron que el buen entrevistador es el que deja espacio para que el entrevistado conteste, le deja dudar y sentirse incómodo o reaccionar ante el silencio, que de esa manera es como consigues las mejores respuestas.
Por otro lado, soy una persona que no se siente incómoda con los silencios… más bien me gustan. Si es cierto que estamos roedeados de ruidos constantes, pero la gracia está en dejar de prestarles atención, no? Por ejemplo, cuando viajas en tren y tiene sentados al lado a un grupito de chillones: si eres capaz de concentrarte no vas a escuchar sus ruidos y podrás seguir con tus cosas, (lectura, pensamientos….), y sino estarás atendiendo a su conversación, (que no digo que no sea muy productivo a veces!)
He pasado muchas horas de mi vida sólo conmigo, mientras entreno, momentos previos a una competición, durante una carrera….en trenes, aviones, habitaciones conocidas o extrañas…. Como todos supongo! Y el silencio que existe en cada una de esas situaciones es único de ese momento y te aporta cada vez una información y una emoción diferente.
Laura Ripollès Meix
Interesante artículo que invita a la reflexión de la importancia del silencio. Estamos tan acostumbrados a vivir inmersos en el ruido que el silencio incluso nos incomoda. ¿Qué puede haber detrás de esa incomodidad? Miedos… miedos a escuchar nuestro propio ruido interior. Cuando aprendemos a acallar este ruido interior, a abrazarlo, a aceptarlo, nos vaciamos, conectamos con nosotros mismos desde la serenidad y la paz, y es entonces cuando creamos un espacio de silencio interno que nos permite incrementar nuestra percepción y sensibilidad, y que aplicado al Coaching, nos permitirá escuchar desde el respecto a nuestro cliente. ¡Atrevámonos a estar en silencio y conectar con nosotros mismos! Es apasionante lo que podemos llegar a descubrir. Gracias Hermínia por el artículo y a todos vosotros compañeros por todas vuestras aportaciones.
Pablo Martínez
El silencio es un espacio totalmente poderoso y dispuesto para dar lugar a la comprensión.
Siempre he creído esto.
Me parece muy importante «ejercitar la capacidad de comprender las palabras de quien me habla».
Sentir… ¿que llevan implícitas esas letras ordenadas? y descubrir ¿que significado tienen mas allá de un simple significado literal?
Sin duda, el silencio permite que surja ese espacio mágico y quiero aprender a utilizarlo!!!
Un abrazo muy grande !!!
Pablo
Esther Masdeu
Justament avui estava fent classe amb nens de 3r de primària i hi ha hagut un moment de cert caos que m’he quedat palplantada sense dir res. Quan se n’han adonat, els he convidat a escoltar el silenci. Durant uns minutets així ho hem fet. Després, amb el to d’esberament rebaixat, hem pogut seguir la classe dins d’un ordre i un respecte a les diferents intervencions de cadascú.
És potser el què m’ha ressonat després de llegir l’article. Potser és un exemple molt simple, però ens fa adonar que potser no s’educa l’escolta, i seria interessant poder-hi donar un espai a l’educació dels nostres infants i joves.
També moltes vegades entre companys de feina, família, o senzillament en qualsevol conversa, realment estem escoltant amb l’oide, la vista, el cor i el cos?
Aquest nivell d’escolta ens ha de portar més enllà d’escoltar sense més el que ens dien. És saber llegir molt més per captar missatge verbal, sentiments i gestos, sense escoltar-nos a nosaltres, sinó escoltant plenament a l’altre.
Un repte trobar-nos davant d’aquesta aventura del coaching que a més, ens ajudarà a ser millor persona.
Gràcies
Empar Pérez
Estoy releyendo «El hombre en busca de sentido» de Victor Frankl con motivo del máster.Ciertamente, me ha llamado poderosamente la atención, que justo hoy, al leer el blog sobre la importància del silencio, leo que Frankl resalta cómo algo muy relevante a la llegada al campo de concentración, así como durante la estancia en él, la invasión de ruidos: gritos, insultos,….que le acompañarían durante toda la estància.Asímismo, busca desesperadamente momentos de desconexión del ruido, de recogimiento consigo mismo y con sus pensamientos, como un bien muy Preciado.Vivimos en una sociedad saturada de ruidos, hasta el punto de que no somos muy conscientes de ellos y de la dificultad que eso comporta.Las personas que tenemos la suerte de poder vivir en un lugar muy silencioso somos muy intolerantes conlos ambientes ruidosos.
El silencio es parte fundamental de la escucha activa y empàtica, que no sería possible sin el silencio que deja lugar a la reflexión, al contacto con uno mismo y a perder el miedo a enfrentarnos a nuestros pensamientos.
Mireia Recoder
El silencio es un momento preciado donde se abre algo que va más allá de a lo que estamos acostumbrados. Hoy en día no nos educan para apreciar el silencio ni para saber tratarlo, sino más bien para llenarlo. Vamos con prisa, y parece ser que el silencio suena a pérdida de tiempo. Estamos permanentemente pensando en lo que haremos, en cómo lo haremos, leyendo, dándole vueltas a lo que nos ha pasado, opinando internamente, etc. En mi caso, creo que me queda mucho camino por recorrer respecto al silencio y hoy empieza mi lucha por conseguirlo. Siempre he sabido que me cuesta estar sola conmigo misma, pero nunca me había planteado el estar en silencio conmigo misma. Así que a partir de hoy, lo voy a practicar, ya que si consigo hacerlo conmigo misma, el día de mañana, podré aplicarlo al coaching y ofrecer una mejor versión de mí.
laura bravo valdes
Este artículo es esencial tanto para nuestra vida personal como para nuestra futura vida como coaches.
Desde mi experiencia, he tomado , no se si las más importantes, pero si las decisiones más exitosas de mi vida. No estando muy acostumbrada hasta ahora, si en ocasiones he tenido que reflexionar internamente paras cambiar el curso de mi vida, y , si realmente, quieres un cambio importante debes trabajarlo desde el silencio.
Como futura coach, opino que la única manera de despertar al buda de oro que llevan nuestros clientes es mediante el silencio, que les permita una profunda reflexión y les » auto inspire». Para ello debemos trabajarnos la generosidad, la empatía y el amor y respeto por lo que nos traen a las sesiones.
Debemos aprender a estar en silencio para escucharlo con los 5 sentidos y nuestro corazón, como me ha encantado leer en tu artículo. sobre todo con el corazón. Y tenemos que ayudarlos si necesitan sentirse cómodos ante situaciones de reflexión. Gracias Herminia por este sabio artículo
Eva García
Per a mí el silenci es més que una forma de connectar amb mí, és també una manera generosa d’estar amb els altres. Vaig descobrir amb la malatia de la meva àvia, que el silenci no és només l’abscència de so, sinó que obre camí cap a una nova manera de comunicar-se, on tot allò no verbal es fa palès. Des del meu petit entendre en tant que aprenent de coach, el silenci és més que reflexió i la connexió. Té a veure amb l’amor i la generositat, en veure en l’altre coses que, des del soroll, no són perceptibles.
Gràcies per encoratjar-nos a seguir aprenent.
Elena R. Laguna
Gracias por el artículo y gracias por el efecto que las reflexiones sobre el silencio han tenido en mí. Me resulta difícil de explicar, sólo puedo decir:
Hoy busqué el silencio,
como cada día,
y bajo el murmullo
hallé poesía.
Diana
El silencio es necesario y deseable para mí. Me acerca a la calma, me permite oírme y me da orden. El silencio me permite conectar con mi esencia.
Los silencios que más disfruto son los que comparto con personas a las que quiero, cuando estar juntos es más importante que llenar el silencio.
Mi abuela, que en sus últimos años padeció alzheimer un buen día dejó de hablar y cuando le preguntamos porque no hablaba, nos respondió: porque no tengo nada que decir que sea tan importante. Que sabiduria nos transmitieron aquellas palabras y cuanto nos dijeron sus silencios después.
Cada día comprendo mejor la importancia del silencio para el coach y para el coachee. Cuán importante es que el coach no tenga ruidos internos que le impidan estar. Que necesario se me hace practicar, practicar y practicar y como vuelve a surgir el «dar cera, pulir cera»: constancia, compromiso y practica.
Ricard
Fa alguns anys una persona propera, em va ensenyar a relacionar-me amb el silenci, a sentir-me còmode envoltat d’ell. Des d’aquell moment la meva mirada cap al silenci, cap als moments on el silenci apareixia per acompanyar-me va canviar. El sentiment de malestar davant els silencis es va transformar en calma.
Ara estic aprenent a mantenir i a estimar el silenci interior. I com aquesta combinació de silencis, afavoreix el meu creixement .I en processos de Coaching, el creixement del Coachee.
M’agrada quan Hermínia parla de “l’art del silenci”. És un art difícil de dominar, que demana, al meu entendre, consciència i treball continuat.
Ares
Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. William Shakespeare
Cuántas veces hablamos y hablamos, interrumpimos, damos juicios, sin PARARNOS. Parar sería el verbo que utilizaría para conectar con mi silencio, con mi autoreflexión…vivimos en una sociedad dónde todo se mueve deprisa, dónde el ritmo es acelerado. En esta sociedad somos cada uno de nosotros responsables de parar y mirar en nuestro interior; observar nuestras necesidades, nuestra voluntad. A través del silencio apartamos ese ruido desenfrenado y logramos estar en el SER.
Como coach la intervención es la misma. Favorecer el silencio para que el cliente deje de correr y empiece a andar.
Aloma
Un article molt interessant que em fa ressonar moltes coses dins meu. Com ja he comentat alguna vegada a la classe, sóc una persona amb molt soroll intern.
Sóc conscient que com a futura coach –i per la meva salut- he d’aprendre a silenciar tots aquests sorolls i aprendre a connectar de manera més periòdica i amb més facilitat (això m’ho donarà la pràctica) amb el silenci.
Professionalment, com a mestra, m’adono de moltes coses que podria fer millor. Quan donem espai als nens i nenes a pensar el què volen dir sense repetir-los que estem esperant una resposta? Quants segons els donem quan els demanem quan fa 4×4? Això sí, quan nosaltres decidim que s’ha de fer silenci, tothom a callar…
Tinc una feina apassionant per endavant! Gràcies per ajudar-nos a reflexionar!
Laura López
Sóc conscient que, en el meu dia a dia, existeix una manca de silenci important. No obstant, quan en determinats moments m’he pogut permetre el luxe de gaudir del silenci ha estat una sensació molt gratificant. El silenci m’ha permès: desconnectar del món i connectar amb mi mateixa, deixar fluir la meva imaginació, sentir-me plenament feliç i satisfeta en tots els àmbits de la meva vida, etc. Aquestes sensacions, i emocions, acostumo a viure-les quan estic caminant pel bosc, escoltant el cant dels ocells mentre el sol m’acarona suaument la cara. Llavors, deixo de caminar, tanco els ulls, em deixo portar i em sento la persona més afortunada de món. A mi, el silenci, m’ha permès descobrir el paradís (moment de connexió personal, de calma, armonía, plaer…).
El silenci en processos de coaching és fonamental.Ens permet contenir els nostres sorolls interns per poder connectar amb el client, centrar la conversa i que aquesta pugui fluir.A més a més, permet al client processar la informació rebuda, interioritzar-la i fer el canvi de paradigma.
M’agradaria compartir aquest petit fragment que he trobat sobre “La importancia del silenci” (segons els indis americans):
“Nosotros los indios sabemos del silencio. No le tenemos miedo. De hecho, para nosotros es más poderoso que las palabras.
Nuestros ancianos fueron educados en las maneras del silencio, y ellos nos transmitieron ese conocimiento a nosotros. Observa, escucha, y luego actúa, nos decían. Esa es la manera de vivir despiertos”
Moltes gràcies!
Benjamin
Cara a la naturaleza veo el silencio cómo algo que da más fuerza y sentido al instante.
Cara a otra persona, a veces se puede transformar en incomodidad.
¿Cómo encontrar esta fuerza del silencio que percibimos en la naturaleza, y utilizarla en coaching?
Primero hay un trabajo para vencer el miedo del silencio en la conversación, aceptarlo.
Hacerse el amigo del silencio y llevarlo consigo cón confianza.
Sònia
Fins ara sempre havia pensat en el silenci com a eina de desconnexió de la realitat però no havia aprofundit en qui era el seu significat per mi, ni quina importància podia tenir amb la comunicació.
Però a partir de la lectura del article m’he plantejat la pregunta “Com definiries el silenci?”, arribant a la conclusió que per mi hi ha dos tipus de silenci:
– Silenci extern que es definiria com la pausa que apareix entre dos sorolls.
– Silenci intern que és l’absència de soroll intern on el pensament s’atura i es centra en el moment present aconseguint una sensació de plenitud a partir de la buidor del pensament.
Tenint en compte aquesta definició, em plantejo que l’art del silenci en els processos de coach requereix que es donin tots dos tipus de silencis per poder escoltar la “veu” del nostre client.
Alicia García Lucas
Personalmente poco puedo aportar sobre el silencio pues hasta ahora no le había dado la importancia que tenía. Me daba más miedo que otra cosa porque siempre que estaba en silencio tenía un ruido interno tremendo que me incomodaba y lo llenaba de sonidos externos. Gracias al master y a artículos como éste he descubierto que en silencio puedo ser yo y encontrar a los demás.
Lo que os puedo dejar son una frase y un enlace que me ha gustado.
“El que no entiende tu silencio, probablemente no comprenda tus palabras”. Elbert Hubbard.
http://silenciollama.blogspot.com.es/2012/02/el-arte-de-la-conversacion-por-rav-noaj.html
Teresa Franquesa
Tinc bona relació amb el silenci. M’agrada el silenci i flueixo en el silenci. El silenci m’ajuda a interioritzar les coses que visc, a parlar amb mi mateixa. En el silenci tinc ganes d’escriure i escric. El silenci em connecta amb la natura, em dóna serenitat i pau. Caminar vora el mar en silenci, sentint onades i gavines… Recordo amb delícia els silencis acompanyant a dormir la meva filla, murmurant el so que fan les pedretes de la platja quan les onades les arrosseguem a la riba. Silencis en les muntanyes, silencis dins del mar, en els camps endreçats, sota la volta estrellada… I silencis a la sala lluminosa de casa meva. El silenci és productiu. També en els diàlegs, si no tinc pressa a dir la meva i deixo fluir, quan deixo que les paraules vagin sorgint de la calma, com un joc de descoberta amb l’altre. Els silencis de vegades poden ser tensos, quan tinc por de dir algunes coses, de pensar-les. Però només en el silenci tinc la possibilitat d’adonar-men. Em permet desenterrar les pors colgades, contemplar-les i ferme’n conscient.
Imma
Herminia,
Me ha gustado mucho el artículo. Profundo y una invitación al cambio en nuestra profesión dentro de la psicoterapia y el coaching. Gracias de corazón por compartir tu sabiduría.
Namasté
Imma Esteve
Psicóloga
Col. nº 16425
josep gendra
😐
Francesc
Excelente artículo.
Me recuerda una anécdota de la película «Apolo 13»: Como se sabe, en el espacio no hay sonido, ya que al ser vacío, las ondas sonoras no se propagan. Ello hace que desde las naves espaciales no se oigan los motores, pues estos están en el exterior.
Curiosamente, durante película sí que se oyen los motores contínuamente de fondo. Hay quien dice que esa decisión de incluir el ruido fué deliverada: Se les hacía extraño no tener ruido de fondo en las escenas de diálogos, y pensaron que el ruido de los motores haría la escena menos angustiosa para los espectadores.
Es una lástima que como sociedad estemos todavía en este punto. Queda mucho camino por delante.
Marisa
Durante los nueve primeros meses que permanecemos en el vientre de nuestra madre, estamos en silencio. El silencio nos ayuda a crecer y desarrollarnos como seres humanos. El silencio nos hace reflexionar y razonar los impulsos. El silencio nos ayuda a contar hasta diez. El silencio, es nuestra arma más preciada para la templanza, el respeto, el conocimiento y el acompañamiento. Todos sabemos que un silencio equivale a mil palabras, todos sabemos estar en silencio con nosotros mismos, todos hemos sido conscientes de que lo hemos sabido utilizar, de manera exitosa, en muchos momentos de nuestras vidas y, sin embargo, el silencio se nos olvida. Cómo alimentar al silencio para que crezca con nosotros.
Mi querido y apreciado silencio:
– Háblame, silencio. Necesito escucharte
– Dónde estas cuando mas te necesito?
– Cómo tenerte dentro de mi o cómo me puedes tener dentro de ti?
– Siendo tan apreciado, querido y admirado, porqué me abandonas?
– Cómo quieres que te quiera?
– Por qué no me dices algo, silencio. Algo que me ayude a recordarte.
teresa terrades
Gràcies pel post. Avui precisament estava parlant amb uns companys , de la importància d’educar la interioritat dels joves. La interioritat entesa com aquest espai de retrobament amb un mateix i que ens permet connectar amb la nostra serenitat, amb la nostra saviesa. Si hi ha un gran aliat en aquest camí, és sens dubte el silenci.
Mat
Mi padre fue un hombre moderadamente extrovertido y sociable buena parte de su vida. En los últimos años, sin embargo, guardó más y más silencios. En mi ignorancia atribuí estas ausencias de palabras a su sordera, cada vez más acusada.
Me llevó un tiempo comprender que su silencio obedecía a otras razones. Una de ellas era un ligero desconcierto ante todo lo que le quedaba por aprender. Posiblemente calculaba hasta donde le alcanzaría en los supuestos más optimistas. Otra quizás es que se veía bastante incapaz de explicar lo complejo a oídos tan estrechos y, a veces con una cierta impaciencia, a veces con humildad, no exponía su parecer y se limitaba a escucharnos desvariar sobre temas de los que desconocíamos casi todo y en los que participábamos con más entusiasmo que sabiduría.
Esta es una de las muchas lecciones que nos donó.
Como bien dices, cuánta práctica requiere el silencio desde el respeto. Cuánto me queda por aprender!
Irene
Personalmente, una de las experiencias que más me hacen sentir en paz, que busco cuando quiero mirar para dentro, es esa que propones Herminia, de observar la Naturaleza en silencio. Desde el silencio nuestros sentidos parecen afinarse, más aún si estamos haciendo un ayuno, que contribuye a crear también literalmente más vacío y silencio en nuestro interior. Desde ahí la conexión con la Naturaleza, el sentirse una con ella es una sensación tremendamente hermosa, de goce total cuando te entregas a ella y que me hace consciente de que soy una pequeña parte en ese gran equilibrio de la Naturaleza, del universo.
Si trato de estar en los procesos desde esa humildad, desde ese escuchar con mis sentidos agudizados, desde esa paz y ese disfrute que me hace sentir el observar en silencio la Naturaleza, creo que los voy a poder disfrutar mucho más!! Muchas gracias, Herminia.